viernes, 10 de mayo de 2024

CONCIENCIA DE CLASE.

Al regresar de  una de las rutas que acostumbro  a hacer paro en un colmado a comprar pan y una lata de cerveza. Con la señora que atiende me llevo muy bien. Un día me preguntó:


- Perdone, le quiero preguntar algo un poco privado...usted es...no sé cómo decirlo...es...


- No se corte. Dispare.


- Quiero decir que a usted se le ve muy pijo, como de clase alta , muy preparado.


Aluciné. Y , para abreviar,  además su marido estaba al acecho con cara de que sonaban los clarines, le contesté:


- ¡ Diana!: estudié en los jesuitas, fui profesor de un colegio del opus...


- ¿Opuuuuussss? - y puso cara como de " con un seis y un cuatro , la cara de tu retrato".


Estaba en la portada de la Voz de Galicia una noticia de la Caixa de Pensions.


- Mire, a los hijos del que manda en esto les he dado de mamar de mi teta peluda.


Y la señora se gira hacia su marido y suelta: " ¡ qué te dije!".


- Es que se nota que usted es de otro mundo.


Y viene al pelo esta anécdota para tratar de un tema  nuevo: ¿ cuándo fui consciente en mi vida de tener conciencia de clase?


Hay pobres y ricos, horteras, nuevos ricos, paletos, gente del rural, urbanos de barrio, peña de urbanización- de pareados, adosados y de chalete  palace. La verdad es que tardé mucho en sentir esa sensación de clase.


Por una parte, mi padre era de casa de ricos, de origen de la aristocracia navarra , con escudo y fincas, y viñedos. A mi abuelo le llamaban sus trabajadores " el amo". 


Y mi madre era Zabaldica. Muy pobres. Muy sencillos. Muy básicos. Cuando íbamos a Sangüesa dormíamos en la habitación de mi tío Javier. Era pequeñísima, sin ventilación, y   olía no a pieses, a chotera. Eran gente muy  de rascarse el culo mientras se reían, y de revolcarse  a carcajadas, a mandíbula batiente.


Yo, la verdad, aunque percibía diferencias entre familias, no distinguía. Mis padres no nos educaron en el concepto de clase.  Rollo " somos los Mendive", " somos los Zabaldica".


El primer cambio que noté , y muy bestia, fue cuando pasamos de vivir de Torrero - un barrio gitano- donde estudiaba en una escuela que se llamaba San Antonio, a la calle Francisco Vitoria - puro centro de Zaragoza- a los jesuitas. Allí, por congraciarme con los de mi curso , ocho años, y pensando que caería bien, en un dictado de la profesora , Querubina se llamaba, me lancé al suelo cuando pasó por mi lado a verle las bragas.


La clase se escandalizó,  gritaron " ¡¡¡uala, ualaaaa!!!" , y  me cayó una ustie guapa. 


Allí caí en la cuenta que era eso de tener conciencia de clase. A mi se me veía el pelo de la dehesa.


Tampoco es que en los jesuitas me diera cuenta de mi conciencia de clase. Ni  cuando me hice del opus dei con dieciséis años. Quizás, un poco más en Montearagón, donde compartí compañía con tíos que tenían "Lobitos", y casas guapas.


Pero donde de verdad de verdad me di cuenta de que tenía que hacerme un hueco en la pole pija fue en Viaró. Y allí había muchas gamas de pijería. El sector abarcaba desde la exclusiva naturalidad del millonario de varias generaciones - no citaré apellidos- hasta el nuevo rico hortera, de mujer paleta y buenorra neumática  en plan " ¡ a ver si este plato es güeno o no es güeno!", pasando por el quiero y no puedo de la clase media de profesiones liberales , con buche, pero no muy desarrollado.


En el club Hezegovino tratábamos a muchos de esos alumnos de Viaró. Y visitábamos sus casas, sus lugares de vacaciones, sus sitios de esquiar, sus  masías, tratábamos a sus abuelas, jugábamos a fulbito en sus jardines, rezábamos en sus capillas privadas ...y uno, poco a poco, fue despeluchando los pelos de la dehesa: aprendí a sonreír como ellos, a oler como ellos,   a vestir como ellos, a nadar en sus piscinas y tomar el aperitivo como ellos, andar como ellos, a saludar como ellos, a coger la copa como ellos, a decir gilipolleces como ellos, a nombrar las tonterías como ellos, a fo...bueno, aprendí muchas cosas.


