Estuve charlando con un sacerdote hace unos días. Es hombre joven, treinta años . Desde hace un año atiende varias parroquias. Es de perfil muy tradicional: lleva sotana permanentemente, no omite ninguna rúbrica y, en fin, en las casas de apuestas en las carreras de la Iglesia este hombre tenía toda la pinta de ser caballo perdedor.
En la charla me sorprendió que daba razón , no sólo de su fe, sino de sus modos en regresar a la liturgia tradicional . No se corta un pelo. No es de la opus, por cierto. No es de nadie.
Cuando llegó a su nuevo destino heredaba una parroquia bastante dejada. El cambio fue radical.
- Para mi sorpresa, encontré que habían arrasado con todo. Ni siquiera habían guardado cosas que tenían un valor maravilloso. Por ejemplo, encontré, al cabo de unos meses , una vieja llave de un sagrario . Era un tesoro. De oro, con unos adornos de orfebrería labrados especialmente, una cadenita fina. Era un regalo que hicieron hace años los fieles de una aldea para el sagrario de su iglesia. Cuando la belleza importaba. Y estaba perdida en un cajón. Nada que ver con la llave que usaban, que parecía comprada en los chinos. La mandé limpiar y adecentar. Es la que usamos hoy.
- También hace uno mes me topé con unas sacras. Estaban abandonadas y sucias. Las envié a Portugal a reformarlas. Las "sacras" son las oraciones secretas que rezaba en su interior el sacerdote. Y estaban muy bien encuadernadas, con mimo y respeto. Y lo mismo con los reclinatorios, misales, devocionarios...hoy todo eso está abandonado en un rincón.
Salí de esa conversación perplejo. No creo que la culpa de la implementación del Vaticano II fuera del Concilio, pero la verdad es que los curas "modernos" de aquellos años - yo sufrí esa transformación- arrasaron con todo: libros, misales, liturgia, canciones, música, modos de rezar. La revolución litúrgica para estos obispos, curas , religiosos , ellas y ellos, era un imperativo innegociable. Aquello fue una devastación cultural y religiosa. Esta gente arrambló y se deshizo de lo que le parecía chungo - auténticos tesoros- y no guardó nada, que es lo mínimo que podían haber hecho.
En Zaragoza, en la parroquia del Carmen, recuerdo ver entrar a un notas con un sobre en la mano gritando " ¡¡¡ ha llegado carta de Pablo, ha llegado carta de Pablo!!!. Y el tío se la dejaba al cura en el ambón , que la leyó diciendo " lectura de la carta del apóstol san Pablo a los..."como una lectura de la Misa. Un puto cachondeo, una mamarrachada . Una chuminada.
Todo se horterizó, se frivolizó, sin miedo a hacer el ridículo. Y la Iglesia, poco a poco, se fue yendo por el desagüe de su propia y vacía fe. La desbandada fue pavorosa. Miles de vocaciones abandonaron y se tiraron al monte- y a bastantes monjas - y los pocos que sobrevivieron han dejado un erial. Hoy esos modernos son unos curas viejos, apergaminados octogenarios que no atraen a nadie. Y que, como el sacerdote con el que hablé, han dejado una parroquia - siento escribirlo así- hecha una mierda.
Y , lo que es peor, sin nada que recuperar, porque no ha quedado nada en pie.
Estos curas que se llamaban " modernos" se dedicaron a causas pequeñitas y temporales. Políticas. Defendiendo todo menos el Misterio, en el que no creen. La fragilidad de esta gente sólo se quedaba en la superficie de la orilla y no supieron ir a las aguas tranquilas de las profundidades. Donde está la fe, la oración, la reflexión . Sólo se contentaban con los desperdicios depositados por la marea en las playas. Y así les fue.
Hemos perdido mucho. Pero, sorprendentemente, hay una nueva generación de sacerdotes que no les atrae nada, pero nada de nada, sus antecesores progres. Son como este con el que inicié la entrada. Y no son pocos.
Habrá bastantes lectores que no estén en sintonía con esta entrada. No pasa nada. No he conocido nunca jamás ningún caso en el que dos personas se hayan puesto a discutir y el otro acaba diciendo «espera, tienes razón, ya voy a cambiar de opinión».
Si cambia de opinión, cambiará con el tiempo, no porque uno escriba una entrada o mil . Aquí cada uno puede decir cualquier barbaridad, no entro en eso. Cada uno tiene su opinión.
