lunes, 16 de septiembre de 2024

COMIENZA SOLO.

Cuando dejé el Olimiakos fui a Zaragoza a casa, con mis padres. Y fue un acierto. Manuela me ofrecía su hogar, vivir  juntos mientras buscaba trabajo. Me brindaba un futuro de seguridad, cuando yo no tenía nada y todo estaba oscuro.


Dije que no. Decidí ir a Zaragoza, explicar a mis padres qué había sucedido, y buscar trabajo. Y sólo cuando lo tuviese ir  junto a ella. Estuve tres meses así. Y cada fin de semana iba y volvía a Valladolid. 


Y allí aprendí que el día que empiezas a acostumbrarte a vivir contigo, con tus miserias y tus grandezas, ese día que te das cuenta que sabes como gestionar tus fantasmas y tus miedos.  Ese día estás preparado para compartir tu vida con otra persona . Si lo haces antes le vas a joder la vida.


Sabía que a ella le daba igual. El error es que te acomodas , no tienes presión- la tuya- para resolver lo que sólo tú puedes hacer.


Después de regresar de Guatemala viví solo. Pero me pesaba la soledad. Y me fui con una mujer. Y no era amor, nada parecido, sino miedo. Seguridad. Aquello acabó mal.


Y, escucha bien , pequeño saltamontes: nadie debería vivir en pareja sin haber vivido antes solo. Nadie debería compartir su vida con nadie sin haberse probado a sí mismo encarando la vida.


Quien pasa directamente de vivir con sus padres a vivir con su novia no está buscando una mujer, está buscando otra madre. Y adórnalo como quieras. 


Comienza solo.




domingo, 15 de septiembre de 2024

MIEDO. CONVIVIR CON ÉL.

Aquí, en el rural, sucede que hay bichos, que te pican abejorros por la noche, o entre las sábanas aparece un gusanito, o despiertas con el párpado hinchado por una picadura de un ser. También oyes esquilas de madrugada, suenan las horas de un campanario. O  ves un ratoncito  en casa, cruzando por la cocina. Sé que soy urbanita, aún, porque doy grititos, me subo al sofare,  y me quedo allí paralizado,  planteándome huir, quemar la casa, llamar a la Policía.


Pero llega María José y es como una GEO del mundo de Jara y Sedal  y te sientes a salvo. Si alguna bicha entra en  casa, era pisoteada en segundos. O le pone un cepo y ves al ratoncito al día siguiente con ojillos piadosos mirando al infinito. 


A veces el amor se construye sobre cimientos desconcertantes.


Nada me da más miedo que el miedo. Ese trueno que nos sacude por dentro. Que nos paraliza. Que nos empequeñece. Uno, que ha estado en lugares de mucho canguelis, que ha arriesgado su vida de un modo temerario, que ha comido cosas que harían vomitar a una vaca, y ve un ratoncito, o un insecto palo, o una cucaracha, y se queda paralizado.


Madurar es batallar contra nuestros propios temores. O sobrevivir a nuestras dudas. O no salir corriendo tras cada revés de nuestra vida.


No son las cucarachas, o ese abejorro zumbón que revolotea y se posa en tu mano   … es algo más profundo. Es creernos vulnerables. Es vernos diminutos ante un mundo que a veces se muestra incómodo e inesperado. Y es un mundo que no es de bichos.


Una vez tuve una experiencia horrible del mal. En un despacho, en una entrevista con un ser que me parecía despreciable, que me hablaba muy cerca, mirándome de hito en hito, podía oler su aliento , un tipo oscuro, húmedo, que transmitía un mal rollo profundo, y me mareé, sentí un vértigo , una nausea. Me levanté, abrí la ventana , y salí a respirar.


El hombre no entendió nada. Y no supe decirle "es por ti, cabrón. Me das miedo": 


No quiero tener miedo. Pero el miedo es parte de lo que soy. Yo creo que ser valiente no es vencer al miedo, sino aprender a convivir con él. Desde que me diagnosticaron la fibrosis pulmonar he tenido que convivir con la idea de que estoy enfermo, y de que no moriré de eso, pero sí con eso. Al menos estoy avisado.


Somos lo que tenemos, pero no podemos olvidar, que también somos nuestras carencias.


sábado, 14 de septiembre de 2024

COMO UNA PIZCA.

Lo que me hizo entregar mi vida a Dios en el opus dei fue la alegría. Y querer darle la vuelta al mundo como un calcetín.


Yo en la opus me lo pasé muy bien. 


Después , con los años, viví con gente que  ese buen vino de su entrega se agrió  y se cinvirtieron en  un vinagre. Eso que creían que la seriedad era un signo de distinción. Y la risa era  mal vista, algo infantil. Y todo terminó mal. La risa era como una de esas joyas que se guardan en un cajón, pero que nunca se lucen en la calle. Acabé harto de esa madurez y seriedad de mulos.  Viví un tiempo  en el que para tomarse a alguien en serio, ese alguien debía renunciar a su humana y hermosa ligereza.


No citaré nombres. O sí, que cojones, Fidel era así, y  Joan de D. Don Manuel D. Y...¡ joder, estaba rodeado de ellos!


En la vida estamos de paso. Y qué mejor forma de combatir nuestra levedad que a carcajadas. La alegría es una batalla contra el tiempo. Somos ese 'qué buen ratito' que soltamos como para nosotros tras un instante de sonrisas y confidencias.


Así viví con Manuela. Y así vivo hoy con María José. Y así en el gimnasio. Y así con el que se cruza en mi camino.


No quiero ser trascendente. No quiero ser importante. Solo quiero sentarme delante de una copa de Jack Danie's , rodeado de gente a la que quiero, y hablar sin pensar en lo que los demás van a pensar de mí. No hay mayor placer que ser libre, que ser espontáneo, que dejar de medirlo todo, al menos por un rato.


