miércoles, 17 de enero de 2024

JUGAR: LA SUMA DE MIS PÉRDIDAS.

Todos los días sigo luchando contra la parte nociva de mi pasado en la obra. Por mucho que sepa que nunca llegaré a vencerla del todo. La cebolla opusina es una cebolla con tantas capas que te pasas la vida quitando y sigue quedando cebolla.


En fin, supongo que arrastro querencias como las del primer amor, que no lo olvidas  nunca.


Hubo un tiempo en la opus que se puso de moda el llamado " defecto dominante". La pregunta que te hacían directores espirituales, no espirituales, consejeros, receptores de confidencias, era " ¿ cuál es tu defecto dominante"? Y uno decía " no sé, ¿la pereza?". 


- Muy bien. Pues, venga, vamos a por ella. 


Y te ponías unas metas, unos propósitos.


Luego cambiabas de residencia y aparecía otro notas.


- ¿ Cuál crees que es tu defecto dominante?


- Pues, no sé...¿la vanidad?


- Muy bien, vamos a por ello. 


Y así pasé por decenas de centros, ciudades, convivencias, cursos anuales, y en todos siempre aparecía el dichoso "defecto  dominante". Yo creo que los tenía todos: soberbia, sensualidad, afán de protagonismo, gandulería, frivolidad, destemplanza...hasta hubo uno que me dijo que lo mío era Porneia , una especie de "amor a la carne". Pero ese no cuenta porque era un cura listo con gafas que fumaba en pipa , había trabajado de oficial en la Curia , y era gilipollas.


Pero hubo uno, ya al final de mi vida allí que , después de largas conversaciones respondiendo a una sola pregunta " cuéntame tu vida" acertó.


- Deja de jugar. No has hecho más que jugar en tu vida, y la vida  va en serio.


Por primera vez sentí que daban en la diana. Todo lo que había hecho  no era más que jugar.


Y ahora ya es tarde para cambiar hábitos que están muy acortezados. Mucho. Mirando hacia atrás tengo la impresión de que  todo ha sido un juego. Pero no como una competición - no soy nada competitivo - o una voluntad de ganar -  soy un perdedor. No busqué premios, ni prestigio. No es ese juego el que me importa. 


Hay algo infantil en mi vida. Para los niños competición, habilidad, azar, victoria o derrota son parte de lo que se  vive , un trámite, no un resultado. El niño nunca juega para conseguir algo . El juego es   una forma de comprender la vida. Jugando no te tomas en serio tus contradicciones, tus frustraciones, tus deseos.


Para mi  la vida jugada ha sido el mejor  modo de estar , de pasar el rato. Y sí, pienso que he jugado a ser santo, a trabajar, a ayudar a la gente, a enamorarme, a desenamorarme, a engañar, a mentir, a ser profesor , a ser preceptor, a ser director, a meterme en líos, a probar a ver qué pasa, a caer en la tentación, a arrepentirme , a llorar, a reír, a pedir perdón, a perdonar, a recordar, a rezar. 


Todo ha sido profundamente real, aunque siempre jugando .


Nada he agradecido tanto como tener compañeros de juego, pero creo-   lo escribo de corazón- que nunca he jugado a costa de los demás. Aunque, quizás, quién sabe, he podido dejar algún cadáver en la cuneta. Perdón. 


Y al final, en toda esta vida jugando sólo habré ganado la suma de mis pérdidas, y la memoria de lo que amé.

--------------------------------
Hoy hace dieciséis años que falleció mi padre. Un hombre ejemplar. Un hombre bueno. Un hombre cabal. Todos los días lo recuerdo. Todos. 

Mi padre, ¡ qué hombre! : nada traza mejor un camino que la memoria del corazón.

En la vida de una persona se puede resistir cualquier cómo si tienes un por qué...y ya no digamos un por quién.

Esta chica fue el por quién  que explicaba el por qué de ese hombre.


