jueves, 5 de febrero de 2015

TRES ADICCIONES (Y FIN): EL JACK'S DANIELS.

La tercera adicción era el Jack's Daniels.

Yo lo tomaba con manguera. Lo que más escuchaba yo al día era : "ha elegido usted, Jack`s Daniels  E- Plus, ¡gracias!

Y palante.

A la fuerza ahorcan. Aquí hay Jack's, pero su precio está a la altura de la Tinta de sudor de la Princesa Cristina de Borbón. A cojón de Urdanga.

Así que me olvidé del asunto.

Un mes después me sucedió algo muy extraño que hacía años  no me sucedía: me encontré con una réplica de la Torre Eifel entre las sábanas. Algo muy llamativo... 

"¿Y esto?"- me pregunté. "¿Cómo es posible que tenga a don Pim Pom tan contento y tan feliz y tan campante de mañana ?. Sí, amigos, tenía el pepino apuntando a  la Prima Centauri. ¡Y sin proponérmelo!

¡Hacía años que no sentía algo así de...de...¡como de feliz y festiva adolescencia!...¡¡¡uala parriiiiba!!!

Yo no digo más: hay dejo el dato para estudiosos del tema, y para comentarios del sector "ellas," , que imagino se estarán haciendo unas cuantas preguntas sobre el particular.

Preguntas científicas, conste.

Así que, amigos, si queréis dejar algunas de vuestras adicciones...¡a Guatemala!

5 comentarios:

  1. Por aluviones, "le bagullo".

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  2. La anécdota de fumar en la cabina del avión, aparte de recordarme a una escena de una película de Liam Neeson, es como un regreso a la edad en que los escolares se encerraban a fumar en los servicios del colegio, y es que las cosas esenciales nunca cambian.

    Pero esa entrada de hoy me ha hecho pensar otra cosa. El fumador que tiene los pulmones alquitranados se ahogará y toserá respirando el aire puro de la alta montaña, pero inspirará hondo y se llenará los pulmones en un cuarto de fumadores.

    Igual que hay pulmones alquitranados, hay cerebros alquitranados que no entienden las cosas obvias cuando son dichas con toda sencillez, sino que para asimilar las cosas necesitan la jerga y, si es posible, citas y bibliografías que nadie se ha leído, porque si no es enrareciéndolas no le entran.

    E igual que hay pulmones y cerebros alquitranados, hay almas alquitranadas. Éstas no saben disfrutar de los grandes fenómenos que se nos ofrecen a diario gratuitamente, sino que, para sentir deleite, primero tienen que sofisticarlos, y luego tienen que pagarlos, porque si no los identifican con un precio tampoco son capaces de clasificarlos.

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  3. Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

    Bueno, y luego también están Suso y la Opus.

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  4. No lo pillo, anónimo.

    ¿Tu nombre, por favor?

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  5. Efectivamente, que un anónimo hable de "engañar" tiene su gracia, pues no hay mayor embustero que un "anónimo".

    ¡Bien tirada!

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