PARA COMBATIR EL OLVIDO.

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jueves, 31 de octubre de 2024

Me conmueven esas personas que custodian cosas que consideran muy suyas.  Yo no he sido de guardar nada, Se quedan en mi memoria y en el corazón.  Creo que no atesoro cosas  ni de  lugares, ni de personas. Duele irse y que no te busquen, pero joder como aprendes.


Estamos formados por miles de trocitos de otras personas. Es un puzle maravilloso. Esas piezas son unas más grandes, otras más pequeñas. Y hemos de agradecer todo el amor, la entrega, las alegrías, las lágrimas también, y los miedos que compartimos. Pero no me he  llevado restos físicos de esa memoria.


Guardar cosas es algo muy nuestro. Recuerdo una amiga que conservaba un muñeco de su infancia en la habitación.  Y estaba todo deshilachado, irreconocible a base de tanto apretón y tanto desgaste a besos y achuchones. Y así estaba, el pobre. Convertir objetos que no valen nada en pequeños tesoros sentimentales. Muñecos que nos llevan a la infancia, dedales que nos recuerdan a nuestras madres o un pañuelo que llevaba nuestro padre en el bolsillo de su traje.


No he coleccionado nada porque soy muy indisciplinado no he conseguido terminar ningún álbum  Una vez quise coleccionar el Álbum Maga y fue un fracaso. Nunca construí maquetas de  trenes , ni el exin Castillos.  Soy persona de principios: nunca termino nada.


Hoy, con sesenta y siete años  pienso que  la mejor colección es la que llevo en el alma. Y esa es la razón que días como mañana y pasado sean memoria de mis ausencias, de mis amores, de mis amigos.


Esa serie  de momentos, esos recuerdos que nos desbordan a veces, algunas amistades que ya no están- como Jesús Puertas-  alegres y divertidas , algunos abrazos, las despedidas, los encuentros en colegios, en centros, en convivencias, en excursiones , esas tertulias, o esas tutorías entrañables, las carcajadas que empezaban  y no paraban, aquellos Jack's Daniels  compartidos . La familia, los afectos, las canciones en el coche , aquel amor loco que duró menos de lo esperado. Todo está ahí. Amontonado. En el álbum del corazón.


Mañana celebramos Todos los santos, y al  día siguiente los Difuntos. Me chiflan estas fechas. Ya recuerdo. Todos somos coleccionistas. Y quizá el tesoro son esa gente que ya no están. No tienen precio esos segundos amontonados. Y estos días, mañana , tomaré esas vidas en mis manos y en mi corazón de lana , y en el cementerio de mi memoria pasaré  lentamente sus páginas invisibles. Como un repaso entrañable  de lo que fui.


Y rezaré sus nombres y sus afectos. Rezaré viendo sus rostros . Recordaré algunas lágrimas y muchas sonrisas. Daré  gracias por los días vividos. Y le pediré a Dios por esos momentos para combatir el olvido.




LO DE ERREJÓN.

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miércoles, 30 de octubre de 2024

Ahora que ya ha pasado un  poco la fiebre  "Errejón", y que nos hemos reído todos a cuenta de este pobre hombre, vamos  aponer pie en pared. A este tío se le ha jodido bien jodido sin prueba alguna, por la denuncia de un putón verbenero - ¡ ojo al  dato!-  tres  años después. Sin prueba alguna. Errejón en la trituradora.


A mi, la verdad, me parece una relación  consentida -que ni tan solo llegó a consumarse- entre dos descerebrados. Todo lo demás es una ridícula sobreactuación. Un poco lo de la Jenny y el piquito de Rubiales. Pena por Errejón , y por Rubiales, ninguna. Le han  puesto la cabeza en una guillotina que él mismo contribuyó a fabricar.


Pero a mi me da un poquito de cosa tanta mentira, exageración , y la  vulnerabilidad de un inocente, hermano, hijo, familiar, frente al despecho, capricho o interés de una tía mala , pero mala de cojones. Basta leer lo que ha escrito  la tía: "Pensé que podía ser una historia de amor preciosa, pero en lugar de encontrarme con algo romántico me encontré con una persona que lo único que quería era tocar mi cuerpo y meterme la lengua". Y eso que estuvo en tres lugares distintos , y el tío  pesao, dale que te pego , y  venga. Y otra vez. Y se va de vacío. Y tres años después, ¡ toma!


Él que se joda, por supuesto, pero  en esta historia apesta a que el iceberg es muy bestia.  El tío, está claro , es un adicto a muchas cosas que le tienen preso- sobre todo  al neoliberalismo heteropatriarcal. En fin, ha dimitido, y dejado la política en menos que canta un gallo. 


Apesta a que hay mucho, y más gordo, en más Mandril.


Una cosa    que me llama la atención es que todos los sucesos que están saliendo a la luz - y los de Ábalos, y Tito Beni, etc, etc, etc, se producen en fiestas, ágapes, guateques, convites, fiestuquis, juergas, cenas y celebraciones nocturnas.  Y estos son los hijos de puta  que abanderan la reducción de la jornada laboral.


Esto toca ahora. Ayer fue el PP. Y mañana, pues otro. Es la condición humana. 


Es el despecho. 


Cuando dejé la opus fui a Zaragoza.  Tenía que explicar a mis padres la razón de mi abandono . Había decidido decir la verdad. Y  les conté todos mis líos. Todos. Días antes, llamé a todas mis relaciones , digamos que oscuras, para dejar claras mis intenciones. "Adiós". Todas reaccionaron bien, excepto una.


No dije eso que me argumentó el profe del IESE  como , Luis " es que le configuración fundacional del Opus Dei había derivado en otra cosa y tuve que dejarlo ". Una excusa barata. Su problema era el mismo que el mío. Se follaba a la secretaria. Era un Errejón. Lo mismo que yo.


Me encontraba en un cruce de caminos que intuía definitivo en mi vida. Debía de ser tanto el amor contrariado que tenía, tanta vanidad- era un adicto al sexo en todas sus formas, también las  más sórdidas y mercenarias-  alguien que rezaba por sanarme  de no poder amar como uno quisiera y de no ser amado por quien hubiera podido.