31 comentarios:

  1. Nadie se toma en serio la vida y en el fondo, todo el mundo (todo) se la toma en cierto modo como un juego. De lo contrario, esto sería una desesperación general. Todos el mundo, aunque se crea lo contrario, deja huella mediante un buen recuerdo que saca una sonrisa a los demás. Una sonrisa que puede ser de nostalgia, de afecto, de cariño o de rabia reconvertida. Y esa huella es lo que verdaderamente importa, ya que nosotros somos, mientras estemos en la memoria de alguien, aunque sea remotamente. Y estar en la memoria de alguna persona es algo que lo consiguen pocos, la verdad. Sólo los años nos enseñan que realmente y aunque estemos jugando, la vida no es ningún juego, sino que va en serio. Y Gil de Biedma ya lo escribió en su poema "No volveré a ser joven":

    Que la vida iba en serio
    Uno lo empieza a comprender más tarde
    Como todos los jóvenes, yo vine
    A llevarme la vida por delante
    Como todos los jóvenes, yo vine
    A llevarme la vida por delante
    Dejar huella quería
    Y marcharme entre aplausos
    Envejecer, morir, eran tan solo
    Las dimensiones del teatro
    Envejecer, morir, eran tan solo
    Las dimensiones del teatro
    Pero ha pasado el tiempo
    Y la verdad desagradable asoma
    Envejecer, morir
    Es el único argumento de la obra
    Envejecer, morir
    Es el único argumento de la obra

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buen comentario , gracias

      Eliminar
    2. El argumento de la obra es distinto cuando tenemos hijos

      Eliminar
  2. Según lo que cuentas, tú probablemente seas este tipo de caracter. Hay diversos tipos, ninguno "mejor" que otro.

    https://www.google.com/url?sa=t&source=web&rct=j&opi=89978449&url=https://pobreniniopijo.blogspot.com/2006/11/eneatipo-7-la-gula-el-encantador.html&ved=2ahUKEwiH0L-MhuSDAxV9XaQEHTRLDiMQFnoECAwQAQ&usg=AOvVaw1q7JofSTxZZEYzMgy1dWZc

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso de que ninguno mejor que otro no lo veo así

      Somos distintos, pero creo que hay calidades distintas y muchas enfermas.
      Hay mucho que hablar de esto.

      Eliminar

    2. Hoy también entrada muy interesante. Aquí va el enlace al libro Homo Ludens, de Johan Huizinga, que realmente merece la pena. Huizinga considera el juego una actividad humana tan importante como el estudio y el trabajo (no me parece que hable de orden, si de alegria)
      https://eva.isef.udelar.edu.uy/pluginfile.php/2157/mod_resource/content/3/Huizinga%20-%20Homo%20Ludens%20%281%29.pdf

      Ahora no logro buscar unas citas de Huizinga que vendrían muy bien al tema de hoy. Por cierto: acabo de aterrizar en Roma, por mi trabajo. Esta tarde intentaré pasar por Vía di Villa Sacchetti, A ver si tengo la suerte de cruzarme con Isa Romana. Lamento no tener el talento artístico de Suso para rondarla

      Eliminar
    3. Le diga usted a Isa que aquí se la respeta mucho y se la quiere.. Si se hace una afoto dígale que ponga esa sonrisa pícara, la que le sale un garbancito en el entrecejo

      Eliminar
    4. No creo que esos señores le dijesen a Suso que dejase de jugar en el sentido de Huizinga (no he leído su libro, pero Gadamer le dedica un capítulo en Verdad y Método).
      Tampoco creo que esos señores sepan que exista Huizinga, que el listón está alto.
      Ahora bien, sí se me ha ocurrido que el Opus Dei es un juego en ese sentido, una "representación para", con sus reglas y su público.
      El jugador sabe que el Opus Dei no es más que un juego, su estructura ordenada le libra de toda iniciativa y responsabilidad ("el que obedece no se equivoca nunca", "os prometo el cielo", decía el Fundador).
      Y es precisamente esa iniciativa y responsabilidad lo que nos hace personas, y eso no es posible en el Betis.

      Eliminar
  3. No sé quién es el que dio en la 🎯 ("deja de jugar"), ni quién es el cura listo con 😎 que fuma en pipa... pero te dejas el que te dijo aquello de que estabas sobrevalorado...

