jueves, 19 de septiembre de 2024

LOS HELADOS: TIEMPO DE INFANCIA.

El lunes, después de la misa  que asistimos por el alma de Manuela, invitamos al sacerdote que celebró - un buen amigo- a tomar un helado. Una heladería de Caldas que  los hace maravillosos.


Para mi invitar a un helado, ya sea  en forma de polo, de tarrina, de sorbete, de cucurucho , es regresar a la infancia. No conozco a nadie que no disfrute tomando un helado y no se le vea feliz. Y aquella noche no fue una excepción. El cura se tomó dos bolas de vainilla, y había que verle la cara.


En el congelador de casa siempre hay helados. Desde los más chungos de hielo y palote - que me chiflan- hasta los más sofisticados. Hay un cucurucho del Mercadona, pequeñito , de chocolate, que lo como y parezco un niño en domingo.


En mi familia hemos vivido muchos días de Camy. Cuando los Magnums aún no existían. Y mucho polo . Cuando pagaba  mi padre en pesetas. A veces después de misa, otras chorreando sudor al terminar  una tarde en las bicis. Y a veces con los ojos hinchados del cloro de la piscina.


Para  mi el helado siempre será un refugio , un algo para pasear a ninguna parte mientras chupo fresa, o chocolate. También me sucede con las pipas, pero allí nos empiezan a perseguir los de siempre: los que sólo piensan en joderte la vida.  


Cuando el lunes nos acercamos con el sacerdote a  las vitrinas de la heladería, y vimos los distintos sabores y los letreritos, el cura ponía los ojos de un niño. Con esa mirada golosa y única que ha sobrevivido a los años.


En fin, parecía que ese hombre fue  creciendo  y pasó por Camy, pasó Miko, pasó Avidesa… pasaron los veranos. Ahora, aquel niño es un cura. Y al cura esta noche se le ha puesto carita de chaval. La vida es un parpadeo. In ictu oculi.  La vida es un crío jugando al pañuelo, ¿ lo cojo primero, o  dejo que lo coja? Y, de repente, notas  que alguien te toca la espalda antes de llegar a refugio.


Ojalá te toque con  un helado en la mano. Dando un lengüetazo al cucurucho  de tus días. ¿ qué más se puede pedir?:  intensidad y dulzura.


Haz la prueba hoy . Cuando salgas de trabajar, siéntate en la terraza de una heladería y  ya verás qué bien.


El helado es una máquina del tiempo maravillosa. Te sientas, y mientras sorbes  y lames las gotas que se deslizan por el vasito, recordarás , tan feliz y tan campante,  los años que ya se fueron. 






52 comentarios:

  1. Hola, buenos días,
    Quizá sea un poco "off topic", como dicen en algunos ambientes. O quizá ya se ha hablado de ella, aquí en "nuestro" Bar, no llevo la cuenta de todas las pelis y libros que se mencionan: anoche vi "The professor", con Johny Depp. Pelos de punta. Como hacía mucho tiempo.
    Saludos. Que tengáis un día genial.

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  2. Hay días, como hoy, que hace Usted unos escritos gloriosos. Gracias.

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  3. Magnífica entrada Suso!

    Siempre recuerdo cantando en Bauprés aquella estrofa de tu canción "Como un idiota" en que el tío va chupando un helado por la calle y dice:

    "... lo chupaba con mucha afición
    porque el helado
    es de mi agrado..."

    Aunque luego cantáramos pronunciando "shhhupbaba" y "fricsshion"...

    ¿Que tiempos más gloriosos aquellos!

    Saludos y buenos días a tod@s!

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    1. Jajaja jajaja
      Ya sabía yo que la entrada era biográfica.

      Era " lo shupaba con musha fruiccsiónnnnn,'

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    2. Exacto! Así era!!!

      Por cierto, ¿donde podemos encontrar tus canciones? Mi preferida era 3,2,1...

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    3. A mí me gustaba la del león de la Metro y el trabajillo del chaval.

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    4. Entiendo que usted se refiere al pellizco.

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    5. No, le pellizcaba los trestículos.

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    6. Vaya, me he convertido en un degenerado.
      La memoria me falla, tengo una "convenient memory".

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  4. Te olvidas los de "Frigo" ... En Zaragoza fueron míticos los "Helados Italianos", en Independencia cerca de Santa Engracia, que luego cruzaron de acera y hace poco desaparecieron y en Gran Vía, aún vigentes.

