miércoles, 13 de noviembre de 2024

JOSÉ MARÍA CAPARRÓS.

Hace dos días se escribió en el Barullo de José María Caparrós. Un grande. Los que le conocimos, le queríamos y le admirábamos.  Fue un historiador y crítico cinematográfico. Doctor en Filosofía y Letras y profesor de la Universidad de Barcelona desde 1982 y catedrático de Historia Contemporánea y Cine. 


Uno tiene la impresión- y sé que no todo el mundo va a estar de acuerdo, y que no se va a entender lo que escribo- de que a José María le hubiesen ido mejor las cosas profesionalmente  de no haber sido agregado del Opus Dei. De numerario, con toda seguridad, mucho mejor. Y de no haber pertenecido a la Obra, se sale.


Mientras,  en la Universidad de Navarra se estaban comiendo los mocos en su especialidad , donde él ganaba por KO.


Sin embargo, era un agregado como la copa de un pino. De tomo y lomo. Era lo suyo. Y lo vivía por encima de cualquier otra vocación. José María no se daba un pijo de importancia. Era un hombre bueno, con una voluntad de hierro. Tenía muy claro lo que quería ser. ¡ Cómo  trabajó ese hombre contra viento y marea en un mundo difícil y muy ideologizado!


Hubo un tiempo en esa Barcelona que los agregados eran tipos que jugaban en la Champions de la santidad y en sus profesiones. Se tomaron en serio su vocación. Podrían citar muchos nombres de aquellos años. Y la cosecha fue  de primera. Muchos alcanzaron cimas admirables en sus carreras: en el cine, en las artes, en la  gran Banca, en la literatura, en la medicina...y todos tenían un común denominador: sus  inicios fueron ejemplares y admirables.


El tío que encontró esa mina escondida de diamantes también tiene nombre. Pero hoy no toca.


José María fue un visionario. Al regresar de su viaje de estudios a Los Ángeles - donde conoció a Spielberg- comentó en una tertulia: " Sueño que Hollywood , cuando descubra la figura del Padre , hará una película sobre él. Su biografía tiene todos los mimbres para ello".


A mi me pareció la exageración de un hooligan .  Cuando se estreno " Encontrarás dragones", el biopic, o algo, que se rodó sobre Escrivá, me acordé de él. La peli lo tenía todo para ser un peliculón; un muy buen director, muy buena producción,  buenos guionistas, muy buenos actores, una promoción fantástica...¡ lo tenía todo!


Leí una vez que la suma de actos perfectos en algunas personas produce monstruos. Pues sí. O no.  En este caso era una película . Salió un truño muy principal. No tenía alma.


En aquellos años se hicieron unos experimentos que debían haberse hecho con gaseosa. Se gastó una pasta para nada. Se embarcó en quimeras carísimas a mucha gente. Estoy pensando no sólo en esta película. También en  musicales  que fueron el sueño TOC de unos tíos un poco pasados de vueltas.


No sé quién convenció a Echevarría - llegó a aplaudir estos inventos  sin tener ni idea del asunto.


Como dijo aquel : "Todos esos momentos se irán como lágrimas en la lluvia".


¡ Mi respeto a José María Caparrós!




martes, 12 de noviembre de 2024

COMISARIOS POLÍTICOS.

Ya conté cómo de una forma inopinada  fui nombrado directivo de un colegio de Fomento. Me llamaron de la Delegación  y me dijeron que me iban a nombrar subdirector de Peñalba. Aluciné, sabiendo como sabían mi currículum. " Te llamarán". Efectivamente,  me llamó una señora que se llama Julia de la Fuente. No se que habrá sido de ella, muchachota de la Central .  Y  salí de aquel encuentro en Madrid subdirector del colegio.


En el colegio me di cuenta - la verdad es que era perro viejo en Fomento y ya lo esperaba- con un recibimiento  de  tíos rancios, con  crustáceos en el casco, y miradas de " '¡ vaya, otro comisario político¡". Y no les faltaba razón. Y por más que intenté  desprenderme de ese tatuaje, no hubo forma.  Con personas así tienes todas las de perder.


Entiendo que en la vida uno vive de su escaparate y el escaparate no lo puedes vaciar del todo. En aquellos años ese era mi escaparate. Hoy es otro. O no: a veces tengo la impresión que aún quedan restos de aquel de entonces.


Lo de "Comisario  político "  lo niegan algunos. Curiosamente, los que sí lo son. Correas de transmisión.  En la UIC colocaron a uno - porque muchos de estos "enlaces" son gente que han cumplido un ciclo en su vida institucional y les dan una patada a seguir de "Williams", que en el rugby se trata de zapatazo y palante, y los nombran algo importante. Un " gracias por los servicios prestados". Y son un desastre. Este que me refiero tenía la empatía de un muñeco de ventrílocuo.


En el IESE hay unos cuantos de estos. No diré nombres, que luego dicen que les tengo manía. En fin, están en todas las instituciones, partidos, organizaciones . Hasta en la Iglesia. Son mentalidades que interesa mucho a la Institución  cuando es anfibia. O sea, política.