    ResponderEliminar
  4. Creo que aquí todos hemos padecido la patética pastoral y dirección espiritual del Betis, especialmente en lo que concierne a la vocación.
    La Obra tiene una visión pasiva y quietista de la vocación: has sido llamado y solo puedes decir que sí, en caso contrario nunca serás feliz y todas las desgracias posibles caerán sobre ti (si eres adolescente escribes la famosa carta rápido). Torelló me enseñó que la vocación es una elección personal que lleva acarreada la responsabilidad personal. El único precepto que obliga es amar, eres tú quien elige tu estado en el mundo. No es algo pasivo (eres llamado) sino que eres tú quien decide ser benedictino, numerario o lo que quieras. Dios no te creó para que fueses numerario, sino para que amases libremente y lo concretes como quieras.
    Todo esto de que si no te haces numerario nunca serás feliz, si dejas la obra nunca serás feliz, es falso. Son coacciones que no pueden venir de Dios. Es barrer para casa, intereses espurios.
    Después de pitar, olvídate de la dirección espiritual, no existe, no puede existir porque no hay vida espiritual. Entras en la casa cuartel, en la que manda el sargento de caballería que desayuna carajillos pegando broncas a diestro y siniestro, donde convives con otras personas en tu misma situación, en un ambiente espritualmente degradado.
    Pienso que todavía pueden poner en orden su casa, aunque suponga reconocer malas prácticas. Por lo menos deberían decidir dónde se ubican en la Iglesia y actuar en consecuencia, porque si eres parte de la Iglesia pero nos sabes qué parte, tienes un problema.
    Creo que, como adolescentes sometidos a un tercer grado para que pitásemos, estamos exentos de responsabilidad en buena parte. Ejerciste la libertad cuando te dieron a elegir entre Chile y Argentina y decidiste irte, una opción que no te ofrecieron.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ciertamente: pitar no era una opció, era “la opción”.

      Eliminar
    2. Decir las cosas así las desvirtúa. Torello por lo que se ha dicho era un gran director espiritual y había otros que te permitían tocar a Dios y te situaban en medio de una apasionante aventura espiritual. Pitar era la única opción si querías "darle la vuelta al mundo como un calcetín", si querías ser "santo en medio del mundo", si querías protagonizar una "revolución espiritual". Los motivos eran nobles en lo humano y en lo espiritual. Una aventura a lo divino de Emilio Salgari o Julio Verne o Karl May o P. C. Wren. Otra cosa es la edad pero sólo a esa edad se viven esas aventuras. Luego llega la experiencia y eso es otra cosa, pero con luces y sombras. Siempre he opuesto a Santi Eguidazu (muerto en Kenia) con Nacho Font: la luz y la penumbra; lo que yo creía que era el Opus Dei con lo que viví parcialmente en el Opus Dei avanzando en la institución de manera incontenible. Y me quedé en eso, en que avanzaba sin contención. Parece que en la actualidad todo es noche en la Obra. Lo ignoro. Tuve la fortuna de conocer luces.

      Eliminar
    3. Si estás tres o cuatro años es una aventura, como tú dices, del tipo Salgari que no deja huella. Si estás media vida consciente hace mucho daño; si has tocado fondo y has pecado y te has sentido y te han hecho sentir una mierda, nada tiene que ver con Julio Verne.
      Los motivos no podían ser nobles, pues no había discernimiento vocacional sino imposición.
      El discernimiento vocacional no lo hacía el sujeto, era el Opus Dei quien te daba la única opción. La alternativa era la del hijo rico, que se fue triste (el "ave triste" por "abiit tristis", predicaba el Fundador).
      Hay un documental en Movistar titulado Libres (el título ya dice mucho). Entrevistan a religiosos que explican su discernimiento vocacional. Es muy diferente a lo que se vive en el Betis, donde utilizan todos los medios para convencer a un adolescente indefenso de que tiene vocación.
      Este paso a la visión pasiva y quietista de la vocación tiene un origen histórico. En los siglos XVII y XVIII se ordenaban muchos sacerdotes sin vocación, solo tenían interés en el sueldo y las prebendas. El peso de la decisión pasó del sujeto a la Iglesia, que filtraba y decidía quién tenía realmente vocación. La continuidad en el Opus Dei es que es la obra quien decide y se le impone al sujeto, sin ser fruto de una decisión libre y reflexionada.

