jueves, 14 de septiembre de 2023

CUANDO LA VERDAD NO IMPORTA.

Vi   "Remember" una película donde una víctima de Auschwitz busca la forma de vengarse de los asesinos de su familia, con el concurso de un compañero aquejado de demencia senil.


Con Christopher Plummer,  Martin Landau y compañía es difícil  aburrirse.


Una frase me llamó mucho la atención. Un nazi , ya anciano, que ha conseguido camuflar su condición bajo otro nombre, otra condición, muy lejos de su pasado. Cuando es descubierta su mentira en  el  jardín de su casaza , delante de su hija y de su nieta , que no pueden creer que ese hombre fuese un monstruo , dice :


«A veces salgo aquí y digo mi nombre. Hablo conmigo mismo. Me recuerdo a mí mismo quién era. Es el único modo de saber que existí antes de convertirme en quien soy ahora".


He conocido personas así, que han olvidado su pasado. No quieren que nadie sepa su antigua condición. Uno fue sacerdote.  Dejó la parroquia y escapó muy lejos con la mujer de un feligrés. Algún ex también . 


Y varios con problemas de drogas y biografías oscuras.


Lo que me sorprendió de la frase que escuché en la película es que fue el eco de otra de uno de estos que he citado, pero en otro sentido:  "a veces, hablo conmigo mismo. Me recuerdo a mí mismo quién era. No es un remordimiento, pero se le parece".


Es  difícil el olvido de lo que nos ha sucedido, aunque  el alma , por la costumbre , se ha asentado, el corazón tranquilizado y la mente progresado y, regresar  a aquellos duros  y dolorosos sentimientos es una pesada losa complicada de asumir, más costosa de llevar a cabo.


Hay personas que llevan una carga muy pesada de silencio culpable. No hablan , quizás porque no saben cómo se llama ese sentimiento que les ahoga. 


Pero, a veces la casualidad abre caminos y muestra opciones para el perdón, para confesar y liberarse.


En la película el hombre que mató a Liberty Valance el senador pone fin a su mentira de años. Con tono grave confiesa la verdad al director de un periódico, redimiendo su culpa. El periodista , escucha la historia, se levanta , y se marcha desinteresado. 


"Cuando la leyenda se convierte en hecho, publica la leyenda", dice antes de salir por la puerta. 


Hay mentiras tan maravillosas que la verdad, a veces, es un incordio.


Eso es lo que sucede con frecuencia, que nuestro pasado ya es una leyenda de nosotros mismos y, entonces, la verdad no interesa a nadie.




1 comentario:

  1. A mí me cabrea mucho esta maravillosa película.
    Ransom, es un manflorita; un blandito. Doniphon, es el héroe; el verdadero héroe. Y el cobarde tontorrón, se acaba llevando la gloria... y a la chica. A mí me parece un auténtico tramposo. Un mierdón.

    Todo un alegato sobre el derecho a la legítima defensa, la libertad de expresión y el poder de la prensa ("nosotros los creamos, nosotros los destruímos", o algo así, refiriéndose a los políticos).

    El papelón que hace Floyd (Strother Martin), es de Óscar. De auténtico sicópata.




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