EN LA PRIMERA PAPELERA QUE ENCONTRÓ.

A veces hay que esperar a las rebajas para alcanzar el oscuro objeto de nuestros deseos.

No sólo prendas, o muebles, o automóviles...también hay personas rebajadas.

En esos momentos , con tu posición, no puedes alcanzar ese estatus.

Y llega el día. Te lo puedes permitir.  Te hablan en ese idioma tan persuasivo que solamente dominan los objetos que deseamos. 

Y resulta que no hay la pieza que deseas exactamente. Esa que a ti te gustaba.  “Lo lamento, es imposible, en su número sólo hay de color mierda”. No…no las quería de color mierda. Y sales de la tienda sin zapatos,  y sin sonrisa.

Una vez en casa, te sientas en el sofá y piensas  que, a veces, las rebajas no merecen la pena. Que, aunque sea más fácil conseguir lo que queremos, en muchas ocasiones ya no está en el color que nos gusta o en nuestra talla. Y…una de dos: o nos conformamos con lo que queda aunque no sea lo que deseamos o nos vamos sin nada. 

Y que lo mismo ocurre con las personas importantes: o apostamos y vamos a por todas cuando lo sentimos o,  si esperamos a una ocasión más fácil, nos arriesgamos a tener que conformarnos con menos o, incluso, quedarnos sin nada.

En fin, hace tiempo una persona espero por mi un tiempo, después  se quedó conmigo, y cuando abrió la bolsa y vio lo que había dentro dijo " ¡ vaya mierda!".

Y me tiró en la primera papelera que encontró.