De las mujeres uno ha aprendido mucho.
Soy un hombre que mi madre llamó Adán desde casi casi haber nacido. Y yo daba por hecho que era , eso, un Adán. No me afectaba mi autoestima. ¿Por qué? : pues porque lo era. Tengo tres hermanas. A las mujeres, nada más nacer, cuando les hacían los agujeros de los pendientes , les inoculaban de el chip de " preocuparse por todo". El chip de "cuéntame que es lo que te pasa. Y también el chip de " yo tengo algo de bruja".
Mis hermanas eran de esas.
Y a uno le educaron en la ceguera absoluta . Si resumo mi vida , al menos hasta los cuarenta años, he sido un tío que me pusieron un chip de no enterarme de nada de lo que sucedía a mi alrededor. Salvo de mi pene. Porque esa cosa me ha dado mucha guerra.
Cuando tuve líos, afectivos , pero nada serios, alucinaba con ellas. Estaban en el detalle. Sabían mis gustos, la fecha de mi cumpleaños, el nombre de mi madre, me invitaban a comer cosas que me gustaban , sus regalos tenían siempre una razón, un algo personalizado...y yo, nada. A mi bola. A follar.
- ¿ Cuál es el color que más me gusta?- me preguntaba una.
- Color, color...ni idea, ¿ el verde?
- Pero si te lo he dicho mil veces.
Después me enamoré. Y la cosa cambió, porque cuando convives aprendes a base de bien. Porque ella sabía hasta qué calzoncillo me picaba, y hacía canalones porque me chiflaban. Y yo, que mira que me gustan las tetas, no sabía la talla del sujetador que tenía. Pero fui aprendiendo.
Y si alguien me aconsejaba que le regalase un perfume - porque a mi no se me ocurría- le compraba un " Dama del Tufo", y me decía:
- ¿Pero tú me has visto alguna vez usar perfume, ganso?
Ella me recordaba que le comprase unan blusa a mi madre por su cumpleaños ( que yo no recordaba la fecha, por cierto), y no un cenicero.
Pero fui aprendiendo. Tenía una ventaja. Al dejar mis deberes de compromiso de celibato apostólico, me quedé sin amigos. Y eso facilitó las cosas. Normalmente, los tíos pasan de las amigas de su mujer , y quedan entre ellos a hacer cosas de la tribu de hombres. A veces ellas les engañan y les dicen de ir al cine a ver "Orgullo y prejuicio", y los tíos creen que es " Orgasmo y prepucio" y van, y luego la cosa resulta ser un coñazo.
Pero yo no. Compartía amigas. Y allí aprendí mucho. Hablan de sus cosas, y uno pone la antena. Recuerdo una, se llamaba Henar, que decía " a mi Juan les gustan películas donde exploten cosas, o que se siente un tío en el wáter y salte por los aires. Cuánto más se rompa , más peliculón".
- El mío sólo me acompañaría a ver "Mujercitas" si salen cuatro hermanas luchando en el barro.
Y yo ponía cara de rarito escandalizado. ¡ Con lo que me gusta ver tías luchando en el barro!
Pero aprendí mucho de ellas.
Ahora estoy yendo a revisión médica cada cuatro meses por el asunto de la fibrosis pulmonar que, por cierto, ahí sigue, pero latente. No se manifiesta. Y sólo habla mi señora: que si me repite el chorizo, que si ronco , que tengo la voz así, que si respiro asá...si Maradona hubiese tenido una mujer como la mía ahora estaría vivo:
- No te chutes droga y deja el canutillo ya, Armando, y come fruta, que te estás poniendo cebón, tripón.
Tengo un conocido en el gimnasio que me comentó:
- De mi mujer me enamoró el culo. ¡ Qué culo tenía! Y , ahora, me lo pone delante y me parece que ha saltado el airbag del camión.
Este , hace unos días me dijo en el vestuario, mientras se secaba los dallonsus :
- ¿ Te has fijado que cada vez hay más maricas? Yo creo que hay algo allí que nos estamos perdiendo, macho.
Y uno que estaba escuchando , ya de recogida, dijo:
- El que ha probado gallo , ya no quiere gallina.
mezclar las cosas del comer con las cosas del joder puede tener consecuencias muy extrañas es como aquello de estar dormido o estar durmiendo.,parece lo mismo pero si usamos el verbo joder las cosas cambian de una manera dramatica. hay que ir con pies de plomo
ResponderEliminarCierto
ResponderEliminarCocorococó
ResponderEliminarSiempre pensé, seguro que lo leí, que las cosas del comer no te importaban nada, era solo cuestión de llenar el buche, lo que fuera o fuese para meter entre pecho y espalda. Lo del joder sí lo tenía claro.
ResponderEliminarY es verdad. No tengo gusto y necesito sentir comidas fuertes. Durante años sólo echaba comida por el agujero de la cara.
ResponderEliminarTambién es verdad que al dejar de fumar algo mejoré
Pues lo que te has perdido! De lo uno y lo otro…
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