SU PARTICULAR " ROSEBUD".

Cuando vine aquí a jubilarme me llamó Urelles. Quería quedar conmigo para charlar. Sabía que me llamaría , pues su socio, con el que yo había trabajado, le  dijo que sería bueno  que siguiese en la empresa. La verdad, les había dado mucho. Muchísimo. 

Quedamos. Yo  pensaba que ese hombre, después de todo lo que había escrito sobre él,  me mandaría a la mierda. Pero no. En su mentalidad codiciosa, pequeña, ruin,  yo le interesaba como un instrumento más que manipular a su gusto. Me  dijo que no me  veía jubilado, que no era vida para mi. Me aseguró que me aburriría. Y , así, como quien me hace un favor, me animó a seguir colaborando en su empresa. Puso como condición que no escribiera sobre él. Y al terminar añadió:

-  Te pagaríamos en B. ¿ Cuánto quieres de sueldo?...además tendrías coche, gasolina, viajes y hoteles. 

- No sé...no lo veo claro.

Pedí una cifra a ver qué cara ponía.

- Me  parece bien.

Al despedirse me dijo : sabía que vendrías porque recé por ello.

Le contesté:

- Dios no  escucha tus oraciones porque tú eres bueno, sino porque Él es bueno.

Fue nuestra última conversación. Después me llamó su socio y le dije que no me interesaba trabajar más con ellos, ni con nadie.  

Y sigo escribiendo sobre Urelles. Por supuesto que seguiré haciéndolo. No tanto sobre él, como lo que representa. Es un arquetipo.

En Ciudadano Kane sale una copia de Urelles. Kane es un  hombre que ha ido acumulando cosas, dinero, riqueza. Tiene de todo, sin duda, y a todos los que le rodea los  utiliza para sus fines como instrumentos de su ambición. 

Al final de su vida pasea  solo por los salones de su mansión, llenos de espejos que le devuelven mil veces su propia imagen de solitario.  Solo su imagen le hace compañía.

Muere murmurando una palabra : ¡"Rosebud"!

En realidad, Rosebud es el nombre escrito en un trineo con el que Kane jugaba de niño, cuando vivía rodeado de afecto de quienes le rodeaban. Todas sus riquezas y todo el poder de mierda que ha acumulado - en el caso de Urelles esa frase que le dijo el presidente de Serunión al comprar su empresa " vas a tener tanto dinero que no te lo gastarás en cuatro vidas que vivas" ... esa frase que tanto le gustaba repetir . Todo su dinero  no podía comprarle ese trineo que era el símbolo de su  auténtica felicidad  y  su verdad más profunda.

Pero Kane es un personaje de ficción. Urelles no. Urelles no creo que haya tenido un trineo en su infancia. Ni siquiera creo haya tenido una  infancia muy feliz. 

Este hombre y su hermano ,  terribles seres en su complejidad, no se dan cuenta de que no tienen cosas - y tienen muchas- sino que las cosas les tienen a ellos. Lo que poseen les posee. 

La vida a esta gente les ha ofrecido la posibilidad de alcanzar y coger cosas . Y  parece que les ha dicho: ¿ qué queréis?, ¿ qué deseáis?

- Dinero.

- Pues, venga, allí tenéis. Coged todo el que queráis. Pero sólo con las manos. No vale guardarlo en un banco, ni en una caja fuerte. Debéis llevarlo en vuestras manos.

Y allí están los dos, con los brazos llenos, a rebosar, de fajos y fajos de billetes.

Y la vida les dice después:

- Y , ahora, abraza a tus seres queridos, acaricia a tus hijos...¡ ráscate esa alma que te duele!

Con las manos ocupadas no podían acariciar, ni abrazar...ni rascarse.  Lo que tenían muy agarrado, les agarraba también  a ellos.

Sé cómo mueren los Urelles del mundo.  Tiene terror a la muerte. Intentarán hacer lo mismo que han hecho con la gente, lo que quiso hacer conmigo aquella noche: comprar voluntades . Comprar a Dios, un trocito de cielo, un pedazo de gloria. Y fallecerán con un sacerdote a su lado, con un escapulario en el pecho, un crucifijo en las manos. 

Pero no regresarán a su infancia, al recuerdo de su particular "Rosebud" que, ese sí, les salvaría .