Hay personas que saben que en este mundo solamente hay una desgracia mayor que desear algo con toda el alma y no tenerlo: desear algo con toda el alma y tenerlo. Y hay personas que no lo saben.
La vida - ése barullo en la herida - es así....El barullo de cada día.
Foto vigésimo segunda, la veintidós.
ResponderEliminarLos pelícanos esperan el pescado.
La peña alborotada se junta en la orilla, ooooeeeeh !, vamos a zampar !
En ese grupo se camufla un pelícano anónimo, que intentará sacar tajada del alboroto. Si aquí todo el mundo tiene derecho a su ración, el pelícano vaguete moverá sus alas y aprovechando el movidón plumífero, se zampará un par de sardinas sin ningún riesgo.
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Sobre un madero y completamente solo, el pelícano soñador intenta escribir una historia diferente.
También tiene hambre, como todos, pero va a pecho descubierto. A su bola.
La evolución de la bandada depende de que se le ocurra una nueva idea.
De que descubra un nuevo caladero, donde haya sardinas, sirenas y viento fresco.
¿qué idioma hablan en Livingstone? por curiosidad.
ResponderEliminarSe habla español y una rareza de allí , heredada de la etnia, llamada "garifuna".
EliminarComo el catalán, más o menos.
BUENOS DIAS AMIGO,,,,,
ResponderEliminarQ RECHULO ESTAS EN LAS FOTOS,LOS PAISAJES SON COMO MUY ENTRANABLES
com8 estas , como te va y como va todo?q tal tu biblioteca manuela,supongo estara en marcha y saldrá bien, te animo q sigas,,,, aunque de be ser dificil y un poco duro,vver tanta gente tan pobre,,,,,,,, q pena con la de choris.choris.q hay en este pais
arreglaba ese dinero toda América centro esa pobreza de ahi.
aunque los gobiernos de ahi supongo tambien tenrtan su propia corrupcion y poca ayda a pps pobres.
ahi ayuda gente como tu q trabaja en grande x los mas desfavorecidos.
Suerte y un abrazoooooooooo
Foto vigésimo segunda, la veintidós, La de la peña de pelícanos.
ResponderEliminarAhí está la bandada, embarullada.
Todos con un hambre vespertina, que alucinas vecina.
En el grupo se esconden varios pelícanos anónimos que esperan sacar tajada del día. A la que salta. Chupando del cuento.
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Hay un pelícano soñador que sobre un madero está solo, ojo avizor.
Atento al brillo del mar. Cuando el azul se altere, sabe que hay pescado.
El tío maquina no veas. Ya está pensando en la hora, el calor y las corrientes, para pillar a las sardinas.
No necesita a la manada, pero cuando el tipejo decida que es el momento adecuado, despegará como un hidroavión, ganará altura y se lanzará en picado a por el azul sardinero.
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Los pelícanos anónimos volarán tras él.
Si pillan pescado le criticarán por ser poco; si no lo pillan, le criticarán también.
Es su triste táctica.
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En el fondo, todos saben que el futuro de la bandada depende del pelícano soñador.
Pero les joderá reconocerlo en público, y mucho más hacerlo en privado.
Por eso son pelícanos anónimos.