El síndrome de Diógenes es una buena metáfora de nosotros mismos...a veces.
Es la soledad la causa de esta enfermedad: ocurre a personas de avanzada edad, o no, que se encuentran muy solas. Se abandonan personal y socialmente, se aislan. Y van acumulando cantidades ingentes de basura, de desperdicios domésticos.
Sin acumular físicamente tanta porquería, hay personas que no distinguen sus recuerdos, y llevan sobre sus hombros una gigantesca suma de evocaciones del pasado. Parece que llevan sobre sí rencores, mentiras, agravios, cuentas pendientes sin perdonar, o que necesiten perdonarse, de asuntos que piensan que es mejor dejarlos estar.
Viven en el desvarío , acumulando miserias, atormentados. No tiene nada que ver esta enfermedad con el nivel de vida, ni su razón es económica. En algunos casos se plantea si no es una forma de vivir.
Para mi este Síndrome, que toma su nombre como antítesis al ideal de Diógenes, filósofo que preconizaba la austeridad y el desprendimiento, es metáfora de
vidas que necesitan olvidar, perdonarse y perdonar, regresar a una infancia que perdieron, al padre que rechazaron, a la soledad que les condena, al amor que se les fue en alguna curva del camino...¡tantas cosas!
Todos hemos padecido alguna vez este síndrome, yo desde luego, y nos hemos alejado de todo, de todos, encapsulados en una crisálida de miedo y rencor, tristes como la tristeza, abandonados incluso a nosotros mismos.
Hay también Diógenes con corbata y chaqueta, con una sonrisa que no da luz, muy educados, y que huelen muy bien.
Pero todo su interior tiene y almacena los mismos síntomas. Y, en este caso, sí, es un modo de vida.
Tom Waits hacw música buenísima pero un poco Diógenes, parece evocar esta soledad y desorden
ResponderEliminarOjo con Tom... inclinación de cabeza e incensario
ResponderEliminarHoy en El País se publica un artículo sobre el Betis. Como experto en la materia, qué te parece lo que cuentan?
ResponderEliminarEstá bien.
EliminarAunque sigo pensando que el od saber ,lo que se dice saber, sabe muy pocas personas qué es.
Desde luego, un jesuita está incapacitado para entender nada.
Tendría que haber más prelaturas personales, tipo atención a conversos musulmanes, o prelaturas personales para divorciados vueltos a casar... hay una modernidad que no se quiere ver, y no es la mierda de Agenda y el género y lis arcoiris
Que la opus tiene que cambiar es seguro, pero esto huele y apesta a otra cosa.
Da para mucho más.
A qué cosa?
ResponderEliminarNo te quedes aquí. Desarrolla la idea. Aunque te pueda parecer mentira a más de uno nos interesa tu visión del asunto.
Estoy en Zaragoza con mi madre y sin portátil.
ResponderEliminarCuando regrese le dedicaremos una entrada.
Pero conste que no soy experto en prelaturas personales
Desde el 83 con el código de derecho canónico nadie podía llamarse a engaño . Pero el od se llamó a engaño y engañó a sabiendas a todo el mundo empezando por la Iglesia. Las prelaturas siempre fueron asociaciones clericales de derecho pontificio, fuera de la estructura jerárquica de la iglesia, incardinando sólo clérigos. Los laicos sólo como cooperadores orgánicos pero nunca fueron miembros. Pero el od engañó deliberadamente a todos haciendo creer que eran lo que ellos querían ser: la élite jerárquica que no se mezcla con la chusma eclesial. Ghirlanda sólo les ha puesto en su sitio, del que nunca debieron salir. Siempre debió ser así. Del Portillo y sucesores son responsables. Paradójicamente, ponerles en el lugar que les corresponde, es lo que más les conviene .
ResponderEliminarPresenta mis respetos a tu señora madre. Y dale un besico de mi parte
ResponderEliminarAsí lo haré, Lector
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