ANDAR POR ANDAR.

Estoy haciendo lo que siempre soñé que haría al jubilarme: andar. No tengo equipo Decatlón,  ni botas chachis, ni gafas  de sol aerodinámicas , ni voy en grupo de peña que sale a andar  disfrazados de Jesús Calleja . Grupos de tíos y tías que son funcionarios con compromiso con el medio ambiente. O esos que te encuentras haciendo yoga en  medio del Camino de Santiago . O los que van en bicicleta, que tienen una pinta de separados y de raros que  atufa. Son esos que en la entrevista de trabajo contestan eso de "ofimática a nivel de usuario" , ¿inglés?: "nivel intermedio".

Y luego va el notas y dice " cocreta".  

Lo mío no es  nada chulo.  Ando solo. 

Tengo amigos que les gusta el golf. ¡ Mojones! El golf no es un deporte. Es un juego . Allí se folla mucho, que eso sí es un deporte. Sobre todo los monitores que beben Aquarius  de señoras maduras , auténticas papagayos congoleños. Y sé lo que digo. Muy bien que lo sé. Joder, hacer el amor con un tío que bebe Aquarius , que es bebida de nenazas.

Te preguntarás , querido lector cómo sé esas cosas. Pues  se lo voy a contar.

Una vez , en un colegio de Tarragona que se llama Turó , vino a una tutoría -  no tenía cita, se presentó aquí te pillo aquí te mato-  una señora madre del colegio. Madurita , pero bien de chapa y pintura. Mucha chapa, mucha pintura . Olía a Sanytol  limpia lavadoras. Olía fuerte- tal vez de sudora de los hoyos que se había jugado . Con ese tufo yo estaba  perdiendo las pestañas y ella   decapando la capa del  Ozono sin cortarse un pelo. La señora era la versión low cost, su pinta  de  Agatha Lys , con  su  iPhone con funda de reflejos dorados con estrella, pestañas postizas y uñas de  papagayo de la Guayana Y mucho implante  a nivel de labios, pómulos y glándulas mamarias. El pestazo dulzón y espeso a burdel camboyano era absolutamente insoportable. La señora era propietaria de un hotelazo de esos que degluten y expelen guiris cada semana. Y  no  diré más.

Bueno , pues esa señora acabó liada con su entrenador.  Y no fue conmigo porque Dios es providente y no fue de Él.  Y alguien que sabe me dijo que era muy habitual esos líos en el golf.

Entre los de mi clase hay de dos tipos : los flacos, chupaillos, y tirillas. Y los pancha contenta. Cada uno anda a su manera, y tiene sus ritmos y aficiones.  Yo ando. Nada más. Y hago muchas fotos. Y voy con mi mochila y mi bocata.  Y  mi lata de cerveza. 

Andar por andar. Da igual a donde , da igual el tiempo, Quizás ni uno mismo sepa la razón de caminar. La propia soledad y el silencio . Con el cobijo de un bosque, o de un desierto, o de un lago, o el mar,

Morirme será para mi dejar de  caminar.