EL LOCO DE MUROS.

Hace unos días estuve de tertulia con un sacerdote joven, treinta años. Hombre de carácter, de  fe, de esas personas que quieren ser santos y van decididamente a por ello. De esos individuos que saben que hay dos temas  que generan muchas  confusiones y malos rollos : no decir lo que piensas y no hacer lo que dices. Este hombre es pura coherencia.

Me dijo que provenía de una familia sin raíces cristianas. Toda su educación fue en colegios públicos. Es hombre de puerto de mar, de  villa turística. Con esos antecedentes, la pregunta era obligada:

- ¿Cómo un tío como tú descubre su vocación al sacerdocio? 

Esa pregunta, por cierto, recomiendo hacerla a curas, monjas, y seres así. No defraudan nunca las respuestas. 

- Pues, según me dicen , me viene la semilla de bien pequeño. Cuenta una tía mía que una mañana entramos en una iglesia en Muros . Yo tenía cinco años. Y  al ver una imagen de un Cristo crucificado que allí se venera  con mucha devoción, y que estaba expuesto a poca altura , cerca del altar  , pregunté que por qué tenía tanta sangre ese señor. Mi tía contestó que era Jesús que murió en la Cruz. Y le dije que no podía ser que estuviese así, con tantas heridas, y tanta sangre,  y tan desnudo. Que por qué no le curaban. 

Mi tía, para que me callase, me dijo, " luego vamos a la farmacia y compramos tiritas para aliviarle. 

Pero lo que no contaba ella es que me acordase de la promesa. Y fuimos a la farmacia. Al salir la iglesia había cerrado. Y di tanto el coñazo que me prometió que volveríamos al día siguiente.  

Por supuesto, al día siguiente le recordé a mi tía que teníamos que ir con las tiritas a curar a Jesús. Y llegamos a la iglesia y estaba el cura por allí. Pregunté a mi tía quién era ese hombre:

- Es el párroco de esta iglesia....el que manda aquí.

Y cuenta divertida que me encaré a él a gritos diciéndole que cómo permitía tener a ese hombre herido, lleno de sangre, y sin tiritas.  Y , después, por supuesto, le puse las tiritas al crucificado. 

- Allí empezó todo. Y hasta hoy. 

Mientras hablaba, lo contemplaba  entre divertido y perplejo. El  cura  contaba todo con una sencillez y una convicción maravillosa. Leí que hay personas que tienen que llegar a tu vida para enseñarte algo de ti que no conocías. A este hombre se le cruzó de niño un hombre clavado en una cruz.

" Está loco", pensé. Y le tuve envidia.

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Esta mañana vi en inglés la película "Sonido de libertad". Está en Youtube en baja calidad, pero se puede ver. No creo que se estrene en mucho tiempo aquí. Vale la pena. 

Para mi el tema de la pedofilia es " el asunto" de  verdad grave de este mundo. El pecado contra el Espíritu Santo que no se puede perdonar.