Da igual la casa, da igual la mesa, da igual si el vino es bueno, malo o regular. Da igual si es El Barullo. Lo que importa está dentro. Lo que importa cabe en un sitio tan pequeño como el corazón. Mírate los dedos, y haz el gesto de una pizca juntando el dedo gordo y el índice . Ese es el tamaño de tu corazón. Apenas un puntito. Y ahí, como en un cofre diminuto, caben todas las cosas importantes que vivimos y que nos quedan por vivir.


No sé cuánto me queda. Pero cuando marche, no quiero dejar nada por hacer. No quiero cuentas pendientes ni asuntos de los que mejor no hablar, ni  risas reservadas para mejor ocasión. Quiero llevarme la vida por delante, a porta gayola. Quiero que la gente diga: " ¡Joder, qué tío!" '. Quiero esa preciosa forma de vivir que es sentir. Amar. Llorar. Y reír.




viernes, 13 de septiembre de 2024

PERDIDO EN EL ESPACIO

Una vez, siendo un canijo de cinco años, mi tía me perdió. El susto que se llevó fue de aúpa. Llegó a casa desconsolada. Había venido a echar una mano a mi madre y se encuentra que o sabe donde estaba.


En la familia, conociéndome, se dice que me fui detrás de un culo que pasaba por allí. No lo recuerdo, pero puede ser. Tengo un algo con los culos que pasan por allí.


Buscaron aquí y allá, y llegada la noche ya no sabían qué hacer.  Y una vecina, le llamaban "la Valen" - creo que era valenciana- apareció  y dijo que en Radio Zaragoza daban noticia de un niño perdido que decía llamarse "David" .


- ¿ A qué es él?- se coscó mi madre.


Y era yo. 


Me había encontrado un taxista que  había visto un niño detrás de un culo.


Y me preguntaban que por qué había dicho que me llamaba David. Y yo contesté " no sé". Y es que no sabía decir cómo me llamaba. Y el tío de la radio me decía " ¿ te llamas  Luis?.  Y yo "sí".

-  ¿Sí o no? 


Y yo. " No sé".


- ¿David?.


- ¡ Eso!, David.


Mi madre reflexionaba en broma deaños después  " ¡ la cantidad de problemas que nos hubiésemos ahorrado si no te encontramos!


Y,  dicen - yo no me acuerdo de nada- que me cayó una bronca monumental. Después me he perdido muchas veces en la vida. Por culos, y por mi mala cabeza. Soy muy despistado. No sé dónde tengo la cabeza. Muchas veces estoy sin estar. Parece que atiendo -  porque fijarme y parecer que atiendo lo hago muy bien . Como si mis ideas se voltearan  hacia otro lado. Me despisto con facilidad, olvido las caras, los nombres. Sobre todo de mujeres. Hay edades en las que todas  se me parecen.


Cuando en Viaró cuidaba de los niños en una línea de autobuses no sé la cantidad de veces que me llamaban de la compañía al terminar el recorrido porque se habían encontrado a un crío en una butaca, durmiendo. 


Una vez, en Lérida, conocí a un bellezón de mujer. Regresaba de impartir una charla para padres y paré en el Bis, un pub que estaba muy de moda entonces.  Nos caímos muy bien. " Tienes pinta de misionero", me comentó.  Nos dijimos los números de memoria. Fijaros si me emocionó ese encuentro que recuerdo  que mientras memorizaba el número sonaba " I want to be free"  de Queen- de eso no me olvido, coño. 


Un año después me la encontré en una fiesta del colegio - qué cosas tiene la vida. “¿No me ibas a llamar al llegar a casa?”. “Lo hice. Y alguien me contestó: No soy Carla, idiota. Y no son horas de llamar, gilipollas”.


En fin, que jamás la besé, ni la abracé. Nada . En los momentos más importantes de mi vida, mi memoria también me ha traicionado.


Ya es tarde para cambiar. Donde quiera que esté, siempre estoy en Babia. Estoy muy lejos, muyyyy lejos,  aunque me veas pasar cerca de ti. Siempre voy buscando, soñando, peliculeando . Aunque mi cuerpo esté en el ahora, mi imaginación ya anda en otro planeta.


Es el precio que pago en este Barullo.  Huir de lo que soy para encontrarme contigo, cada mañana, al otro lado de la pantalla.




jueves, 12 de septiembre de 2024

HERMANOS.

Somos cinco hermanos, aunque en la familia contamos también con Juan Carlos, un hermano que nació un años antes que yo, el 28 de diciembre, y que falleció a los días de nacer.


Es como nuestro ángel de la guarda.  


Hubo un tiempo que mi madre contaba los abortos, tuvo dos. A mi eso me impresionaba mucho. Creo que ella misma se dio cuenta de que resultaba chocante eso de decir " tuve ocho hijos, cinco vivos, uno que murió, y dos abortos".


Siniestro.


Mi hermana mayor tiene dos años más que yo. Siempre ha sido la buena, la dulce, la obediente, la que de pequeña decía " ¡mira, mamá, me lo como todo , todo, todo!" 


Después de mi viene mi hermano, dos años  menor.  Buen chaval. Majete. De esos que mi madre cuando nos arreaba en el culo con la zapatilla, se bajaba el calzoncillo, enseñaba nalga, y soportaba estoicamente  el zapatillazo sin un mal gesto. Rollo Buster Keaton.


Luego están "las pequeñas". Son las que han tenido condescendencia: una siete hijos, y la otra dos. 


Nos queremos mucho. Nos llevamos muy  bien, a pesar de que cada uno ha tenido sus historias y su vida. Nadie se mete con nadie. Respeto gordo.


Mi madre, con noventa y tres años, tiene como tema favorito " Suso". Casi obsesivo. La verdad es que se las hecho muy gordas, y eso me hace inolvidable.  A la  edad de mi madre se repiten mucho las historias y la memoria  no  se actualiza y se queda moviola , así que cuenta unas barbaridades de mi que cualquiera que la escuche  piensa que soy un psicópata. 


Cada semana nos turnamos y vamos a estar con ella el fin des semana. Durante la semana una persona está con ella. Se llama Arelya y nos la queremos mucho. Es cubana. Y muy inteligente.