A mi me sorprende como la Iglesia, en tan poco tiempo, ha conseguido de su equipo de opinión sincronizada disciplinar cambios radicales de posición. Porque no es sencillo que un obispo,  que debe su opinión y su puesto al seguimiento de una doctrina,  tenga que cambiarla, y justificar que la ha mudado y asimilar inmediatamente la nueva naturaleza del anfibio. Ahora resulta que no, que ahora no somos terrestres.


A mí me encanta los comisarios políticos que se encargan de dar la brasa. Ese  Teófilo, o ese Nacho, o ese Alberto , que aparecía en el centro , se paseaba por los pasillos con mirada de " lo sé todo de ti". Porque, ¡ coño!,  lo sabía.  Y se sentaba a charlar contigo y tenía en sus manos la  bola de cristal que te adivinaba por donde iba a ir tu futuro. 


Que nadie se enfade. Los comisarios políticos están en todos los barrios, y en todas las plazas. Es algo muy común. Incluso en equipos de fútbol. Inclus en el Ejército. Y en las grandes corporaciones.  Sin ellos no se sostiene el sistema.





lunes, 11 de noviembre de 2024

UNA SOLEDAD MÁS GRANDE QUE EL CIELO QUE LA CUBRÍA.

Ayer fuimos a ver la última película de Clint Eastwood.  Salimos de  noche.


Al llegar a casa el cielo tenía paréntesis de nubes que se abrían a un firmamento estrellado. Estuve un buen rato contemplándolo. En silencio. 


La Vía Láctea . En ella arden 150.000 millones de estrellas aún más potentes que el Sol. La galaxia vecina se llama Andrómeda, de la cual nos separa una distancia de dos millones de años luz. Andrómeda tiene 200.000 millones de estrellas también en llamas. 


Hasta ahora los astrónomos han captado 100 millones  de estrellas, pero eso sólo es un pequeño barrio, puesto que la mayor parte del universo, sumida en un agujero negro, está fuera del alcance de los telescopios.


El universo continúa su marcha sin contar con nosotros. Y viendo y sintiendo esa pequeñez anónima , después cené  una tortilla francesa y tomé una cervecita. 


Después salí a dar un paseo  y tirar la bolsa de basura al contenedor , y vi la uña de la luna, que es un pedrusco de nada


He mirado el firmamento , entre nubes que rasgaban la noche. Hay  una belleza inmarcesible allí arriba: jinetes de álgebra, carros de fuego, caballos de música. 


Llegué donde depositamos las basuras, junto a los contenedores que contenían residuos de estos días. 


No sabía qué pensar. 


Sin duda había un número infinito de esferas ardiendo en lo alto, pero en ellas no palpitaba un solo deseo, ni un afecto. Sólo frío y enormes rocas de piedra pómez.


Sin embargo, este saco de despojos estaba lleno de pasiones. Toda esa porquería es una metáfora de nuestros amores, de placeres que se disfrutaron la tarde anterior, de restos de sueños, algunos incumplidos, de kleenex que secaron unas lágrimas por alguien  que no está, ramos de flores ...


A través de esos restos las constelaciones se introducían en este mundo.  Ese cubo de basura era el centro de otro universo.


Millones de estrellas giraban alrededor de los restos arrugados de una soledad que era más grande que el cielo que le cubría.


Por cierto , la película nos gustó. Eastwood cuenta muy bien esas historias  situadas en los límites de la vida social y del orden moral.




domingo, 10 de noviembre de 2024

DARÍA CUALQUIER COSA POR CANTAR EN ESE COCHE.

CLICK AQUÍ PARA ESCUCHAR   " EL PEDRUSCO


Muchas veces cuando voy a Zaragoza me  gusta cantar con mi madre. Nos grabamos. Para mi escuchar la voz de mi madre me lleva a la infancia y recuerdos de plata.


''  Dicen que por la noches no más se le oía en puro llorar...". Mis padres, a dúo, canturreando en el Morris 1.100 . Aquel coche que también era nuestra sala de estar. Todos apretujados- cuatro detrás y mi hermana la pequeña en la falda de mi madre, delante. No teníamos cintas de cassette . Encadenábamos canciones de Roberto Carlos, los Payos, jotas, boleros...no parábamos.  Viajes a Bielsa, o a pasar el domingo a Ontinar del Salz, en los pinares de Zuera. El campo amarillo de los veranos. También rezábamos el rosario.


Es curioso. Estuve años , desde que abandoné la Comunidad Europea , sin rezarlo. Lo despreciaba por aburrido . No le veía sentido. Y ahora no hay tarde que no lo rece. ¡ Entiendo tan bien esa oración!


Por la mañana, cuando voy al gimnasio voy en coche. Sólo escucho radio musical. Tengo sintonizadas todas las cadenas : Radio Gallega Música, Cadena 100, Kiss FM, Cadena Dial. Así si, por ejemplo, ponen una de Amaral, ¡ a la mierda! , cambio de emisora. A veces , al escuchar una de esas melodías que te alcanzan muy dentro, me voy al arcén y escucho. Recuerdo. Y rezo. O lloro. O me pongo a cantar como un loco.


