UN ESTILO DE DIRECCIÓN.

Cuando marché a Guatemala  mi director comercial y jefe de entonces  me dijo que me guardaba  mi puesto de trabajo, por si no salía bien  mi estancia allí.

- No buscaremos a otro durante un año, entre otras razones, porque no  encontraríamos  otro como tú.

Eso me  llenó de  confianza y estúpida vanidad.

Antes de irme firmé unos papeles. Pensaba que era la excedencia...y fue mi baja voluntaria.

Algunos movimientos  que hizo ese hombre en la comida  que me invitó  los he visto a menudo en los reportajes sobre  Naturaleza de la 2: así actúan  los guepardos cuando cazan. 

Los grandes felinos tienen una cola larga y musculosa que les sirve de timón basculante en la persecución de la presa. Antes de entregarse a sus garras la gacela efectúa toda clase de quiebros y alguno de ellos acabaría echando a rodar por la pradera el cuerpo del guepardo si éste no usara el rabo como instrumento para ceñir su fulgurante velocidad a los resortes eléctricos que le marca la presa. 

Aunque no se le vea, Aksel , el director  que me invitó a  comer, tiene la misma cola de los grandes felinos. Este hombre se adentró en ese comedor como en la selva . En ese momento  en que te ve  a tiro de zarpa saca el timón de cola que le permite frenar en seco, arrancar un segundo después con la quinta marcha, bascular la cadera con la barbilla alta sin mirarte y en el instante preciso morderte  y darte  el  último zarpazo .

 En medio de esa  convesación a simple vista parece que ellos son las inocentes presas cuando, en realidad, son los predadores. 

Del rabo de felino se sirvió este hombre  para abatirse sobre la presa y fijarla bien con las garras. Así  me sentí al regresar de allí , fiado de su palabra.

Te devoran y luego sonríen melifluamente mientras su responsable de Recursos Humanos ovaciona la jugada. Así lo hizo Aksel , así lo hace también el gato después de comerse al canario.