lunes, 16 de febrero de 2015

PARÁBOLA DEL GNUBI

En un lugar del Sahara vive un escarabajo muy pequeño, los tuaregs lo llaman Gnubi.

Cuando el calor aprieta el Gnubi, atormentado por la sed, necesita beber a toda costa. Pero no hay agua en ninguna parte. Todo lo que rodea a nuestro diminuto amigo es un mar de arena.

Así que el escarabajo elige un pequeño montículo , con un pliegue de arena le basta, y trabajosamente comienza a encaramarse hacia la cumbre. Podéis imaginar a qué le llamamos "cumbre".

Es un esfuerzo tremendo, titánico, un auténtico trabajo de Sísifo, pues la arena , tórrida y movediza,  no para de escapársele  de debajo de sus patitas, con lo que vuelve a enviarlo abajo, al comienzo de su tormentoso camino de galeote.

Pero no pasa mucho tiempo en el que el escarabajo comienza a sudar. En la punta de su abdomen aparece y se hincha una gruesa gota de sudor...

Entonces el Gnubi interrumpe la escalada, se encoge, y sumerge la punta de su hocico en aquella gotita  espesa como un lubricante.

¡Imaginaos lo feliz que es entonces!

¡Es tan maravillosa esa parte intensa , óxida, densa y  oleica de la vida! 

3 comentarios:

  1. Los hombres del desierto saben contar historias.
    Si es de día te dicen : El sol ha salido, esta noche las estrellas brillarán, no hay problemas.
    Por la noche dicen : Las estrellas brillan, mañana el sol saldrá, no hay problemas.
    ...
    Sí, saben contar buenas historias.

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  2. Un poco agridulce, el cuento: lo que no sabe el "Gnubi" es que en esa gota pierde más de lo que gana. Desde el punto de vista de la termodinámica, claro.

    En cualquier caso, después de unas entradas donde se intuía un comienzo duro, alegra entrever cierto optimismo en tu forma de escribir

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  3. Llevamos diez días de lluvias, y diez días rodeado de gentes piadosas que no pecan nada...¡¡¡SÓLO ALELUYAS ALELUYAS, QUE CADA UNO MEE CON LA SUYA!!!

    Y tampoco es eso...

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