Fui a tres colegios de los salesianos, entre 1971 y 1985. Doy fe de lo que dices: arrasaron con todo. Ni se rezaba, ni siquiera se ofrecía recibir sacramentos o una formación religiosa real. Si nos llevaban a la iglesia del colegio, preferían dar más importancia a cómo se tocaba la guitarra, que al fondo de lo que se estaba cantando. Todo muy lúdico y muy divertido, según ellos, pero nada más.
ResponderEliminarEn aquella época, en la comunidad de Sarriá en Barcelona, debían ser unos treinta/cuarenta salesianos los que había. Supongo que Don Bosco estará satisfecho: en la actualidad, sólo quedan tres.
Yo fui a un colegio de monjas y concuerdo con el ambiente. Importaba más el guitarreo y la canción monjil que el sacramento o el evangelio. Se llegaron a hacer danzas delante del altar en uniforme y calcetines de deporte. Yo lo detestaba, me negaba a cantar esas mierdas, y había monjas que me tenían enfilada.
EliminarLe cogí tal alergia que es el día de hoy que voy a una Misa, y como haya guitarras puedo llegar a salirme. Ya iré a otra que no me ponga de los nervios.
Era todo tan superficial! No sirvió de nada...
McC
Gracias.
EliminarMcC es usted una valiente, una intrépida heroína de la antigüedad, la musa del bar Ullo, fuente de inspiración de muchos parroquianos. ¡Olé, por tu audacia frente a las monjas "modernas"! Me pongo a sus pies, para ser su alfombra donde pueda pisar blando, como muestra de respeto y admiración. Mujeres como usted es lo que necesitamos en este país. Mil gracias por todo, de corazón.
Eliminar¿Un poco pasado de vueltas, no cree?
EliminarDéjese de zalemas
EliminarMcC
Da todo un poco de pena.
ResponderEliminarMe contaba este sacerdote de la entrada que en una reunión del Consejo de no sé qué de su diócesis un sacerdote mayor se quejaba de la involución que veía en muchos sacerdotes . Y es verdad que hay bastantes curas jóvenes que están en otra onda. Y le hicieron ver que el resultado de sus años jóvenes estaba a la vista: sólo quedan cuatro octagenarios y nonagenarios. Y todos muy pachangas.
Hasta los taxis llevan distintivo, pero estos parecen desechos de tienta.
La Belleza no importa.
Ayer a las 7 de la tarde estuve visitando el belén del Palau de la Generalitat (ayer era el último día que se podía entrar). También fui a ver el del Ayuntamiento. Los dos eran tradicionales. Luego entramos en la catedral y era el momento de la bendición con el Santísimo. Se cantó el Adoro te devote, el Pange lingua y también Cristus Vincit. Todo me sorprendió por el bien hacer. Eso sí me llegó al corazón, algo que lo hippy nunca ha conseguido.
ResponderEliminarFeliz viernes
Pétalos de rosa
Un petó, petalin
Eliminareso es porque no has cantado kumbayá con pelo lacio y con cinta en la frente, con vestido holgado floreado, viendo ponerse el sol en formentera, después de unos cigarritos de la risa
Eliminaradmiro tu paciencia para pasearte por barcelona robell de l'ou con las masas y masas de gentes que hay.
Suso, un dia podrías hablar de la moda esta de viajar como si no hubiera un mañana, que convierte a todas las capitales europeas en la misma cosa impersonal y cutre
La verdad es que todas las ciudades se parecen tanto que uno tiene la impresión de andar la misma repetida
EliminarSí, hombre, sí! Ahora resultará que Zaragoza es clavadita a Barcelona (cito estas dos ciudades porque las conoce muy bien). No incurramos en el chauvinismo, por favor. Y no neguemos la evidencia. La diferencia es sideral, cósmica. Juegan en ligas muy diferentes.
Eliminar¡ Cómo se nota que usted es catalán y hay que explicarle los chistes!
EliminarNo tienen imaginación. Vaya usted al concepto, coño
No se empreñe que estamos a las puertas de la fiesta más bonita del año. Bon Nadal i bones festes!
Eliminarsí, es verdad, Zaragoza es muy diferente, sobre todo sus gentes
EliminarEn la medida en que la práctica de la religión se va haciendo minoritaria, los que "quedan" suelen cuidar más la liturgia... Lo vi en Francia hace muchos años,... me cuentan lo mismo de Inglaterra, etc...
