martes, 12 de julio de 2016

¡A COMER Y A CANTAR!

La ideología  no sirve  para nada. Dios , la política, la religión, el fútbol, toda la cocktelera de creencias  que  nos han  tatuado a fuego con la marca  de  nuestra particular ganadería no  tienen  ningún sentido.

Ayer fui a andar  con unos amigos de diversa ganaderías  ideológicas  , unos de izquierdas, otros independentistas, aquellos católicos  de los que el Papa Francisco como que no,  y otros de derechas, de los de "¡a mi derecha, la pared!". Se empezó a hablar de política y, en medio de un paisaje   tan apacible como  la  Collserola , muy pronto el  bosque   se llenó de gritos de indignación. 

- Vosotros sois castellanos, y allí se pasó frío y hambre, pero aquí, en el Mediterráneo  no tiene sentido hablar de reciedumbre y sobriedad ...!nosotros no fuimos a defender Castilla  por el mundo!

 ¡Dios!; ¡las pasiones que despiertan  los nombres de algunos políticos de uno y otro bando!. Aquel  guirigay   vulneraba el silencio espectacular de la mañana. Cualquiera  que se cruzase  con  nosotros nos tomaba   por un grupo de  tarados  de paseo semanal con sus cuidadores.

La discusión se apaciguó en cuanto uno  sacó  unas cervezas bien frías y ofreció embutidos, pan y tomate. ¡Coño!: ¡a todos nos une  el mismo apetito!. Y  que nos  quieran. Por eso  la gente canta, se  emociona, cuenta chistes, y se deja de hablar de gilipolleces.

Habría  que llevar un cartel en esas  excursiones que pusiese eacrito: "señores, se prohíbe hablar de religión y de política, aquí sólo se habla de comida, se canta, se ríe". 

Ese deterioro de la convivencia en Cataluña  es llamativo.  La agresividad verbal  ha bajado ya a las sobremesas y  los cuchillos de postre en  manos  de  algunos  parecen  navajas. 

Me  dicen que  en la  comida de  Navidad  hay familias  que a   ninguno le importa nada la calidez  de  la  fiesta , que  hay  miedo a hablar  según qué asuntos . 

Propongo  llevar el cartel a esas cenas.


1 comentario:

  1. La gente en general no es capaz de enfrentarse ni a problemas reales ni a problemas "vitales", personales o radicales (fuera de un grupo, sea el Betis o un partido político).
    La sociedad de hoy es como el cuento de la lechera. Nos estamos repartiendo una riqueza que solo existe en nuestra imaginación.

    ResponderEliminar