    También tenían su "aquél" los puestos blancos y verdes, donde jóvenes dependientas uniformadas vendían cucurucho de sabores clásicos: vainilla, fresa, mantecados, limón, chocolate, ... Los inolvidables cortes, simples o dobles, habitualmente de vainilla y chocolate ... y los polos de naranja, limón, fresa, ...

    Con helados, bicis y pelota sencillas no necesitábamos consolas, móviles ni pijadas.

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    1. Muy buen complemento al comentario. Gracias.

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    2. Italianos de Independencia cerró.

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    3. Más de un niño hubiera soñado por un polo caliente...

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  5. Y esa máquina del tiempo (¡que bien defines los helados!) me transportó al leer la entrada a un verano de semestre como numerario novato que era del OD (dos meses en La Farga) donde me cayó la más violenta corrección fraterna -que recuerde- por haber bajado a la cocina y haber comido un helado sin estar previsto en el horario. Era de noche, en un asfixiante agosto y se nos ocurrió con algún otro (el chivato traidor) darnos un respiro. Y un inmenso placer. !Claro que sí!

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    1. Pues hizo usted muyyyy bien. Porque ese recuerdo se lo lleva con usted de por vida y se lo contará a sus nietos cuando les invite a un helado

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  6. Como me lo apunté, porque soy así de apuntona, lo tengo que copiar y pegar. Una de Federico Moccia en El paseo, recordando un paseo de pequeño, con su padre, mientras se comían un helado:
    "Y más allá, Mennela, y sus ricos helados: stracciatella, pistacho y nata; cuando eres pequeño, te gusta solo el nombre de los sabores, e incluso sin gustar el sabor te parecen dulces ."

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  7. Frigo, Camy, Avidesa, La Menorquina? Cuáles eran los mejores? (De entre los de marca?)
    El debate nunca terminó...

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    1. Yo era muy de AVIDESA, pero sin llegar al fundamentalismo.

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    2. Buena elección! Hoy la planta es de Ferrero, los de la nutella y kinder. Estos italianos se han quedado la mejor!

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  8. ¿Donde podemos encontrar tus canciones, Suso?

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    1. La verdad es que he vuelto a versionar bastantes, pero aquí al blog no se puede, o yo no sé ( ocupan mucho)

      Y no sé cómo usar otros lugares para colgarlas.

      Estoy dispuesto a aprender. o a dejarme aconsejar.

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    2. ¡Fácil! Del mismo modo que en tu perfil de facebook subes vídeos, si tienes usuario en Youtube, es tan sencillo como darle a "crear" e ir subiendo los vídeos que tengas. Una vez alojados ahí puedes incrustar el player en cualquier publicación de blogspot o donde quieras.

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    3. Usted lo ve muy fácil...en fin, lo intentaré.

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    4. ouch! me ha dolido lo de usted :) Cuando fui yo el que te llamaba de usted durante los años del global school everywhere fandango que fuiste mi preceptor. Luego ya de mayores nos hemos tuteado cuando nos hemos visto por Madrid. Algo de vídeo piloto, así que si te atascas, dame un toque!

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    5. ¡Vaya!, estuvimos en Madrid la semana pasada de lunes a jueves, viendo museos.

      Lástima. La próxima vez será.

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  9. En el Poblado, en plena canícula de los meses de julio y agosto, cuando Rufino se dignaba a premiarnos de forma muy extraordinaria con uno de esos pseudo-helados (una tarrina que pretendía emular los sabores de nata y chocolate, o de vainilla y chocolate) era un fiestón. Y mira que eran los peores helados del mundo... pero en el desierto de El Poblado eran un tesoro.

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    1. Yo creo que eso era una especie de donación - debía de ser la misma persona que donó las tortas "Inés Rosales", que hacía cagar a los culebrones.

      Esas tarrinas me parece que las retiraron del mercado porque tenían sustancias que marcaban índices muy altos de "algo". Dabas positivo en drogas muy de diseño. Yo , al salir de la oración de la tarde, en el oratorio del Poblado - ¡ agosto!- he visto a Tía Carmen con un flotador patito en a cintura ir en chanclas a la piscina.

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    2. Y estoy seguro que eran las tarrinas.