ResponderEliminarAutoreferencial. Sacramentalista.
ResponderEliminarEsto te llaman. Y miran: se arrodilla, genuflexiona… no sé yo, dicen.
Polvo (acepción 1a), niebla, viento y sol.
Jodo, buena pinza.
EliminarCuando todo se trata de simplificar al máximo una institución, al final crece la desafección y se va todo al garete.
ResponderEliminarEstá pasando lo mismo con la educación... Ahora se viene a clase a divertirse y a ser "feliz", los profesores se han convertido en cuidadores... Pero ya empiezan a darse cuenta de que nos vamos al garete y empieza a haber voces discordantes.
A ver si pasa lo mismo con la iglesia antes de que sea demasiado tarde.
Pienso todo se ha de ir freír espárragos y volver a empezar.
Eliminarpara llegar al mismo sitio al cabo de los años
EliminarEn mis últimos años en el Bayer Leverkusen (estuve haste el 2014) veía como mis comilitones acudían a la misa o a la bendición poniéndose una corbata sobre el niqui y una americana cualquiera (obligatorias corbata y americana para la misa y bendición), sin calcetines.
ResponderEliminarLuego el preceptivo aviso de que hay que ir con calcetines, pues vamos con náuticas y calcetines.
Los procesos de degradación son difíciles de parar.
Yo voy a misa a una parroquia muy bien cuidada, con mucho Bayer Leverkusen, Camino de Emaús, etc. Pero está en la zona bien de Barcelona. Muy devotos.
Ves a misa a Guinardó (detuvieron a uno de los curas -sudamericano- por abuso de menores hace un par de semanas), Horta, Nous Barris... Eso son otras batallas urbanas, otro mundo más del tipo Juan Marsé y la muchacha de las bragas de oro.
PS: un sacerdote me contaba que encontró un Liber Iudicorum en la sacristía. Debía ser del siglo X.
Yo creo que se debería limpiar y hacer inventario de todo lo que hay en las iglesias.
Hace mil años me echaron de malas formas del oratorio de viaro por entrar en bermudas. Desde ese día, voy a misa de mayo a octubre en bermudas. Es mi venganza personal. No creo que a Dios le importe mucho y a la virgen menos…
EliminarSanyi, creo que hablas de un excelente sacerdote al que han acusado falsamente de abusos. No te creas todo lo que dicen en El País. Y me parece lamentable que ante una acusación anónima le hayan apartado sin más. Es una actitud muy cobarde de no querer complicarse la vida. Pero si los obispos no cuidan a sus sacerdotes, ¿ quién lo hará?
Eliminar"Hace mil años me echaron de malas formas del oratorio de viaro por entrar en bermudas. Desde ese día, voy a misa de mayo a octubre en bermudas. Es mi venganza personal. No creo que a Dios le importe mucho y a la virgen menos…"
EliminarHace mil años (y ahora) en Viaró se llevaba uniforme. Aún asi (días de excursión o extraescolares)
no me consta que a nadie se le echara por entrar a saludar en bermudas . Esto no cuestiona tu versión, porque de cuando en cuando había un numereitor talibán de turno atormentando a los niños.
Niqui con corbata!? Eso no pega ni con cola.
ResponderEliminarEn el pueblo en que veraneo, Castilla la anueva, hay catedral y canónigos que cantan laudes antes de la misa de 11. Con toda la reverencia que son capaces unos curas de pueblo. Muy digno e inspirador.
ResponderEliminarEn contraste con un pobre cura “moderno” que celebra “misa” en un hospital de Madrid y en la comunión te ofrece para que seas tú el que coja la hostia en vez de dártela el. Y si te plantas y pides educadamente que sea él quien te la dé, tendrás que aguantar un chaparrón de “más papista que el papá”, “que sois de antes del concilio”, y linduras semejantes. Para mí que se le ha ido un poco la olla. Rezo por el.
Debe usted haber cambiado mucho. El Suso que conocimos en los ochenta sería el primero, pero el primero en entrar y gritar "ha llegado una carta de Pablo!". Y mil cosas de este estilo.
ResponderEliminarParece que usted me conoce mejor que yo mismo. Y, aunque es verdad que en algunas cosas y facetas no soy el mismo, no me reconozco entrando en una iglesia diciendo eso. A no ser que fuera por cachondeo. Entonces, quizás sí. El de la entrada lo hacía en serio.