Dos días después, mi madre me contó que había llamado a casa una de mis ex amantes. La despechada. Y le contó - de la a a la zeta- toda  nuestra relación. Mi madre la escuchó- menos mal que sabía por mi toda la  historia- y le preguntó:


- ¿ Está usted casada?


- Sí. Y tengo dos hijos.


- Pues no sé qué habla de mi hijo. Son tal para cual.


Es el resentimiento. Y todo en este asunto es eso: rencor , de partido, de mujeres. 


Y mentiras  de  todos.


De todas formas, si me me lee Errejón, le diría " no te preocupes, aún puedes volver a empezar. Nada está perdido".



EL TIEMPO Y LUGAR ADECUADO.

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martes, 29 de octubre de 2024

Mi madre me decía con mucha frecuencia que "dónde tenía la cabeza". Y después me lo han dicho más personas. Y no hay cosa que me altere más que esas mujeres que te preguntan " ¿ en qué estás pensando?". No sé que cara tengo , como de estar dando vueltas a las cosas cuando, en realidad, no pienso en nada. Así que, mujeres que me leéis, no pienso en nada la mayoría de las veces que parece que pienso. 


Mi cabeza - y me temo que mi corazón- es como un viejo ventilador de aspas. Así funciona. Ruidoso y vibrante. A veces, incluso  hay gente que le pone enfermo: “estás todo el día imaginando tonterías ”, me acusaban directores,  y seres que me han querido.  Y es la verdad. No paro de estar raca raca. En las meditaciones que asistí , que se cuentan por miles - y mira que lo intenté-  fui incapaz de concentrarme, de detener el tiempo, de relajarme, de rezar. Soy como un ratón que se ha quedado atrapado en la rueda de su jaula, que es la imaginación.


Le dije a un cura con el que hablo bastante que no sabía hacer oración, meditar. No sé estar callado, excepto cuando me pego esas palizas andando durante horas, que allí no pienso nada. : me aconsejó “si quieres algo bueno, tómalo de ti mismo, de tu forma de ser. No reces con métodos. Busca el tuyo”. 


Mirar hacia dentro. Buscar algo de serenidad en uno mismo. Sosegarse y seguir, que es la única manera de atravesar las arideces de la vida.


Cuando necesito pensar  salgo a andar. En dieciséis kilómetros uno hila  y deshila  y el compás de camino, y la respiración, ayudan mucho. Allí rezo. Esa es mi abstracción y mi concentración, agotar el cuerpo para lograr domesticar el corazón.


A veces me paso varios días caminando. 


Al volver a casa, todo se ve diferente. Uno no puede cambiar a los demás, pero sí puede decidir  su propia senda. Hay días jodidos, días cañeros, días duros… y la mejor forma de continuar el camino es llevar a boxes al corazón y la mente. Enfriando los malos rollos. Orientarse en la luz y dejar marchar, lentamente, la sombra.


Eres más fuerte de lo que piensas, y de las profecías de profetas chungos. Solo necesitas encontrar el tiempo y el lugar adecuado para esta melodía hermosa que es  tu vida.




UNA HOJA ARRASTRADA POR EL VIENTO.

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lunes, 28 de octubre de 2024

AQUÍ UNA CANCIÓN: 93 AÑOS. RESPETO GORDO. ES MI MADRE.


Vivimos rodeados de límites . De bien pequeños ,  desde que habitamos en ese pequeño espacio que durante nueve meses es nuestro hogar y es el útero materno. 


A partir de ahí, vamos creciendo y los límites forman parte de nuestra vida.


Más o menos grandes, más o menos lejanos, más o menos transparentes…pero siempre límites. 


La familia es un límite, la escuela, a política, la cultura, la religión.  Y nos parece lo normal, nos adaptamos a ellos, a las normas, a lo establecido, a lo que nos rodea, a lo que vemos a diario en otros, al modo en el que nos han educado. 


Esa jaula es tan real que ha conseguido que no nos apetezca salir de ella, y  la sintamos como nuestro hogar y que nos parezca que es ahí donde debemos estar. Ahí dentro con los prejuicios y convencionalismos, con la doble moral, con las mentiras aceptadas, con lo que se supone normal, con lo políticamente correcto, con lo que no nos deja pensar más allá.


Eso fue mi vida durante años hasta que llegó un momento en el que algo ocurrió, algo pequeño pero que movió una de las piezas e hizo que mis esquemas se cayeran, que hubiera un pequeño cataclismo en mi interior, que se desplomara ese muro que no me dejaba ver, que decidiera salir de esa bonita y confortable jaula y dejara las llaves. 


Se llamó amor. Y vino con nombre de mujer. 


Y cerré la puerta tras de mí sin mirar atrás, para no regresar. 


Entonces comencé a verme como era, no como se suponía que debía ser. Y me sorprendí. Y vi que los límites se rompían con facilidad porque no eran reales. Y respiré. Y me vi distinto. Y me sentí bien. Y me gusté. Y sentí que romper límites me hacía sentir fuerte. 


Y rompí los límites personales…los de mi mente, los de mi cuerpo. Y sentí lo que no había sentido. Y supe que las caricias, cuando no hay límites en la piel ni en la cabeza, son sublimes. Que los besos no quedan en los labios cuando los límites han caído. Que pueden incendiar cada centímetro de piel que recorren. Y que las manos pueden desatar tormentas y los susurros pueden transformarse en huracanes. Que las miradas anticipan, que la piel pide, que el cuerpo tiene su lenguaje, que el deseo puede llegar a tocarse. Sin límites…al menos sin los límites impuestos o lo aceptado normalmente.


Y comprendí que quien me quiere desea que crezca. Que es necesario romper límites para gustarse.


Lo convencional para quien lo quiera. Yo ya lo dejé de lado.


Probablemente, un día un  homínido fue capaz de intuir lo que otro estaba cavilando , lo que le  preocupaba.


Entonces, le ayudó  ,o le  manipuló. 


Esta tendencia a compadecernos, o a manipular   a los demás  marca la frontera moral de cada quién.


Lo ideal sería escribir el guion de la persona que deseamos ser y tratar de cumplirlo en nuestra película.