Y ya no decía "¿ cualo?" cuando hablaban de PDG del IESE, y conocía las marcas de ropa, de gafas, de zapatos, de restaurantes , o de champús.


A la vez sabía que todo ese mundo se iría una vez de mi vida. Ellos seguirían allí, y yo aquí. Ese barco se fue alejando y alejando de mi puerto, mientras yo me despedía con un pañuelo ...¡adiós, adiós!


Y , ahora  tengo la impresión de estar en tierra de nadie.






36 comentarios:

  1. En mi opinión, en España no hay una conciencia de clase tan arraigada como en otros países. Por ejemplo Gran Bretaña o Estados Unidos (donde las clases sociales se distinguen por el acento, el famoso sociolecto).
    La sólida clase media creada por el Caudillo para cohesionar el país ha sobrevivido unos decenios y ahora está cayendo a velocidad del rayo.
    Como la gandulería es lo que prima en Celtiberia, todos se refugian en las clases bajas. Aquí nadie tiene intención de trabajar y es mejor vivir de subvenciones y ocupar pisos gratis, que pides un Glovo y ya no te desahucian porque el tiqué de pago es prueba irrefutable de que es tu vivienda habitual. No hay nada más ridículo que ver a los políticos del PSOE o de Podemos levantando el puño amenazador comunista mientras cantan la internacional, a lo Ruiz Mateos (¡Que te pego!, leche) y luego Pablo Iglesias se hace millonario, compra casa con piscina y casa para invitados en el jardín -un proyecto familiar- después de decir que nunca saldría de Vallecas.
    Lo del IESE y el PDG son una mierda pinchada en un palo. En el estrecho entorno de la Opus puede levantar admiración, pero como decían Ortega y Valero Vicente: "no es esto, no es esto". Uno por la República, otro porque pensaba que el IESE debería ser una obra apostólica y no un instrumento para fardar lleno de profesores numerarios que se tocan los cojones todo el día y van a comprar a Londres los fines de semana.
    Recuerdo que en los años ochenta los estudiantes del máster estaban obligados a llevar corbata. Hoy van en bermudas, con camiseta oliendo a sudorina y un aliento a alcohol que echa patrás; royo quinqui. Cada día tienen happy hour en algún sitio, no pegan ni sello.
    Puede que haya burbujas de sitios pijos, como Viaró, donde no han tardado en construir pistas de paddle, donde daban clases de baseball cuando estaba de moda, pero el costumbrismo campa a sus anchas y todos quieren ser parte del pueblo. Vaya, que llevas a un tío de Eton o de Cheltenham Ladies' College a Casa Lucio por unos huevos estrellados y ponen caras raras fijo.
    O ese tío que escribió en este blog un comentario sobre una casa en el Ampurdán que nunca hemos pisado ni pisaremos donde iba los fines de semana y que estaba llena de drogas y putones verbeneros con los que ni podríamos soñar (el ideal de belleza de un sapo es una sapa, y clase alta para este celtíbero es esa mansión).
    En Austria tenemos la burbuja de la nobleza decadente, que todavía se hacen llamar barones o príncipes (ahora, como no hay registro de títulos nobiliarios, todos los hijos "heredan" el título), que van juntos a clases de vals y celebran puestas de largo. Se duchan una vez a la semana, también huelen que echa patrás.
    Aquí todos somos clase baja, muy baja, bajísima y la tendencia es igualar por abajo.

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    1. Me pongo pie y aplaudo. Voy al gimnasio, luego contesto

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    2. Es verdad que la cosa ha decaído mucho, y lo que queda son restos que resultan patéticos. Don Fidel Sebastián , que es un aristócrata eunuco y barroco de ese mundo , que es un corral.

      Son pocos. Lo que sí ha proliferado, como hongos, son los nuevos ricos. Nuestro presidente es paradigmático. O toda la clase política. A ver quién tiene más grande.