No puedo con " Vivir sin aire", porque aparece Manuela y me rompo. O la Distancia, de Roberto Carlos. "La  Paloma" , es mi padre quien está a mi lado. Y  con "Walk of life, de Dire Straits  , enloquezco.  La de Lobo "Baby I love you to want me" me derrite.


La vida entonces ya es otra cosa.


¡Ay, aquellas canciones que le llevan a uno a otro tiempo! A los lugares donde fui feliz.  Las canciones son traicioneras. Hacen como que son tus amigas, pero, cuando menos te lo esperas, te apuñalan el corazón.


Aquellas canciones que mi padres cantaban siempre al volante. Mi hermanos detrás. Mirando por la ventana. La infancia es un paisaje en sí mismo. El  Morris olía a Ideales ( Caldo) y a felicidad. Daría cualquier cosa por volver a ser aquel niño en aquel coche. En esos largos viajes. Daría cualquier cosa por escuchar cantar a mis padres  en aquellos veranos interminables.




sábado, 9 de noviembre de 2024

EL BARULLO EN LA HERIDA.

Ayer tuvimos un subidón de lectores, 1683. Parece que vienen trasvasados de otra página- normalmente estamos en 1000 de media.


Uno comentó  " la verdad es que buena parte de los que comentan, tienen mucho más de lo que parece en común. No sólo han jugado en la liga (algunos más tiempo que otros), sino que tienen marcado un espíritu crítico y una necesidad de libertad, que también fue parte de ese proceso. Me identifico con los finales de los ochenta en Barcelona, en el contexto de los tigres de l'eixample. No lo pasé para nada mal. Me encontré con gente que me trató muy bien, entre ellos a Suso y a otros muchos de los que leeis este block. De vez en cuando voy a comentar lo que se dice, si Suso lo publica y supero la "censura" , que veo que tiene preocupado a más de uno (yo gustoso acepto las reglas)".


El Barullo toma su nombre de unos versos de Gloria Fuertes que dicen:

¡Que barullo en la herida!...

¡Qué barullo en la herida!...

¡Qué suerte si esto que siento fuera sed

y se me quitara bebiendo un vaso de agua!

Es entonces cuando llueve tristeza

para ahogar en mi boca

la palabra imposible.

Intento gritar,

y sólo consigo un cobarde silencio.

 

Una tarde al llegar a casa

me encontré con la sorpresa de quererte,

fue una bomba en mis manos.

 Y yo, por si te hiere,

esperando a que explote estando sola

aunque me parta el pecho la locura.


El Barullo en la herida. ¿ Qué heridas?: las mías. En forma de cicatrices, de pústulas, de las costras, de suturas, de cortes, de arañazos...¡ de vida! Y es una biografía que trata sobre el amor, la felicidad, la tristeza, el dolor, el perdón. Los recuerdos buenos y malos. 


Y aquí me pierdo, me encuentro , me salvo y me condeno. No es sobre la opus esta página, que nadie se engañe. Es sobre mi y sobre mis cosas. Y, por supuesto que en mi vida hubo , y hay, Opus Dei, pero también mucho desgarro, y mucha rozadura, mucho Dios, y mucho pecado, y redención, y alegría. Mucha Virgen, y mucho dolor. Hay lepra,  esquirlas de minas que pisé, amargura, aflicción, pesar.


Es el Barullo en la herida. Y se está equivocando - totalmente- el que busca otra cosa , porque no lo va a encontrar.


viernes, 8 de noviembre de 2024

RARA , PERO NO MALA.

Hay mujeres que resultan fascinantes. Y en los colegios donde estuve había un tipo de  madre que siempre me atrajo mucho. No me refiero a sexo - muchas de ellas no eran especialmente bellas- sino a un tipo de carácter. Intratables . Hoscas. Desagradables.  Y, probablemente, el no ser agraciadas fuera parte de esa complicación afectiva y física. Sonríen poco.


Conocí matrimonios trenzados de tal manera  que  contemplarlos era todo un espectáculo. Como pasear por un jardín botánico, de aquellas plantas admiras su fortaleza, de aquellas flores su belleza, de esos árboles su rareza, de las setas y hongos su mal olor.... Las contradicciones espirituales - muchas de estas mujeres a las que me refiero eran rabiosamente antiopusinas, y casadas con supernumerarios, y con algún hij@ numerari@- -  y veías peleas, reconciliaciones, personalidades con muchísimos contrastes, con muchas aristas , a veces difíciles de entender , pero  muy humanas. 


Este tipo de mujer  es cínica, testaruda, concienzuda en lo que hace, amable dentro de su brusquedad, buena madre, a su manera, respetuosa de las reglas pero no de los sentimientos de los demás. Cocea sin piedad. Recuerdo una, que era esposa del padre del Comité Directivo, que nos dio una cena  absolutamente vergonzosa a la dirección del colegio y , al salir, le dije : " ¿ te compensa hacer pasar a tu marido  estos malos ratos?