Eliminar"Debe usted haber cambiado mucho. El Suso que conocimos en los ochenta sería el primero, pero el primero en entrar y gritar "ha llegado una carta de Pablo!". Y mil cosas de este estilo."
EliminarEl Suso que conocí (1977-1987) no era tan hortera en lo relativo al rito. Es más, era bastante respetuoso. En Hz, incluso se ponía la americana para entrar en el oratorio. (Creo recordar)
Benedicto XVI ya comentó el proceso que seguiría la Iglesia. Pequeñas comunidades en que se vivirá el espíritu del evangelio, se cuidará el rito y se esmerará la liturgia, el centro de la espiritualidad será el misterio porque lo sagrado vive en el misterio y al misterio se accede por la fe. Abandono paulatino de grandes centros que hasta ahora han capitalizado la fe y la doctrina. Un regreso a la sencillez de vida que es expresión del tesoro de la fe. Parece que todo se va al carajo, pero al leer la entrada he pensado en las palabras de Ratzinger que el sacerdote joven de Suso parecen confirmar. Estamos muy mal pero el futuro se abre espléndido desde el presente en federico.
ResponderEliminarLa opción benedictina
ResponderEliminarBien haría el Bayer Leverkusen (no lo hará) en disolverse como prelatura y ceder a las diócesis a sus sacerdotes manteniendo la SSSC como seminario interdiocesano. Algo así como lo que hicieron las cortes del 78 al abolir las leyes del movimiento y pasar de la ley a la ley. No lo verán mis ojos. Mientras tanto seguiremos viendo como en Roma, en la del Vaticano y en la de VT siguen a lo suyo.
ResponderEliminarPlas, plas, plas, plas, plas,plas, plas,plas, plas,plas, plas, plas, plas, plas, plas,plas, plas,plas, plas,plas, plas,
EliminarYo no estoy en sintonía con esta entrada pero estoy de acuerdo con ella. No sé si me explico ¿vale?
ResponderEliminarPues me explico: lo que tu cuentas es una realidad objetiva, incontestable, por tanto estoy de acuerdo. No sintonizo tanto por el hecho de que la Iglesia es una institución Eterna pero itinerante, hace camino. No estamos ni el siglo XV (por suerte) ni en el XXII, solo en el XXI y las cosas van como van.
Usted en los ochenta faltaba al respeto desde un extremo y ahora va y se pasa al otro extremo y también falta al respeto. Estoy rojo de ira.
ResponderEliminarNo es ira. Es el alcohol. Modérese. Pida ayuda.
EliminarEl anónimo de las 22:08 debe haber tomado alcohol barato, de lo contrario sería más imaginativo, estaría menos colorao, menos cabreado y más satisfecho. Ojo con las resacas estos días, recordar que menos es más: poco y bueno.
EliminarAhí va la cita:
EliminarLas personas ricas compra tiempo.
Las personas pobres compran cosas.
La personas ambiciosas compran habilidades y conocimientos.
Las personas perezosas compran distraciones.
Anónimo 22:51 encima esto, estoy rojo de ira... nunca había sentido tanta ira... no se que me pasa agggg
EliminarSiempre me pregunté - y a mis 47 años sigo sin tenerlo claro- a qué se debió esa espantada. Cada vez que paso por el seminario de Derio (y tantos otros) me lo sigo preguntando.
ResponderEliminarA veces he pensado que en buena parte se debió a que si ya no era ni chicha ni limoná para que seguir
EliminarYo vengo del Opus Dei. Allí se rezaba en los salones, sentados en la butaca mirando el cuadro de la pared o dando vueltas y paseos alrededor de una mesa. Me enseñaron que la hostia no se coge con la mano. Que en toda habitación no puede faltar una referencia a la Madre de Dios o a la Santa Cruz. Para más colmo tuve un profesor que se llamó Oscar Maixé que se pasó un curso enseñando y explicando la liturgia: casullas, copones, inciensos... Hizo unas diapositivas y todo un crack. Todo aquello tenía su porqué. Si Juan Valls me enseñó la Sagrada Biblia y a ser mariano, Oscar Maixé me enseñó la liturgia.
ResponderEliminarMi fe y mi expresión litúrgica se la debo al OD. No quiero entrar en juicios, sólo quiero agradecerlo, creo que lo hicieron muy bien.
¿Qué fue de Óscar M.? Creo recordar que os llevabais muy bien.
EliminarNi idea. Nos llevábamos así asá. Le gustaban mucho las familias con pasta.
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