Estuve en un curso para voluntarios. Fueron unas jornadas un tanto , no sé, curiosas.
En las presentaciones, propuso la coordinadora una idea. Una especie de puesta en común, " para que nos conozcamos todos" . Y propuso que dijésemos nuestro nombre, y, entre otras cosas, " cuál es vuestra mayor virtud y vuestro peor defecto".
Una gilipollez. No voy a decir allí, delante de unas cacatúas del Yucatán, quién soy, así, a calzón quitado. Además, era el único tío.
Una de ellas se levantó y dijo " yo soy muyyy empática, y mi mayor defecto es que me doy mucho los demás. ¡ Siempre estoy ayudando a otros! Yo creo que debería pensar más en mi". Así, sin cortarse el pelo la tía. Su mayor defecto era " que se daba mucho a los demás".
Yo dije que era un "casi": casi buena persona, casi mala persona, casi generoso, casi egoísta, casi bueno, casi malo, casi hábil, casi torpe...¡ Casi!".
La lie buena. Porque hay un tipo de mujer separada, divorciada, viuda, que ése tipo de hombre " casi" les pone. Pero, bueno, eso, otro día.
Una se definió como " buena persona" , y afirmó que esa manera de ser le había hecho mucho daño " porque hay gente que se aprovechó de su bondad. Y todas jalearon esa idea. Una dijo " hay mucha hija de puta y mucho hijo de puta suelto. Y lo digo porque donde yo trabajo hay que andar con mucho cuidado de quién te fías".
Yo me levanté en plan rollo Barullo y le dije " ¡ eso no es verdad. Eso es lo que quiere esa gente, para mi gentuza , que te hizo daño. Que pienses que hay mucho hijo de puta suelto, y que te quedes paralizada y con miedo. Te habrás equivocado de persona cuando hiciste el bien, pero tu corazón no se equivocó".
Ovación cerrada. Vuelta al ruedo. Y no me tiraron la ropa interior porque no tocaba en ese ambiente.
Vivimos tiempos extraños. Que a la gente buena se diga que es tonta. ¡ Venga ya! Tan extraños, que la generosidad es vista con recelo. Tan extraños, que damos lo perdido por perdido.
Mis padres me enseñaron otras cosas, pero luego la vida nos lleva por diferentes caminos. Por el de la competencia del trepa con piolet y escalada en cara norte, por el del egoísmo. Hasta en la Cultural Leonesa he visto trepas.
¿ Y tú qué , Suso? Tú que vas dando lecciones. Pues yo digo lo de aquel: todo el mundo va a su bola menos yo, que voy a la mía.
Todas las noches, cuando me acuesto, pongo la cabeza en la almohada, por el lado izquierdo , y tengo un instante de soledad. Allí aprovecho para rezar. Repaso mis muertos , luego la Virgen. Y terminó con un " cuando quieras, dónde quieras, cómo quieras...pero contigo". Eso se lo digo a Jesús. Y poco más. Me giro al lado derecho, y caigo redondo.
Ya no tengo edad para sentirme culpable. Ya no tengo edad para mentiras. No estoy para que un imbécil anónimo y cobarde me condene y desee el infierno Ya sólo vivo para la felicidad. La propia y la ajena. Ya sólo vivo para el encuentro, para la amabilidad, para las risas. Vivo para ser perdonado y perdonar.
Sólo quiero pasar por los años sin hacer daño a nadie, sin hacerme daño a mí mismo. Que bastante la he jodido ya, a otros y a mi. Y recuperar lo que perdí, que no es otra cosa que el niño que fui.
Y si es de gilipollas ser bondadosos , llamadme gilipollas, porque me lo merezco.
La última parte de su anécdota me ha hecho recordar una escena de «guerra y paz», que leí hace 20 años. Hablo de memoria, así que tal vez me equivoque si digo que es Pedro quien presencia la escena en la carcel. Ve a uno de los presos acostarse en el suelo, diciendo «Señor, que me acueste como una piedra y me levante como un pan». ¡Qué envidia siento de poderme dormir así! En cuanto al resto de la anécdota, imagino que esas mujeres se alegraron de que Ud. las escuchase. Puso ser buen día para ellas. ¡Tengan Uds. también un buen viernes!
ResponderEliminargilipollas,.....pero tampoco te lo creas demasiado ;)
ResponderEliminarMenos mal que no estaba la Faraona de Barbastro en el rondo que la arma seguro y monta una escena histriónica. Me he estado riendo un rato mientras me lo imaginaba.
ResponderEliminarEl jurista romano Ulpiano decía que nuestros deberes son "vivir honestamente, no dañar a los demás, y dar a cada uno lo suyo".
Antes Jesucristo dijo "amad a los demás como a vosotros mismos".
Un cierto equilibrio. La humildad es la verdad, decía Santa Teresa.
