domingo, 13 de agosto de 2023

EL PALIMPSESTO.

Un  palimpsesto es un  manuscrito en el que se ha borrado, mediante raspado u otro procedimiento, el texto primitivo para volver a escribir un nuevo texto.


Muchas vidas son así. Sobre los renglones aún tibios de la tinta del dolor de ayer , que afloran en el recuerdo  aún sin olvidar de los dramas que sucedieron , aparecen otros nuevos. Es un bucle cruel del destino para muchos eso del dolor. No para mi. Creo que no he sido alguien que haya sufrido , en el sentido de haber padecido una vida doliente. Como todos, he tenido mis intermitencias,  mis valles, mis pantanos, mis desiertos, mis huertas, mis  días de azules, los de piedra y los de diamante.


Pero no puedo decir que haya tenido, al menos hasta hoy,  una vida  dura. He sido feliz. Y he vivido con personas que, incluso al enfrentarse al momento final, supieron despedirse  con elegancia. 


Rezo para poder partir  así en mi último viaje. 


Durante un tiempo , después de la muerte de Manuela, llamaba  a su móvil. Durante unos días aún estaba operativo, ignoro la razón. Me hacía a la idea de que contestaría. También  le enviaba watsaps , que no eran atendidos. Era como eso que cuentan los equipos de rescate en los accidentes, que escuchaban innumerables timbrazos de móviles entre los amasijos de los restos, y que nadie contestaba.


Deje de hacerlo. Y no porque nadie atendiera. Sencillamente , ya no sonaba. 


Hay personas que viven en el dolor. Y no podemos ser como Stalin que decía que las muertes dejan de importar cuando se disuelven en la estadística.  Lo mismo con el sufrimiento ajeno. Nos tiene que importar. Por mucha y densa que sea la niebla de ese pesar, ese desconsuelo, no podemos acostumbrarnos. 


Ayer fui al Tanatorio a despedir a la madree de un conocido. Me llamó la atención un empleado de la funeraria que mantenía abierto sobre el mostrador el Marca. Así alimentaba los ratos de tedio profesional , mientras la gente que se muere pasaba delante de sus narices. Estaba en la entrada del Hades, justo en el puerto donde Caronte , después de pasar la laguna Estigia , deposita  sus cadáveres.


 Y el tío tan pancho.




28 comentarios:

  1. Porque morimos con la misma naturalidad que muere una mariposa o una flor.

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  2. Es verdad, pero una mariposa, o la flor, no se despiden.

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  3. Hace varias décadas que me marché del Opus Dei como gato por los tejados. Desde entonces me ha acompañado un recuerdo. Tras tres o cuatro años fuera de la Obra, topé contigo en un bar mientras cumplías destierro (Vade Ilerdam¡). Acodado en la barra, hundías tus ojos en el vaso de cerveza. Volteaste y me invitaste a sentarme a tu lado. Me dirigiste unas palabras que me incomodaron. Guardé silencio. Luego, me comentaste un par de cosas de tu vida. No me dijiste que te ibas pero me dijiste que te ibas, faltó consignar fecha y año. Y en ese momento te levantaste y saliste haciendo a un lado la cortinilla que vedaba la puerta de entrada. Yo me pedí otras dos Estrellas. Casi a diario he recordado tus palabras que pudieron ser las que recuerdo o, quizás, otras si olvidé las primeras y las transformé en las que recuerdo casi a diario. Me han hecho bien, para empezar compañía en momentos de aislamiento lacerante e injustificado. Te estoy doblemente agradecido: por esas palabras incómodas, ofensivas como la herida de un navajazo que no cicatriza pero que por eso mismo sabes que estás herido; y por encontrarte en este blog por azar aunque no fuera azar. Durante años abandoné en la orilla de la playa de mi existencia la etapa en el Opus Dei. No tus palabras. Dejo constancia que esa etapa fue una buena etapa en mi vida. Fuiste la primera y la última persona de la Obra, cuando todavía estabas, a la que he visto en más de treinta años. Por lo demás, años de tabernas oscuras y sórdidas cantinas en que la tristeza y la soledad te servían insistentes copas. Alejamiento de la Iglesia a causa de una vergüenza intolerable. Tímida ilusión en forma de precario pecio al que me aferraba a pesar de la vehemente borrasca cuya turbulencia me arrastraba al fondo. Hasta aquí, resistencia pura porque sí, porque resistir es vivir de otra manera mientras las cosas se acomodan y también uno mismo para empezar a vivir. Carrera profesional. Aventura de un extraordinario matrimonio. Y un martes de cualquier semana de abril de hace unos años, durante la consagración de la eucaristía, la evidencia de que soy de Cristo y con Cristo me quedo. De inmediato, nueva decisión: renuncia al trabajo profesional. Ahora estoy en ese periodo de progresiva desnudez, en que la mirada se dirige obsesivamente a la infancia y adolescencia a la vez que me voy desembarazando de lo acumulado en este viaje imprevisible, intenso y alocado. Dios me mece y me dejo y le estoy profundamente agradecido porque su amor me perdona para que me perdone y perdone a otros. Nada más pero nada menos. No retomaré mi antiguo trabajo. Me gustaría trabajar de recepcionista o de jardinero o de camarero o asar hamburguesas en un hotel de cualquier pueblito de mar. Estoy dispuesto hasta hacer camas, barrer y fregar pero siempre en un hotel de cualquier pueblito de mar. Recuerdo ahora mis paseos nocturnos, ya en la madrugada, recorriendo la Rambla hasta el Balcón, frente a un Mediterráneo que rompía olas con violencia en el malecón. Allí extravié mi confianza y allí comencé a extraviarme, allí también empecé a reencontrarme. Tú llegaste después. Joder, siempre llegas después.