Pero como casi no tenemos margen para ser una persona distinta a la que somos, nuestra vanidad  nos lleva a hacer lo contrario: escribimos el guion después de ver nuestra película y nos dedicamos a fingir que somos lo que hemos elegido ser. 


Lo difícil es reconocer que a veces parecemos  una hoja arrastrada por el viento.



ASÍ TERMINA EL CUENTO DEL LEÑADOR.

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domingo, 27 de octubre de 2024

Los mejores  cuentos infantiles son los que tiene un ambiente de terror y una atmósfera de mucho miedo  . Esos que sus protagonistas son niños que  corren el peligro de perderse, de ser raptados, maltratados o devorados por alguna bruja, un ogro, un gigante, un hada  mala.


Recuerdo a mi  padre en  Bielsa  , alrededor de la mesa camilla,  retarnos a ir de noche  a una curva lejana y muy cerrada de la carretera a Espierba donde, decía, había dejado un billete de mil pesetas.


Para ir allí había que cruzar  un bosque. Ese es el espacio más fértil para la imaginación. Daba miedo internarse en la oscuridad . Imaginabas todo tipo de seres vivos, hostiles y desconocidos . 


Sobre todo, el típico  leñador tronado que te sale  en el camino y te corta en pedazos.


Aquí , en Galicia , se conservan leyendas  del  bosque donde  en el lugar donde una niña  había sido violada brotaba un manantial. 


Escucho un anuncio del ministerio de Igualdad que habla del sexo , de internet, de la iniciación a mundos oscuros. ¡ Manda cojones! Os habéis pasado mil pueblos y ahora queréis enjaular  a la bestia.


Hoy ese  bosque  se llama Internet. Allí pululan enanitos sonrientes, elfos  con mirada de  buenas personas, hadas madrinas con varita de estrellas. Pero también la más sucia perversión.


El Gato con botas es un pederasta que  consume porno duro. El laberinto donde se perdieron Hansel y Gretel es una red  lúbrica   que  expele vaharadas de  sexo tórrido por todo el teclado. Pulgarcito ya no deja tiradas miguitas por el camino para reencontrar el camino de regreso a casa:  ha decidido quedarse el sábado en casa y su mami  está muy contenta porque le  cree a salvo de los señores que ofrecen caramelos a los niños en  el parque.


Mamá  no sabe que Pulgarcito  adolescente en la soledad de su habitación    comienza a adentrarse en el bosque de Internet con la tablet,  y  en ese bosque hay  agazapado un leñador de labios húmedos y mirada  terrible, dispuesto a  despedazarlo a cachitos.   


Puede que, de repente, a altas horas de la noche , ese chico se vea con terror a sí mismo  masturbándose  de forma obscena en la pantalla. ¿Quién le  hizo esa instantánea ? 


Unos segundos después,  debajo de  su imagen aparece un mensaje de amor que le manda un desconocido. 


Así comienza el ciberleñador a comerse a Pulgarcito.




TRES PEREGRINAS.

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sábado, 26 de octubre de 2024

Ayer estaba en la iglesia de Caldas y coincidí con tres peregrinas que entraron a rezar. Eran una madre con sus hijas. 


Las chicas acompañaban a su madre enferma. El dolor es un aprendizaje. El Camino es búsqueda , es silencio,  es un maestro. Y también  una enseñanza  sombría en la lluvia, el viento, en las ampollas en los pies y en las largas horas. Es un vacío interior , que es fantástico, que tonifica el alma.


Charlamos y coincidimos que el Camino es, sobre todo, un encuentro con nosotros mismos. Con nuestras sombras, nuestra biografía, nuestros amores, nuestros errores, nuestras decepciones, y esa búsqueda interior. Somos hijos pródigos regresando a casa.  Muchas horas compartiendo nuestra respiración y el espacio con nuestro silencio. Cada paso , no sabemos cómo, tiene sentido. Cada sofoco. Cada cruce con alguien que pasa cerca- como esa mujer , peregrina portuguesa, desahuciada de un cáncer , y que inicia una ruta buscando el abrazo final.   Todo pasa por algo. Todo tiene sentido.


Benedicto XVI dijo que la fe es creer en el amor de Dios , a pesar del  mal y de la muerte. Me decía la madre que ella no pedía su curación. Ella cree en el amor de Dios , a pesar de uno, de tantas cosas. La fe es una forma de poner en orden  nuestros miedos y nuestras esperanzas.


Y es verdad. Claro que hay mucho dolor, y  mucho egoísmo, y que la vida casca, y muy duro, pero pase lo que pase, Dios es un Padre. No podemos dudar de eso. 


Yo quiero amar, y quiero creer- no siempre lo consigo como quisiera. No estoy seguro, pero necesito creer que cada paso que doy me acerca a Él.  Sé que no viajamos a la deriva, como planetas  girando por el universo, que Dios tiene sus coreografías, sus ritmos y sus órbitas.


Nosotros también tenemos nuestro Dios Padre que parece que va andando  un poco despistado,  mientras vamos a veces muy delante de  Él, otras muy detrás, otras extraviados , otras, ya perdidos, le buscamos, le gritamos " ¡ dónde estás!  Y , no sabemos cómo, allí aparece. A nuestro lado. La fe  es una forma de refugio de nuestros miedos y nuestras esperanzas.


Él no es culpable de tu lejos, no somos siempre nosotros los buenos, no tienen otros la culpa de todo. A lo mejor es que no sabes pedir perdón. A lo peor es que los cuerpos, las cosas, son tu patria, y que alrededor no hay nada. Muchos que andan el Camino buscan.


Hoy más que nunca pienso que todo es andar. Porque la vida es camino. Y no pienses que eres tú el que eliges la senda. Eso no funciona así. ¡ Cuántas veces no habré pensado que Alguien me lleva!


Por una vía dura, seca, desabrida, larga, ingrata a veces; pero donde el entusiasmo, la  alegría,  y la determinación dejarán huellas que nada ni nadie podrá borrar.



¡¡¡ SOCORRO!!!: COMIENZA LA NAVIDAD

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viernes, 25 de octubre de 2024

AQUÍ : " VIVO EN LLEIDA".


La Navidad es un cachondeo. Aquí, en Caldas, ya están poniendo las bombillitas y amenaza villancico cojonero.


