Muchas veces pienso que mi madre es un spoiler de mi mismo. Nos parecemos mucho, por fuera y un poco por dentro. ¡Ya me gustaría ser como ella! Y creo, lo creo de verdad, que vale la pena que invierta en esa mujer. No sé cómo se morirá, pero sí que contemplo cómo se está despidiendo.
Ella y yo hablamos mucho de la muerte, aunque de un modo bastante irreverente. Quiero decir que hacemos mucha coña con el tema.
Tengo varios spoilers en mi vida que me sirven de modelos de mi propia muerte. Probablemente , tú tengas los tuyos. Espero los hayas descubierto.
Una vez, hace años, me llamó un tío. No lo conocía. Se presentó y me dijo que quería hacerme una confidencia. Me comentó que acababa de fallecer su mujer de un tumor cerebral . Se habían casado unos pocos años antes. Eran muy jóvenes.
- Te leo en el Barullo, y he seguido muy de cerca la muerte de Manuela. No soy muy creyente, nada practicante. Hice una promesa a Dios. Si curaba a X haría un cambio radical, y me comprometí a hacer...
Su mujer sanó.
- Olvidé la promesa. No la cumplí. Y pocos años después el tumor volvió a dar la cara. Y se ha muerto. Y creo que fue por haber fallado. ¿ Tú qué piensas? Estoy roto....
Y rompió a llorar. Ahora estoy escribiendo y se me saltan las lágrimas. Ese hombre - lo entendí después- cuando me asomé a su página web ( es fotógrafo, entre otras cosas) - estaba enamoradísimo de su chica. Todas las fotos, todas, eran de ella en paisajes de viajes que habían hecho por el mundo.
Le contesté lo que cualquiera le hubiese dicho. La verdad. Dios es un padre.
Años después , por esas cosas que tiene la vida, me crucé con un sacerdote. Y me preguntó si era Suso.
- Soy capellán de un hospital y un joven me pidió que fuese a confesar y darle la extremaunción a su mujer. Era una chica joven. Y estaba muy preparada. Muy madura. ... a la salida le pregunté al marido por qué me había llamado, y me habló de ti. Me contó que no te conocía, que te leía. Y que tú habías tenido una experiencia parecida.
Recuerdo que a ese hombre, se llama Rafael, le dije que ella siempre estaría a su lado, que guiaría sus pasos, que no se preocupase por nada. Verá su mano en todo. " Y es un ejemplo para ti: ahora ya sabes cómo debes de morir".
En esos amores - hablo de los de quilates- habitan todos los mundos. Mi único talento como marido fue decepcionar a Manuela. Cagarla en mis maravillosos propósitos. Ir a mi bola. Seguir siendo lo que siempre fui: el "casi": casi fiel, casi bueno, casi...
Ese amor, el de Manuela, el de mi anónimo, el tuyo, no fue el puerto en el que amarré mi barco, ese amor fue la playa a la que llegué nadando tras el naufragio.
Pero también vale así, porque la vida es un mar agitado, impredecible muchas veces, pero esos amores que ya no están siempre permanecerán ahí, inmutables y luminosos como un faro.
No hice las paces con Manuela , después de que se fue, hasta que no hice las paces conmigo mismo. Nuestros muertos nunca dejarán de confiar en nosotros.
Pero comencé hablando de mi madre. Es un fuego invisible. Cuando ella se valla, la casa se quedará sola. No sé qué sucederá después. Habrá otra, pero ya no será como aquella, en la que la "mááááma " - yo la llamo así, en gitano - nos recibía con un beso que siempre parecía el primer beso. Aquel que abrieron nuestros ojos suavemente a la primera luz.
Y ahora voy yo y me encuentro en una novela que un personaje le dice a otro: "no deberías sentirte culpable de nada, porque la culpa es la forma suprema de la vanidad…". Sé que es sólo una frase, un algo-tengo-que-decir-que-rompa-los-esquemas, pero yo llevo un tiempo siendo también vanidosa.
ResponderEliminarLa gente del Barullo son la puta élite. Y usted , sea quién sea, es parte esta familia. Los lectores tienen alma.
EliminarBuenos días.
Potente entrada.
EliminarCiertamente!
EliminarDe algunas aportaciones y reflexiones derivadas del día a día de nuestras experiencias vitales, solemos poner a Dios entre la espada y la pared. Por no oír a menudo lo de que "Dios tiene la culpa de todo"....
ResponderEliminarLa acción-reacción que esperamos de esa relación con lo transcendental nos limita y nos condiciona sobremanera, pero así nos han enseñado .
Personalmente diré que me he cansado de todo esto, ya me he hartado de estar pendiente de tanto mandamiento y más aún de tanto intermediario que no deja de tocar las pelotas.
Con intentar hacer el bien y evitar perjudicar al prójimo en ese día a día me basta y me sobra. Lo demás literatura barata, para pasar el rato en el mejor de los casos.
Me hace más bien el Barullo que el Evangelio, es como más cercano, más humano y más entendible, por decirlo de alguna forma.
(Ya se ve que ni el bienio, ni el trienio ni el Gregoriano me sirvieron de nada. Me voy a por un helado)
Lo mejor que ha escrito usted es lo del helado. Usted siempre en mi equipo.
EliminarLa madre es, en cierto modo, la puerta al mundo, para la persona. Quien no sabe querer a la primera mujer que conoció en cuanto él llegó a este mundo, mujer que por lo tanto representa a todas las demás, quien no sabe querer a su madre, no sabe querer a las mujeres.
