La casa rural donde me hospedé estaba muy desordenada . Tenía mucha historia de muebles, de generaciones que habían vivido allí, pero en algún momento de su historia el tiempo se paró. Su ` propietario, un pobre hombre de orgullo muy herido, un ego muy complejo. Me recordó al personaje de Miss Havisham de la novela Grandes esperanzas, de Dickens. Es una rica solterona que fue abandonada ante el altar e insiste en llevar su vestido de boda durante el resto de su vida. Vive en una mansión arruinada.
Me contaron en la Taberna del pueblo que su mujer le abandonó, y sus hijos marcharon a los dieciocho años y no han regresado.
Y ese hombre vivía una vida de solterón. Viendo pasar la vida como un barco varado:
Como escribí ayer, me dejó solo en la casa. Y allí estuve toda la tarde entre muebles viejos, habitaciones con mantas desgastadas, baños antiguos, un patio interior que transmitía la ausencia que aún resuena. Si la vida es la mano del tiempo que se ha posado sobre nosotros, los objetos, los rostros que amamos, y sobre nuestros sueños, allí no había más que nostalgia, tristeza, olor a viejuno. Los sonidos chirriaban, como los cajones que abrí, que parecían dolerse.
Es curioso, a unas cosas el tiempo les da color, sabor, vida, y a otras las pudre, las corroe. Con las personas sucede lo mismo. Hay quien embellece con los años , y hay quien se gasta, de corrompe, se pica , como el vino.
Muchas de las ideas y de las personas que he seguido en mi vida, y que me han deslumbrado, han resultado ser una estafa. Yo mismo, ¿ cuántos dirán que he sido un tramposo?
Al día siguiente pude ver un espectáculo sorprendente. Comencé a andar a las siete de la mañana y , de repente, en medio de un campo de cereal vi correr una manada de ciervos, serían más de veinte. Cruzaron el campo a la carrera. Quedé parado un buen rato hasta verlos desaparecer, como hechizado. Y pensé " ¡ Dios mío, qué hermosura!".
Dejé la casa con un amargo regusto interior. Y recordé esa poesía de Benedetti:
Cuando el barco es dejado por las ratas
a uno le vienen malos pensamientos;
alarmas sin razón, carencias natas,
pereza para aliarse con los vientos
o no prever lo mucho que fatiga
la plenamar con sus aburrimientos.
No obstante puede ser que Dios bendiga
la quiebra del bauprés, las velas rotas,
y antes que en sombras llegue la enemiga
y las gotas se junten con las gotas
antes que el mar se encrespe o se confunda,
decore al fin el mástil con gaviotas
y el barco quede hermoso. Aunque se hunda.
Ojalá encuentres esas gaviotas que decoren tu mástil cuando te estés hundiendo en tu último viaje.
El "hater" responde a esta descripción.
ResponderEliminarEl único objetivo de su amargado carácter es el insulto, o dañar directamente al lector.
Ojalá se les acerquen las gaviotas, a pesar del hedor que desprenden.
Les deseo todo lo mejor.
La Biblia nos dice en 1 Tesalonicenses 5:23 que todos fuimos creados con tres partes: un espíritu, un alma y un cuerpo:
“Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y vuestro espíritu y vuestra alma y vuestro cuerpo sean guardados perfectos e irreprensibles para la venida de nuestro Señor Jesucristo”.
¿Qué parte es la que les falla?
"Les deseo todo lo mejor." No ensalce ni admire demasiado a los haters, ser hater es más fácil que rascarse el cogote.
ResponderEliminarUn poco flojo esto hoy
ResponderEliminarFlojo lo que ves. Estamos en 800 visitas a las 11.30. Tá bien. Normal. Velocidad de crucero. Sin novedad.
EliminarParece que bergoglio y ocariz ya son amigos y que todo cambiará para quedar igual. Pobre Moya que no verá su deseo en la tierra. Ni la Prelada.
ResponderEliminarNo sé si su " parece" es buena noticia, la verdad.
EliminarLa Iglesia pondera a los mártires porque se comporta como los corderos. Como grupo no los veo valientes ni decididos. Creo que esperan que el tiempo les solucione la papeleta
ResponderEliminarValiente chorrada acaba de escribir.
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