En mi familia no éramos de poner el Belén. Se  colocaba un Nacimiento. También cantábamos villancicos en días señalados. Pero no la vivíamos con ese rollo de mercaderes y de Media Mark, yo no soy tonto, y de su puta madre, y del black fridai.



En una bolsa  guardaban mi madre los adornos navideños. Los bajaban del altillo a mediados de diciembre e íbamos desenredando espumillones y yo miraba mi cara abombada en las bolas del árbol. Nuestro portal no era de diseño. Unas pocas  figuritas de plástico, la Virgen, el Niño, san José, la mula y el buey. Esa ceremonia, la de preparar la casa para las fiestas la mantenemos, pero nada sofisticada. 


También ponemos una corona de Adviento. La Navidad , se trata de nacerse de repente, de echar mercromina a las rodillas de nuestra infancia. 


Yo creo que todo se fue a tomar pol culo con  Papa Noel . Allí se jodió el Perú, y lo estropeó todo. La Coca Cola y ese gilipollas con su risa "¡ho, ho, ho!", y su trineo, y los putos renos. 


Hace unos días , en una charla que di en un colegio- ya os conté que iba de voluntario a impartir un curso sobre "Emociones" - les comenté a los crí@s, eran de 4º, 5º  6º de primaria, que yo había nacido el 25 de diciembre.


- ¡ A ver! , ¿ quién sabe quién nació ese día?


Un bosque de  manos alzadas diciendo " ¡yo, yo, yo!"


Los cuatro primeros dijeron " Papá Noel".


Mucho Camino de Santiago y muchos mis cojones treinta y tres, y luego salen con Papá Noel.


En Caldas y comarca dentro de poco veremos  papanoeles luminosos colgando de los balcones, como subiendo a un puticlú. . Los alcaldes compiten a ver quién la tiene más grande.  La Navidad se ha salido de madre. Hubo un tiempo era una fiesta sencilla.  La nostalgia es una cosa terrible, lo reconozco. 


Turrón del duro o del blando. Esa era lo que había. En mi casa brindábamos con sidra champán el Gaitero. Las uvas tenían pepitas.  No se anunciaban colonias con voces de putas francesas.  Pero luego llegaron las prisas por ir de marcha después de Nochebuena. Los centros comerciales. Los tickets de regalo. Y la ilusión se fue transformando en urgencia, en mierda.  De llamar al champan pán, y al vino vinagre.


Echo de menos aquellas figuritas pequeñas y mordisqueadas. Aquel San José con el bastón doblado y el pastorcillo con los ojos pintados con torpeza. Echo de menos aquella infancia con su visita al Rey Mago , su Cabalgata y el frío en las manos. Me hago mayor. La Navidad envejece conmigo.


Que le den pol culo a Papá Noel.




DOS BESOS.

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jueves, 24 de octubre de 2024

Hay dos besos que son muy difíciles de dar: el primero, y el último. 


Hace unos días , en una de esas conversaciones que se dan al atardecer, mientras el sol del otoño barre el oro de la parra que hay en la entrada de casa, le pregunté a María José si recordaba nuestro primer beso.


- Fue allí- y señaló la entrada de casa. 


A Manuela en el primer beso le pedí  permiso. Yo. Y me contestó " ¡menos mal, pensé que eras marica!". Creo que fue la primera mujer que respeté desde mi adolescencia.


Excepto esos, todos mis primeros besos han sido o torpes, o ansiosos, o voraces, o  yo qué sé.  


No quiero últimos besos. Te los llevas puestos y por más que los quieras limpiar de la memoria , no te los quitas nunca. 


Pero así es el amor. Sin antigüedades , sin tonalidades, sin mapas, sin peajes, sin ropa guardada mientras nadas. Aparece inesperado a la vuelta de la esquina. Aparece en un bar y en un autobús  o en las redes. Y caemos desplomados como atravesados por un rayo. Y  jamás se te olvida el temblor de los primeros besos. 


El corazón es desconcertante. Un gallego que no sabes si sube o si baja . O se queda o ya se ha ido. El corazón reconstruye  lo que está roto y deja hecho trizas  lo que parecía unido para siempre. El corazón siempre buscando. No sabe estar solo. No aprende. Se queda abandonado y jodido y ya está buscando jarana otra vez.   Ese es su talento, el de hacerte una llave en el cuadrilátero de la vida para que caigas a plomo sobre la lona . ¡ Patapám! . Como una bandeja llena de copas  que cae en mitad de un comedor. Como un sierra  deforestando el bosque .  El corazón  y sus galernas y sus insomnios y sus ojalás. El corazón, un ovillo que guardamos en el pecho. 


Porque amar es quebrarse mil veces y amanecer de nuevo tan feliz y tan campante de nuevo.


El de verdad.


Y luego están esos que canta Antonio Vega :


"Hoy me han dicho dos o tres lo que tengo que hacer, / por lo menos otros dos lo que he de deshacer, / una voz serena que me dice ‘cuídate’ y ‘qué mal te veo, estás mucho peor que ayer’. / Un día y otro / la misma charla otra vez. / Esta gente no tiene nada mejor que hacer".


Esa gente que no entiende.






MANÍAS Y RAREZAS.

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miércoles, 23 de octubre de 2024

Una vez alguien me confesó que él, cuando rezaba,  se dedicaba a imaginar operaciones matemáticas de cálculo mental. Y muy complejas. El tío se pasaba mirando el sagrario media hora - por la mañana y por la tarde- moviendo los labios, y el muy cabroncete estaba dale que te pego con que si tal número, multiplicado por tal otro, dividiéndolo por no sé cuantos , y le hace la raíz cuadrada...ya era una adicción.


Otro, este era sacerdote, tenía la manía de limpiar el cáliz , el copón , y la patena,  hasta dejarla bruñida , con reflejos. Era para verlo al hombre con un corporal pim pam pim pam, y mirando al trasluz, y volviendo a limpiar, y a repasar. Y cuando parecía que ya estaba. ¡ Pues no!: otra vez , vuelta a empezar. No terminaba nunca.


En Viaró tuve un jefe lleno de manías. Estaba encadenado a  ellas. Y pretendía que uno fuese como él. Le llamaba " yo por ejemplo". Uno era becario y aquel hombre estaba empeñado en formarme a su imagen y semejanza. 