ResponderEliminarEs muy sabido que el solterón empedernido suele ser alguien distanciado de su madre, a la que no aprecia ni valora. Quien cierra la puerta a su madre, está cerrando la puerta a la mujer.
No lo veo así. Hay muchísimo solterón enganchadísimo a la madre. Y muchísimo gay con un apego a su mamá que explica muy bien el tema, rollo posesión, poseído.
EliminarEso que usted habla es psicología de chichinabo, y no se me enfade,
Yo no tengo ninguna relación extraña con mi madre, que yo sepa.
Y, ya que estamos, conozco gente muy jodidamente zumbada - no me refiero a uno ni a dos ni a tres- que preguntaban auténticas barbaridades a chavales sobre si pensaban en sus madres cuando se masturbaban , o en sus hermanas....y que metían sus sucias zarpas con cuestiones de tarados mentales , y que reflejaban su conciencia de charca y de podredumbre.
Oiga, la vida e mucho más sencilla.
Y quien sabe apreciar a su madre, abre su puerta a la relación con la mujer, a la que sabrá apreciar también.
EliminarEstar enganchado no es querer ni apreciar. Es más bien dependencia por necesidad.
EliminarMucho enganchado en realidad sueña con "liberarse" pero no sabe cómo.
Quien quiere realmente... lejos de estar enganchado, esta preparado para irse y hacer su vida. A eso me refiero.
Lo que comenta en su comentario de las 13:56 es muy grave. Entiendo que lo denunciarías a la autoridad competente.
EliminarSí claro, y al ministerio de Igualdad, Anda, atontao, Jamao.
EliminarBuena entrada! En fin, mas en general, la vida parece tan corta y tan larga... da para mucho y para pensar en esto y en aquello, la familia, las amistades. Pero... sin distraerse demasiado. Pasa lenta y pasa volando; así de curioso es.
ResponderEliminarbuen comentario Culo, curiosamente esta mañana mientras hacía cola en una tienda me puse a pensar algo así, que rápido pasa es la vida pero que parece cuando tienes prisa
Eliminar"qué rápido pasa la vida, pero que lenta parece cuando tienes prisa", quería decir.
EliminarRuego a Tía Carmen que el barullano Culo no cree escuela y le salgan imitadores con nicks raretes
Eliminarno creo que le salgan imitadores, mejor que cada cual sea uno mismo y no la copia de nadie
EliminarEn esto que cuentas de la persona que pactó con Dios la curación de su mujer a cambio de prometer que orientar su vida hacia el bien; y que luego al romper su promesa, su mujer recayó y murió... es donde yo soy más escéptico. Creo en Dios, incluso en presencias conscientes a nuestro alrededor, pero pienso que Dios nos somete a las leyes naturales, que enfermamos y nos curamos por puras leyes naturales, aunque también debo decir que muchas veces dudo de esto que acabo de escribir y acabo pactando también con Dios. Le digo que si cura a tal o cual persona que amo, cambiaré de esta forma o de la otra mi vida; luego me doy cuenta que no debo tratar a Dios así, que si tengo que cambiar mi vida a bien, y que lo debo hacer igual tanto si Dios cura a esa persona como si no lo hace. Y le acabo diciendo a Dios que reorientaré igualmente mi vida hacia el bien tanto si la cura como si no; y me doy cuenta de que inconscientemente es una forma de intentar convencer a Dios de que la cure; también es un reconocimiento de que tiene la sartén por el mango. Pero en el fondo pienso que nos ha sometido a las leyes naturales, a la acción de bacterias y virus, al azar de las células que se reproducen sin control, al riesgo de accidentes, al terrible dolor de ver que las personas que amas no se portan bien... Él sabrá porque lo hace. Quizá quiera que experimentemos nuestra reacción ante el mal; si el mal no existiera, ¿cómo íbamos a convertirnos en enemigos del mal? Si no soplaran las ventoleras, como íbamos a aprender a avanzar en las ventoleras. Si no existiera el dolor insoportable, ¿cómo íbamos a aprender a amar a pesar del dolor insoportable? Todo lo que existe y todo lo que ocurre es una oportunidad para aprender a amar al lado de todo lo que existe y de todo lo que ocurre.
ResponderEliminarDe todas formas, y a pesar de mi escepticismo, hay veces en que me parece ver la intervención de Dios (ya sea como acción o como palabra) de una forma que si lo niego no soy sincero. Y todo esto lo digo más allá de cualquier religión; no situo a Dios en ninguna religión; más bien veo a las religiones como intentos humanos de acercarse al Dios que es de verdad, que de alguna forma está detrás de todas ellas. Pero como ya he dicho muchas veces, mi forma de pensar es herética. Conservad vuestra fe tal como la tenéis, que aunque Dios estuviera, como yo creo, más allá de toda religión, aceptaría igualmente vuestras creencias y vuestra fidelidad siempre que por encima de ellas se sea buena gente.
PRISCILIANO
Cuando el dolor acecha y estrecha el amor de la vida de una persona, contradecirse es muy humano. Cuesta mucho aceptar. Y la fe en esos casos es muy difícil de activar, incluso de distinguir.
EliminarEs después cuando se puede entender, con mucha humildad, con el oído del corazón muy atento, a Dios, al Misterio. Porque vivimos en un misterio. Dios es un misterio. El amor es un misterio.
Para madres ...María.
ResponderEliminarA veces cuando rezo y le pido algo a Nuestro Señor, también Le digo...“Ayúdame a lo que te pido o se lo diré a Tu Madre„