Mi padre ya no está, pero sigue con nosotros. Pasado el tiempo, te das cuenta de que dan igual la diferencia de años, el orden o los favoritismos. Tener hermanos es un regalo que nos da la vida. Una ayuda , socorro, aliento indispensable, la lealtad que da la sangre, los recuerdos compartidos, o aquellas gamberradas en casa o las confidencias.


Porque lo sabemos todo de todos.


Y es cierto que a veces la vida te lleva por caminos raros. Que hemos defraudado sueños de nuestros padres. Que algunos hemos sido un desastre. Que no todos viven según lo que a mis padres les hubiera gustado. Que hemos perdido mucho en el camino, que hubo que volver a empezar  Que  los amores mal llevados pueden jugar sucio. 


Pero no ha pasado nada. Nadie ha juzgado. Nadie ha hurgado. 


La familia es una arquitectura resistente, pero no indestructible. Y a mi me duele cuando alguien me dice que no se habla con sus hermanos. Que no se llaman ya. Que no se ven. 


A nosotros  nadie nos quitará aquella infancia común. Aquellas risas en la habitación hasta que era muy de noche. Las mentiras.  Se van los amores, se esfuman  los amigos, pero los hermanos siempre quedan. Aunque sea en el corazón. En ese refugio blindado que es el pecho.


Si tienes hermanos sabes de lo que hablo. Llámales. Reconstruye puentes rotos,. Preguntadles cómo están. Reíros juntos y recordar. No hay mayor tesoro que el amor. No hay mayor pobreza que el resentimiento.


Los hermanos son el sonido  de nuestra propia vida.



miércoles, 11 de septiembre de 2024

AQUELLAS VIDAS COMPARTIDAS.

Cuando abandoné el Antequerano F.C.  lo que más eché a faltar es que no me llamó nadie por teléfono los días siguientes, ya en Zaragoza.


Miento. Me llamó un tío. Era secretario personal  de una señora con bastante poder político. Yo había sido tutor de su hijo. Su jefa le había dicho  "localízame a un tal Mendive en Zaragoza , y ponme con él" . Entonces éramos tres en esa ciudad  con ese apellido. Y  dio conmigo. 


Se había enterado la buena señora que había dejado el barco y quería echar la caña, con anzuelo guapo, para solucionarme la vida. La económica y la afectiva. Estaba separada y yo le parecía caza mayor.


Le  dije que este corazón ya tenía dueña.


Pero en la entrada me refiero a  la amistad. Me quedé sin amigos. Había que volver a empezar.


Porque todas mis relaciones tenían sus lugares de culto, sus ritos y su propio lenguaje , dentro de un ambiente muy concreto.  Y eran muy grupales. En la opus sólo te entiendes con la opus. ¿Quién puede comprender  que usabas cilicio, o disciplinas?  


Una vez estaba con mi amigo Jósum- ése sí que es un amigo con el que hemos sobrevivido a todo -  , cada uno con un botellín en la mano, ya con el  puntito, en una taberna del Pirineo , después de subir a Marboré,   me miró y dijo: “Pasarán los años y nos daremos cuenta de que pocas veces hemos sido tan felices como aquí y así ”.


Y tenía razón. La amistad es un lugar insólito. Tiene grietas, como todo lo que lleva años construido, pero da cobijo y nos resguarda del frío en tiempos inestables. He perdido algunos buenos amigos. La verdad es que bastantes. No creo haber sido buen amigo. Soy muy inestable. Es caprichoso el azar, que cantaba Serrat. A algunos los echo de menos, pero el amor, la opus, que vas de aquí para allá sin mirar atrás, la vida y sus cosas nos fueron separando. Ahora sigo sus vidas por FB. Sonrío si los veo sonreír. Pero a alguno lo extraño.


No deseo volver, la verdad. Sigo siendo  el mismo , y me temo que ellos ya no. ¿ Para qué llevarse decepciones? Sigo  viviendo como entonces, cuando no había nada realmente importante de lo que preocuparse.  Cuando todo se perdonaba porque todo era liviano. Cuando todos los amores eran amores extraordinarios.


En ese sentido, no me he movido un ápice.


Sí me gustaría volver a aquella Zaragoza con cabinas y sin móviles. Y saber qué habrá sido de Matilde Muñoz, aquella chica que me volvió loco y que no he olvidado. Cuando todo era físico, cercano. Cuando los veranos eran interminables.


Sigo siendo igual. Pero menos sociable, más solitario. Acabé un  poco harto de la gente cuando estuve con la gente. Ahora soy de los que dicen esa horrible frase de: “A ver si nos vemos”. Aunque luego no haga nada por ver a nadie.


Tengo el recuerdo de aquellas vidas compartidas.  Aquella felicidad aún brilla y parpadea en mi memoria.



martes, 10 de septiembre de 2024

HOY ES UN DÍA DE FIESTA.

Uno de los recuerdos maravillosos que guardo de mis padres era la capacidad que tenían de sorprender  la rutina. Esa pareja se quería de verdad. De vez en cuando se iban a pasear solos por la noche, a tomar algo , a disponer un tiempo para ellos. Entonces nos dejaban solos. Era cuando aprovechábamos para ver en la televisión   películas de dos rombos. 


También con nosotros eran así. Hacíamos muchos planes sorpresa : ir al cine, al Cabezo a alquilar bicicletas , a pasar el domingo a Ontinar de Salz, a la orilla del río. 


Pero, claro, para hacer eso, con tu mujer ,  tus hijos, hay que estar. Mis padres estaban.


Soy muy voluble, caprichoso y, en ocasiones, destemplado. Cuando algo me ha gustado, me ha  gustado mucho . He bebido con manguera Jack Daniel`s.  He escuchado miles de veces en el coche la misma canción.  He subido montañas y me he jugado la vida sin pensar más que en el disfrute del riesgo. Me he enamorado de una manera enfebrecida, romanticona, desaforada, sin límites. Tengo un carácter apasionado y desmedido.