- Ya sabe que soy así. Llevamos juntos 28 años.


Esta antiopusina , casada con un santo- lo escribo  absolutamente en serio- tendía al drama. Era maleducada, borde. Parece que le pesaba el recuerdo nefasto de una infancia de mierda.  Odiosa y adorable a partes iguales, era conmovedora en su bondad e insoportable cuando hería. Era compleja porque, al fin y al cabo, es una persona. Pero resultaba muy difícil  escapar de su  toxicidad. 


Y el que haya sufrido, o disfrutado - que no lo sé aún qué es a estas alturas de la película- - de su amor, que se prepare: son insaciables. Descubres una mujer con unas ansias de querer y  de ser queridas, que dan miedo. Porque entonces te das cuenta de que has caído en una trampa. Son mantis religiosas.


Viene a cuento la entrada porque hace poco me descubrió en FB una de esas mujeres. El tiempo pasa y se ha  quedado sin asideros, le llegaron los recuerdos y parece que le asaltan  las lágrimas ante la idea de que ella  va a pasar el resto de sus días sola. 


Me recordó - me escribió un mensaje largo-  al fantasma de las Navidades futuras que le hace preguntarse cómo trata a la gente a su alrededor y qué esta sembrando para el ocaso de su vida.


Este tipo de mujeres son una fuente de peleas y reproches, y cuando las oyes y estás allí delante de la pareja ,  entiendes a ambas partes y donde, como matrimonio ,  no tienen la humildad de resolver sus problemas.


Me dio su teléfono. Le llamé y hablamos. Seguía igual. Con sus indirectas, descreída,  y una venenosa réplica siempre en la lengua para ganar las discusiones. Me pareció que estaba en la  recta final de sus días y se cuestionaba lo que había hecho,   como hacemos muchos.  Al  terminar , como tantas veces me ha sucedido a la vuelta de los años , estaba desconcertado. Recé por ella. No es mala mujer. Rara, pero no mala.




jueves, 7 de noviembre de 2024

RECUERDOS DE TARRAGONA.

CLLICK AQUÍ PARA ESCUCHAR "LEPIDÓPTERO".


Una vez me encontré a un antiguo alumno de Lérida en Tarragona. Me saludó él, porque yo no lo reconocí. 


- ¿ Señor Suso?- preguntó.


- Ese soy yo...lo miré y no daba  con el nombre, ni con nada. Porque quien me saludaba era una mujer despampanante. Una rubia de ojos azules y cara picarona, vestida para matar. 


Era un travesti  y, sí, cuando se presentó lo reconocí. Y, aunque soy experto en poner cara de " aquí no pasa nada", no conseguí salir de mi asombro. El joven trabajaba de putón en una discoteca de Salou .


Nos tomamos una cerveza en un bar de la Rambla  Nova . Habían pasado cinco años desde que le di clase , y fui su preceptor.  Charlamos con cierta incomodidad. Le pregunté " pero qué te ha pasado, estás muy cambiado?". “ Claro- contestó-  todos cambiamos. Imagino que no esperaba usted verme así. ¡ Ay, lo del opus! , ¡siempre tan raritos!". Mucha pena.


En Tarragona me perdí. Yo creo que llevé muy mal el desprecio de alguno de los que vivían conmigo. Y el no importar a mi gente.  Fue una época de mi vida bastante extraviada. Bebía porque cuando bebes pasan cosas. Y las noche en esa ciudad estaba llena de encuentros inesperados. La gente de Tarragona tiene muchas sorpresas . 


Una madrugada, después de una noche movida, nos  encontrábamos sentados en las  afueras  de la terraza del pub Antiquari  Luis L. y el menda . 


En el local había  un apartado  donde  se podían  cantar  directos  en días entre semana.  Habíamos cantado un repertorio  de  rancheras , versionadas como baladas de Los Secretos,  y mucho  Sabina.


Un hombre elegantemente  vestido  nos escuchaba  acodado en la barra. Terminado  el repertorio, mientras salíamos a  la calle a echar  un cigarro, el  ser  humano  se me acerca:


- Cantas  muy   bien-  dijo  con la  voz  bastante  empastada  por el alcohol.


- Muchas gracias - le  contesté .


- No soy  maricón-  prosiguió- pero  me  has  puesto tan  así  que  me  han entrado  ganas de darte  por el culo.


Otro día, en Torrendembarra,  me  metí en un hotel donde amenizaba las cenas  un tío que era una especie de hombre orquesta. El típico cantante con un repertorio  muy internacional. Nos caímos muy  bien - cogí el micrófono y le hice algunos duetos. Después nos tomamos una copa y me regaló una púa. Me coló que era de J. Forgety , el cantante de Creedence . No me lo creí- lo mismo que a él no le colaría mi inglés cuando le acompañé. Pero me pareció un buen tantazo. 


Se la regalé a una madre que me dijo que era una fan de la Credence. Y, aquí sí, entró entró.


