Subo la noticia que daba el Mundo ayer. Acojona pensar que estos tíos del Gobierno - de éste Gobierno- tan progresista y tan tolerante , de llevar y de apoyar rollo pulsera en el tobillo y anillo en el dedo gordo del pie. Y los talones del moro pidiendo radial del Leroy Merlín. Y tan del orgullo, y el tanga saltando en una carroza, con anillas en los pezones, embadurnados en aceite de freidora y restregando el calabacín contra todo lo que se mueve como una colonia babuinos en celo. Y ahora se dan cuenta de que los críos se ponen ciegos a ver porno, y que su iniciación sexual se nutre de eso.
Y se han acojonado. No cuentan por qué, aunque no cuesta imaginar que se están dando cuenta de las consecuencias: nos estamos yendo por el desagüe a la sentina. ¡ Quién nos iba a decir que íbamos a regresar a la censura franquista!
Schopenhauer dice que a Dante le bastó basarse en nuestra vida cotidiana para escribir su Infierno. Para escribir el Paraíso, en cambio, se obligó a inventar, porque en la tierra no existe nada parecido. Schopenhauer agrega: “El sufrimiento del mundo supera al infierno de Dante”.
De eso va este asunto: del infierno del mundo.
Es el porno - en los niños y en los mayores- como el hígado exagerado del ganso: al obligar a una de sus facultades a la aberración de extenderse hasta ocupar toda su cabeza, se genera un monstruo.
Por supuesto que los niños, los menores de edad, no deben encontrarse en su teléfono móvil imágenes que no entienden y les pueden quebrar esa inocencia que debería ser sagrada. Pero antes habría que preguntarse: ¿por qué tienen un móvil?
Un día me aventuré a leer Mujeres, de Bukovski. Enseguida descubrí por qué no me gustaba. El problema de Bukowski es que se le escapan las mujeres, no consigue retratar ni media personalidad de una sola. Es un pornógrafo. Como solo siente deseo físico por ellas, el libro es una serie de encuentros con mujeres que siempre son la misma mujer y siempre se las folla de igual manera. Y uno se pregunta leyendo semejante engendro, si Bukowski releía las páginas anteriores mientras escribía, pues parece la escritura de un cerdo borracho.
Estamos creando una sociedad de Bukowskis en serie. Gente rara, acomplejada, sucia.
En fin, ya que estamos, " vendo puntos de verificación porno y carnet digital sin usar". ¡ Ten más puntos en tu "pajaporte" del gobierno!
Por cierto, ayer estuve con la neumóloga. Sigo estable, enfermo, pero sin cambios. Me vuelve a citar en enero. Es una buena noticia.