Con los años me he vuelto  contenido-  me ha sucedido lo que aconsejan los pasteleros a los que  trabajan en prácticas, eso de "déjale que reviente". Pues eso, he reventado. "Canséme", dicen en Asturias. Y me he dado cuenta que la vida también se mueve en las cosas pequeñas, en lo anecdótico, en lo accesorio. Que no todo son las cosas mollares. Que hay margen  para la frivolidad, para el capricho, para la fruslería. Y en eso  estoy.


Que recojo en mis  rutas ramilletes de flores silvestre y hago un ramo para mi señora. O  que  una tarde noto el sol y me tomo una copa de Jack's en un velador en la isla de Arousa. O me cruzo con una mirada de una mujer guapa, estilosa en una gasolinera, o en una panadería, - en fin, que está tremenda- y le digo  " chica, quiero que sepas que tienes unos ojos que son una buena excusa para venir aquí todos los días" .


Por cierto, feministas, todavía estoy esperando que me den una buena ustie.  Lo normal es que me digan " pues ya sabe donde tiene que venir".


Qué sería de la vida sin los gusticos.  Los antojos.  Qué sería de la vida sin esta cosa adolescente que me posee. Os voy a aconsejar una cosa : date una vuelta y sorpréndete, estrena, gústate, no mires la cuenta, que eso es de tiesos, de mierda seca: eso es una vulgaridad.


Date un moco y hazte el loco. Las cosas importantes se disfrazan de pellizcos de locura . A veces el camino a la felicidad es simple . Ponte guapa. Ponte guapo. Haz hoy un día de fiesta , tu cuerpo lo sabe, aunque le cuesta reconocerlo.


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Ayer no vi la entrevista a la Victoria Federica ésa , pero dejé el Hormiguero puesto y sin voz para hacer" share" , o como se llame eso.


Por tocar los cojones.



lunes, 9 de septiembre de 2024

DE PATITOS Y FORMAS DE VER EL MUNDO.

Lo primero que me fijo en una mujer es en sus ojos. Su mirada.  Si ella quiere que atienda otras cosas , ya se preocupará de que enfoque el microscopio. Y después, en su conversación. A ver, mentira no es, pero verdad del todo tampoco. 


No soy de ligar. Fui durante años como los patitos amarillos que flotan en las ferias. Las ferias eran los colegios donde estuve.  Esperando a que me pesquen. Porque yo iba con el corazón en la mano . Mi único mérito era mantener el ganchito hacia arriba y no moverme demasiado.


En 1992, un contenedor se cayó por la borda en su viaje de China a Estados Unidos, liberando 29.000 patos de goma en el Océano Pacífico.


Diez meses después, el primero de esos patos de goma llegó a la costa de Alaska. Desde entonces, se han encontrado patos en Hawái, América del Sur, Australia, y viajando lentamente entre el hielo Ártico.


Aún hoy , años después de que los patos de goma se perdiesen en el mar, siguen llegando a playas de todo el mundo,  lo que significa que es posible escapar.


Yo soy uno de esos patitos que consiguió escapar.


Ya. Ya sé que hay muchos que me están leyendo y que piensan que no. Que ellos son reencarnaciones de Warren Beatty. Seductores. Pichasbravas. Irresistibles. Que se conservan bien, que cortejan, que tienen buen pico. Pues vale. Pero que te vengas arriba contigo  no es incompatible con ser un patito.


No me gusta la pena. Todos hemos pasado un infierno para llegar donde estamos. Bastante tristeza cargamos cada cual como para tratar sobre ella. Conmigo el entusiasmo y la alegría.  Alegría es sólo una mirada, una sonrisa que se escapa y que lo llena todo. Una forma de ver el mundo.


Una vez un tío muy principal, director de un colegio, me dijo: “Estás ganando muchos puntos”. No me hizo gracia. Porque yo no concurso.  Sentirme juzgado, valorado, como un bailarín que debe dar unos pasos maravillosos. Si te prueba bien y si no te prueba, bien también.


A mi me resulta muy difícil dejar de ser lo que soy, con mis desastres y mi cositas buenas.


Me basta buscar un karaoke abierto- ya no hay donde vivo- andar la vida y sus campos y sus rutas. He sido muy feliz así. Dejándome llevar, conviviendo con mis  imperfecciones. Decepcionando o sorprendiendo. Sin dejar de tener en cuenta de que la vida es corta, y que soy un patito.



domingo, 8 de septiembre de 2024

DESPEDIDA DEL VERANO.

Este septiembre huele a volver a empezar y  a gente con cara preconstitucional. En el campo los cuervos graznan. Podría pasar el resto de mi vida encerrado en ese instante. En ese arranque de fin de verano con cielos que  tienen un tono casi azul, casi gris. Se acerca el otoño. 


Veo jóvenes que despiden el amor del verano . Son esos cariños que nacen en las playas, en los campings, y que toca que cada pájaro vuelve a su nido. "Cada uno donde es nacido , y bien está el pájaro en su nido". El amor de vacaciones es una lotería . Siempre llega, pero nadie sabe cuándo. Ni cómo. Ni en qué manos. Esos  amores se quedarán parados en la memoria  como un reloj que se queda fijo en una hora caprichosa. Esos amores son  un estruendo en la madrugada, como si tiraran recipientes y cascos  al contenedor de vidrio.


Veo unos adolescentes comiéndose a besos.  Nunca olvidamos el amor del verano. Cuando la piel se tuesta y los días son más largos y las noches son amables y cálidas. Y los besos son torpes.


Ya no soy ese adolescente, pero recuerdo y no olvido. . Ya no tengo aquel cuerpo. Ya no tengo tantísimo tiempo y el entusiasmo viene y va en función del viento que sople ese día. Pero sigo buscando ese amor. Exactamente ése.


Porque ese fin del verano es el mismo y, en el fondo, sigo siendo aquel chaval  enamoradizo que que el corazón se les aceleraba cuando aparecía aquella chavala  guapa  y esquiva.


Hay que amar. Porque el amor prolonga  las horas, incluso cuando ya te has despedido de ella. Hay que amar. Por los años perdidos, por los años que nos quedan por perder. Hay que amar. Porque la vida cabe toda en un instante.



