Hace bastantes años una persona vino a verme a contarme una confidencia. Era un cotilla, lo conocí bien. Una persona difícil, con muchas aristas, de mirada retorcida, sonrisa oblicua, gesto desconfiado, susceptibilidad enfermiza , y un ego enrarecido.
Y muy piadoso. De esos miserables beatos, roídos por pasiones ocultas que camuflan con maquillajes piadosos.
Como perros encelados siguen en los demás al olfato la huella del pecado de la carne y detectan su llaga, no para lamerla con piedad, sino para morderla.
Vino dejando caer una pregunta, como una consulta moral.
- ¿Puede un sacerdote del opus dei estar a solas con una mujer en su casa?
Como no sabía por dónde iba a salir el toro recién salido a la plaza , y venía muy empitonado y bravío, decidí esperar.
- Verás. Yo vivo en una casa en tal , y mi vecinos del cuarto tenían alquilada su plaza de garaje a un sacerdote de la obra. Hace unos años falleció el marido, y el sacerdote sigue yendo a su casa a pagar la mensualidad a su viuda. En mano. Y, no sé, me parece muy extraño. Porque si en la obra supiesen eso, en fin, no sé. La viuda es mujer atractiva, madura...y, como decía san Josemaría , " entre santa y santo, pared de cal y canto...( rio torcido, como el perro pulgoso).
El piadoso ser humano ya había lanzado su baba agresiva y exterminadora con sutileza, y verdadera saña...¿ le preocupaba la santidad del sacerdote?. Lo dudo. Yo creo que estaba celoso de la viuda que, casi casi con toda seguridad era su oscuro objeto de deseo. Esa momia charlatana sólo buscaba deshonrar a ese sacerdote, del que yo no tenía ninguna duda de su fidelidad y delicadeza. Aunque, bueno, la vida me ha enseñado que puede suceder cualquier cosa. Y cualquiera es cualquiera.
Pero este sacerdote, que era un cruce maduro de Gary Cooper , Ray Milland, y Gregory Peck , lo que sí le gustaba era conversar, darle a la hebra y, con toda seguridad, viajar a su particular Itaca , lejos de todo. Y la viuda, la viuda feliz de estar , aunque sólo fuese para tomar un café, con su Aticus Fynch.
Así lo pensé. Y a nuestro devastador descalificador que vino a la degollada lo mandé a la mierda.
Pasó el tiempo. Y el cabezón murmurador, el enano maléfico, cayó presa de su propio pecado . Estaba casado con una mujer y sólo había tenido un hijo, que despreciaba por ser vago, atontado, y bastante cortito, y poca cosa ( según su criterio, pues él era hombre principal en la ciudad). El hijo vivía arrejuntado y eso añadía más dolor a su conciencia escrupulosa.
Un día se echó a llorar de un modo desconsolado. Le podían los remordimientos. Era insomne. Por las noches se escribía por las redes con una señora de Estados Unidos. " Es mi alma gemela". " Somos tal ara cual". Estamos en sintonía en todos los aspecto". " Sólo te diré que rezamos juntos el rosario todos los días, y hacemos oración". " Es muy buena".
- Me he sacado un billete a Nueva York y hemos quedado para irnos a vivir juntos. Me voy. Estoy enamoradísimo.
Lloraba como un niño chico. Y yo estaba acojonadísimo porque aquello era una bomba.
- ¿ Pero hace cuánto tiempo que pasa esto?
- Dos años y medio.
- ¿ Me estás diciendo que mientras tu mujer está durmiendo en la cama hasta el culo de orfidal tú estabas viéndole las tetas a una yanki?
- ¡ Suso!, ¡ no tolero que hables así de Nancy!....es amor...
- Ya. ¿ Pero tú te crees que soy gilipollas? A ti te ha enseñado las tetas, hombre. Y, además, ¿ cómo sabes si no es paralítica, o tiene ladillas como crustáceos, si sólo le ves de cintura para arriba , o es rara, pero rara rara?...rara como...como...como...¡ como tú, coño!