- Mira, es muy bueno que programes las asignaturas a corto, a medio , y largo plazo. Yo, por ejemplo, lo que hago, ¿ ves?, es subrayar los objetivos con distintos colores...


Lo volví loco. Un día le pillé - después de una conversación conmigo-  poniéndose ciego de Primperán. Y me confesó que yo " le descomponía".


Tenía una mesa en su despacho ordenadas simétricamente las cosas que estaban sobre ella. Todo estaba perfectamente alineado. Un sitio para cada cosa, y cada cosa en su sitio. Pero era a su manera. Y el tío no entendía que eso era  "su manera". " Su orden". Estaba lleno de manías de  pequeños y grandes rituales cotidianos. No sé qué pretendía con sus obsesiones, pero sin ellas debía de sentirse   vulnerable.


El de la oración al menos no tocaba los cojones a nadie con sus manías.


Todas las personas que en mi vida he tenido un choque de trenes ha sido por querer compartir conmigo sus  fijaciones.


Estoy convencido de que esas personas,  con todas estas coreografías, con todo ese orden, esos ceremoniales  y esas rarezas  sólo pretendían seguir siendo felices. La vida es incierta. Los protocolos alivian el miedo a que todo salte por los aires. 


Las  chifladuras  de este tipo son  expresiones del mismo pánico: conjurar la adversa fortuna. La mala suerte. Como cada cual llame a eso.


Todas las manías tienen la misma razón de ser: que la vida nos sonría. Que las cosas vayan bien. Que la fatalidad  no caiga sobre nosotros.


Todo esto a lo que me refiero son chorradas. Hay cosas muy chungas, de obsesiones, de trastornos, de  perfeccionismos llevados al extremo ( estoy convencido que la famosa "hoja de  normas"  que nos daban en el Minabo de Kiev fue cosa de un trastornado. Aquí hablamos de tonterías. 


Somos muy raros.





LA ALEGRÍA COMO ESPECTÁCULO ÍNTIMO.

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martes, 22 de octubre de 2024

Hubo momentos en mi vida que reír y hacer reír eran cosas muy importantes. Y era un propósito, muchas veces inconsciente, pero diario en mi día a día. Hacer reír me hacía feliz.


Descubrí con el tiempo que la risa está sobrevalorada. De hecho. a mi ver tíos carcajeándose me saca de quicio. Hay otras respuestas igualmente plácidas, pero con menos "charme" - que diría don Fidel Sebastián.  El sonrojo, por ejemplo. El ponerte colorado  evita que se digan más tonterías de las que se dicen.


Me sé todos los chistes. Ya es muy cansino. Y también hacer el graciosete. Ser un payaso.


Además, la risa, con frecuencia se confunde con  la alegría. Y no, no  son exactamente lo mismo.  Hay personas que me caen muy bien: esas personas muy divertidas, pero con rostro serio. Que tiene  su coña irónica, socarrona. Aquí, en Galicia,  son muy comunes. En general en el rural.  Tiene un caudal  de júbilo por dentro y por fuera se muestran  pausados y taciturnos. Por contraste no soporto  a loa Joaquines , a los Comandate Laras, al Monaguillo, o a todos esos que se ríen de sus propias gracias.  Pesados, coño.


Con la jubilación- porque uno ya estaba harto de hacer y decir gilipolleces- he descubierto que ser feliz es un espectáculo íntimo. Una guión maravilloso que se vive por dentro. La risa es otra cosa. Un estallido. Un breve consuelo. La risa es perfectamente compatible con el aburrimiento , y la tristeza.


Las risas exagerada me ponen de  mala leche. En los restaurantes es frecuente que suceda que una mesa se ponga, literalmente, a descojonarse- pero así. Y he llegado a levantarme y pedir que, por favor bajasen el tono de la coña que allí se llevaban. ¡Joder, es una falta de educación!  Parece que a esa gente, para mi gentuza, alguien les ha levantado las patas delanteras para que parezcan humanos, pero son animalitos que andan a cuatro patas. 


Lo tengo comprobado: cuanta más peña haya en la sala, más rápidamente explota la carcajada. O sea, que en la risa hay algo de impostura. Más escaparate que otra cosa.


También sucede que hay quien nos señala de qué nos tenemos que reír. Como en algunos programas de la televisión que les indican con un cartel qué deben de hacer. El humor, por lo visto, ya no es algo personal. Ahora, hasta te pueden hacer culpable por algunas de nuestras carcajadas. No te puedes reír de los tralaralas, de las trans, de las gordas, de las delgadas, de los flacos, de los enanos, de las lesbianas enanas. ¡Todo es político! Ni siquiera una risotada está libre de la censura mojigata Qué pesadez.


Dicen que reírse de todo es propio de tontos, pero no reírse de nada lo es de imbéciles. La seriedad del mulo.


Lo mejor es reírse de uno mismo. Nadie está a salvo  de las carcajadas, por mucha autoestima que se tenga. 


De hecho , ¿ no parece la vida, en ocasiones,  una broma?



UN RESTO DE OTRAS VIDAS.

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lunes, 21 de octubre de 2024

A veces pienso que soy la tara desechada de otras vidas. Una especie de cosa que se tiró. No hay que avergonzarse de ello. ¿Qué idea tendrá de mi aquella mujer que me pidió un beso en una panadería porque me idealizó y después descubrió  que uno no  era nada ? ¿Qué pensará de mí aquel profesor que tocábamos juntos la guitarra al terminar el colegio y que un día lo despidieron y no volví a saber de él ? ¿Estaré en su memoria aún? ¿Estaré en la recuerdo de aquellos aventuras de alto riesgo , de personas de las que no estaba enamorado, y  que mentí ? ¿Se acordará Matilde, la primera mujer que declaré mi amor?


Ese hombre de M. que me pidió 3.000 euros y nunca me devolvió- al final le  escribí un watsap  perdonándole  la deuda que sabía nunca iba a cobrar. 