Veo a esas dos criaturas despidiéndose y pienso en mi, en otro verano, hace muchos años, cuando la vida permanecía enterita  en una tarde de verano junto a ti.



sábado, 7 de septiembre de 2024

"NIEBLA".

Estaba tranquilamente con los ojos cerrados al sol en una terraza de Caldas de Reis. En una plaza que llaman de Las Palmeras. Y escucho un ruido como de alguien corriendo. Miro a mi derecha y observo una señora, unos cuarenta años, que es arrastrada por un perro. En principio, se podría decir que lo había sacado a pasear, pero la realidad es que el chucho- un gran danés de dimensiones gigantescas, algo exagerado y espantoso- llevaba a la dama por donde quería, ora allí, ora allá, ora acullá. Era  él el que paseaba a la mujer. Casi la arrastraba.


Daba pena ver a un ser humano sin dominio ni sobre sus miembros, ni sobre el animal, girando sobre sí mismo, dando círculos al buen  tuntún, sin sentido, esprintando a zancadas, y gritando " ¡ para "Niebla"..."¡ Niebla, quieto!"..." ¡Niebla, chiá, chiá!".


Lo de "Chiá" sonaba a truco de amaestramiento. 


Yo pensaba que si hiciese la señora como en el rural, un buen taco, una blasfemia, y un correazo, "Niebla" despeja y se queda quieto.


- ¡¡¡ MECAGÜEN TUS COJONES , NIEBLA, USTIE YA!!!


Y ya está.


Pero no. Esta señora iba como Mesala en la cuadriga, mientras el cabrón de " Niebla" cruzaba la plaza a olerle el culo a otra perra, o la bragueta a un peregrino...


Pensé: " así está la Iglesia hoy".


En el colegio el padre Lahuerta nos enseñó que el  hombre es inteligencia y  pasión. Y ponía el ejemplo del jinete y el caballo. El jinete es la inteligencia, que domina las pasiones, que es el caballo. Y terminaba diciendo " ¡ pero, ay, si el caballo se desboca y el jinete pierde el dominio sobre el animal. Entonces  todo es instinto y termina mal!".


Aquí la metáfora es que la señora  canofilia es la Iglesia , que ha decidido embozar las riendas a un sabueso, que son las ideologías dominantes. Sólo que éstas,  que son  fieras mal entrenadas,  han estado sujetas mucho tiempo: el  cambio climático, las emigraciones, la sexualidad, los trans,  lo woke, los gays lavandas, las lesbos, la izquierda caviar...y toda las razas de lo políticamente correcto. 


Simultáneamente, lleva las correas de sacerdotes diocesanos de diferentes pelajes y razas. También nuevos movimientos de extraños pedigrís. Monjas del Furor del Espíritu, la Curia del Lavandino me tocas el pepino, las Hermanas Castas hasta Desorejadas, obispos que se dan por culo porque la tierra tiene fiebre, Emaús,  Éfeta, Talita Cumi, ¡ Hip hip, Hakuna...  


Y vemos el ridículo espectáculo de una dama perdiendo la dignidad, haciendo extravagancias , piruetas absurdas, molinillos y contramolinillos de una manera estrafalaria, mientras va suplicando por la plaza , y al viento imperio " ¡Niebla, por favor, no le huelas los testículos a ese señor!, "  Niebla, para!".¡¡¡ Nieblaaaaaa!!!!


Eso es lo que pensé. Así que me levanté de la terraza, pagué mi consumición, y me fui justo  justo por donde no estaban la señora, y  "Nieblaaaaaaaa". 



viernes, 6 de septiembre de 2024

LLAMADME GILIPOLLAS, PORQUE ME LO MEREZCO

Estuve en un curso para voluntarios. Fueron unas jornadas un tanto , no sé, curiosas. 


En las presentaciones, propuso la coordinadora una idea. Una especie de puesta en común, " para que nos conozcamos todos" . Y propuso que  dijésemos nuestro nombre, y, entre otras cosas, " cuál es vuestra mayor virtud y vuestro peor defecto". 


Una gilipollez. No voy a decir allí, delante de unas cacatúas del Yucatán, quién soy, así, a calzón quitado. Además, era el único tío.


Una de ellas se levantó y dijo " yo soy muyyy empática, y  mi mayor defecto es que me doy  mucho  los demás. ¡ Siempre estoy ayudando a otros! Yo creo que debería pensar  más en mi". Así, sin cortarse el pelo la tía. Su mayor defecto era "  que se daba mucho a los demás".


Yo dije que era un "casi": casi buena persona, casi mala persona, casi generoso, casi egoísta, casi bueno, casi malo, casi  hábil, casi torpe...¡ Casi!".


La lie buena. Porque hay un tipo de  mujer separada, divorciada, viuda, que ése tipo de hombre " casi" les pone. Pero, bueno, eso, otro día.


Una se definió como " buena persona" , y afirmó que esa manera de ser le había hecho mucho daño " porque hay gente que se aprovechó de su bondad. Y todas jalearon esa idea. Una dijo " hay mucha hija de puta y mucho hijo de  puta suelto. Y lo digo porque  donde yo trabajo hay que andar con mucho cuidado de quién te fías". 


Yo me levanté en plan rollo Barullo y le dije " ¡ eso no es verdad. Eso es lo que quiere esa gente, para mi gentuza , que te hizo daño. Que pienses que hay mucho hijo de puta suelto, y que te quedes paralizada y con miedo. Te habrás equivocado de persona cuando hiciste el bien, pero tu corazón no se equivocó".


Ovación cerrada. Vuelta al ruedo. Y no me tiraron la ropa interior  porque no tocaba en ese ambiente.


Vivimos tiempos extraños. Que a la gente buena se diga que es tonta. ¡ Venga ya! Tan extraños, que la generosidad es vista con recelo. Tan extraños, que damos lo perdido por perdido.


Mis padres me enseñaron otras cosas, pero luego la vida nos lleva por diferentes caminos. Por el de la competencia del trepa con piolet y escalada en cara norte,  por el del egoísmo.  Hasta en la Cultural Leonesa he visto trepas. 