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    1. Buen comentario.

      Todo está bien, si acaba bien.

      Gracias

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    2. Qué bien escribe. Enhorabuena.

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  4. La rosa y la mariposa viven sin porqué y acaban sin más, y en ambas despreocupaciones está toda su gracia. Nosotros vivimos sin más y morimos sin porqué, y en ambas preocupaciones está toda nuestra desgracia.

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  5. Propongo que se pueda regular por ley dejar el mobil del finado bien recargado en su bolsillo y que sigan operativos durante los siguentes días para quienes decidan ser enterrados. Para los incinerados no he dado todavía con la solución todo llegará…Me explico:
    La gente podría seguir despidiéndose mandando llamadas y mensajes. Programado el sonido de llamada del mobil del fallecido con la melodia favorita en cada caso (evitando el ordinario ring-ring) los cementerios serían lugares más alegres, acudiría más gente a visitarlos y la memoria de los que se han ido perduraría más en nuestra memória.
    Sólo le veo ventajas que, para no alargarme, no diré más para no hacerme pesado, a menos que alguien me lo sugiera. Ideas para un mundo mejor y adaptadas a la realidad social sin contravenir apenas ninguna norma, ni religiosa ni civil.
    (El cartel que manda silencio a los visitiantes de los campos santos debería rezar: “apaguen sus móbiles, sólo están permitidos los celulares de los sepultados)
    JMMM

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    1. Ayer, mientras sellaban la lápida de la difunta, tuve una visión de mi propio entierro.

      Estaba mi gente, llorando, algunos conocidos de la aldea, el sacerdote . Sellaban con masilla mi lápida. Y, derrepenete, depronoto, mi odiador - un ser humano que comenta todos los días en el Barullo, aunque no es publicado. Y lo hace desde hace años, desde los inicios.- comienza a gritar delante del sepulcro: ¡¡¡ vete al infierno, hijo de la gran puta!!!, ¡¡¡ folla madres!!!, ¡¡¡ cabrón, !!!

      Al subir al coche le dije a mi santa: cuando me muera no llames a nadie. Primero me entierras , y después lo anuncias.

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  6. En nuestro teléfono móvil está hoy nuestra vida, mejor dicho, es nuestra vida (en general). No somos ni podemos hacer ya casi nada sin él. Y va a más.
    Por tanto, considero justa y apropiada la sugerencia de ser enterrados juntos cuando llegue la hora, ya que no somos nada el uno sin el otro visto alegóricamente. Vivimos juntos morimos juntos.
    P.D.: que la funeraria revise antes la melodía que va a sonar, no fuera un mensaje de voz tipo:
    - "No me esperéis para cenar"
    - "Estoy de viaje sin billete de vuelta"
    - "Cuando pueda te llamarééé, ja, ja, ja"
    o...
    "Iros a hacer puñetas todos"

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  7. A propósito del funerario y el Marca, no has visto el escalador muerto en el K2, mientras los demás escaladores pasan por el estrecho camino de nieve, haciendo equilibrios para sortear al herido que finalmente muere?
    Así somos…

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  8. Para prevenir los entierros de muertos-vivos (con catalepsia) alguien inventó un ataud en el que en el interior, había un cable atado a una campanita exterior. La idea no es mala, siempre y cuando haya alguien que escuche la campanita. Ahora se podría conectar a una central de Securitas Direct 🤣🤣🤣🤣🤣

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  9. Ayer salió a colación “Novaliolapena”. Decías que “es muy buena persona”. Simplemente quería apuntar que lo corroboro. Excelente recuerdo guardo de él (de los tiempos de Corinto). No sé si es un lector habitual del Barullo. Ojalá que sí, pues con este comentario quería enviarle: ¡un fuerte abrazo y mis mejores deseos!

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    1. Aunque nos llevamos muyyyy bien y nos queremos castamente, me temo que no me lee

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    2. Lástima! En todo caso no pierdo la esperanza de que lo acabe leyendo. Quizá sí que te lee, o quizá alguien le avisa 😎

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  10. Los cisnes si se despiden con su canto. Los perros anuncian su muerte. Más bien, ellos si saben que van a morir, se despiden, no molestan, con elegancia se van y antes lo anuncian con naturalidad.

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    1. Los toros se arriman a tablas....todo es un misterio

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  11. Curiosidad... Novaliolapena... Su nombre empieza por J?

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    1. La ley de protección de datos me impide contestar esa pregunta....;)

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  12. Es un gran tipo si es quien creo. Habla medio chino o chino... Viva Lleida o similar!

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    1. Pero si ya sabes quién es , por qué preguntas, alma de cántaro.

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    2. De verdad que no lo sé. Simplente, sospecho quién es, por eso pregunto. Abrazo, Suso!

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  13. Testimonios como los de Novaliolapena, desmitificaron el tabú Villa tevere o villa vechia, vistos por los de dentro como el summun de la excelencia cuando demostró que eran cárceles asfixiantes. Y así todo. Desvelar y mostrar las cosas como son, no tiene precio: es una gran contribución que salvará de la depresión a mucha gente.

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  14. Alguna historia de Torreciudad Suso... que hay que oxigenar esto...

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  15. Aunque no sé si hoy por hoy es el tema adecuado para oxigenar!

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  16. Cavabianca y Villa Tevere son un zurullo elevado a N. Tal cual. Te puedes volver loco allí dentro. Estuve y me volví. Duré 3 meses. Uno no puede vivir en un cuartel. Puedes vivir en un cuartel durante una temporada, sabiendo que tienes casa donde volver. De verdad, un cuartel sin amor, no

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    1. No eres el primero que escribe eso.

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    2. Lo de Cavabianca... había que ver los curas recién ordenados. Parecían autómatas fabricados en serie.

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