Me levanté y le dije: como vayas allí con esa tía te condenas fijo, te vas al infierno de punta cabeza, te lías con el mismo Luzbel. Vamos, vamos, te aseguro que eso es el pecado contra el Espíritu Santo.
No soy de amenazas. Yo creo que nunca las he usado. No me gustan. Además , no creo mucho en ellas. Pero, bueno, con tíos así a veces funciona.
Y, oye, ¡ mano de santo!
Hace unos años fui a un funeral y me lo encontré. Con su mujer. La de siempre. La dormilona del Orfidal Plus Compositum Forte.
Aquello a lo que se le de dedica demasiado tiempo...
ResponderEliminarEl que se pasa el día pensando en
lo importante que es el sexto mandamiento.... termina viendo "Emanuelle" a escondidas
Lo de Emanuelle suena muyyyy vuejuno
EliminarLo de ladillas como crustáceos, estremecedor :)
EliminarMás viejuno es el lío ¿algún se normalizará el tema?
ResponderEliminarHombre, me refería a la alusión a Enmanuel. Hoy esa película se emitiría en 13 TV los domingos después de la santa misa.
EliminarSuso. La gente se te confiesa como si fueras...el pájaro espino. Espero que no te pases con las penitencias.
ResponderEliminarTengo muy buenas historias sobre estos años en el Barullo. De no creer. No puedo publicarlas porque creo que me leen sus protagonistas. Soy un señor.
Eliminar...a veces sin que venga a cuento queda absorto como pensando en emanuelle, no llego a hacer nada pero me vienen como imágenes de emanuelle, ay emanuelle ay
Eliminar¿No será que tu amiguete hizo las américas y duró lo que duró?
ResponderEliminarNo. Si ese tío llega a irse a América , la piadosa Nancy lo devora como la " Viuda negra", eso sí, rezando el rosario. De eso estoy seguro.
EliminarRompió los billetes delante de mi persona cuerpo humano.
Por cierto, hubiese dado cualquier cosa por ver a Nancy en la pantalla del ordenador. No hay cosa más inquietante que esas mujeres que hablan por Skype , con la cara toda llenando la pantalla , muy cerca, como asomándose en la oscuridad en un primer plano que parece las caras de la Quinta del Sordo.
Eliminarme la imagino similar a emanuelle
Eliminar¡¡¡Pero qué dice!!!...¡ya le gustaría al protagonista de la historia de hoy!
EliminarPor aquellos años murió asesinada una tal Nancy de NY,..ahí lo dejo.
ResponderEliminarLlegaste a tener algún encuentro personal con Del Portillo o Echevarría? Con Sanchez Bella? Decían que estos dos últimos daban buenos bofetones sin venir a cuento. Si quieres contar, te escuchamos.
ResponderEliminarEstuve con Del Portillo y con Echevarría...el último no me dio bofetada.
EliminarEs largo de contar... otro día.
De Sánchez Bella nada. No lo conocí
Cual es el katejon de nuestro siglo? Katejon significa más que retardar, sujetar, mejor aún, no dejar estallar. En España no parece existir ya nada que no deje estallar esta olla a presión. Lo malo no es que algunos traten de hacerla estallar porque no engañan, lo reconocen, sino que nadie enfrente evite que esto suceda. Por supuesto que el rey está de adorno y no es katejon. En México si existe un katejon y tiene nombre y no deja que México estalle: se llama Virgen del Tepeyac. Ahí lo dejo.
ResponderEliminarMejor que lo dejes allí porque eso de katejon suena muy chungo.
EliminarY no sólo eso: todos tenemos nuestro Katejon. Aquello que no deja estallar lo peor de nosotros. El que no sabe algo del suyo, tampoco puede comprender lo que esté significa.
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