martes, 14 de mayo de 2024

INVISIBLES.

Esta semana pasada hubo lío en el Gimnasio. Una usuaria - ¡ qué fea es esa palabra!- se picó con otra por un asunto de  cortejos . Parece que la segunda se quiso ligar a otro que viene bastante y que es pareja de la primera. ¿ Sabía que eran marido y mujer? No lo sé. Me da que le importa muy poco.


- No te preocupes no pasa nada si uno no quiere. Y tu Paco es muy de ti.


No me metí en la conversación entre amigas , pero pienso que en un 90 % de las relaciones que se dan, si ella quiere,  acaban mal. O bien. Quiero decir, que si una mujer se empeña, date por jodido. 


Tengo la teoría de que las mujeres viven en un "¡ay!". Su vida está llena de cosas que nadie les avisa y que les fastidian  , pero bien. Cuando una mujer ha superado lo del reloj biológico y ya está convencida de que los cuarenta y pico molan , porque ha madurado y eso,  cuando ha asumido el tamaño de su culo - que si fuese una tostada la mantequilla habría que untarla con un remo- , cuando se siente cómoda en su piel, aparece alguien y le hace sentirse invisible.  Y eso es lo que ha sucedido. Apareció una tipa  neumática y mollar y  le da por llevarse al huerto al maromo.


Una hipermástica de medio pelo. 


La mujer se ha refugiado en una amiga íntima y confidente. " ¿Pero has visto cómo se le acerca? ¡ Y le dice que le ayude en las sentadillas!  ¿ Pero qué le ve? Si me cuido, si llevo las raíces perfectas,  visto combinada hasta con la ropa de deporte.  ¿Qué ha pasado?: si dicen que me parezco a Amaia Salamanca. ¿ Por qué no me ve?


- Que no , hija, que sólo tiene ojos para ti.


La verdad es que hay una edad en la que los porteros ya no miran ciertos culos. Y lo mismo que  ellas, uno también es invisible. Cuando te tratan de usted, malo. 


A mi me gustaría presentarme y decir "  me llamo  Suso Pitt". Más que nada para que se acuerden de mi nombre, porque en Galicia lo de Suso no es nada original.  Y esta del Gimnasio como no se llame Elena Mbappé , lo mismo. Sólo así te recordarían.


Paréntesis. Conocí un tío que estudiaba en la Universidad de Navarra. No sé cómo se hizo voluntario  de la Clínica. Y allí  , cuando estaba ingresado el padre del Rey, don Juan, se dedicó a cultivar amistades y contactos. Y consiguió tarjetas de gente muy principal que visitaba al Bicho Real. Sobre todo tarjetas de realezas de Europa : duques, marqueses, príncipes, varones . Después iba por las discotecas de Pamplona , Barcelona, Madrid, aceitera , aceitera, y se presentaba como alteza de , por un decir, Louis de Godofredo de Bouillón, barón del Santo Sepulcro. 


- Me cepillé mucha tía de sangre azul. 


Y el notas era un pringado de Lérida. Familia de chóferes de autobuses. Que no digo que no sea trabajo honrado, pero para días te  llevas al huerto a una principal royal con ese currículum.


Ya veis lo que se pica de alto con una tarjeta.


El otro día fui a comprarme un traje para la boda que ya escribí en una entrada. Hacía tiempo que nadie me trataba como el baranda del Corte  Inglés.  ¡ Qué de cosas bonitas dijo de mi!: que tenía una percha que  encajaba con todo...¿Usted hace mucho deporte, verdad? , insinuaba mientras me medía la cintura. Y tengo una tripa que no me veo los tres tículos. Y voy y le digo que sí, mientras encojo  barriga y la pongo dura (  la panza). 


Le voy a decir a la del gimnasio que vaya al Corte Inglés. Allí te pones muy a tono de autoestima.


Sí, nos hacemos invisibles. Estás en una reunión de voluntarios de la Cruz Roja y sueltas una idea, y todo el mundo pasa. Y a los cinco minutos llega una tía joven y mona y dice lo mismo , y todos " ¡ qué buena idea!, ¡es genial lo que has dicho, es un hallazgo!". 


Y uno piensa " ¿ y yo qué?, ¡ joder!, ¡ que eso mismo ya lo había dicho yo!" .