Nos creemos que somos el personaje principal de la trama, Don Necesario, el palico de la gaita, pero la verdad es que somos somos como ese plátano lleno de moho que quedó olvidado en la despensa. O como esa botella de leche que caduca sin que nadie caiga en la cuenta. Del limón que fuimos ya sólo queda algo chungo de verdor de los hongos. Hicieron de nosotros un dios y nos nos perdonaron que no lo fuésemos. Está bien así. 


No somos tan importantes. Nuestros padres nos quieren, nuestras parejas, nuestros hijos, tenemos un puñado de buenos amigos… pero para muchas otras personas sólo somos algo de usar y tirar. Algo para salir del paso. 


Gracias a los años en este Barullo he aprendido que  no hay que entusiasmarse con uno mismo. Van bien los haters que te insultan, te desprecian., te recuerdan tu verdadera condición. Lo escribo sinceramente.    Deberíamos agradecer que alguien de vez en cuando nos diga lo que piensa de nosotros, aunque sea insultando. Aunque no sea verdad.


Con la madurez uno pierde el entusiasmo por sentirse alguien. Cuando grabé mi primer casete pedí 500 copias. Estaba convencido de que todas mis amistades, alumnos, padres, familia, lo comprarían. Me desayuné 475 copias. Una mierda. 


Así se aprende.  A la gente le importas nada. No eres tan bueno como crees. 


A los afectos a veces llegamos con hambre y con prisa. Esa persona no tiene importancia, el intercambio no es tan necesario como pensamos. Estoy convencido de  que muchas de las relaciones que he tenido y he conocido se basan en  el instinto ciego e irresistible, cerrado sobre sí mismo,  ese que se aferra a cualquier objeto para satisfacer la necesidad de ser querido, como sea, al precio que sea. 


Si no, corremos el riesgo de llamar amor a cualquier cosa, del mismo modo que hemos terminado llamando cocinar a calentar un bocata en el microondas. 


De todas formas, a veces  aparece en el Bar Ullo  algunas mujeres con las que pasé un tiempo maravilloso. O se presentan algunos compañeros que me contaban sus confidencias, o algunos conocidos que hasta me llegaron a llamar amigo. 


Y eso no tiene precio.


Pero es así: Somos el desecho  de otras vidas. 




ELOGIO DE LA COPLA, RANCHERAS Y BOLEROS.

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domingo, 20 de octubre de 2024

Después de todo el  lío que se ha armado con lo de las cantantes de la Oreja de Van Gogh llego a la conclusión de que vaya estafa todo lo que vemos en la música de ahora. Resulta que los abueletes  del grupo han expulsado a la cantante, como ya hicieran de jovencitos con la otra cantante. Todas las fotos de talluditos son devastadoras. Las de ellos, y las de toda la tropa de Hombres G, de Alejandro Sanz, y un largo aceitera. Estamos rodeados de pellejos.


Lo de Hombres G, que tampoco me gustan, resulta patético.


Mi problema con la música es muy simple: solo me gusta la que me gusta. Y es casi toda. Pero lo comercial , el rollete de vivir del cuento, como podría ser Amaral y esa cosa  que le acompaña, que lleva una gorra con más mierda que el culo de un gitano,  o Bisbal, o Alborán  tan de plasticurri, O Aitana, que tiene pinta de jarullilla, o ese sosias de Perales que es Melendi...


El talento se tiene o no se tiene. Hay artistas con mucho talento, y que se lo curran. Los mitos se forjan a pelo sobre un escenario, y también componiendo y buscando. Pero hay mucho estafador que vive de lo comercial, y sus chunda chunda. Copiar y pegar. Como ministros del gobierno que repiten como loros consignas del Gabinete de la Presidencia.¡ Qué hartazgo!


Aunque la propaganda diga que toda creación artística  es obra del actual Gobierno, que toda libertad es mérito suyo y que toda mujer independiente lo ha sido gracias a sus leyes, hace muchos años que existe arte de verdad. Muchísimos. Personas que fueron pioneros de la música , de la pintura, del teatro, del toreo , sin ataduras. Exultantes.  Con carreras largas, con éxitos y fracasos, con teatros llenos y corazones vacíos.


Para llegar arriba hay que subir muchos peldaños. Y algunos los subieron todos.  En estos tiempos aburridos, de puritanismos que se la cogen con papel de fumar , de frases hechas, de discursitos afectados, habría que descubrir a esa gente.  Con sus ordinarieces. Con su osadía. Que agite el avispero.  Porque, vaya manera de dar pol culo la de hoy.


A mi hay un mundo que cuando lo descubrí caí hechizado. un mundo que venía de la tonadilla y las tonadilleras. La copla. ¡ Qué letras!  Quien escucha "la bien pagá" , por ejemplo, se sitúa ante un mundo  primitivo, donde era posible el amor muy apasionado, los celos y las parejas desiguales , además de la infidelidad, la muerte, y una prostitución. O  esa Ojos verdes, estrenada en 1933. y que es un clásico. 


Manuel Machado escribió: «Hasta que las canta el pueblo/ las coplas, coplas no son/ y cuando las canta el pueblo/ ya nada importa el autor». Algo muy de eso sucede con esas coplas. Y unos letristas que jugaban en la Champions.


Conocer y saborear , La Lirio, La Zarzamora, Ojos verdes, Tatuaje, Novios o Las cinco farolas es un gozo . Y junto a esas, toda la  poesía de las rancheras mexicanas, el tango argentino o el bolero. 


Mi madre cantaba «desde los pies a la boca/ que aprendan todas de mí/ a querer como las locas». Y el recuerdo de mis padres cantando juntos " es inútil dejar de quererte,..no me quieras matar, corazón". Lloro con esas canciones, y el recuerdo de ese amor. 


Jaime Gil de Biedma escribió un hermoso poema,  Elegía y recuerdo de la canción francesa. «A veces te pilla a traición y te conmociona una melodía que ni sabías que tenías dentro».









DIOS: EXACTAMENTE COMO ANA.

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sábado, 19 de octubre de 2024

CLICK AQUÍ: UN, DOS , TRES, PICAPARED.


En algunos lugares el juego se llama " 1, 2, 3, Chocolate inglés".

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Conocí en Tarragona una mujer maravillosa. Se llamaba Ana. 


Padecía una parálisis cerebral y no podía controlar ninguna parte de su cuerpo. 


