viernes, 1 de mayo de 2020

MI PRIMER MUERTO.

El primer muerto que vi fue un sacerdote jesuita. Se llamaba padre Celma.

Yo tendría ocho años. El hermano Urdániz, un hombre de ángulos vascos, alto, enjuto,  pelo cortado a cepillo, ojos achinados , manos de pelotari, y aires pederastas- le encantaba acariciar muslos de niños-  entró en la clase y avisó al profesor.

Le seguimos en dos filas hasta una pequeña  capilla. Allí estaba. el muerto.  Vestía de sotana,  las manos recogidas , con un crucifijo entre los dedos  blanquísimos, parecían de cera,  los ojos cerrados, y muy serio.

Lo de muy serio parece que lo diga en coña, pero no señor. A esa edad infantil eso es lo que más  me impresionó. Aquel hombre estaba muy serio.

Lo habían colocado sobre una mesa cubierta con un faldón rojo. 

Nos colocaron alrededor del cadáver, y el hermano Urdániz  comenzó a rezar un  misterio del Rosario  por el eterno descanso del alma del padre Celma. Yo tenía la cabeza de Celma a escasos centímetros de mis ojos. Lo miraba con la atención, perpleja, asustada, impresionada  de un niño. De un niño que ve su primer muerto.  El hombre allí, todo pasmado y circunspecto, y yo mirándolo nariz  con nariz.

Mientras contestaba el avemaría , acerqué el dedo al moflete del padre y apreté la mejilla....¡ horror!, ¡ se abrió la boca!. Y, derepenete, depronoto, asoma un algodón , como cuando los magos en el circo sacan un huevo de la boca , y no sabes de dónde ha salido esa bola blanca. Y el cura pasa de estar serio a posición de merluzo, dicho esto sin  ánimo de faltar. 

Alguien me mete una ustié con su mano de pelotari en la cabezota y  grita " ¡¡¡ Mendive, fuera!!!.

Lo habéis adivinado: el hermano Urdániz.

Ese fue mi primer muerto.

Hay quien se pregunta cómo recuerdo estas escenas. Muy fácil: asociamos y guardamos en nuestra memoria de por vida las experiencias que van unidas al dolor, o al placer, o la risa, en fin, a algo que le ha complementado. En este caso un cachete collejero sideral  que aún resuena  en mis pesadillas en las noches de luna llena.



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