      Lo del IESE es de traca. Algún día el prelado - no creo que el actual, pegará un puñetazo encima de la mesa y manda a la mierda toda esa casa de putas. Repito, de putas. El IESE es un psiquiátrico.

      - Ya - me dijo uno que es profesor del Máster- pero la de recepción es una agregada que está muy entregada.

      Y allí me subí la cremallera de la bragueta , estábamos meando, y me fui.

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    3. Yo no tengo ningún interés en herencias.
      De los hermanos, soy el que más está por mi madre y busco una solución para que me declaren indigno para NO recibir la herencia, y ni siquiera reciba la legítima.
      Todo es por la Agencia Tributaria, que se lo llevaría todo si mi madre se muere, en mi situación actual.
      ¿Quién puede estar intersado en herencias? ¿Un asesino en serie?
      Cúrratelo, tío. Yo ahora estoy "de profundis", pero saldré del pozo.
      De casa de mi madre me interesa un cenicero, en el que mi padre apagaba los Ducados (es un cenicero con historia), una lámpara de pie (el primer "mueble" que compraron mis padres después de casarse, vivían en un piso de Guinardó prácticamente sin nada), algunos libros (mi padre tenía/tiene una colección dedicada al Caudillo), algún vaso que sobrevive desde que era pequeño y que me trae recuerdos... quedan dos, los otros se rompieron, y alguna otra cosa. Un cuadro sin valor, pero crecí con él.
      Pegaré a mi madre para que me declaren indigno, pero no de verdad. No, claro, no la pegaré.
      Mi herencia es lo que me han dado mis padres. Las cosas materiales me las traen al pairo.
      "Si a todo alcanzara el poder de los hombres mortales, yo primero eligiera el regreso del padre querido" (Homero). Lo demás, no importa.

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  2. Tengo algún amigo, pocos, que se viven en el inexistente mundo de la aristocracia de titulo y la verdad es que dan un poco de pena. Suelo decirles que con su titulo y 2 euros puedes coger el metro pero eso sí, no te olvides los 2 euros.
    Al opus siempre se la ha puesto gorda ese mundo y da un poco de pena que hayan terminado cazando herencias de marquesas cacatúas (incluida la de Peralta).

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    1. Lo de "cazar herencias" tiene mucho mérito. Hay que saber mucho para llevarse a una viuda al huerto, o a uno que está en un estado de "morimiento" y sacarle la pasta.

      En Valladolid había un Ecónomo de la diócesis que se llamaba Peralta . Se hizo famoso este cura por el caso Afinsa. Era un lince.

      Estaba ingresada en una residencia de Valladolid una señora soltera . Tenía una morterada en fincas, pisos. En la residencia no había oratorio. Era laica. Y apareció Peralta a conocer a la señora. Y el tío dio permiso para celebrar misa los domingos en la Residencia. Antes de la Misa confesaba ala señora.

      Esa mujer tenía una hermana supernumeraria que visitaba todos los días - repito, todos los días - a su hermanita.

      Y la pobre , " pobre" es un decir, falleció.

      La hermana pensó que algo caería de la herencia. Mis cojones. Lo dio todo a Peralta. Y la hermana - supernumeraria muy piadosa y fiel, de las que cumplía las normas- me dijo:

      - ¡¡¡EL HIJO DE PUTA DE PERALTA SE LLEVÓ TODO!!!

      O sea, que eso de robar la cartera al difunto es un arte. Pero un arte.

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  3. Todos vamos terminando, más o menos, en tierra de nadie...

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  4. Pese a sus defectos, en España hay cosas positivas también en comparación con otros?países.

    En Inglaterra, parece ser que las clases bajas apenas sonríen. Muestran en todo momento la creencia de que solo el dinero les hará felices. Pero es algo psicológico, como un complejo, como si se considerarán "sin derecho a mostrar alegría y ser felices". Parecen vincular demasiado la clase social con la felicidad. Sonreír? Ya sonreirán cuando logren el trabajo tal. Hasta entonces...amargura.

    En España esto no ocurre. En general la gente ríe, canta y baila, en tiempos de crisis y aunque no estén donde quisieran estar.
    En España la felicidad sigue siendo gratis. No hay que "hacer" nada, ni ser "ceo" para ser feliz. Es más un tema de abrirse y no estar peleado con uno mismo o con la vida.

