SANTOS.

Aquí vive una gente que son santos sin saberlo.

Es algo que también he visto en personas de allí, de  Castilla, de Aragón, incluso- ¡el colmo!- catalanes. Son  personas humildes, sencillas, de muchos quilates en su interior, y que tienen las lecciones aprendidas de la misma Naturaleza.

Son los "incultos", los que no han sido deformados por la letra, los pobres y atormentados que trabajan siguiendo los ciclos de la vida sin atormentarse. Los que se tumban a dormir en un rincón , como animales, cuando la muerte los acosa.

Los que no desesperan porque no se hacen películas de su vida, ni grandes cuestiones morales. 

No sabemos cuál es su secreto para dar tanto de sí, sin doblar la nuca, sin indignarse.

Son los rezagados de la razón, los que Dios bendice y les llama "misericordiosos". Sí, ese Dios que nos puede decir muy alto "yo jamás dije lo que os han dicho que dije". 

-  Yo  nunca he gritado que si abandonas tu vocación me haces traición a Mi, a tus hermanos, a la Iglesia, y que si dejas el barco por tu vida "no doy una perragorda" ...Yo he dicho otras cosas...por ejemplo, a los que están como tú, les llamo amigos, y os bendigo. Cuanto más lejos estés de Mi, más necesidad tendrás de Mi. 

Están aquí, y están allí, y es fácil reconocerlos, porque sus obras son de paz, de amor, no hacen ruido. Si ellos no tuvieran el consuelo, si no estuvieran dentro de ese misterio que es la Naturaleza de Dios- porque en Dios se mueven y existen, como todos-  no podrían soportar con ese ánimo una existencia tan lamentable. Algo grande, que sólo ellos conocen, saben y ocultan.

Son pocos, pero están cerca si sabes buscarlos. 

No hace falta viajar hasta aquí para encontrarlos, pero aquí , creo, es más fácil  verlos.