Para que lograra escribir una carta tenían que atarla a una silla y amordazarla con el fin de que no se cayera ni babeara sobre el ordenador. 


Entonces podía mecanografiar con la nariz sobre el teclado. 


Los días que la conocí  era septiembre. Entonces  comenzaba  a escribir tarjetas  de Navidad 


En  la que leí  escribió: «Pasemos la Navidad con Jesús, ayudando a seres menos afortunados que nosotros».


Me sentí pequeñito , pequeñito, pequeñito. 


Las personas como ella no nos inspiran porque sus desdichas hagan que las nuestras nos parezcan menos graves, sino porque nos dan una lección de quilates.


La cuestión no es quién tiene el peor problema. Todos tenemos problemas, y al afrontarlos podemos inspirarnos los unos a los otros.


La cuestión es qué cojones hacemos tú y yo con todo ese maravilloso caudal interior que lo tenemos oculto en la niebla densa y fría de nuestra triste y pequeña vida.


Tiempo después me acordé de Ana al leer un cuento. 


Se trataba de un caracol que trepaba por un cerezo en enero, y la cigarra le pregunta: "¿Adónde vas?" .


- "¡A comer cerezas!", responde el caracol. 


- "Pero... ¡si todavía no es tiempo de  cerezas!". 


- Bueno, sí, pero cuándo yo llegue, ¡las habrá!, afirma el caracol


¡Eso nos pasa a algunos,  sí señor! : vamos  lento ascendiendo el camino de la vida , pero Dios tiene sus tiempos!...exactamente como Ana. 





MALHABLADO

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viernes, 18 de octubre de 2024

Yo fui educado por unos padres que  enseñaron que no había que decir palabrotas. En mi casa no se hablaba mal, ni se soltaban tacos. Una vez , durante la comida, se me escapó un "¡ostras! , y mi madre me soltó un meneo muy principal. - mi madre pegaba "meneos".


- Si sólo he dicho "ostras"- repliqué.


- Por si acaso- contestó.


Sólo diré que yo, que soy muy mal hablado y grosero, en mi  casa no suelto ni un taco. Ni siquiera hoy.  Por ejemplo, yo jamás he dicho "hostia" . Y los de ustié lo aprendí en Lérida, y me pareció un hallazgo.


Mis padres me criaron con rectitud y valores. Yo me eduqué en los Jesuitas y el  COU en Fomento.  Pero incluso allí, cabreado , las soltaba muy gordas. Pero con las niñas, y las chicas después, y las mujeres más tarde, no puedo. No me sale decirle a una mujer  " estoy hasta los  cojones". Sin embargo, sí que les he gritado por la calle " ¡¡¡ quién te pillara cagando, mañaaa!". O " ¡tengo los cojones llenos de amoooor, mañaaaa!


Yo creo que es por mi condición maña.


En Xaloc fue un sacerdote recién ordenado a atender espiritualmente a los de la FP. Unos urcos de mucho cuidado. Tíos con los cojones como cocos El cura era muy buena persona, muy inocentón. Recién salido del horno. Y además de esos que no ha perdido la gracia del Bautismo.  Y en una meditación puso un ejemplo:


- Y , claro, cuando te enfadas , vas y le dices a uno " ¡ cobarde, gallina, capitán de las sardinas!". Y ya se ha liado , y os ponéis como fieras.


Era de maravillar ver la cara de la peña , mirándose entre sí perplejos al escuchar  el ejemplo.


Este mosén vivía en Herzegovino y yo recibía su confidencia. Y le aconsejé que a esos tíos había que  ponerles otros ejemplos que el de "capitanes de las sardinas". Y que , en ocasiones, los tacos van muy bien.


- ¿ Qué quieres decir?


- Pues que uno no puedes enfadarse a lo grande con palabras pequeñas.  No puedes decir "caracoles" o “repámpanos” ”. No puedes  ir así por la vida, y menos en la FP de Xaloc. Cuando uno dice un taco  debe hacerlo a todo lo que dé la boca. Debe de ser rotundo. Sin matices. 


- ¿ Por ejemplo?


-  Pues si se ríen de ti cuando predicas , te callas y les dices " ¿ de qué cojones os reís?, ¿ se puede saber?,  a qué me levanto y os dejo la cara  marcada a leches?


El hombre pidió cambio de director.


A mí insultar me pone. Y soy de una generación donde nos poníamos motes todos.  A uno muy rellenito le llamábamos "panzas" . A un cabezón "cerilla" . A mi me llamaban "canguro", porque  hubo una época que tenía la cabeza pequeña y el culo gordo.  El precio de insultar es que te insulten a ti. Aquí hemos venido a jugar.


Es verdad que soy de cabreo fácil cuando algo me enfada. Cuando voy en coche , a veces insulto a las señoras que cruzan por donde les da la gana.  A una que iba muy lenta y con pasitos de bebé le llamé  "¡Voy volando¡". Y la tía me soltó "¡ hijo de puta!"  Insultad, porque seréis insultados. 


Pero me siguen horrorizando esas mujeres que en el gimnasio sueltan un "¡ échale guevos , ahí tú!" ! Es que no me acostumbro.



EL PRECIO DE UNA MIERDA.

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jueves, 17 de octubre de 2024

AQUÍ, EL LEÓN DE LA METRO.


No sé si es cosa mía, pero parece que estamos en una deriva política que da mucho miedo. Y es así porque estos tí@s de la política marcan, lo quieran o no,  muchos de los valores que  después vive la sociedad: la importancia de la palabra dada, la verdad como guía de las conductas, el sentido de muchas virtudes que fundamentan a las personas. 


Estaba escribiendo " valores" y ya suena a algo pasado, como  viejuno. 


El "vale todo", el " que hay de lo mío", el  cambio de  opinión porque " las cosas son de otra manera" , lo vemos normal.  La  propaganda como argumento.  


Estos políticos - prácticamente de todo el arco parlamentario ( las excepciones son contadas ) -   no quieren que admires a quien se ha dejado los cojones por el camino trabajando porque no cree en el esfuerzo personal ni en el mérito, por eso quiere que tu referente vital sea otro vago, otro mediocre como tú, otro parásito con el que te sientas identificado.