      Eliminar
    4. Sanyi siempre me gusta leer tus comentarios. Esta vez no estoy totalmente de acuerdo contigo. Es cierto que en la Opus ha habido bastantes burócratas del amor que, como dijiste ya hace unos días, “infieren de una chorrada grandes conclusiones trascendentales” y que sin que el sujeto haga discernimiento vocacional, te daban la única opción, la de pitar....
      Estos señores hicieron pitar a saco gente que nunca tendría que haber pitado. En mi experiencia, entre estos burócratas, hubo bastantes directores que solo funcionaron como directores, encerrados toda su vida en la torre de marfil, auto perpetuándose, sin tener ni p. idea de que va el mundo real, donde te mueves con hombres, mujeres, cristianos, cultores de Zoroastro y ateos; donde el sentido común más vale que los criterios y el buen espíritu. Esta gente, en mi opinión, ha sido el drama del Betis.

      Es también cierto que ha habido gente de gran cabeza y corazón -no necesariamente buena pinta- que nada de burócratas, sino tíos ejemplares, unos óptimos profesionales y gente que con su corazón y su manera de ser ha movido a muchos a amar al Señor y a entregarse. Y gente, especialmente entre los mayores, super fieles, que bien supieron distinguir entre criterios/obediencia y la superstición de tragarse cualquiera chorrada que el burócrata de turno dijera. Cuando yo pité - a los catorce y medio- el de san Miguel me dijo “Guiri, ahora que tú has escrito la carta, ya no existen criterios de selección”. Puede que sí, puede que no. Ahora tampoco sé que es exactamente la vocación a la Obra y si efectivamente tuve esta vocación. Pero de verdad, poco me importa. Lo que sí sé, es que estoy muy agradecido por los bastantes lustros que jugué en el Betis: por la formación que recibí, por la oportunidad que tuve de conocer a Nuestro Señor y también por unos palos que recibí (no por todos). Obviamente, y aplicando una simple lógica utilitarista, resulta que para mí hubo más motivos para salir que para quedarme: no ultimo las contradicciones de la prela, el temor de enloquecer/amargarme como vi enloquecer/amargarse a unos cuantos en mi alrededor. Mi salida no fue simple: no me echaron. Al contrario, hicieron de todo para que me quedara. Sufrí, como de una u otra forma todos sufrimos al salir; inicialmente nadie me buscò y yo tampoco busqué a nadie, pues conocía muy bien las reglas del juego. A pesar de estas (y muchas más) negatividades, me queda grabada la entrega de unos mayores, gente de gran categoría, con fe, huevos y cariño. Agradezco haber vivido junto a ellos. ¡Joder! Es imposible hacer una valoración serena del Betis, con sus facetas maravillosas y sus contradicciones y aspectos dañinos. Como en las pinturas de Caravaggio y del siglo de oro holandés, hay muchas luces y muchas sombras.

      Por cierto, hoy en Roma la cagué: estuve en otra parte de Roma y nada de Bruno Buozzi, Villa Sacchetti, Piazza Ungheria y Isa Romana.

      Eliminar
    5. Buen comentario

      Eliminar
  5. Hoy día, conseguir que alguien llegue a pitar debe ser más difícil.
    Si haces apostolado por la calle, intentando hablar acerca de Pepe (San Josemaría), la gente puede reaccionar así;

    https://youtu.be/ho8PvRCX2RU?feature=shared

    ResponderEliminar
  6. “El Ogro Cariñoso”, Job Fernández. Una reconstrucción y un análisis del OD de una gran lucidez. Creo que solamente circula por ahí en pdf. En él habla de las vanas sacralizaciones y del “gran teatro del bien”. Al hilo de la entrada de hoy: https://www.opuslibros.org/PDF/Ogro_carinoso.pdf

    ResponderEliminar
  7. "Por sus frutos los conoceréis"... pues eso...