Con los años me he dado cuenta que el encuentro más sorprendente es el que tenemos con nosotros mismos. Cuando los días se pone  muy cuesta arriba. Cuando tenemos esa sensación de que estamos como el chino ése que da vueltas a los platos para que no caigan. Y lo ves de aquí para allá dando golpecitos de muñeca. Agobiado. . Y, de repente, remontamos. Nos empezamos a sentir fuertes. Y tiramos para delante. Y  i sabes cómo.


Cuando no dabas un duro por ti, y nadie apostaba por ese caballo que lleva tu nombre. Y nos vemos cansados. Y, sin saber cómo, esa fuerza que nos nace dentro. Ese ángel, o quien sea, que tira de ti. Qué alegría es, a veces, sobre todo tras el temporal , eso de encontrarse con uno mismo.




miércoles, 6 de noviembre de 2024

TODO SUCEDE POR ALGO.

Hay una regla de oro entre la gente del rural , un tanto fatalista , y es que "todo pasa por algo".


A mi me ha ido muy bien aceptar que las cosas son como son, y que a lo hecho pecho. Y no echar la culpa a los demás, o al que pasaba por allí. En mi última aventura profesional tuve un jefe, Oriol,  que era especialista - probablemente era una enfermedad- en hacerse la víctima. Los victimistas siempre encuentran alguien a quien hacer la causa de sus desgracias. Ellos no tienen la culpa de nada. 


Desde bien crío a uno le han salido muy mal bastantes cosas: iba muchas tardes castigado a los estudios de 4 a 6 los sábados, en los jesuitas.  En mi clase un cura tenía una frase que era toda una declaración de intenciones. Cuando alguien le iban muy mal el curso decía " usted va a terminar en el camión de Mendive", o sea , muy malamente.  Cada año me expulsaban del colegio una semana, hasta  el despido total en sexto de bachiller.  


Cuando las cosas me han ido muy jodidas, se han torcido, cuando la he cagado, pero bien cagada, cuando he fracasado, cuando la he liado parda o , en fin, cuando he  notado que soy una mierda pinchada en un palo, digo dos cosas: Eres gilipollas, y todo pasa por algo. Estoy convencido de que la vida tiene su armonía. Que lo que nos parece fruto del azar , no es tal.


Quizá una avería en el coche te hace entrar  en un bar a llamar por teléfono y te cruzas con una mirada que te cambiará toda tu vida. O no pasas el corte en la última entrevista de trabajo , ese  que pensabas te salvaba del paro y te daba una expectativas profesionales maravillosas, y  al año siguiente esa empresa ha quebrado. Estar allí, o estar allá, poder hacer algo o ser incapaces de hacerlo son partes de un mismo plan. Porque las cosas suceden y tiene su sentido, aunque no lo veas. Hasta el caos responde a un orden invisible.


Un día, en  Valladolid, quise organizar una especie de tertulia cultural con padres del colegio. Sería una vez al mes. Le llamé " Los caballeros de la Cachimba". Todos los que asistieran debían de llevar una pipa, una cachimba, aunque no fumasen. Se proponía un tema , de actualidad o no, se llamaba a un experto en el asunto y, con un café y una copa, se celebraba la tertulia. Lo de la  cachimba era para darle un  toque "british" , todos allí con su pipa en la mano, o fumando.


Los viejos profesores de allí me dijeron que eso no saldría nunca, que ya lo había intentado fulano, y zutano, y fracasaron . Efectivamente, la primera convocatoria  no fue ni Tarzán: el típico supernumerario más colgado que un fuet, el tertuliano - un General que sabía un huevo de una guerra - y yo. 


- A ver, vamos a dejar los cinco minutos de cortesía...quería morirme, quería desaparecer.


La coña entre el profesorado fue  fantástica - lo primero que preguntaron al llegar el lunes. Uno me aconsejó " déjalo, te están sacando cantares con la cachimba, te llaman Sherlock"". 


Peo al mes siguiente volvimos a las andadas. Invitamos a un catedrático de la universidad para hablar de De Gaulle- era experto. Y lo petamos. Llenazo. Y Sherlock no cabía de gozo , hinchado. Y la gente fue feliz y nosotros- el supernumerario y yo-  fuimos felices. Y estuvimos varios meses, hasta que mandé todo ese mundo a freír espárragos.


Porque todo pasa por algo. Incluso las cosas más absurdas. Y las más dramáticas.   Ya sé que esto que escribo hoy, con lo de Valencia,  suena grotesco. Pero así lo creo. Y, a veces, ese algo es darte cuenta de lo que tienes. Hay días de piedra y días de diamante. 


Pero si te paras a observar la vida cotidiana y normal verás que eres un afortunado. Hay que disfrutar de la vida con entusiasmo, con alegría, sin guardarnos nada…


Al menos, hasta que llegue el día de quedar con los pies juntitos y  alcanzar el patio de los callados.




martes, 5 de noviembre de 2024

PERPETUARSE.

