lunes, 31 de julio de 2023

CUANDO FOMENTO SE FUE A TOMAR POL CULO.

Esta es mi experiencia.


En Viaró me crucé con unos cuantos pedagogos y psicólogos que no valían un pimiento, con más cuento que la niña de Vicks  Vaporubs. Pero no hacían daño a nadie, quiero decir que no dirigían , ni eran jefes de etapa. Se dedicaban a acojonar a los padres con que " su hijo tiene un déficit auditivo en el cónquevo de la refractaria que le hace comprender con microrretardos lo que los demás escuchan perfectamente. Eso explica sus problemas". 


Los padres , acojonados, preguntaban " ¿ qué podemos hacer? 


- O , no se preocupen, yo  tengo un Gabinete Psicopedagógico , que atiendo por las tardes, y podemos recuperar ese déficit. 


- ¿ Y....?


- Doscientos euros la hora.


Con un par.


Después, en Terraferma, Lérida, sufrí un director Psicopedagogo. En fin....aquello acabó muy mal. Éste tenía un pedal con un tal Bloom, que era un zumbado que inventó una teoría cuyo objetivo  es que después de realizar un proceso de aprendizaje, el alumno adquiera nuevas habilidades y conocimientos. Este hombre tenía una avería muy principal.


En Tarragona había otro pedagogo, pero no influía.


En Valladolid el psicólogo necesitaba terapia de choque. 


Y llegaron los pedagogos y psicólogos  a Fomento. Lo tomaron. Asaltaron las trincheras, tomaron  los despachos. Se pusieron a poner en marcha los Proyectos Snipe, Optimist, y su puta madre. Crearon un Gabinete  de Ayuda a la Inteligencia. Lo impulsaba una tal  Pilar Martín . Una  tachuela, albondiguilla psicópata y, probablemente, con serios problemas de síndrome obsesivo compulsivo. 


Y allí se jodió todo.


Cuando quitaron las tarimas. Y cuando llegó el tuteo y las aulas se llenaron de profesores  con el rollo "llamadme Nacho". Y aparecieron los de pedagogos de oficinas centrales a supervisar y hacer seguimiento de los proyectos.


Y empezaron a contratar, porque pagaban una mierda ,  a tíos con un polo de Domyos , pulseritas de cuero y mochila. Y una botellita de agua por si se le seca la boca explicando   Y venían al colegio en bicicletita. No como el profesor de toda la vida de Dios, que venía cuidando el autobús, y así se ganaba un sobresueldo. Joder qué tropa...Un Profesor como Dios manda lleva su dignidad con su americana , a veces con bata , en la muñeca un Festina , y debajo del brazo una carpeta gorda con exámenes.


Y la Pilar , y una aceitunada pelleja, con la cara surcada como los Monegros que se llamaba Carmenchu  Indisec , que me preguntaba " ¿ crees en los Proyectos?, así como si fuese las promesas del Bautismo.


Ahí es cuando se fue a tomar pol culo Fomento. Por cierto, que deberían cambiar su lema. Yo pondría debajo del barco :  Fomento no se hunde, Fomento bucea.




16 comentarios:

  1. un coach me contó algo así como que lo positivo es que cada alumno puede participar en su propia autoeducación, de un modo holístico, consensuado, sostenible, ecológico donde el todo es mayor que las partes, no con enseñanzas pues el profesor es un facilitador y no enseña sino más bien sugiere posibilidades de acción sostenible

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    1. Fomento se fue a tomar polculo...

      ...el mismo día que comenzaron los cursillos para directivos, que ellos lo llamaban Máster de Dirección de Centros Educativos o algo así, al igual que en Brasil llamaban enginheiros do carro da merda a los barrenderos.

      Mientras en tema de psicopedagogía estaban en la prehistoria, en el tema de dirección de centros educativos quisieron estar por delante del primero. Y así les fue. Porque la mayoría de las cosas que se enseñaban en esos cursillos, o no eran pertinentes para un centro educativo, o echaban mano de propuestas que de pioneras que se suponía que eran, estaban abocadas al fracaso en una institución seria. Conceptos sin recorrido, métodos sin probar, procesos válidos para películas futuristas. Y en otras ocasiones, propuestas obsoletas redescubiertas y sacadas de contexto.

      Y así empezaron los cursillos de directivos: un perfecto barniz brillante con olor a rancio.

      Y dentro de esta macedonia, lo que quizá más daño hizo a Fomento en los 2000 fue el "método de escucha activa", con origen en Carl Rogers, una "brillante" idea de mediados del s. XX mal aplicada en la psicología y en la formación de directivos de empresa posterior.