Percibimos el mundo también a través de nuestras emociones que enturbian la percepción y el juicio. Nuestra ancla es Dios misericordioso.
El justo peca siete veces al día (yo hoy ya llevo tres, es como el carnet de conducir: me quitan puntos; llamadme gilipollas) y hay que perdonar setenta veces siete.
La bondad es una de las formas en que se manifiesta la sabiduría, y es la consecuencia de la inteligencia íntegra; la que tiene en cuenta la totalidad de los factores; la que no reduce ni esquematiza los conceptos. Por eso la bondad es atacada por las inteligencias que solo tienen en cuenta la estructura del edificio y que desprecian las paredes, el techo, las instalaciones, el diseño, la confortabilidad. Las inteligencias reductoras fueron las que diseñaron las cámaras de gas de Auschwitz, los crematorios, los edificios del campo, la organización de la actividad industrial que allí se realizaba, los fines de toda esa complejidad logística. La bondad es atacada también por los pragmáticos, los que la confunden con algo que debe tener una utilidad. La bondad es aborrecida por los hijodeputistas que la llaman a veces buenismo cuando se opone a sus intereses; los intereses del hijodeputismo. La bondad que se hace presente, siempre de forma discreta, pertenece al ámbito de las realidades invisibles; las realidades conscientes que habitan las orillas del Sota y el Vístula, que conviven con lo peor sin dejar de ser lo mejor. La bondad es tan sencilla que a veces no es comprendida por las inteligencias más complejas. De alguna forma que no comprendemos, la bondad camina al lado del dolor, porque camina al lado de los que sufren, aunque alguna vez éstos no tengan fuerzas para abrazarla. La bondad enseña más que un libro de moral.
ResponderEliminarPRISCILIANO
A mi siempre me han sorprendido esas personas que son bondadosas sin darse cuenta, sin darse un pijo de importancia. Esas.
EliminarLa bondad del Betis que abandona a los suyos (Juta Burgraff) en estado terminal a punto de morir. Totalmente de acuerdo con Prisciliano.
ResponderEliminar¿Qué pasó con Jutta Burggraf?
EliminarTuvo leucemia y sus hermanas la dejáron sola cuando ya no valía. La bondad del Betis.
ResponderEliminarEso es un patrón de comportamiento.
EliminarCuando llegué a Budapest, allá por el año 1993, estaba colgadísimo. A pesar de que la región de Austria era deficitaria y recibía dinero de Roma, a mí me dijeron que debía mantenerme y mantener la labor. Así que alquilé un piso sin muebles. Dormía en el suelo. No me daba para más, era representante de empresas españolas que querían hacer las américas en Hungría. Entonces sentí la soledad y la indiferencia de mis "hermanos" en toda su plenitud.
Al final creamos una asociación y pedimos un préstamo para comprar una casa de cuatro pisos con jardín en el mejor barrio de Budapest. Una de las condiciones del préstamo es que no puedo decir quien es el prestamista.
Cuando ya tuvimos la casa lista, con su aire acondicionado y todo, me dijeron que tenía que volver a España, que allí no pintaba nada. Eso fue en el año 2000.
Y encima el cura (es un iluminado) diciendo que veníamos para los pobres y que la casa debería estar en un barrio humilde. Hoy el sacerdote está deprimido mamando Fanta de limón sin salir de su habitación en todo el día.
Vinieron unos talibanes que se lo encontraron todo hecho y a un tío raro dentro de la casa. El tío raro era yo. Mi expulsión la solución a todos los problemas apostólicos. Todavía no ha pitado ningún numerario. Bueno, sí: uno. Pero no me explayo que luego falto a la caridad y ya llevo 6 puntos menos. Quiero guardarme uno para más tardes. Por lo de que el justo peca 7 veces al día.
Me ha hecho gracia. Al hilo de las personas bondadosas, Suso suele traer a colación esa gente bondadosa que hubo y queda en el Betis. Que haberlos haylos. Gente que nos quiso, nos apreció y trató de hacernos el bien a su manera. Yo al menos recuerdo unos cuantos. Pues me acabo de encontrar dando un paseo por el barrio al típico numerario que en el club te daba por saco con soplapolleces. Al que le caías mal, por el motivo que fuera, y todo lo que hicieras le generaba respuesta condicionada. Recuerdo que en una ocasión me echó una bronca de colores por echar una moneda de 5 céntimos en el círculo. Debía tener yo ¿13 años? Pensaba que ojalá la gente en el Betis, con la que les está cayendo, encuentren y tengan a mano su persona bondadosa. Porque este payaso sigue allí dentro…
ResponderEliminarEl Betis hace su selección negativa. Está ahí porque no podría estar en ningún otro sitio y allí encuentra gente como el. Igual de estúpida.
ResponderEliminarYo creo que eso que usted señala es una caricatura. Hay de todo.
EliminarCierto, hay de todo; pero cada vez hay menos...
Eliminar