Muchos días antes de acostarme abro la ventana de mi habitación y veo atardecer ( acostumbro a ir a dormir a eso de las nueve y media ). Escucho el riachuelo que culebrea debajo , entre la hierba. Y me recreo en el grillar de los grillos que a esa hora es maravilloso, y de una alegría muy contagiosa . ¿Sabrán que sólo viven tres meses?...También atiendo a los trinos de los pájaros al atardecer, que me suena a balada enamorada, ¿ o soy yo? Si hay brisa , los árboles también se unen a la fiesta y danzan en una fantasía siempre original. Los colores del atardecer son los de la contingencia de las despedidas , diferentes, siempre lentas y lánguidas. Todo el paisaje rezuma imperceptiblemente el líquido aéreo que impregna la noche que se acerca.
Se escuchan las esquilas de unas vacas que pacen el el prado de Teaño.
Miro el cielo. Me asombro de la complejidad de lo que me rodea mirando las galaxias lejanas, las estrellas sin nombre. Cruzan volando murciélagos, algún pajarillo. Un perro ladra .
Rezo . Pido perdón, y doy gracias. No sabemos nada . Escucha de verdad a los demás, desconfía de los dogmas de la política, de la moda , de dioses que no existen y, en lugar de sentir que ya lo sabes todo, lucha por mantenerte curioso.
Esta actitud tiene muchas ventajas , pero también me atrevo a verle una trascendental: si la abrazas, harás mejor el mundo a tu alrededor. Y tú mismo serás mejor persona.
Antes de meterme y arrebujarme entre las sábanas miro la imagen de nuestra señora de la Gatera. Ya sé que alguno verá en toda esta entrada una especie de " blanqueamiento de mi vida", como así comentó alguien hace unos días.
Y quizás tenga razón. Aún estoy conociéndome. Buscando .
Para mi, me incluyo , al valorar una ideología, religión o una asociación cualquiera no hago más que hacerme dos preguntas básicas: cuántos Síes y cuántos Noes comprende.
Porque si la propuesta consta de muchos Noes significa que es por esencia algo hecho por hombres que quieren joderte la vida. Y eso no va a funcionar.
Hay religiones que sus normas se basan en dar el coñazo: no hagas eso, no vayas a allí, no vivas así...¡pesaos!
Mi Dios dice "¿ alguien te ha condenado?...pues yo tampoco.
Sí, la nuestra, la religión cristiana-católica, nos la han enseñado rellena de prohibiciones y normas a cumplir. Por eso, distintas sectas han podido desarrollarse bien dentro de ella.
ResponderEliminarParece que ahora empieza a entrar un poco de viento fresco, pero los sectores más recalcitrantes se enfurecen y algunos se rebelan contra el inevitable avance del siglo, poniendo en jaque el mensaje auténico de Cristo (amaos los unos a los otros…) por miedo y desconocimiento. Pero Dios no teme las novedades.
Oye, Suso! Vives en un sitio cojonudo (o eso parece) Los que vivimos en una barraca vertical (alias piso) en una gran ciudad, flipamos
ResponderEliminarLa verdad es que sí. Tengo mucha suerte. Que no me acostumbre!
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