¿  Y tú qué , Suso? Tú que vas dando lecciones. Pues yo digo lo de aquel: todo el mundo va a su bola menos yo, que voy a la mía.


Todas las noches, cuando me acuesto, pongo la cabeza en la almohada, por el lado izquierdo , y  tengo un instante de soledad.  Allí aprovecho para rezar. Repaso mis muertos , luego la Virgen. Y terminó con un " cuando quieras, dónde quieras, cómo quieras...pero contigo". Eso se lo digo a Jesús.  Y poco más. Me giro al lado derecho, y caigo redondo.


Ya no tengo edad para sentirme  culpable. Ya no tengo edad para  mentiras. No estoy para que un imbécil anónimo y cobarde me condene y desee el infierno   Ya sólo vivo para la felicidad. La propia y la ajena. Ya sólo vivo para el encuentro, para la amabilidad, para las risas.  Vivo para ser perdonado y perdonar.


Sólo quiero pasar por los años sin hacer daño a nadie, sin hacerme daño a mí mismo. Que bastante la he jodido ya,  a otros y a mi. Y recuperar lo que perdí, que no es otra cosa que el  niño que fui.


Y si es de gilipollas ser bondadosos , llamadme gilipollas, porque me lo merezco.





 

jueves, 5 de septiembre de 2024

DOUMAN: UN CREADOR DE TABÚS.

Antes de ir a vivir a  Monterols - un centro de estudios donde se  formaban las nuevas vocaciones al Dinamo de Moscú, y también se probaba la idoneidad, o no, de su entrega- estabas dos meses en una curso de verano. Yo llegué  asilvestrado , pero allí , a base de correcciones y de broncas (porque a veces con la corrección no bastaba) a uno le ponían a andar..


Uno de los temas en los que llegué pez era en lo que llamaré " Baladas de amor inconsútil". 


El director era un psiquiatra , un tío que estaba bastante pallá, con un sentido del liderazgo un tanto inestable.  Era un creador de tabús. Yo entré allí  virgen y salvaje salí  de allí domado  y con muchas telarañas, fijaciones, rarezas y estrecheces. ¡ Con lo majo que yo era! 


En lo de las canciones el director era un obseso de las letras de amor. Para él había canciones al mismo nivel que comer   cerdo para un musulmán. Yo no sé qué  tenía con Roberto Carlos, Julio Iglesias, los Pecos, Dyango,  Jeanete...en fin, que si decías " querida , querida , vida mía", o " abrázame, pero no me digas nada , pero abrázame", o " y te vaaaaassss, y te vasssss, rompería casi todo si no estás". Y el tío te venía cabreado y te decía , pero poniendo  cara de haber lamido la escobilla del wáter, " ésta canción no la cantas más, ¿ de acuerdo?".


Una vez que me puse a cantar "  Para que no me olvides" de Lorenzo Santamaría , se levanta, viene a por mi , y suelta " ¡ te he dicho que esas canciones no. ¡ Basta!". 


Yo pensaba " ¿ pero este tío  qué se cree, que  voy a enterrar la nutria con  la chica de Lorenzo?.  Era tremendo. Pensaba que con esas canciones de amor las aprovechaba el personal para la cosa lúbrica - ya no digo si tuviera una connotación carnal, rollo besos, abrazos, o piel....


Total, que al final sólo podías cantar canciones  ambiguas , neutras, que lo mismo servía para la Virgen, tu madre, o tu hermana. Tu prima no, porque también en las charlas de pureza, ignoro la razón , siempre salían las " primas". Ese sí que es un tema que me gustaría profundizar: "¡¡¡ las primas!!! ".


Otra que sí podías  cantar era la de " ¡hoy hay paellaaaa, qué delicioso manjarrrrr!".


Una vez , en un show, salió a cantar un numerario recién pitado . Era un tío que venía de provincias. Formación escasa. Tal vez había estudiado en la pública. No lo sé. Pero  imitaba muy bien a un cantante que se llama Richard Cocciante. Tenía el italiano una canción bastante guarrilla donde el notas  baranda se iba calentando, con esa voz afónica y sensualota ,  y terminaba  cantando a gritos " ¡¡¡ Y AHORA QUE ESTÁS AQUÍ , DESNÚDATE COMO YA SABES TÚ, TE NECESITOOOOO!!!.


Y el numerario se movía así, como dándole a las caderas palante y patrás, con los ojos cerrados,, muy puesto en su papel erótico ...y, entonces, llega el psiquiatra Moisés- lo mismo que Charlton Heston con las Tablas -  se incorpora de la silla , y dice " ¡ vamonos, basta!". Y todos nos levantamos del show dejando a Richard con los ojos cerrados el micro en los morros, y las manos en la entrepierna.


El tema de la entrada  son los tabús. Este director era un creador de tabús. Creaba una línea  que dividía " los que se enteraban", estaban bien formados, y " los que no se enteraban", no tenían buena formación.  Yo , hoy, con sesenta y siete años, aún me cuesta cantar ciertas canciones porque me parece que desdicen. Lo del tono humano y eso. Por ejemplo, hay una canción de Melendi que dice 


Y en este bendito cuerpo a cuerpo

A mí me surge la gran pregunta

¿Cómo me vas a decir: "te quiero"?

Si ya tenemos la boca junta

Si ya tenemos la boca junta".


Y me imagino al de Dou, y es que no puedo. 


Me sucede lo mismo que esas tribus que les han  enseñado que tocar el totem produce la  muerte.  Y no sólo son canciones. Hay muchos tabús tatuados a fuego  que siguen allí. Soy incapaz de  comulgar en la mano. A veces lo he intentado - en la pandemia - y estuve a punto de caer al suelo y gritar " ¡ Señor, Hijo de David, perdónameeeee!". No puedor!...


Hubo una época en mi vida que estaba lleno de tabús: en el sexo, en las mujeres, en la religión...y, en fin, algún tatuaje me queda. No me he desprendido de todas las pinzas, y un poco colgado aún estoy.




miércoles, 4 de septiembre de 2024

OTRO CURSO.

