Me conmueven esas personas que custodian cosas que consideran muy suyas. Yo no he sido de guardar nada, Se quedan en mi memoria y en el corazón. Creo que no atesoro cosas ni de lugares, ni de personas. Duele irse y que no te busquen, pero joder como aprendes.
Estamos formados por miles de trocitos de otras personas. Es un puzle maravilloso. Esas piezas son unas más grandes, otras más pequeñas. Y hemos de agradecer todo el amor, la entrega, las alegrías, las lágrimas también, y los miedos que compartimos. Pero no me he llevado restos físicos de esa memoria.
Guardar cosas es algo muy nuestro. Recuerdo una amiga que conservaba un muñeco de su infancia en la habitación. Y estaba todo deshilachado, irreconocible a base de tanto apretón y tanto desgaste a besos y achuchones. Y así estaba, el pobre. Convertir objetos que no valen nada en pequeños tesoros sentimentales. Muñecos que nos llevan a la infancia, dedales que nos recuerdan a nuestras madres o un pañuelo que llevaba nuestro padre en el bolsillo de su traje.
No he coleccionado nada porque soy muy indisciplinado no he conseguido terminar ningún álbum Una vez quise coleccionar el Álbum Maga y fue un fracaso. Nunca construí maquetas de trenes , ni el exin Castillos. Soy persona de principios: nunca termino nada.
Hoy, con sesenta y siete años pienso que la mejor colección es la que llevo en el alma. Y esa es la razón que días como mañana y pasado sean memoria de mis ausencias, de mis amores, de mis amigos.
Esa serie de momentos, esos recuerdos que nos desbordan a veces, algunas amistades que ya no están- como Jesús Puertas- alegres y divertidas , algunos abrazos, las despedidas, los encuentros en colegios, en centros, en convivencias, en excursiones , esas tertulias, o esas tutorías entrañables, las carcajadas que empezaban y no paraban, aquellos Jack's Daniels compartidos . La familia, los afectos, las canciones en el coche , aquel amor loco que duró menos de lo esperado. Todo está ahí. Amontonado. En el álbum del corazón.
Mañana celebramos Todos los santos, y al día siguiente los Difuntos. Me chiflan estas fechas. Ya recuerdo. Todos somos coleccionistas. Y quizá el tesoro son esa gente que ya no están. No tienen precio esos segundos amontonados. Y estos días, mañana , tomaré esas vidas en mis manos y en mi corazón de lana , y en el cementerio de mi memoria pasaré lentamente sus páginas invisibles. Como un repaso entrañable de lo que fui.
Y rezaré sus nombres y sus afectos. Rezaré viendo sus rostros . Recordaré algunas lágrimas y muchas sonrisas. Daré gracias por los días vividos. Y le pediré a Dios por esos momentos para combatir el olvido.