Me  preguntan de donde saco  tiempo para escribir una  entrada diaria durante más de diez años.


Uno escribe porque no le gusta el mundo, para pintarlo otra vez, para corregirlo, para darle otra manita de pintura. Y  también porque me gusta. Porque hay personas que  son de una belleza  interior, y exterior abrumadora. La vida cada vez me parece más hermosa - que  no es lo mismo que el mundo. La vida , pero con un corazón grande y loco como el mío.  Ya estoy bebiéndome este otoño, que también es el de mi existencia, y le pido a Dios el blanco salvavidas de lo que quise ser.


Y ya que estamos,   me encanta sobre todo meter la uña en las contradicciones y que eso produzca una descarga nueva. Lo que se dice tocar  los cojones. Darle  la vuelta al dobladillo y enseñar  la costura mal cosida.


Nadie sabe  de dónde nacen  las canciones, las  letras de  algunas poesías, los  versos  que han conmovido lo más  profundo de nuestras almas, las fotografías que llenan las pupilas  enamoradas. 


Estos días de noviembre y de difuntos recordé una de las primeras veces que  hablé con Manuela.  Le acaricié el brazo y, entonces,  se lo señaló con un dedo y me dijo " ¡ mira lo que has hecho!". Tenía la piel de gallina. Ésa era  la señal que guardaba nuestro secreto. Un escalofrío.


Yo no me siento a escribir un poema ni me planeo  escribir una canción, ni paseo a fotografiar , o tecleo una entrada. Ni siquiera me  agendo . No me digo “hoy me siento a escribir”, eso viene   a medida que va saliendo. Porque surge, emerge , algo así como un paisaje  interior  descubierto que  a veces se convierte en una  entrada ,  otras te encuentras cantándola, o recordando una caricia.


Cuando  visité la Fundación  Camilo José Cela impresionaba el orden de ese  hombre. Muchas  obras de  grandes artistas  son fruto de su constancia , su obsesión , su profesionalidad . Ese hombre tenía un  propósito , y a él dedicó su vida entera.


Para mi la belleza  no es un proceso riguroso. No tengo una disciplina de ninguna clase, soy muy caótico para eso. No me interesa  pasar a la historia de nadie. No quiero perpetuarme. Aunque, em ocasiones, el recuerdo de un temblor nos haga inolvidables.




lunes, 4 de noviembre de 2024

YA ME REIRÉ DESPUÉS.

CLICK AQUÍ: TUS OJOS DE COLOR AMARRONADO.


Cuando pienso en mi infancia me veo muy ingenuo. Me lo creía todo. Y, lo que era peor, me veía muy cortito. Se asociaba la inteligencia a las series numéricas, a las matemáticas, al cálculo mental. Y en eso soy- no he cambiado - un negado.


Luego he crecido  y en algunas cosas estoy igual.  De crío al menos tenía la excusa de la inocencia. Pero ya de mayor, de abuelete, a ver cómo acredito mi estupidez. Nos sucede a much@s, lo de tragarnos muchas tonterías.


Por ejemplo: en el gimnasio hay tíos con pelos en los dallonsus que beben danacol porque aporta no sé qué y tiene  unos beneficios extraordinarios.  Y hay tías , auténticas abuelas, que llevan una pulsera que  están convencidas de que les da más fuerza y equilibrio.


Conocí un director de un colegio que el día de la fiesta deportiva falló la mesa de sonido. El hombre estaba desesperado. El técnico, que era el manitas , el de mantenimiento,  no daba con la avería. Y  el director,  desesperado, rezó una estampa a don Álvaro del Portillo,  roció unas gotas de agua bendita en la mesa de sonido, y le  dijo al de mantenimiento :


- Prueba ahora.


El de mantenimiento me dijo " ¡ joder, si llega a funcionar , me voy a Roma de rodillas y cambio de vida!".


No contaré las cosas que arrastro de mi infancia.  De pequeño es normal creer en cosas absurdas. Cuando mi madre apagaba la luz de la habitación le decía " no cierres la puerta, y deja la luz del pasillo abierta". Y si me acojonaba mucho ,  me echaba la sábana por encima y ese era mi refugio. No me bañaba hasta una hora después d comer porque se me podía cortar la digestión y podía quedar panza arriba como una rana.  No me tragaba los chicles porque se pegaban al estómago. O hacía el subnormal- lo hago de coña- y mi madre me decía que Dios me castigaría a quedarme así de por vida.  Haciendo el gilipollas.


Y cuando me la cascaba rezaba pidiéndole a Dios que no me matase. Por lo del pecado mortal.


El problema es cuando ya talludito, uno sigue creyendo cosas absurdas . Recuerdo a Rafael Solís hablando de vocación y glosando la idea de un caldero enorme, como un planeta, y que Dios cogía un alma " la tuya" - ¡ te ha elegido para desde toda la Eternidad! - y sentir un gozo interior, una alegría maravillosa. "¡ Para toda la vida ! me repetía sonriente. Y me pareció que una estrella encendida me iluminaba  la frente. Y hoy sigo creyendo esas cosas, porque uno se enamora así. ¡Ay, miénteme , dime que me quieres!


