domingo, 22 de febrero de 2015

UN VIAJE DÁNDOLE A LA HEBRA.

Hablo con un tipo en el viaje de Cobán  a Guatemala.

Es un viejo zorro que lleva asistiendo la línea de la Monja Blanca desde hace 27 años. Aquí curran muchos para atender una línea de autobuses. Este , Carlos se llama, es de una fidelidad de perro con la empresa.

- Oiga- le pregunto- eso de la "Monja Blanca" no será una tapadera de los narcos para pasar cocaína, ¿hein?

Se me rebota, como si la Monja Blanca fuese mujer entregada a Dios en celibato apostólico, y yo me ciscara en su virginidad.

- Que era una broma, hombre.

- Pues esas bromitas aquí no se hasen, padre, que luego pasan cosas...

- Que no soy padre, coño.

Le cuento que me quedé viudo hace unos meses, y me da la enhorabuena, el tío.

- ¡Pues aproveche!, ¡ si yo me quedo viudo!...¡chufla, para días me vuelven a poner el bocado!

- ¡Hombre!...¡sin mujeres no se puede vivir!

- No conozco una buena. Todas son muy melosas al principio, y cuando estas encelado, ¡zas!: ¡llegaron las broncas!.

- Me parece que tiene usted pinta de ir por allí a la caza y pesca , con la red, y todo lo que cae en ella, ¡es pescado!

- Viajo mucho, sí...

- Hombre, el trayecto  Cobán - Guatemala no sé si da para muchas aventuras.

- Muuuchas, caballerete, muuuuchas!

Y me suelta una teoría sobre los móviles bien curiosas.

"Yo hace tiempo que no le cojo el teléfono a mi mujer. ¡Cómo se enfadaba al principio porque no lo atendía!."..¡pero, amor, si es que no hay cobertura!".

"Tengo comprobado que el móvil apagado engendra sospechas  morbosas en la pareja, que pueden desembocar en una tormenta de celos si no estás permanentemente conectado. Porque se piensa que andas picoteando por allí con otras".

"No sé en España, pero  antes los enamorados nos pasábamos horas en la despedida por el viejo teléfono de pared: Cuelga tú; no, cuelga tú; anda, cuelga tú. En cambio, hoy los móviles se diseñan para poder expresar una idiotez cada día un segundo más rápido. Y yo conseguí que mi mujer, y la de Guate, me dejen en paz". 

Mire, aquí conozco gente que sienten como  que les vibra el móvil en el cuerpo,¡y se lo han dejado en casa!. 

-  Bueno, eso lo entiendo muy bien- le respondo. Yo también siento esa falsa vibración estos meses sin mi mujer : es un síndrome de la necesidad de esa llamada, de esa respuesta, real o imaginaria, que se espera con angustia, sin la cual uno se siente solo en el mundo.

Sí, lo entiendo muy bien.

2 comentarios:

  1. Gentes de la carretera.
    Viajeros, conductores!, busca vidas.
    Santos o puteros, no se arrugan nunca.
    No les da la vida para chorradas.

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  2. Buenos días,
    El móvil del de la Monja Blanca será de última generación, pero su concepto de las mujeres y del matrimonio me parecen prehistóricos.
    Un saludo cordial al Barullo y a disfrutar de este domingo

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