lunes, 4 de julio de 2016

UN POCO DE PIEDAD.

Son frases del Papa Francisco a los nuevos cardenales sobre la caridad :

"El camino de la Iglesia es el de no condenar a nadie para siempre y difundir la misericordia de Dios a todas las personas que la piden con corazón sincero; el camino de la Iglesia es precisamente el de salir del propio recinto para ir a buscar a los lejanos en las 'periferias' de la existencia; es el de adoptar integralmente la lógica de Dios; el de seguir al Maestro que dice: 'No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan' (Lc 5,31-32)".

"Queridos nuevos Cardenales, ésta es la lógica de Jesús, éste es el camino de la Iglesia: no sólo acoger y integrar, con valor evangélico, aquellos que llaman a la puerta, sino ir a buscar, sin prejuicios y sin miedos, a los lejanos, manifestándoles gratuitamente aquello que también nosotros hemos recibido gratuitamente".

"Jesús responde a la súplica del leproso sin dilación y sin los consabidos aplazamientos para estudiar la situación y todas sus eventuales consecuencias. Para Jesús lo que cuenta, sobre todo, es alcanzar y salvar a los lejanos, curar las heridas de los enfermos, reintegrar a todos en la familia de Dios. Y eso escandaliza a algunos"
"
 Leo estas  ideas del Papa Francisco  y  pienso " ¡sigue  la fiesta!

Cuando sólo se es un espermatozoide hay que entablar una lucha agónica contra millones de competidores para alcanzar el óvulo. No hay hazaña más dura. Ese héroe saca la cabeza a este mundo y tiene que soportar muchas penalidades para salir adelante con la existencia.

Naces y  te toca la vida que  te toca: nadie elige el coño, la familia, el país , ni la religión . Como para que ahora  te  venga un rompeguitarras, un aguafiestas, un triste , y le   dice a ese espermatozoide que lo tiene muy jodido, porque fuera de la Iglesia  no hay salvación, y  encima tienes todas las  papeletas a  ser condenado al fuego eterno. 

Por favor, un poco de piedad.



2 comentarios:

  1. Me ha impresionado esta frase de la cita de Francisco: “Jesús responde a la súplica del leproso sin dilación y sin los consabidos aplazamientos para estudiar la situación y todas sus eventuales consecuencias“. Llama la atención el empleo del adjetivo “consabidos”.

    Me ha hecho recordar –cómo no– lo nerviosos que se pusieron algunos cuando veían llegar la oleada de refugiados… que finalmente se quedó en catorce o quince. Recuerdo la anécdota de que pusieron en Madrid la pancarta “Refugees wellcome” y al final resultó que había más letras en la pancarta que refugiados. Nerviosos estaban sobre todo los peperos y monarquistas del ABC: toda la vida proclamando los principios cristianos y cuando les llegó el momento de aplicarlos resultaba que eso les rascaba el bolsillo; ocho años despotricando de la política económica de Zapatero y criticando a “los ricos del norte” (como los llama Pablo Iglesias) su falta de solidaridad, y ahora resulta que en el mundo hay mucha gente a la que aún le va mucho peor y para quienes los ricos somos nosotros. Se les veía nerviosetes a los articulistas del ABC y a su portavoz y director Ángel Expósito, ese hombre resignado a que los demás no ven las cosas con tanta claridad como él: ¿cómo cerrar las puertas a los refugiados sin claudicar públicamente de los principios cristianos? La solución tranquilizadora la encontraron en la “consabida” apelación a la crisis del estado de bienestar, que por supuesto –como recuerda siempre la derecha española– es un legado del cristianismo. Y a la interpretación de que, en realidad, los refugiados no venían por propia iniciativa sino llamados por Alemania. Pero el cristianismo nada tiene que ver con el bienestar ni con la estabilidad. Más bien, tiene que ver con la despreocupación. Y recordando el comentario de ayer de Madame de San Cugat, tiene menos que ver con la seriedad que con la risa.

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  2. A mí me parece muy bien lo que diga el Papa. Pero claro, lo que funciona en la teoría a veces no funciona en la práctica.
    El viernes estuve cenando en una Pizzería con mis compañeros (una chica del despacho se casa: se compraron piruletas en forma de pene, pezoneras, se hizo una colecta para entregar dinero a los novios porque ya no hay lista de bodas... en fin, todo lo que haríamos en una sociedad cristiana). Pero lo que realmente me sorprendió es que en esa Pizzería de la calle Benet Mateu no había un solo empleado español (excepto el dueño, que sí es de la tierra). Todos son hispanoamericanos. No entiendo lo del paro, pero tengo claro que el estado de bienestar se ha convertido en un aparato para financiar gandules que no quieren trabajar, lo siento (esto es a lo que yo llamo crisis del estado de bienestar).
    Respecto a los inmigrantes, no tengo nada en contra. En Barcelona los bares ya están en el dominio de los chinos y los pakis/indios, igual que los supermercados 24 horas que no respetan los derechos de los trabajadores, y ahora también están comprando licencias de taxis (los pakis/indios, que siempre los confundo).
    Pero ojo: a trabajar 16 horas al día, olvídate que sea un peligro para el tráfico o cualquier cosa.
    Yo, que he vivido en Austria, me descojono cuando leo lo siguiente en el programa de ciudadanos:
    - La “mochila austríaca”: un nuevo seguro contra el despido, con el cual el trabajador irá acumulando dinero en una cuenta durante toda su carrera profesional. En caso de despido o jubilación, el trabajador podrá cobrar esa cantidad acumulada, o bien llevársela consigo si cambia de trabajo.
    ¿Qué se había chutado el que escribió esto? ¿le vas a explicar a un señor que gana 1.500 euros que le retendrán 100 euros para hacer una mochila austriaca, llena de dinero? Necesitamos el dinero para los gastos diarios, no quiero que un h de p haga mochilas con mi dinero, que él gestionará a cambio de una módica comisión en forma de porcentaje.

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