      Digo "brillante" porque a este brillante psicólogo se le ocurrió la feliz idea de crear una fórmula, resumida en varios puntos, tan feliz como rígida, para intentar que el terapeuta centrara su atención en lo que le decía el paciente.

      Y digo mal aplicada porque, así enseñada en serie a cualquier ser humano independientemente de las aptitudes que tuviera para la escucha, en realidad se le estaba capacitando para dar a su oyente la impresión de que le estaba escuchando cuando en el fondo sus pensamientos podían estar haciendo calceta.

      Uno de los puntos de la escucha activa es prestar atención a los sentimientos del que habla. Y si no los muestra, apelar a ellos directamente. Es decir, romper el contexto del diálogo con apelaciones invasivas.

      Pongo un ejemplo:

      Profe: me dijísteis que si desarrollábamos este proyecto, se nos aplicaría esto, y ahora después de todo el esfuerzo, no hay nada de lo dicho.

      Dire (muy comprensivo él): sé que te sientes engañado, pero blablabla (hay que joderse).

      Profe (en su pensamiento): "a ti qué carajo te importa como me siento, y no es que me sienta engañado, ¡es que me habéis engañado!".

      Más vale sustituir la escucha activa o la escucha atenta o la escucha cucha... simplemente por la ESCUCHA SINCERA... y por el diálogo sin más.

      Señores, ahora frenen y den marcha atrás. Y a ver cómo lo hacen, porque nos hemos pasado tres pueblos y vamos en AVE a 300 km/h.

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  2. A mi un Coach me dice la palabra " holístico" e inmediatamente me pongo la mano en el culo

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  3. Hablando de coles y profesores... saco un tema que fue "semi-tabú" en los ochenta (hace cuatro décadas!!!). Qué pasó con uno de tus colegas, el señor Barrios? Por qué alguien como él dejó de currar en la empresa de un día para otro? En fin, deseo de corazón que la vida le haya tratado bien.

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  4. Emilio Barrios, un señor maravilloso, inclinación de cabeza . Lo echó Javier Guillén. Y él denunció al colegio y fueron a Magistratura.

    Recuerdo que fue hasta Radio Nacional montó un buen pollo.
    Gran tipo. Cantaba y tocaba la guitarra muy bien.

    Era muy rojo, por eso lo despidieron.

    Gran persona.

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  5. Gracias por la respuesta. No tenía ni idea. Mi visión, como alumno, es que E.B. parecía ser una persona muy noble. Por cierto, de J.G. otro del que perdí la pista por completo.

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  6. Lo del conflicto de intereses era un concepto algo difuso para algunos docentes en los 70 y 80: el de Matemáticas nos suspendía por la mañana en el colegio y nos daba clases particulares en su casa por las tardes; con dos cojones. Buen negocio tenía montado el cabrón (era la época de 170 tíos por curso y entre ineptos, espesos, dispersos y gamberros, le procurábamos una buena clientela al hideputa).

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  7. No pillo J.G.
    No se corte y señale, estamos en familia

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  8. eran otros tiempos. En los años 70 y parte de los 80 el alumno que olvidaba hacer los deberes podía recibir un bofetón, los bofetobes eran algo normal y aceptado. Hoy sí ocurriera eso, saldría en todos los telediarios

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  9. Jopé Suso, lo de JG es fácil de pillar... lo citas tú mismo en esta misma entrada (en uno de los comentarios anteriores). Lo comentaba a raíz de que lo sacabas tú precisamente a colación... :-)

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  10. Jesús Pardos se casó, vive en Logroño. Tiene tres hijos, si la memoria no me falla.

    Hablé con él hace dos años.

    Un hombre genial, un tipo de los que hay que cuadrarse, inclinar la cabeza y dar taconazo.

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  11. Javier Guillén, raro y estirado de cojones. Seguro que tienes buenas historias suyas, Suso.

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  12. A mí me caía bien. Habia que cogerle el puntillo.

    Me echó de Viaró y después tuvo que readmitirme. Tío muy explosivo... yo creo que por ser sordo

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  13. Si Fomento empezó a hundirse con los proyectos... ni te cuento lo que vino después. Ya no importaba la formación, sólo la fachada. Se contrataba para tapar agujeros y se despedía a los más válidos por rechistar. Después de 10 años fuera de la "gran familia de Fomento" espero que algo haya mejorado, aunque solo sea porque ya no se podía empeorar... eso sí, me quedé con el recuerdo grato de las familias tan estupendas -de buena gente, de veras- que conocí allí, pues más allá de las cuatro estiradas que más que hijos tenían escaparates, el resto eran gente muy normal y muy buena que, aún a contracorriente, querían para sus hijos una formación humana decente.

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