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    1. En UK tienen gran cantidad de espacios de felicidad y buena terapia para todo el mundo: se llaman Pub’s. Diría que es un nivel más a lo que conocemos como Bar .
      Si es verdad que los “top”, una minoría, tienen sus clubs privados, normalmente sólo para hombres. Ahí es donde se nota mayormente la diferencia de clases sociales.

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    2. A mi lo que me tiene alucinado de UK es la cantidad de gays que se esconden en el armario de los "torys" y que con frecuencia salen a la luz en forma de cosas muy chungas. No sé si los clubes privados tiene algo que ver con eso.

      Lo mismo que las sociedades gastronómicas vascas , que está `petado de tíos que se ponen ciegos de ver los culetes de los pantaloncitos blancos de los aurreskus cuando levantan la garra al viento imperio.

      Alguien tendría que estudiar aquello.

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    3. Se llaman txokos esos clubs gastronómicos que huyen del matriarcado vasco como de la peste.
      Lo de que prolifera mucho gay siempre se sospechó.

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    4. Ayer vi un documental en Netflix titulado La Final / Caos en Wembley. Resulta que en 2021 Inglaterra jugó la final del Campeonato de Europa con Italia. En el estadio de Wembley dejarína 23.000 asientos libres por la pandemia.
      Pues desde las ocho de la mañana asediaron el estadio (si queréis ver tíos en pelotas, pues al documental) y se colaron 23.000 personas. Persona es demasiado decir. Estaban todos hasta arriba de cocaína y alcohol.
      El final es que Inglaterra perdió en la tanda de penaltis. Los tres penaltis que fallaron fueron los que lanzaron tres negritos, así que los muy racistas empezaron una caza contra los chavales (de 19 años a 23 años; yo creo que el entrenador se equivocó dejando lanzar a chicos tan jóvenes peron no es mi problema).
      Allí aprendes lo que es la clase baja de Gran Bretaña. La clase alta se las da que juegan al Rugby. Que yo los conozco. El fútbol ni deporte de caballeros ni nada: clase baja.
      El documental te enseña como los pudieron engañar con el BREXIT y el complejo de superioridad de las clases bajas, que no por ser clase baja no te dejas de creer la leche.

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    5. Siempre creí que el deporte inglés por excelencia era el Polo o el Croquet.

      Estoy leyendo " adiós a todo eso," memorias de Robert Graves. Apasionante. Ser inglés es muy jodido

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    6. Pues lo tengo en casa y no lo he leído. He leído lo de Claudio, Yo Claudio y parte de los mitos griegos, pero este lo "tengui" porque lo leyó mi mujer.

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    7. Estoy en la página 56 y me está gustando

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  5. La condición de "elite", te puede venir de la educación familiar, la formación del colegio, ... es algo que uno agradece: ha aprendido el valor del trabajo, de pensar en los demás, de vivir la higiene, ...
    Pero los hay que se consideran la "elite dentro de la elite" : esos que dan consejos, saben no sólo tus errores, sino quecte aconsejan como solucionarlos, y andan encantas9s de tratar de tu a tu a los mandamases correspondientes ...

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    1. Muy cierto. Y vigila no querer ser uno de "ellos" te pueden machacar hasta el infinito pues controlan el poder de los medios, el financiero y el social, y entre todos se llevan fenomenal.

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  6. Algunos también se sienten "en tierra de nadie". No encuentran su ambiente. En el Ritz se sienten brutos. Pero ante la gente sencilla se sienten pijos. Su "clase" es tan específica que solo la encuentran muy de vez en cuando.

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  7. No te engañes: le élite no existe.
    Es algo relativo. Yo soy élite en Guinardó o en Hospitalet, como Suso es élite en la tienda donde compra el pan y la lata de cerveza en la Galicia rural. No te jode.
    Como también son élite.... Nosotros a darlo todo sin la esperanza de recibir nada a cambio. Ese debe ser nuestro objetivo, no le pongas nombre.
    Como decía Fofito:
    Y cuando llegue el día del último viaje,
    y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
    me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
    casi desnudo, como los hijos de la mar.

