jueves, 25 de enero de 2024

DONDE NO HAY MATA, NO HAY PATATA.

Atención, voy a escribiros  la gran frase que ha guiado  mi vida. Las frase es: “donde no hay mata, no hay patata”. 


Os imagino mirando la pantalla del ordenador, o del móvil , como diciendo: “¿Y para eso te leo?”.  Me voy a explicar. ¿Qué quiero decir con esta frase? Pues que, efectivamente, tú no puedes cambiar los hechos, solamente puedes cambiar la manera de interpretar esos hechos. Si no hay mata no hay patata. O dicho de otra manera: cuando hay lo que hay, hay lo que hay.


Por ejemplo, cuando a Manuela le diagnosticaron ELA nos quedamos muy jodidos. Ella se había hecho muchas pruebas semanas antes sin decirme nada. Yo la iba a buscar al Hospital y no  siempre sabía que venía de testar aquí y allá para saber qué sucedía. Hasta que una mañana salió derrotada.  Nos abrazamos en el parking del Río Hortega , llorando. "Es lo peor que puede suceder " dijo.


ELA .  Y tú dices: “¿Puedes cambiar que Manuela tenga esa enfermedad ?” Pues no, es lo que hay. Y punto. Y no podrá hablar, no podrá  andar.  Y sabíamos que ella morirá antes que yo, que todo lo que ella amaba con tanta pasión. Lo cual es terrible dicho así, pero es que es lo que había, tampoco íbamos a poder cambiarlo. 


Como mucho yo podía pedirle perdón tantas veces como pudiera. A veces me roía allá dentro el gusano de la duda de si aquella infidelidad que me perdonó  desarrolló la enfermedad. No sé. Te comes mucho el coco en situaciones así.


Entonces, en vez de obsesionarnos y pensar en el futuro o en el pasado: “¿Qué hubiera pasado si…?”, pues simplemente nos dedicamos a disfrutar de lo que hay. Y punto. ¡ A quererse! Y creo que eso es una actitud muy importante. A vivir esto lo mejor que sepamos hasta el final.


Por cierto, su final fue maravilloso.


Me gusta contar la historia de un señor que está rezando en el Muro de las Lamentaciones, un judío. Llega una periodista y le dice: “¿Qué hace usted aquí, buen hombre?”. “Yo rezo por la paz en el mundo, que los políticos dejen de engañarnos”. “¿Cuánto tiempo lleva usted así?”. Dice: “30 años”. “¿Todos los días?”. “Todos los días”. “Y después de 30 años, ¿usted cómo se siente?”. “Como el que le está hablando a una pared”.


Entonces, intentar…en fin,  de verdad amig@ que me lees, , intentar cambiar los hechos es como intentar hablarle a una pared. 







12 comentarios:

  1. Ricardo de la Rosa25 de enero de 2024, 8:53

    Hay elementos de la vida que, como bien dices, son lo que son y como son y aunque queramos, no podremos cambiarlos.

    Pero todo eso que pasa y todo lo que vivimos (y a menudo, sufrimos) nos deja dos cosas: una buena, que será la sensación del "ya pasó", de lo que en la tele a veces llaman "prueba superada", porque ese mal momento o esa vivencia desgarradora, se fue. Y la segunda cosa que nos deja ese momento de nuestra historia es algún tipo de enseñanza, que aunque no queramos verla, ahí se nos ha dejado y será parte de la sabiduría vital que todo el mundo tiene.

    Estamos aquí para caminar y no dejar de andar. Pararse es poco menos que suicidarse y esconderse debajo de la cama: algo bastante inútil. Hay que vivir con lo que se tenga y con lo que uno sepa, no podemos quedarnos quietos frente al muro y simplemente lamentarnos. Y hay que convivir con esa mochila que no tiene que pesar, porque un recuerdo pesa tanto como un archivo informático que dudo que siquiera pueda pesar un microgramo (no me refiero a la capacidad de almacenamiento, claro).

    A nuestra generación se le enseñó que la vida no es de color de rosa y que por ello, hay que estar preparado para cuando es de color negro y también saber convivir con ello. Miedo me da (y pena también, no lo niego) lo que se van a econtrar (y ya se encuentran) los jóvenes, a los que no se les ha negado nada, a los que si se les ha negado algo, ellos lo cogen y se lo llevan sin preguntar y a los que ante cualquier frustración, necesitan decenas de sesiones de psicólogo.

    Como bien dices, vivamos lo mejor que sepamos, podamos y nos dejen hasta el final. No es poca cosa, la verdad.

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    1. Dejé de hacer canciones durante años porque me sentía lejos de todo y de todos.
      Pero no puede ser que deje de cantar porque me duela mucho el corazón .
      Tiger Woods dejó de jugar a golf cuando le comenzó a doler la espalda de una manera brutal.
      Al poco regresó a jugar para sorpresa de todos.
      Le preguntaron si habían desaparecido los dolores;:
      - Ni se han ido , ni espero que se vayan,

      De eso va la entrada.

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    2. Ricardo de la Rosa25 de enero de 2024, 9:13

      Lo sé y así lo había entendido. Pero por eso me lamento y me horroriza pensar lo que para las generaciones jóvenes será su vida, porque convivir con "lo que hay" es algo que cuesta entender, pero que se entiende mejor cuando se tienen armas y bagaje para hacerlo. Pero cuando no se tiene nada más que creerse merecedor de todo lo mejor, porque sí, la castaña que se pegarán será antológica.