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    3. Cierto, cierto... en los años 78 y ss en Sevilla se iba a la casa de Inés Rosales a convivencias, retiros... Las subiría Paco el Gordo.

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  10. Las tortas de Inés Rosales estaban buenas . El problema era tomártelas en julio a las 4.30 de la tarde a 38 grados jugando al fútbol. Ahi estaba el tema.

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  11. Recuerdo los helados de barra. Que se iban cortando en rodajas y se comían entre galleta y galleta.
    Uno mordía el helado con entusiasmo, como si fuera un bocata y... aggg le subía ese dolor frío por las muelas y la mandíbula.
    El dolor merecía la pena.

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  12. Los CEO y los profes "llamadme Nacho" solo comen helados "haazen dazs", recubiertos de cacao y esencias de rúcula selecta.

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    1. Oiga, este comentario por quién lo dice? Está claro que tiene un destinatario muy concreto.

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  13. Recordemos algo: con los palos de Camy, podía armarse un fuerte Comansi.

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  14. Los Haagen llegaron a mediados de los 90 para que el clase mediero creyera que comiendo helados hagen se transmutaba en clase alta por unos minutos. Nada más ridículo. Mucho mejor fue lo que llegó después que fueron las heladerías artesanales. Italia, en esto, nos lleva cien años de ventaja.

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  15. A ver, a mi me dijo un pronombre muy preparado (con un mba y otros méritos de high level), que solía hablar ex catedra, que los mejores helados, los auténticos e inigualables, eran los de la Jijonenca. No sé, lo decía con tanta seguridad y con tanta autoridad, que imagino que sabía muy bien lo que decía.

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    1. El tío que he conocido que más sabía de helados era don Ignacio Font. Lo sé porque lo he visto shupar cucurrucho Guapo y se ponía, literalmente guarro de babas - le llamaban Morris. Y para quemar lo que se zampaba en calorías se metía unos partidos de fúrbol con el chándal puesto , vaciándose, dándolo todo.

      Y en ese sentido Font era una máquina. Y era ejemplar. ¡ Qué helados se metía!

      No como otros, que se pedían una mierda de tarrina de nata y "chocolata" y la van tomando con cucharita por la calle, con la americana en los hombros, y un rosario de dedo en la mano.

      Yo a esos tíos los expulsaba del Opus Dei, pero así. A puta calle.

      Pero en eso de los cucuruchos Font era ejemplar que te cagas.

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  16. Los helados Farggi en cierto sector de la sociedad barcelonesa, que frecuentamos unos cuantos bastantes del barullo, tenían su nicho de mercado.

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    1. A ver...yo creo que esos eran los de Herzegovino que se iban a la Kenga a comprar Frigodedo, o Frigopié, que para mi son gente que no ha superado la etapa anal de Freud.

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  17. Cuidado amigos porque en el Parioli a la vuelta de Villa Sachetti hay una heladería que ya frecuentaba Marlies y ella pedía helado de frutti paradise, algo que nadie sabe a qué sabe y que terminó llamándose el cucu Marlies.

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    1. ¿Helado de frutti paradise? ¿ y era la Marlies? Joder , con los helados que hay en Italia y pedirse eso. Yo creo que nadie con menos de 80 años y sin problemas de pérdidas de orina se pide un helado de frutti paradise. Aquí hay gato encerrado, y no me refiero a cosas sexuales. Un trastorno o argo.

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  18. Eso del cucu Marlies suena a canción del Giorgio Dan bailada por Giorgio Aresu.

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    1. A mi me ha sonado a Shakira moviendo el cucu. Cuando se pone como loca , agitándose y eso.

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    2. En los ochenta también estuvieron de moda los helados gigantes, se servían en los bares en verano. Una copa enorme de helado que la servían con dos bengalas clavadas en el helado y encendidas encendidas. Parecía un pastel de cumpleaños

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  19. Suso puedes colgarlas en www.tokyvideo.com las lanzamos de nuevo al estrellato. Martin de la Franja !!! Fuerte abrazo

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  20. Yo, si en un local no tienen Haagen Dazs, me levanto y me voy. Tengo una reputación.

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  21. Amigos, a mí lo del frutti paradise por la Marlies todavía me tiene temblando. Hacía tiempo que no oía algo tan potente. La Marlies pidiendo un fruttti paradise no puedo igualarlo. De veras que no puedo

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