sábado, 28 de febrero de 2015

EN TIERRA DE NADIE.

La seguridad no existe.

Ni está en la vida, ni en la Naturaleza, ni es experimentada por nadie.

Convéncete de que a largo plazo evitar el peligro no es más seguro que exponerse a él directamente. Te habrán dicho que sí, pero es una mentira más que te han metido en la cabeza, y en tu comportamiento , para que te quedes en tu pequeña zona de seguridad.

La vida es una aventura audaz, o qué...a ver, ¿qué otras opciones planteas?. Si nacer ya es puro azar.

Mantener nuestras miradas puestas en el cambio y comportarnos como espíritus libres en presencia del destino nos otorga una fuerza imparable.

Esto para un niño que ha nacido en Barcelona, y a los treinta y cinco sigue en Barcelona, y ya pasa los cincuenta, y allí  está, entre  los Ferrocarriles Catalanes, el Barça, y las Ramblas, pues , en fin, no creo que pueda interesarle absolutamente nada este asunto.

 He  conocido a tus padres, de Barcelona, de Lérida, de Tarragona, de Valladolid, que te  enseñaron a que no fueras demasiado atrevido, y que cuidado con el Suso, y compañía ,¡parece mentira que sean profesores!. Es demasiado peligroso  ser así. Es mucho mejor no tomar riesgos innecesarios: no atraigas la atención en público. Sigue las tradiciones familiares. No hables con extraños. Ten cuidado con la gente sospechosa. Ten cuidado en general.

¡Coño!: ¡no seas como el tío que pasaba por allí!.

Bueno, se trata de una buena idea, pero el efecto de insistir tanto en la seguridad personal es que puedes terminar viviendo tu vida de una manera sólo reactiva: dependerás demasiado de tu familia, tus amigos, tu ambiente... Dejas de hacer tus propios planes, de perseguir tus propios sueños, a cambio de  seguridad. 

Mírate: sigues trabajando en el mismo empleo estable, aunque no te satisfaga en absoluto y te pases el día quejándote de lo que haces. Perpetúas una relación sentimental aunque no te proporcione la misma pasión que una vez experimentaste. Es más, aún no te has casado, y sigues con esa absurda manera de salir con la chica de siempre, con las costumbres de siempre.

Te dices a ti mismo : ¿Quién se supone que soy para cuestionar el sistema? Acepto mi lugar en el orden de las cosas y trato de pasarlo lo mejor posible. Siguo la corriente y no sacudo la barca. Y así pasas los días, rezando para que las corrientes de la vida te lleven a donde tú quieres. "Y, por favor- gritas- ¡no hagan olas!"

Viendo esta fotografía recordé que ese era el ideal de aquellos maravillosos años, con esa maravillosa gente. Los recuerdo a todos, con sus historias, nombres y apellidos.

Aquí estábamos a puntito de ir al Castillo de Pubol a cantar a Dalí, y armar una gorda. 





5 comentarios:

  1. Qué joven Suso, ¿qué edad tenías?

    Majos los chavales, ¿los recuerdas a todos?, seguro que fuiste un profe de esos “inolvidables”.

    Mi intuición me dice que esta entrada va dirigida al mismo que la de ayer igual que aquella del animal moribundo.

    Esto para él:

    Quedarse a vivir en esa pequeña y “lujosa” zona de confort, de seguridad; por comodidad, por miedo, por condicionamientos, por el qué dirán, por vergüenza, por costumbre, es una triste pena, es como morir en vida, así no vives, se te amontonan los días, siempre igual, siempre lo mismo, lo sabes, lo sientes, pero el miedo te paraliza: no te dejes vencer, Dios te ayudará, siempre habrá una mano especial, única, que te sujete fuerte y te ayude a salir; seguro que sabes dónde se encuentra.

    Mira a tu alrededor, ahora mismo; ¿eso es lo que quieres para el resto de tus días?.

    Es mucho peor la angustia que te provocan el miedo y las dudas por ese posible cambio que lo que luego vas a vivir.

    Tomar las riendas de tu vida, de tus pensamientos, de tu libertad, de tus sentimientos, de tus sueños, no tiene precio.

    No permitas que llegue un día en que verdaderamente sea demasiado tarde, aún estás a tiempo, seguro.

    Te espera una vida: NO TARDES
    .
    Ojalá seas TÚ el “tío” que pasaba por allí.


    P.D. Suso, esto para ti, me alegro de que te sientas tan bien, de verdad.

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  2. A todos!

    Uno de ellos es el que guardó los libros de la Biblioteca.

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  3. Suso, ahora me quedo tranquila, todavía no estás tan flaco como en la foto! ;-)

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