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    3. Escribía Hemingway que: “pensé que todas las generaciones se pierden por algo y siempre se han perdido y siempre se perderán”. Algo de eso hay, unas generaciones están mejor preparadas para unas cosas, pero al final cuando el gallito sale del corral, se le terminan comiendo, o termina regresando a un corral que ya no es el suyo, y ansiando volver a esa casa que ya solo existe en su imaginación, y a la que solo regresará cuando haya pasado todo lo que le tiene que pasar.
      Es cierto que esta generación no esta preparada para la frustración, pero lo mismo decían de la de los años veinte del pasado siglo, y fueron esos mismos muchachos, los que se mataron como jabatos en uno y otro bando tanto en la guerra civil española como en la guerra mundial, y a los que luego les tocó apretar los dientes, y tirar para adelante. Tal vez esta generación de nihilistas, pequeños tiranos y reyezuelos de la nada, den la sorpresa, al fin y al cabo están hechos de nuestra misma madera, y cuando hay hambre, no es necesario que nadie te enseñe a robar gallinas.

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    4. Muy bueno lo de las gallinas.

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  2. “La novela siempre gana por puntos, mientras que el cuento debe ganar por nocaut” (Cortázar). Buena entrada.
    La conciencia es la pesada mochila del homo sapiens. Sentimos con frecuencia angustia y culpa sin fundamentos racionales; como si el pecado fuese una desobediencia a un tabú y acarrea grandes males, una concepción mágica del pecado. La moral no es magia, el famoso rejalgar.
    La vida cristiana es unión con Dios; la religión, los preceptos y los dogmas pasan a un segundo plano. "Quien me ama guardará mis mandamientos", "Ama et fac quod vis". Primero la unión con Dios.
    El pecado se ha convertido en una mera transgresión de preceptos mal entendidos, fariseísmo.
    Por eso se da más importancia a los pecados de la carne que a los pecados contra la justicia social (contra los trabajadores, el hambre en el mundo, las guerras financiadas por empresas que se forran vendiendo armas...), los pecados contra los adolescentes engañados en el Betis, los pecados por la falta de dirección espiritual en el Betis... Lo único que importa es que no te la machaques, los pecados relacionados con el sexo tienen tal carga emocional que oscurecen todo (es lo que se llama una neurosis).
    Legalismo que enmascara el sentido auténtico de la vida cristiana.
    La Ley es importante, muy importante, pero va detrás de la unión con Dios. Por eso es importante la dirección espiritual, también junto con la Ley en segundo plano.
    "Ya a nadie le importan los hechos. Son meros puntos de partida para la invención y el razonamiento" (Jorge Luis Borges “Utopía de un hombre que está cansado”, en El Libro de Arena).
    Yo, un hombre que está cansado, intento ver mi vida como un todo, no como actos sueltos con inevitables consecuencias derrotistas, tremendistas y decadentistas que determinarán mi futuro. El que no haya pecado que tire la primera piedra.

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  3. Buen comentario.

    Del pecado todo se ha resumido en " bien y mal" . En realidad hay muchas formas de verlo: limpio y sucio:: orden y desorden; alegre y triste: hermoso y feo...

    Muchas cosas que hacemos están mal por feas.Nada que ver con el sexo.

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  4. Se ha ido creando una cultura del "mirarse el ombligo", exagerada, influida por tantos libros de autoayuda -aunque muchos puedan tener consejos útiles.
    Muchos jóvenes de ahora, ante cualquier molestia, por microscópica que sea, ya se lanzan a a autocompasión y a "analizar" su "dolor".
    Por ejemplo, si a uno le dicen:"Vaya, has vuelto a llegar tarde"...ya la hemos liado.

    Luego te encuentras al joven que llegó tarde, en un bar, compungido, contándole a alguien sus sufrimientos:
    "Te cuento lo que sentí cuando me dijeron que llego tarde; primero sentí un ardor en el estómago, luego sentí ganas de llorar, y finalmente me sentí despreciado agredido y pisoteado. Necesitaré meses de terapia para superar esto".

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    1. El dinero público no es de nadie, los hijos no son de los padres, puedes pasar curso con dos asignaturas en la ESO, te pueden explicar el sexo oral en infantil, pero censuran los móviles de los chicos, ¿un canónigo de 80 tacos se cepilla jovencitos y nadie sabía nada en el obispado de Valencia? Hay mujeres con polla y terrorismo blandito.

      A mí no me tienen que explicar nada más. Vivimos en una mierda muy mierda.

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  5. Suso, eres -has sido- el hombre más afortunado del mundo, algo debes tener que Dios se luce contigo. Lo digo por Manuela... por lo que cuentas, Manuela no era simplemente una mujer excepcional, era ÚNICA. Me encomiendo a ella.

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    1. No sé si es usted totalmente consciente de lo que ha escrito. Única . No hay día que no la recuerde.

      La mejor prueba de que ella está cerca se llama María José. Sólo Manuela podría haber ideado ese encuentro que, se lo aseguro, fue de todo menos casual. Sólo puede venir de alguien que supiera mucho de Susología.

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