Viendo un documental de la 2 sobre  "La Costa Blanca" , hace unas semanas, salían abuelos ligando como locos en los viajes del IMSERSO. Y pensaba en las cacatúas Guacamayas , que sólo falta que les tiren pipas a la pista,  que salían bailando con unos tíos con suspensorio , pelo de ala de paloma, y arrastrando los pieses.  Y pensaba " manda güevos, estos tíos sólo ligan cuando a las mujeres se la puedes meter doblada , cuando son jóvenes y tontas como niñas de sangre azul, o abuelas con Alzheimer".


Con esa idea , tan penosa, de que " todo lo que cae en la red es pescado".


A esta señora del gimnasio le diría unas cuantas cosas. Le diría que no se preocupe. Él está enamorado.  Como ella de él.


Hay que reconocer que somos invisibles. Y eso te hace más libre. Andas por la vida de  otra manera. Más libre, pierdes el pudor.  Ahora veo a una mujer guapa, a una camarera, a una dependienta, a un pibón, y se lo digo " ¡ tienes unos ojos que son una buena excusa para ir donde estés y sentarme a verte. Y lo haría todos los días!".


Y ella te mira y te lo agradece. Y te sonríe. 


Y antes, veía una tía buenorra, o muy guapa, y hablaba como Ozores, y ponía cara de Esteso. Azul.  Parecía un paleto de Avatar.


En fin, que me ha salido una entrada muy rara.








11 comentarios:

  1. Hace poco me llamó preocupada la mujer de un amigo (también amiga), padres de familia numerosa.
    Resulta que mi compi (es de esos que lleva la camisa a medio planchar y le salen pelos de las orejas y de la nariz, de constitución delgada le sobra traje por todas partes) había quedado en varias ocasiones para tomar un café y asesorar a la dueña de la empresa donde trabaja (25 años) a preparar un currriculum vitae y encontrar trabajo. La chica es huérfana y heredó la empresa medio arruinada (todos los familiares que trabajaban allí tenían sueldos estratosféricos; ya no los tienen) y mi amigo consiguió reflotarla en cuatro años (ya estamos en el breikiven, me dice).
    Mi amiga, en una ocasión, le cogió el móvil a su marido y empezó a mirarle los WhatsApp. La chica le daba las gracias, le enviaba corazoncitos, lo alagaba... comunicación registro adolescente.
    Yo tuve te tranquilizarla: que eso no es nada, que es el trabajo que tiene y a los 60 años no te vas a enemistar con "la dueña" que si te quedas en la calle será para siempre, que los adolescentes se comunican así... ¿tenéis sexo? sí, regularmente (con su mujer, claro); además mi amiga es mucha mujer para menos hombre (en tamaño) y bastante fogosa.
    Lo que realmente le hubiese querido decir y no dije: dale tú conversación y dedícale tiempo, córtale los pelos de la nariz y de las orejas, plánchale bien las camisas, id a comprar un traje que parece que lleve uno dos tallas más grande...
    Al final la coletilla: oye, le dices que has visto los mensajes y le preguntas directamente. Así lo hizo y todo bien. Obviamente, no había pasado nada. Pero las personas necesitamos un poco de atención.
    Sanyi: douze points.

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    1. Yo tengo la costumbre de , pase lo que pase, decir a la gente que quiero que la quiero , todos los días. Cuando me levanto, cuando salgo de casa, cuando entro cuando me voy a dormir.

      Cuando llamo a casa a mi madre le digo que la quiero.

      Y también, todos los días, hago reír a mi gente.

      Mi gente me importa, y se nota.

      El Barullo es mi gente.

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  2. Tan rara y real como la vida misma. Ahí estamos todos a partir de una edad. ¡Y por muchos años!

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  3. Muchas veces gracias a esa invisibilidad encontramos nuestra verdadera voz.

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  4. Otra buena costumbre es no irse jamás enfadado a la cama.

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  5. ¡Bien visto! Hay que saber hablar y `perdonarse, y pedir perdón.

    Los que la hemos cagado tantas veces eso se nos da muy ben.

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  6. Muy inteligente la costumbre del Anónimo de las 16:34. Humildemente, desde esta tribuna sugiero un gran libro sobre la materia: "Bailar en la cocina" (del doctor Josep Borrell).

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  7. Qué pena que los catalanes no nos decimos estas cosas. En último caso lo diríamos para chantaje emocional, "t'estimo però..."
    Gracias a Dios ha habido últimamente mucho intercambio multicultural y algo hemos aprendido, en mi caso de los latinos.
    ¡Tanto que aprender en este y muchos otros temas!
    Pétalos de rosa

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    1. Mejor demostrar con actos que vestirlo con palabras: t’estimo, te amo, je t’aime, I love you… qué bien suena, pero que poco lo demostramos.

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