jueves, 7 de julio de 2016

COSAS EN LA CABEZA.

Esperando a hacerme la cura de  la  hernia en el Ambulatorio observo  los pacientes en la sala de espera.

Varios llevan una gorra puesta. Es de esas de visera tipo castizo, podemita . Un chaval  lleva otra de los Yankis . La lleva  muy al estilo de ahora, con la visera en el cogote, del revés.Me viene  a la memoria una broma . Le pregunto a la madre, una señora que está como un queso  de  Elemental querido Watson:

- Perdone, estoy  buscando una gorra como la  de su hijo  para  un sobrino mío, un regalo, sólo que  quiero una  que la visera  caiga  hacia delante. ¿Sabe  dónde  puedo encontrarla?

La  señora pone cara de pez espada...

- No sé...¿en  los chinos?

Pasa un vendedor de cupones. También lleva un sombrero. Tipo   alternativo , medio hongo y  ladeado. ¡Cómo  nos  gusta  ponernos cosas en la cabeza!

En el Mercadona el pescatero también lleva su gorro, y una  de  la carnicería usa un pañuelo pirata. Un policía  apatrulla la ciudad con una gorra americana, va muy chulito, con  el  pantalón  muy ceñido, calzando el izquierdo, marcando paquete.

 Los  jefes , los militares, los reyes, los Papas, obispos, jueces, magistrados también se ponen cosas en la cabeza y se miran en el espejo coronados.

- ¿Cómo me ve, monseñor?

- ¡Monísimo!...a ver, date la vuelta...

- Cómo, ¿así?- y se gira a la revolé con la sotana morada al viento imperio.

- ¡Tas pa comerte!

Un día, algún sacerdote, o brujo, vio los testículos de un orangután, se los cortó, se los puso   en las orejas y dijo:

- ¿Qué tal?....

- A ver...ladea un poco la cabeza...¡buenísimo!

No sé  qué tenemos los putos humanos en el cuerpo calloso que nos hace  ponernos cosas tan raras en la cabolo y no sentir vergüenza de nosotros mismos. Cubrirlo de cuernos, de borlas, de  puñetas, de collares, de  amitos, de velos, de capuchas, de boinicas, de  flores, de mantillas, de borsalinos, de bonete......¡por qué?

¿No basta con la cabecica  que nos han dado?: ¡para que cubrirla, extenderla, adornarla!

 Las mujeres de raza negra cuando sus maridos abaten un rinoceronte salen corriendo tras la pieza, le abren en canal, y sacan sus excrementos aún calientes para ponérselos como ungüento en la cabeza.

¡Hay que ser guarrassss!...y ellos "que si mira  qué mona está  "...."esta  noche  me la como a besos"...

Oye , que cada uno lleve en la cabeza lo que le dé la gana, como si se pone un sombrero de Ascot con piel de picha de indio .De  todas  formas, a veces parece  que somos primates que estamos como una puta cabra jugando a "¡usted no sabe con  quien está hablando!.

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