Uno escribe mucho. Aquí , durante estos diez años de andadura diaria ,  nunca sabes ni para qué, ni para quién. Me divierte, me gusta esto de escribir, disfruto . Es el misterio de este blog.  Es el misterio de un nosotros anónimo, porque no sé exactamente quien sois.


Septiembre, un nuevo curso , ¿verdad? Cuantos días caben en un solo día. Las cosas familiares, las pequeñas y las grandes, las llamadas telefónicas , el sonido de las cosas del campo, el arrepentimiento tras un malentendido familiar . La confidencia de alguien del gimnasio , comprar en el Froiz,  una  cerveza bebida  a sorbos. La visita a la iglesia de Caldas.


Ayer se me ocurrió una idea absurda : encargar una misa por los lectores del Barullo difuntos durante estos diez años. Algun@  habrá. Además, los lectores de Barullo no creo que digan a nadie "  dile a Suso que me he muerto". Aunque algun@ diría " dile a ese hijo de la gran puta que me he muerto".


Lo mismo el cura me manda a freír espárragos.


Pero aquí estamos. Juntos. A uno y a otro lado de la pantalla. Qué acto de generosidades eso de reírse, llorar, compartir. Es una forma de intimidad. En eso se ha convertido este blog. Incluso para los haters.


Aquí se está bien. En este laberinto diario. Me gusta recordar , porque la nostalgia también es un lenguaje. Pocas cosas más hermosas que una confesión, que una historia divertida. Pocas cosas hacen tanto bien al mundo como la simpatía.


La mayoría de las cosas que cuento aquí las viví. Otras las recojo de lo que veo, leo, o me cuentan.  Somos los días que hemos dejado atrás. 


Gracias por abrirme la puerta. Sé que soy ese  invitado que siempre andan de paso. Y gracias por compartir vuestras cosas.


Porque la alegría es un signo de rebeldía. 


Comienza otro curso.




martes, 3 de septiembre de 2024

LOS HOMBRES Y EL VERANO.

Uno de los cambios que noto en los inicios  del 2020 es lo difícil que resulta para un hombre mantener la dignidad en verano. Hace unos días fui a un tanatorio a presentar  mis respetos a la familia del difunto,  y me sorprendió mientras estaba allí las pintas de la peña: tíos con bermudas de colores , como de hawaiano que acaba de echar un trullo como un perro muerto  debajo de la palmera, otros con camiseta de tirantes , en plan estibador del puerto de Odessa, aquellos con playeras de esas que se mete el dedo gordo en una tirilla, otro con unos callos como caracoles gigantes del Ganges. Aquel con  sandalias con correa en los tobillos y cierre de velcro No me referiré a los cortes de pelo. Nos estamos hundiendo , y no lo sabemos. Hasta vi, cuando me iba del tanatorio, aparcar un notas que llevaba unas gafas naranjas de espejo, con gorra chochera con la visera hacia atrás, como si estuviese en Santa Mónica, el muy sinvergüenza.


Las mujeres nos dan mil vueltas . Ellas tienen esos vestidos suaves, frescos, de tonos veraniegos, con ese ligero vuelo que da la brisa. Tienen las blusas de lino. Tienen estampados. En fin, ya digo, nos dan mil vueltas…


Yo soy el muerto y salgo del ataúd y mando a los tíos a tomar pol culo. ¡ Todos fuera de aquí, coño!


¿Qué tenemos los hombres? ¿Las bermudas con bolsillos? ¿Las camisetas de Marvel ? En serio, ¿qué  cojones tenemos los hombres? ? ¿La gorra de publicidad de Abanca? 


Las bermudas son el último y frágil asidero que tienen los puretas, para tratar de agarrarse a su tímida irreverencia juvenil.


Mi padre, y todos los padres de antes, sí sabían ir a un tanatorio. Y sabían estar. ¡Joder,  qué  cambio, pero qué  cambio!


A eso se le llama respeto. Porque el muerto,  y su familia, y el dolor, merece un respeto. No digo de ir con traje y corbata - fuera parte que la corbata se la comprarían estos tíos en un Party fiesta, de esas de gomilla mierdera -  pero , coño, un poquito de decoro.


Aquellos padres , con sus protocolos , sus con ideas fijas, pero con dignidad. Pero esta gente en verano comete el pecado  de guarrear siendo un hortera.  Hacer el gilipollitas . Como diciendo: mira qué temperaturas, mi vuy a de comprar estas bermudas rosas con esta camisa estampadas con penes y trompetas  color pomelo. Probemos esos pantalones pirata  amarillos con esa camisa marrón  abierta hasta el pecho y esas cadenas con un crucifijo boca abajo , como de satánico que te cagas. 


Yo he hecho todo lo malo que puede hacer un hombre en verano. Mi madre me hizo llevar "cangrejeras" de plasticurri, que dejaba roña negra en  los pieses.   También he llevado mocasines como de terciopelo sin calcetines. Y  traje de baño de los que apretaban las ingles y dejaba la gomita marca en las estrías testiculares, como para ajustarse el calabacín y salir a bailar " Staying alive"  en la piscina. Hasta he llevado el vaquero rojo bermudita estrecho. Yo he pisado el infierno, pero aquí estoy.


Y estoy aquí para lanzar un mensaje: ser hortera no es un  algo circunstancial, ser hortera es un estado de ánimo.


Este verano ya termina. Pero el año que viene no olvides que somos hombres. Mi padre, en verano, usaba zapatos de rejilla, porque era un señor. Y no le daba vergüenza. Y cuando íbamos a misa y llegaba la consagración el tío sacaba un pañuelo limpio y bien plegado, lo  ponía en el suelo, e hincaba la rodilla sobre él. Ese era mi padre. De allí vengo yo.


Un día le conté esta anécdota a una amiga , y ella se rio. No entendió nada. Así que me levanté, recogí mis calzoncillos del suelo y me marché de allí para siempre.



lunes, 2 de septiembre de 2024

REPUTACIÓN: LAS SIETE LLAVES.

