Leo una noticia que me ha dejado muy tocado todo el día de ayer.
Habla de esos católicos que viven su fe con el riesgo del martirio. Es aterradora y también maravillosa , si tienes fe. El Papa Francisco anunció en la última audiencia General, la del 30 de agosto, la ceremonia de beatificación de nueve miembros de una familia polaca que en época del nazismo murió a manos de los funcionarios del gobierno.
Se trata de la familia Ulma , dos padres y siete hijos. En los días del nazismo en Polonia, fueron condenados a muerte tras descubrir que habían intentado auxiliar a un grupo de ciudadanos de origen judío . Estaban buscados y destinados a exterminio en medio de su política de “purificación de la raza”.
Lo que me llamó la atención de la noticia es que en la beatificación entra por primera vez un feto, un niño por nacer entre los nueve mártires in odium fidei.
La familia Ulma, eran agricultores muy modestos, estaba formada por el padre Josef (44 años) y la madre Wiktoria (32 años), que entonces estaba embarazada y ya había cumplido ocho meses, y luego Stasia (7 años), Basia (6), Wladziu (5), Franio (4), Antos (3) y Marysua (2).
El 24 de marzo de 1944, decenas de soldados nazis llegaron a su granja e inmediatamente expulsaron a los judíos. Luego dieron una lección ejemplar a Josef y Wiktoria, quienes fueron sacados de la casa y asesinados delante de sus hijos. Luego procedieron a masacrar literalmente a los seis niños. Viktoria, que estaba embarazada, comenzó a tener sus primeras contracciones en esos momentos de tensión y desesperación, pero fue asesinada de inmediato. De las declaraciones de algunos testigos en el proceso, se desprende que se podía vislumbrar al feto en el cuerpo de Viktoria, con la cabeza asomando.
Se dieron cuenta de esto cuando los cuerpos fueron exhumados para ser colocados en ataúdes y enterrados juntos.
Subo la foto a la entrada. Mirarlos reconforta, al menos a mi. Sus miradas parecen decirnos " no tengas miedo de nada, de nadie, por muy fuerte que sea, por muy horrorosas que sean sus amenazas, por grande que parezca su poder. Ellos no saben lo que hacen. Existe el poder de las tinieblas, el horror, y la presencia del maligno, y estos pobres son personas que están atravesando el infierno, otra vez. Incluso sus jefes , que para salvar no se sabe qué causa nos van a eliminar, llevan el corazón lleno de terror".
Nos miran y nos están diciendo " hay un amor que no podrán arrebatarnos nunca".
Me encomiendo a ellos.
Ya que sacas el tema del número de lectores, me sorprendió un comentario de ayer. Dices que muchos lectores son del OD (y que son majetes). ¿Estás seguro de que te lee un buen puñado del OD? A mí se me fundieron los plomos. Si consultas a un superior la lectura del Barullo te dirá que nanay, fundamentalmente por dos razones: 1a) si se puntúa el Barullo del 1 al 6, no sería precisamente un 1, su calificación sería más elevada; 2a) por ser considerado una pérdida de tiempo. Me extrañó tu comentario, no porque no tengas poder de convocatoria y capacidad de captar una gran audiencia, sino porque conoces perfectamente las reglas del juegos.
ResponderEliminarPor discreción, porque aunque no lo parezca soy discreto, no nombraré lectores de la opus. Son muchos.
ResponderEliminarHacé una semana acompañé a mi hermano a un curso anual de numerarios y tres de los que estaban en la puerta dijeron leerme diario. Eran talluditos y lo dijeron con testigos
Siento jorobarte el día.
Qué va! No me joroba, todo lo contrario. Y pienso, de verdad, que tiene mucho mérito que tengas tantos lectores en el OD. Así que: felicidades 👏.
ResponderEliminarNo se le puede poner puertas al campo, y la opus también es campo.
EliminarDesde luego no me corresponden las siguientes consideraciones, pero tampoco quiero privarme. Leo desde hace unas semanas de manera obsesiva el barullo. Es una aventura fascinante, proceso paulatino de adelgazamiento, depuración metódica de lo accesorio no sin contradicciones que subrayan paradójicamente una integridad que reside en la sinceridad irrenunciable a contrapelo de los intereses del autor mismo, recio desnudamiento que evita el exhibicionismo a condición de destacar la verdad de una existencia. Vida al servicio del alma y no alma al servicio de la vida. Literariamente es de categoría notable, excepción a la mediocridad actual. No encuentro obras equiparables en el panorama español. Por momentos me recuerda al Pessoa del desasosiego con una diferencia decisiva: en el barullo, Dios gobierna el sentido de los fragmentos de manera que la escritura se salva y nos salva y emplaza a reconciliarnos con nosotros mismos. En rigor, camino, surco y forja presididos por un optimismo discreto y elegante pero hondo e irrenunciable. Si en lugar de un blog estas páginas volanderas estuvieran encuadernadas, abriría el volumen con la devoción de lo inusitado.
ResponderEliminarJoder, me pinchan y no sangro...
EliminarUn poco exagerado el comentario de las 13.10. Ni mas ni menos dice que “Dios gobierna el sentido de los fragmentos “….y además “la escritura nos salva”. En serio piensa que Dios interviene en este blog?
EliminarComo diría un locutor que retransmitía las Copas Davis y el tenis, que se llamaba Juan José Castillo..." entró, entró".
EliminarEl anónimo está, como se puede ver, como una cabra de mongolia.
Esos son los verdaderos santos, no aquel gafitas que huyó disfrazado de Madrid en la guerra civil española.
ResponderEliminarEl gafitas tenía sus cosas chulas...y lo de salir huyendo, en fin, había que echarle sus güevos al asunto. Cayeron como moscas en esos pasos.
EliminarHay muchos Escrivás en la vida de Escrivá. . Y no es santo de mi devoción.
Hoy, casi muchos nos dedicamos a desvestir esos santos para dar un poco de sentido a lo vivido. Lo que fue aceptable otrora ahora se muestra como un fraude. Adaptarse o morir. O se desblanquea esa santidad opaca o todos los convencidos y medio convencidos se van al carajo.
ResponderEliminarCada un@ tiene su historia, sus porqués, sus
Eliminarbiografía...de mi puedo decir que , lo mismo que intento encontrar colores en todos los cruces de caminos que he tenido.