Al final la niñez se estira y se estira , a su forma, hasta la vejez. 


En fin, a mi no me disgusta ser así. Ingenuo. Ya me vale. Ojalá siempre esa curiosidad y esa tontería , aunque me haga más vulnerables. 


Ya me reiré después.




domingo, 3 de noviembre de 2024

HEREDARÁN LA TIERRA.

Escucho la radio, veo las noticias , y todos los testimonios que hablan de las tragedias de Valencia.  Me cuesta. Por nada me implo y lloro.


Me conmueve la bondad. Todas esas personas sencillas, que no se dan un pijo de importancia y que ante el zarpazo  más bestia  y salvaje de la vida aún pueden sonreír y decir " ¡venga, vamos allá, a volver a empezar!". Esa bondad que hace las cosas como sin querer. Personas que lloran y se limpian los mocos y saben que les ha tocado a ellos. Un fatalismo que  tiene el aroma de los sabios. 


La gente que se cree inteligente , en su mayoría,  les cuesta mucho ser buenos. 


La bondad, al menos por mi experiencia, suele surgir de los seres más sencillos, les nace así , como el agua de un manantial. Por eso ves todo esa multitud solidaria.


La bondad inspira bondad.


Recuerdo un hermano del colegio de  los Jesuitas - hermano Tarradellas-  que nos decía: Leed cosas buenas. Haced cosas  buenas. Cantad cosas buenas. Decid cosas buenas. Contemplad cosas buenas. 


Sonreír, soñar a lo grande, oxigenad el alma.


Después uno ha crecido y ha visto que la  inteligencia es un don y la bondad es una elección. No todos han nacido listos, pero puedes elegir ser buena gente.  La inteligencia ajena te pone en pie  e invita al aplauso, pero la bondad  ajena te pone de rodillas.


Uno puede dar lo que no tiene.


Por ejemplo, una persona puede dar felicidad y no ser feliz; puede dar miedo y no estar aterrada. Y puede dar bondad y ser  mala gente.


Escucho esos testimonios y pienso:


¿Quién necesita más el amor, la  joven  que está esperando al príncipe azul que la conquiste, o el viejo libertino que pudre todo lo que toca?


¿Quién necesita más el pan, el pobre que le alimenta, o el rico que lo vomita?


¿Quién está más lejos del verdadero Dios: el ateo angustiado por el vacío de un cielo sin respuesta, o el beato que estruja la fe con su corazón como si fuera un amuleto  que besa histérico y atormentado


¡ Todo es tan contradictorio! La gente más inteligente que he conocido, en su mayoría, aparte del enfrentamiento a muerte que mantienen con la felicidad, es que les cuesta mucho ser buenos. Cuántos  listos no pueden hacer una acción buena, sin que te lo hagan saber.


Luego  están esas personas  que se hacen preguntas profundas.  Siempre están en crisis : ¿Quiénes somos? ¿Quién me hizo así? ¿Qué sucede cuando te mueres ?  ¿Qué sentido tiene el dolor?


Esos ya no es que sean inteligentes. Son gilipollas, que es el tercer sexo de la biología humana.


Nunca entendí a estos tí@s . Esas preguntas no sirven para nada. Las cosas  pasan.  La vida es la que es y ya está. Yo me quedo con saber que una mirada me puede volver loco y darle una ustie a mi vida que la transforme para siempre.




sábado, 2 de noviembre de 2024

LOS DIFUNTOS.

Estoy seguro de que muchas de las cosas que me han sucedido en esta vida se deben a mis muertos. Mis queridos y añorados difuntos.  La lista es larga: mi padre, Manuela, Josefa, Sátur, Santi, Joaquín, Joan, Jaume, Andreu, Milagritos...


Parece que andan detrás de uno y, no sé cómo, van pasando cosas. Cosas buenas. Encuentros insospechados, casualidades que no tienen firma, pero sí el aroma del que te conoce muy bien y sabe lo que necesitas. 


Mis difuntos son criaturas sutiles. No usan su potestad y sus facultades  con ruido y gran aparato , sino que lo despliegan como un mantel en día de fiesta , con suavidad , plisando los pliegues de nuestra existencia.  No siempre  pillo estos detalles, o caigo en la cuenta de su acción, pero para eso esta esa fiesta maravillosa de los difuntos. 


A veces, es un detalle minúsculo   que nos une al mundo. O uno muy grande, que sólo se entiende porque ellos andan allí cerca. Porque ¿ cómo comprender  el cruzarse con esa persona, el dolor de corazón por tantas cosas, o esa alegría inexplicable que sientes porque tu mujer está allí?  O cuando nos basta con una pequeña decisión, con una palabra de ánimo que sólo se murmura, con un abrazo inesperado. 


¿No es eso lo que nos salva la vida muchas veces?


