ESPERANDO A ALGUIEN DE VERDAD.

Las últimas elecciones, al menos a mi, me han dejado un poso de desencanto. Voté por primera vez y aquello fue un recuerdo agrio y avinagrado , algo así como descorchar una buena botella de vino que has guardado para una celebración y resulta que el vino está picado y chungo.

Donde las dan las toman: eso  mismo les sucedió a esas personas emocionadas con la  declaración de la República catalana que no fue. Se te queda cara de gilipollas.

En fin, allá ellos, los políticos. No volverá a pasar. No vuelvo a votar. 

Estamos en unos tiempos convulsos, oscuros, muy extraños. El papa , la iglesia es una ONG con Agenda y curas y  monjas que quieren ser muchas cosas , menos curas y monjas.  En fin.

Vivimos en el escándalo sin escandalizarnos. Todo nos da pol culo. No hay mérito para nada, hay chiringuito y subvención, ideología. Y parece que la política es alternancia en el poder " un  día te toca a ti y otro a  mi". Pensiones millonarias, protección endogámica entre partidos. Pero, que nadie se engañe, la política, y la iglesia, y la vida, contiene los mismos comportamientos oscuros y la misma cantidad de incompetentes que cualquier otra prolongación de la condición humana. 

Como la propia sociedad , de la cual la clase política , y la religiosa, y lo que los gilipollas llaman " las élites" , es una emanación, un espejo.  

Los políticos, los obispos, los tíos que mandan , no son extraterrestres , más  malvados, o más tontos, o más lo que sea , que se infiltraron entre nosotros. ¡ Qué va. Yo he conocido a unos cuántos de esos líderes de la política, de la banca, de los Medios, y son la misma mierda que tú y yo. 

Regurgitarlos sin más sólo es una vieja terapia de traslado de culpa, una forma de descargar . Como esas viñetas de Forges donde un tío de la calle como tú y como yo, introducía una moneda en una ranura y podía desahogarse insultando o pateando a un muñeco que representaba a un ministro, a un  monseñor, a un jefe, o a una institución. 

Yo he de reconocer que abuso de la maquinita. Y a veces pienso si el Barullo no será un exceso de maquinita de Forges, más económica. Hay otras páginas web, muchas, que sólo son eso. No quiero señalar. 

Si convertimos la política, la religión, o algunos trabajos, en oficios de mierda, en algo así como esa frase de  " no le digas a mi madre que soy político, o que soy banquero, o que soy director de Antena 3, u obispo, ella piensa que soy palanganero en un  burdel de Aranda de Duero"...si eso sucede, las grandes cabezas, los buenos, los honrados con verdadera vocación de servicio público, que aún quedan por  ahí, y de las que depende el provenir , no querrán correr esa carrera.  

Hoy hay una España que madruga, y aprieta los dientes, que ya se ha petroleado los bajos, se ha dado el golpetazo de desodorante en las axilas , y va camino del trabajo arrastrando el alma con un  café bebido. Esos esperan alguien de verdad.

Los otros , la parásita de paguita y chándal se acaba de dar la vuelta en su cama.