    ResponderEliminar
  8. Isa, esos comentarios del dueño de este bar relativos al garbancito y a tu sonrisa no son mas que estrategias de un maestro de la seducción para alimentar tu ego y que te tiemblen las piernas. Persevera Isa. No hagas caso a esos cantos de sirena. Por cierto, hace un capuccino en esa cafetería de la Piazza Hungeria?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A la cola. El primer cafecito es con Suso y el segundo es con Lalo.

      Eliminar
  9. Al hilo de los curiosos personajes que nos cruzamos cuando fuimos jugadores béticos, me vino a la cabeza alguien especial. Un sacerdote numerario al que todavía recuerdo y me encomiendo: Don César Vilallonga.
    Ex piloto de caza de combate del ejército español del que no se me ocurre otra razón por la que fuera a dar con sus huesos en la opus que no fuera por su inmenso corazón y humanidad.
    A pesar de sus constantes jaquecas e insoportables migrañas, te recibía con cara descompuesta y en pijama si hacía falta.
    Sirva este humilde recuerdo para rendirle un sentido homenaje.
    De esos ya no quedan….

    ResponderEliminar
  10. No me puedo creer que aún haya vocaciones para ser numerari@. Deben pitar 4 gatos y porque les pillan desprevenidos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Se alimentan de jóvenes supernumerarios, la mayoría hijos o nietos de también supers y/o exnumerarios. Por lo que quienes van a dirigir el futuro inmediato del cotarro son pocos, serán menos y la hipotética refundación debería tenerlo en cuenta.
      ¿Por cierto, alguien puede confirmar el cierre de Cavabianca?

      Eliminar
    2. Se cierra en febrero de 2025.

      Eliminar
    3. Pocos pitan porque les pillen desprevenidos... hoy se hace todo -veo- con cierto criterio de discernimiento vocacional. Por eso, apenas hay aspirantes o adscritos que no acaben despitando antes de la oblación para que puedan ser sn sin tener que esperar 15 años (vaya con el Javichu de los cojones).

      Es lo que se puede ir haciendo si quieres a la gente y no quieres joderles la vida, jugando con las disposiciones actuales hasta que cambien para adaptarse mejor a las nuevas circunstancias (la norma suele ir entre 10 y 30 años por detrás de la vida real).

      Lo que veo es que en un futuro no muy lejano los sn tendrán que asumir funciones antes solo reservadas a los n -y por un tiempo a algunos agd, hasta que el Javichu de los cojones vetó a éstos ultimos... (y todavía hay quien se pregunta por qué hay tan pocos agd... no había necesidad de denigrarlos y relegarlos en tantos casos como se hizo).

      De facto, ya está ocurriendo en muchos clubs, y no solo sn, sino padres de los encajados...

      Eliminar
  11. Creo que todos jugamos, pero unos más en serio que otros; hasta el punto de olvidar que están simplemente jugando

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gran comentario. Y de los juegos del fundador, los cientos de juguetes rotos

      Eliminar
  12. Yo creo que el OD es algo muy bonito, fascinante, y que por eso pitamos todos los que lo hicimos, incluido el fundatore, con el temblor y a la vez la euforia del que pisa tierra sagrada (no hablo de los "implete intrare" de 14,5, pillados, coaccionados... la abominación de la desolación, allá donde no debe estar).

    Y una vez dentro, nos dedicamos a echarlo a perder, incluido el fundatore (quien además lo sabía y lo decía sin recato).

    Pero pienso que esa hermosa luz divina para los hombres de nuestro tiempo permanecerá por los siglos, resurgirá con fuerzas renovadas y quizá una forma muy distinta de la actual, por mucha mierda que le hayamos echado encima.

    Y estoy convencido de que los ex están jugando y jugarán un importante papel en la clarificación y renovación de muchas cosas.

    Dios escribe derecho con renglones torcidos.

    ResponderEliminar