Hay momentos y momentos. Hay siglos que uno no está para nada.  Hay tristezas que se instalan en el alma y tardan en irse. Y hay alegrías tan breves que parecen no haber sucedido. Pero allí están, ellos ,  acompañándonos en la respiración y en los afectos. Y aquí permanecemos  con valentía y entusiasmo, año a año, decepción tras decepción, acumulando ilusiones nuevas.


Y estos días toca dar gracias. Sí señor. Muchas gracias. ¿ Porque no son ellos los que mantienen un perfecto equilibrio en nuestra vida? Ellos,  que cuando la vida nos trata mal, nos soplan una brisilla de felicidad para contrarrestar el daño, para que no perdamos la esperanza. Ellos,  que van con su lucecilla cercana contra las tinieblas cotidianas. Ellos,  que te han traído un amor tardío e imprevisible. Ellos, que te han puesto en tus brazos un hijo tras la espera. Ellos que provocaron esa sonrisa cuando cantaste esa canción que  te hizo recordar a tu padre, al que tanto echas de menos.


¿No son nuestros difuntos los que están tan cerca? Los que alivian tus flaquezas y tristezas terribles. Los que te entienden y te comprenden, ahora sí,  sin juzgarte. Los que te dicen " no pasa nada. No te preocupes". 


Todo lo que sé del cielo proviene del asombro que me produce la bondad inexplicable de algunas personas que iluminaron con sus actos la vida,  la suya y la nuestra,  de tal manera,  que  dejaron  una huella tan maravillosa que intuyes que esto no puede terminar en un fundido a negro.



viernes, 1 de noviembre de 2024

TODOS LOS SANTOS: SÓLO AGRADECER.

En Chichinastenago, Guatemala, hay dos lugares que vale la pena visitar: el mercado - el más grande  del Caribe- y su cementerio. 


Soy muy de visitar cementerios. Le llaman a eso Necroturismo.  Y el de  Chichi, que así se le conoce, es bien curioso: en sus tumbas hay una  combinación de  colores muy variados, elaboradas decoraciones y un ambiente lleno de espiritualidad. Es una manera de descansar en paz bien curiosa. 


Aquí, en Galicia , las familias  estos días  ponen velas encendidas en las tumbas y nichos. Por la noche. Es un espectáculo bien bonito.


Hoy es el día de Todos los santos. O sea, todos esa gente anónima que no está en los altares , pero que  fallecieron de una manera que reflejaban el rostro de Dios en su alma. Todos hemos conocido persinas así, que nos han querido, y que eran ejemplares. Y que no se daban un pijo de importancia, porque para estar con Dios hay que ser humilde. La lección de  esos abuelos, padres, hermanos, familiares , amigos  difuntos fue  ésta: una persona   que vive plenamente está preparada para morir en cualquier momento.


Ya sé que estos días  en muchas familias se celebra Halloween. Ayer fui a comprar unos cascos. En la tienda me atendió una madre , le acompañaba su hija, las dos disfrazadas de muertas , o algo así. Le  pregunté a la chica si conocía "el Avemaría", puso cara de haber lamido la escobilla del wáter.


- Señora- dije a la madre- cuando se muera usted , o su abuelo , o su hermano...¿ qué rezará esta chica?


Y me fui.  No creo que la buena mujer me entendiera. Ni se enfadó. 


Pero , es verdad, ¿ qué hará esta niña cuando vaya al cementerio? ¿ Irá vestida de Hallowen  al nicho?  ¿ Musitará algo así como " por favor, muerto, que te sea leve  la vida en tu estrella"?


Porque ahora a los niños les dicen que la abuelita se va a una estrella que cuando la  miras por la noche, brilla por ti. Tiene cojones el tema. Hay quien piensa que el Cielo es un coñazo pero, bueno, al menos hay gente con alas tocando el arpa...¿ pero en una puta estrella, solo, toda la eternidad?


Halloween... ¡Qué americanada! Comienza el fin de semana más hortera del año.  Aquí, en mi aldea, es un buen  lugar para huir de toda esa porquería.


Hoy es un día para celebrar. Y para charlar con nuestros muertos ejemplares. Y para brindar por ellos. Y para pedirles  por nuestras cosas, que espero sean las de nuestra gente. Eso de pedir por uno, en fin...


Ayer , en la Iglesia de Caldas entró una peregrina. La abordé. Era de  portuguesa, venia desde Oporto. Y me dijo que hacía sola el Camimo  para   dar gracias. 


- ¿Por qué?- si se puede contar.


- Por mi segundo hijo. Fue un milagro.


Y rompió a llorar. Y uno, que está muy moñas, se impló, le acompaño en sus lágrimas. Su marido se había quedado en casa con los dos hijos. Estaba muy feliz por haber hecho  el Camimo.


- ¿ Sabe? - me dijo- no he pedido nada. Sólo agradecer.

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Tod@s los que estáis en medio del dolor de la catástrofe del Levante tenéis nuestra oración , compañía .


Parafraseo a Quevedo... Retirado en la paz de mis adentros, con mucho dolor, trabo conversacion con los difuntos y escucho sin oírlos a los muertos.


No estáis solos.