No hay más que mirar los méritos de esos chupones que están allí como garrapatas del partido desde muy jovencitos. La mayoría de ellos fuera de la política  no tendrían donde caerse muertos. Han hecho de la política un oficio, una profesión de trepas, y del "qué hay de lo mío". Llevan allí décadas, de aprovechateguis , levantando la manita para obedecer consignas a la hora del voto , ¡ y aún  hay quien se equivoca!


Defendemos a los " nuestros" , incluso cayéndonos mal. Me decía un votante del PP que no soporta a González Pons, a Borja Sempere, a Cuca Gamarra. No le gustan nada de nada. ¡ Y les vota!


Todos se van a la mierda en cuanto tocan poder.  Todos es todos. 


Y lo que veo es que somos una sociedad acanallada por la política. Han conseguido dividirnos.


La política es una secta destructiva, totalmente demagógica . Y ya no hablemos de esa izquierda progre   que quiere que odies a tu jefe, y a tu vecino ese que gana más que tú, y a tu pareja, y a tu casero, y al que tiene más estudios que tú. Esa izquierda progre que enarbola la bandera feminista, y todo ese rollo de género , y de la Agenda. Que se ha propuesto que aborrezcas a todo aquel que vive mejor que tú. 


Veo el Parlamento y despreciar es la base ideológica en la que se mueven unos y otros . Abominar de lo que sea. Tías y tíos  con severos complejos y taras que creen que con ese desprecio se van a sentir mejor. Y, como no es así, cada vez necesitan odiar más. Dejar de odiar ni se lo plantean.


Y una manipulación emocional alucinante con temas muy serios. Y a la gente le cuela la trampa. Como eres mileuirista no te puedes independizar y sigues viviendo en casa de tus padres. Estos, papis de la generación de cristal , te siguen pagando tus cositas de fin de semana para que ahorres 1000€  y llores  porque la vivienda es muy cara y no te puedes independizar.


Esto no va así.


Veo en la televisión un tío, con su Máster caro, los huevos como cocos  y su chaquetita de coderas durmiendo en su habitación de niño porque la empresa le paga muy poco y la vivienda está muy cara. Y su padre diciendo que a su hijo lo explotan y que los pisos están por las nubes.


A ver, oiga, la culpa no es del chancho sino del que le da de comer. Espabila. coño, que si buscas , encuentras. Pero ajustándote a la vida. A la tuya. 


Para mi el problema es que la gente no renuncia a nada. Nadie renuncia a estar a la última en todos los ámbitos y luego, claro, el problema es de otros.  Renuncias a formar una familia, que es un sacrificio, pero no a  lo bueno. Siempre hay excepciones, pero es lo general.


Cuando escucho a estos políticos, de uno y otro perfil - que es que hay que ser muy borrego para no ver las mentiras de esos tíos- intentar convencernos de las bondades de la política , me acuerdo de  ese gusano que adoptaba la forma de la cagarruta de un pájaro para que los pájaros no se lo comieran.


Y me pregunto : ¿ de verdad vale la pena vivir al precio de parecer una mierda?








LAS GRANDES CAGADAS SON RISAS FUTURAS.

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miércoles, 16 de octubre de 2024

Soy experto en grandes cagadas. Meter la gamba lo hace cualquiera, pero pedir perdón sólo está al alcance de unos pocos. Ya casi nadie pide perdón. O lo hacen de tal forma que encima parece que hay que preguntar exactamente qué quiere decir. 


Una vez, por un motivo profesional, nos convocaron a una reunión en un colegio femenino de la Real Suciedad , que llamaremos Talita Cumi. El motivo era que prescindían de nuestros servicios. Rompían el contrato. Y la directora era tan tan tan que no teníamos claro qué era lo que quería decirnos.  Así que, después de cerca de media hora de bla bla bla, le pregunto:


- Perdona, es que no sabemos qué quieres decirnos. Para entendernos, ¿estamos en la puta calle?


- Hombre, yo no lo diría así...pero sí, rompemos nuestra relación profesional con vosotros.


Me gustaría escuchar a esta pava pedir perdón.


De bien pequeño he tenido que pedir perdón muchísimas veces. Y, en alguna ocasión, mis padres me han obligado a ir a una casa a disculparme por alguna buena barrabasada. Como cuando llamé por teléfono , simulando la voz, a  una vecina y le dije cosas que la  pluma no puede, no debe reflejar. La señora identificó mi voz y tuve que ir a disculparme. 


De pequeños, cuando la armaba gorda bajaba la cabeza y fingía unos  pucheros , que es que había que verme. Y de mayor he seguido igual, incluyendo los pucheros.


En Viaró me pasé  mil pueblos con un chaval.  Le dije de todo, con unos tacos muy subidos. El padre era un supernumerario protonotario muy principal, y Javier Guillén, que era el director, me obligó a pedir perdón e ir a casa del piadoso señor.


Tenía ocho hijos. Y me veo en el salón a toda la familia. Y yo voy y pido el indulto, la indulgencia, y la gracia del perdón. Y el chaval al que insulté  me miraba con cara de hijo de puta norcoreano. Y el padre, encima, preguntándome la razón de mis palabrotas.


Lo que es extraordinario es que , años después, me crucé con ese crío, ya mayor, y casado, y no recordaba nada de aquello.


A mi esa escena - si me pongo a contar anécdotas no acabaría- me daba igual. Creo que lo que más he hecho en mi vida es pedir perdón.


Para mi meter la pata, pillarme en falta, cagarla ,  no es un síntoma de fragilidad. Pifiarla  es un algo que pasaba. Muchas veces he deseado que la tierra me trague.


Y, ya que estamos,  es un talento, también, elegir en el momento apropiado la palabra más inapropiada. Fue en Valladolid, en el colegio Peñalba, que me crucé en el hall de entrada con una madre  Mostré una alegría descomunal y muy exagerada y, dándole unos golpecitos en la tripa la felicité por su embarazo. 


Seguí, y el que me acompañaba me dijo  " joder, tío, no está esperando , es así. Es gorda ". 


Y aunque aquella tarde me quise morir, ahora es una anécdota divertida. Las cagadas son poco más que risas futuras. El mundo gira y el tiempo lo perdona todo.