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  8. Y en el caso de que quede algo de herencia te espera el impuesto de sucesiones (exento en Madrid y el tipo más alto de Europa en Cataluña).
    Lo llaman de “sucesiones” para evitar decir “te seguiremos robando después de muerto”, pues quedaría feo.

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    1. Toda la razón. Yo a renunciar y a decirle a mi madre que se lo gaste todo en vida.

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    2. Uno, como a su padre le desheredaron por casarse con mi madre , no le quedará nada.
      Mi madre dejará un pequeño piso, un 9* B en Las Delicias. Sólo tiene dos habitaciones.

      Así que,¡ a vivir!

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    3. No te preocupes. Mi mujer tiene mucho más dinero que yo. Nunca me lo echó en cara.
      Pero no es eso. Mi madre tiene cinco bisnietas a los 83 años y eso es lo que le da vidilla: Paula, Vicky, Helena, Leticia y Sandra (bueno, Sandra todavía no ha nacido. Tampoco la llamarán así, que yo me llamo Alejandro y así me lo imagino).
      También tiene dos hijas deficientes, todo salio como salio, seguimos sufriendo. Con muchos problemas en el matrimonio y un víacrucis en médicos y logoterapeutas y curanderos, etc.
      Le comenté el comentario del otro día, de la chica que tiene dos hijos deficientes. Le gustaría enviarle un ramo de flores, pero claro: aquí todos anónimos.
      Si quisiera "hablar por hablar" con mi madre: aquí está. No le va a abrir un "jardín de rosas", pero te desahogas. Quien se piense que es un jardín de rosas, una bendición de Dios, es tontolbote.

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    4. A ver si lee los comentarios. No todo el mundo lo hace.

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  9. Al final sólo hay una clase social en un mundo donde tener y ser significan lo mismo.

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  10. Sobre UK, la opinión suele ser unánime;

    -Es más rico que España. En Londres hay mucha posibilidad de trabajo. Es primer mundo.
    -Entonces, te gustaría vivir en UK?
    -No.

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    1. Precisamente no hay que confundir Londres con UK. La capital es un mundo aparte, es realmente un mundo dentro de otro mundo. Muy caro pero, hoy por hoy, a pesar de que el país se ha ido al carajo, es una maravilla. Y no para de crecer gracias a los capitales de los mafiosos de la tierra, principalmente millonarios chinos, rusos (siguen ahí) y principalmente árabes. Una locura.
      Voy tres veces al año desde hace muchos años y en cada viaje me sorprendo.
      Con dinero en el bolsillo, es la mejor ciudad del planeta sin duda.

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  11. A mí me pasa al revés: pertenecía a los aristócratas del amor . Cuando me cansé de los tacones me fui a vivir al pueblo más socialista de Cataluña. En el pueblo les molesta y les frustra que no me quede bien su uniforme, porque son muy uniformados. Lo suyo sí que es un verdadero club.
    Pétalos de rosa

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  12. Qué viejuno suena lo de la Aristocracia del amor

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    1. O tempora, o mores

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    2. Por cierto, qué viejununo también la artistocracia de la inteligencia
      Pétalos de rosa

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  13. Don Suso veo que está usted leyendo "Adiós a todo eso" de Robert Graves.
    Sólo contar a los del bar que ese libro me resolvió un problema que me pasó en un curso anual de la Cosa Nostra.
    Estuve 10 días enamorado de otro chico. Por supuesto, no dije ni mú a nadie y menos al cura o al prelaturo de turno. Después se me pasó y hasta hoy que voy para feliz jubilado.
    Al leer el libro (perdón por el espóiler) Robert también se enamora de un chico, a mi me queda claro que tener 16 o 17 años y bullir las hormonas y no ver a una mujer ni en pintura no es buena cosa.
    Uno puede terminar enamorado de una escoba vestida de lunares.

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    1. Gracias por compartir.
      Sí que es algo muy normal.
      A mi se me declaró uno en un curso anual.
      No fue a mayores

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  14. La pregunta es: qué pasó al que se te declaró? Lo enviaron a Siberia?

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