LGTBI+

Hace unos días vi una noticia . Era sobre la semana del Orgullo. Un desfile de tías y tíos en pelotas  paseando por un paseo de Madrid. Reivindicaban su rollo. Llevaban pancartas y carteles con consignas LGTBI +. 

El desfile de seres - algunos ancianos con los testículos arrugados  y colgando pellejo, con el ciruelo flácido como un jalapeño  caducado. Unas piernecitas lechosas y depiladas.  También desfilaban mujeres hipermásticas con ubres varadas al ombligo, como olas perezosas a punto de extenuarse. Algunas miraban desafiantes y sectarias, un mirar manso y  lelo , como de vacas parturientas. Los mollares eran celulíticos y como bañados en tipex

La obscenidad no era tal, o a mi no me lo pareció, resultaba ridículo. Los cartelitos predicaban una libertad que apestaba a chiringuito y " qué hay de lo mío". 

No entiendo todo ese rollo de los derechos de ese colectivo que se dice LGTBI +. 

En mi  vida he conocido homosexuales de toda condición ( tralaralas, mariquitas, y variantes) , travestis, lesbianas, trans. Una noche de lluvia , mientras echaba un cigarro en la entrada de un bareto en    Ainsa - un pueblo de Huesca- un hombre del rural de la zona, que me acompañó a fumar, me explicó su experiencia sexual con ovejas.  Alguna vez, se sinceró, había montado  alguna. Le pregunté que cómo se hacía eso:

-  La coges por detrás.  Hay que  hacerlo con las katiuskas puestas, las botas, para introducir las patas de la oveja dentro para que no te cocee cuando la cubres, si no, te puede dar una buena...

Lo miré sorprendido y vi que hablaba en serio. Iba con una borrachera muy principal. Desde aquella noche , cada vez que veo un hombre con katiuskas, en Galicia se ven muchos,  no puedo dejar de asociar la anécdota y pensar lo peor.

He conocido gente con perversiones sexuales extrañísimas. No diré más, porque eso de la  "sinceridad salvaje " da para mucho.  Incluso he tratado con gente que ha vivido el celibato apostólico y que no ha probado ni mujer ni varón, ni chavalín. De alguno puedo afirmar que no ha roto la gracia bautismal.

Un urólogo de Tarragona me dijo un día  " no sabes la cantidad de cosas que se mete la gente por el culo y vienen gritando a Urgencias". 

También conocí un hombre muy buena gente que su mujer se fue con el párroco donde él y su señora colaboraban muy activamente. El hombre perdió la fe. No pisaba una iglesia ni en pintura. Yo le decía que era como si ella se hubiese ido con un taxista y hubiese decidido no subir a un taxi nunca más.

En fin, lo que quiero decir es que uno ha visto de todo. Yo mismo he visto cosas en mi muy raras-  me refiero a sexo.    El sexo , que  produce placer y desolación, neurosis y felicidad, atracción y repulsa, violencia y ternura, amor y perversión. 

Ese instinto básico rompe todas las barreras del honor y del prestigio social; asoma por debajo de los ornamentos sagrados, de las togas de los jueces, de los uniformes más entorchados. No se salva nadie.

El albañal del sexo lo comparten papas y cardenales, artistas consagrados de Hollywood y académicos del Premio Nobel con las manadas de los lobos violadores. 

A cualquier personaje lo puede convertir en un salvaje o sumirlo en el ridículo. El sexo hace débiles a los poderosos, puesto que los deja desguarnecidos a merced de espías, conspiradores y chantajistas.

Pero lo que nunca he visto es a tíos LGTBI +. No existe eso. Es un cuento. Es una patraña. Es un chiringuito, una histeria colectiva y victimista. política e ideología. A mi nadie se me ha presentado diciendo, "  hola, soy LGTBI  plus".

Qué estafa. Qué mierda.