NUESTRA IDIOTEZ.

Imagino quién eres.

Parece que escribes con toda tu mala leche. Se adivina mucho rencor en ti, y también mentiras. Ni tú te crees lo que dices.

Y, además, me importa nada lo que puedas pensar.

Hace mucho tiempo que escribo con un sólo afán: convertirme en  una pregunta para mi mismo. Por esa razón el Barullo es, fundamentalmente, una autobiografía. Años buscando una respuesta  apropiada para mi, sólo para mi, desplegando delante de mis narices, con toda la sinceridad posible, que es lo más difícil de hacer, el mapa recorrido en mi vida y reconocerme al reconocerlo

No quiero explicarme ante los demás, sino ante mi mismo: por qué soy de esta manera y no de otra, qué me llevo a actuar de esa forma tan miserable, la razón de mis cobardías, de mis miedos, o de mis amores. Las razones profundas.

Tengo muy claro que los que no aman la vida no la merecen, y nada en tus palabras tiene el eco de ese amor...tú desprecias la vida , más aún, nos desprecias a nosotros.

Sé que es muy difícil llegar a conocerse, y desnudarse en una entrada diaria, pero a veces he tenido la impresión , real y muy viva, de haber visto mi propio corazón. Con eso basta.

Respecto a ti, tiene gracia. Son dos las personas menos pacíficas que hay en la tierra: los que luchan en favor de Dios, esos que  perciben los mensajes celestiales de un ángel, de Alá, o  del mismo Jesucristo....y los que , como tú, desprecian a los idiotas como yo, hasta tal punto, que nos daría una ustie para que nos enterásemos de  nuestra idiotez. 

¡Gracias por  la ustie!