En la entrada " Pasarlo bien. Una filosofía", me llamó la atención la cantidad de referencias que se hicieron a los "años 80". Es verdad que fueron años de libertad , vistos desde la perspectiva de hoy,   de despreocupación , de pocos tabús, de  un sentido muy - no sé cómo escribirlo para que no suene mal- eso que los catalanes llaman " campi qui pugui". Una especie de "sálvese quien pueda".


Uno ligaba en su versión  más machista, grupal, casi tribal. Los tacos estaban bien vistos, el ser mal hablado era señal de indio machote. Uno decía a las chicas cosas por las que hoy serían denunciado sin contemplaciones. " ¿ Quién te pillara cagando, maña!...¡para sentarte en la mierda, claro!". Y eso hacía gracia.


" ¡Tengo los cojones llenos de amor!"  era otro piropo. Eran otros mundos, otra sociedad. Cuando Rubiales se magrea los trestículos en el palco lo hizo porque venía de esos años. El muy ni siquiera se dio cuenta. Y  lo que menos esperaba  fue que le organizaron la mundial con sus gestitos.


Eran años que uno se metía y hacía chistes de maricas - ya no digo  transexuales. De gordos, de tontos, de mongoles, de tartamudos, de putas, de lelos.


Los asuntos se resolvían a puñetazos, a insultos, a usties. Se fumaba desde edades muy tempranas , y la tolerancia era , ya no de manga ancha, aquello era un poncho. Lo mismo el alcohol.  Los talleres tenían en la recepción posters de tías en bolas. Los hombres se rascaban los güevos sin pudor delante de las damas.


Eso, y mucho más, fueron los ochenta. 


Pero luego crecieron los tabús de una manera exponencial , al mismo ritmo que los escaños de los partidos con diputados con discursos identitarios.  Es imposible que alguien de los ochenta pueda explicar aquellos años, a no ser que hayas pasado por allí. Hoy el cambio climático, las identidades sexuales, el  empoderamiento de la mujer, lo políticamente correcto , los enanos, los homosexuales, los toros, el rollo animalista, la Iglesia, los emigrantes, las lesbianas, la pedofilia, la violencia machista, el hombre como un futuro violador en potencia , los fascistas.


Estamos en una sociedad  donde no nos dejan decir muchas cosas, y también, a veces, no nos dejan pensar o sentir. Hay un nuevo puritanismo. Y este puritanismo lleva a algo terrible , al silencio. Nos callamos.  Porque - y se repite las mismas conductas de la moral victoriana- nos importa la reputación: es tan frágil y está tan sometida al juicio de los demás que la defendemos con nuestro silencio de la amenaza que suponen nuestros pensamientos.


Ciertas cosas de uno es mejor guardarlas bajo siete llaves. 


Pero si esto sigue así acabaremos todos neuróticos.




domingo, 1 de septiembre de 2024

TODOS SOMOS BOB DYLAN, MÁS O MENOS.

Bob Dylan no me gusta. Las canciones de él , versionadas , sí. Algunas muchísimo.


La música está llena de fantasmas elevados a la categoría de genios, y que no valen nada. Todo es una inmensa mentira, como un símbolo,  de la que viven millones de personas. Así ha sido desde hace siglos. Necesitamos mitos. Y hacer del mito una especie de tabú. 


El fenómeno se repite cada año. Es un artificio. Una poderosa energía que fluye como un río, pero que no se activa cuando ponemos un disco en el reproductor, sino al presenciar en directo durante la ceremonia de concierto. Lo vimos este verano con Taylor Swift.  Escrivá  hablaba de una vez que vio en Zaragoza la salida de un torero en el Gran Hotel y un niño que salía de la muchedumbre que rodeaba a su ídolo gritando " ¡ lo he tocado, lo he tocado!"


Es un asunto muy viejo.


Hay una anécdota muy buena sobre Dylan. Hace pocos años fue detenido en los alrededores de Nueva Jersey. Solo y bajo la lluvia, como un anciano desorientado, el compositor y premio Nóbel   más célebre del planeta se paseaba con un pantalón de chándal, unas katiuskas y dos chubasqueros cubriéndole la cabeza. Se dirigió a él una agente de policía para identificarle, pensando que era  John Rambo. El viejo le contestó que era Bob Dylan y que buscaba casas en venta. Fue subido al coche policial casi de inmediato. Un sargento, informado de que Dylan estaba a cargo de la policía, fue a echarle un vistazo. Lo miró de arriba abajo y bufó: “Este no es Bob Dylan”.


No era Bob Dylan, o sí. Era Bob Dylan hasta los cojones de ser Bob Dylan. Podrías ser tú, o yo, qué más da. Todos somos esa mierda que va desorientada por la calle.  ¿Al fin y al cabo quién es Bob Dylan sino un nombre inventado? Además, todos   hemos perdido la cuenta de los años que Bob Dylan lleva siendo Bob Dylan. Y, además, ¿cuántos Bob Dylan ha habido? Todo en él es una imagen , la que han querido que tengamos de él. 


Hace unos días leí una entrevista a Summers , el de Hombres G. Una mierda de tío que ha dejado en el camino muchos David' s tirados en la cuneta.


Dylan, en sus giras juveniles, cuando era un icono en vida (el pelo alborotado, los rasgos aniñados e insolentes, parapetado siempre bajo unas gafas de sol y el humo de un cigarro) salía corriendo de los conciertos perseguido por cientos de personas que lo querían tocar. La escena era siempre la misma: Dylan encerrado en un coche aburrido de su inmensa multitud de fans, que creían ver en él a una suerte de conciencia . 


¡ Qué ridícula es esa gente que hace de una persona un dios, y que llega un día que no le perdona que no lo sea!


"Es muy abrumador tener a tu alrededor gente que te dice cuánto te entiende cuando no puedes entenderte a ti mismo”, declaró  a Playboy en 1966, en una entrevista en la que anuncia que "sólo tengo 24 años".


Hablando de su público  dice “Hay un momento en que dejas de notarlo, dejas de verlo y ya apenas la notas”... “Vivo desde los veinte años rodeado de una cantidad ingente de gente".