Me senté en una terraza en el paseo de las Palmeras , en Caldas de Reis, y me puse a escribir. A veces se escribe sin pensar dejando correr la mano a lo que salga, igual que un gato que va por el camino que él quiera elegir. Así escribí yo aquella mañana , algo así como una caracol que deja su rastro de baba triste en forma de elegía.
Por la noche tuve un sueño inquietante. Desperté sobresaltado. Se trataba de un recorrido sobre personas que se han cruzado en mi vida y que me acusaban de haberles hecho daño. O no. Quizás era yo que, viendo como había actuado con ellas , era consciente de las muchas cuentas pendientes que tenía en mi biografía. Todas sin resolver.
El sueño me atormentó. " Tienes que intentar recuperar ese tiempo y pedir perdón". Pero no se puede. O yo no sé hacerlo.
A mi pedir perdón se me da como nadie. No he hecho otra cosa en mi vida. He sido un inocente que le han pillado en todas. Y siempre las lágrimas, el dolor, el llanto más urgente y la palabra más desgarradora. No me ha costado, porque lo sentía así.
Si pudiera convocaría en esta mesa , como una güija, a todos esos ausentes de mi vida y les pediría perdón. Y observar sus miradas silenciosas , las acusaciones de mis mentiras en forma de reproches callados , las más desconsoladas esperanzas que prometí y no di. Se me va el corazón detrás de los pájaros negros del sueño que acaban de traerme tanto desasosiego.
Tengo miedo de ese abrevar con entrada libre en aquellos corazones , y a veces en las cloacas de sus almas , que eran también mías , de pasearme con los zapatos embarrados por los pasillos interiores de casas que nunca debí entrar , de colarme de rondón con toda naturalidad en los retretes privados de mundos grotescos, de esas visitas íntimas a lo antros de los pecadores encallecidos, de los impuros.
Tengo miedo . Parece que hay cosas que hice mal y no supe las consecuencias de esas historias. Las obras de mi vida nacen con el alba y mueren a la noche. Y al caer la noche descubriré el daño que provoqué, las enfermedades que comenzaron con una infidelidad.
¡Dios mío, qué necesidad de pedir perdón y de ser perdonado!
Y de las cosas que has hecho bien??? Ya te vale! No eres perfecto porque Dios no te quiso perfecto y ya. Si te pesa tanto haz algo hoy, a mi lo que me cuesta es escuchar y hay mucha necesidad.
ResponderEliminarUn forma de liberar la conciencia, al menos a mi me sirve, e escribir. Ayuda.
EliminarHaz el bien a los Urelles y expiaras tus pecados!
ResponderEliminarConsulté esa posibilidad a un monseñor de la Curia, un tío con su sotana morada, sus botonacos , sus ribetes, fajín , su solideo guapo, su cruz , sus medias , sus zapatos rojos con hebillas , y sus gafas de tío listo, y que habla con las manos sobre el vientre, muy suave, me desaconsejó que tuviera ninguna relación con los Urelles.
ResponderEliminarLa frase que me dijo es que estaban "en pecado mortal ex ópere, operato. in fimosis tremebundam ".
los santos a menudo son vilipendiados; urelles es vilipendiado; luego urelles es un santo. más claro agua
ResponderEliminar¿Urelles vilipendiado?...¡por favor!...está considerado un santo. Hay quien cree que si le besas en la frente tienes 500 días de indulgencia "in córpore in sepulcro"
ResponderEliminarCuántas confidencias habrás dirigido?
ResponderEliminarDirigir no sé... escuchar muchas... como tod@s
EliminarDirigir no sé... escuchar muchas... como tod@s
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