viernes, 11 de agosto de 2023

UNA MUJER QUE PASÓ POR ALLÍ.

Hace unos días, ya casi un mes, me escribió una amistad de muchos años atrás. En realidad fue una  mujer con la que tuve una relación muy intensa, corta, loca- muy loca y muy sincera por su parte, no tanto por la mía ,  ( aunque esto de la sinceridad con algunas mujeres hay que cogerlo con pinzas, pues muchas piensan que por amor vale todo. ¿Pero qué es el amor?).


Por mi parte fue una historia también de una folía apasionada. No diría que fuese  enamorada, pero sí con las señales del amor: confusión, alegría, una espesura sentimental deliciosa. Es curioso, mientras leía el watsap de este mujer recordaba  las canciones de esa relación , le chiflaba Kenny Rogers, hasta tal punto que  escucharlas me traslada muy lejos. 


Me encontró en Facebook. 


Después, en privado, me escribió de su vida. ¡ Buf!, durísima. Nadie merece tanto dolor. Hoy le da luz y alegría  su  hija y su  nieta. Me contó de aquellos años, de esa relación, que conserva muy dentro,  del cariño...y de las cartas, que aún guarda. Y algún cabello mío. 


La inocencia, y esta mujer tenía esa inocencia de las enamoradas,  siempre solicita tácitamente ser protegida, cuando haríamos mucho mejor en precavernos de ella; la inocencia es como un leproso mudo que ha perdido su campana y que se pasea por el mundo sin mala intención. La  misma falta de mala intención con la que me escribía esas confidencias, que a mi me avergonzaban porque me veía muy diferente a ella. Un tipo que no supo estar a la altura. Como tantas veces.


Y las cartas. ¿ Cómo explicarle que a uno le gustaba escribir, contar mis estados sentimentales, definirlos - también cantarlos. Y darles consistencia. Pero si  volviera a leerlos pienso que los vería vacíos, probablemente cursis, pueriles, afectados, mentirosos.


Le contesté  con simpatía. Me seguía desde hace tiempo, así que ya sabía eso de que " veo que no has cambiado". Se refería a mis tonterías, mis canciones, mi forma de ser. Pero sí he cambiado. Mucho. Porque los excesos del corazón  , al cabo de los años y de los cambios que se producen en la vida , no gustan demasiado. Y yo , hoy , los   miro como disonancias de momentos biográficos desnortados y afortunadamente superados.


O no tan superados. Porque, en ocasiones, aún parece que hay un Suso por allí dentro capaz de enloquecer por bailar una de Kenny Rogers con una mujer que pase por allí.




5 comentarios:

  1. Siempre con el mismo cuento, al follar le dicen amor.

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  2. Es también un tema de salud. En caso hacer esas cosas, debería ser siempre en presencia del médico, muy cerca del médico, en su despacho a ser posible, para que pueda testar pulsaciones y tomar muestras de sudor, saliva, etc. para un posterior análisis y estudio. Y permanecer los dos bajo la atenta observación del médico.

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  3. También en presencia del confesor y felices los 4.

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