Hay momentos que uno - sobre todo cuando está presionado- saca su peor cara.
En Viaró conocí a un profesor, le llamaban "el Víu". Era un hombre complicado, algo posesivo. Les decía a los chavales " muchachos, no me busquéis las cosquillas, que yo por las buenas soy muy bueno, pero por las malas....no os gustaría conocerme y verme cabreado". Era un bendito. Pero un día , en un cambio de clase, lo encontré pateando, literalmente, y saltando a peso sobre un chaval , mientras gritaba " ¡ de mi madre no se ríe nadie, de mi madre no se ríe nadie!".
Al parecer, en el Ángelus, el Víu interpretó que ese pobre se había mofado de la Virgen. Me impresionó mucho ver la escena. Tanto, que recuerdo hasta el nombre de la víctima, Nacho R. Fue como un fogonazo de magnesio que quedó impresionado en la retina de mis globos oculares.
¡ Toma metáfora!
Pero lo que más me conmovió fue que ese hombre se pusiese así, hecho un Obelisco. Él no era así.
Después lo entendí. Porque ya estaba en tensión por muchas razones que no vienen al caso. Una enfermedad larvada , que fue la que después le mató, un carácter depresivo, una afectividad bastante distorsionada.
Y uno también ha saltado alguna vez en su vida. Soporto muy mal la coacción y la imposición. Y, entonces, soy imprevisible, para mi y para los demás. No recuerdo haber sido violento, pero las formas las he perdido.
Seguro que os han dicho alguna vez: “Te fallan las formas, aunque tengas razón en el fondo”. A mi muchísimas veces. Soy de esos que cuando sienten que tienen razón en algo, me ciego, pierdo los papeles. Soy un tipo apasionado, fogoso y encendido . La forma de dar mi parecer es con convicción , sin equilibrios y equidistancias . A calzón quitado. Y me sorprende que a la gente le preocupa más el cómo se dice, que el qué se dice.
Los que lleváis tiempo leyendo el Barullo ya me conocéis. Por nada mando a tomar pol culo a un notas. O llamo gilipollas a cualquiera que pase por aquí. Aunque para un maño eso son sólo palabras. No llega la sangre al río.
Pero no soy persona de enfados. Ni de cabreos. Yo creo que llevo cuatro años sin cabrearme. No soy de gritar - excepto, insisto, si me meten presión. Y, en general, me da vergüenza el señor, o la señora que monta pollos donde sea. O esa peña que se acalora y discute por teléfono muy alto.
Con la jubilación me he amansado mucho. Ya no tengo jefes. Nadie invade mi espacio. Pero tengo mis fronteras. Hay algunas personas que me sacan de mis casillas. Que si me buscan, me encuentran . Que me entra una mala leche y unos ardores y se me pone la cara roja , y me pierdo. Por ejemplo: No puedo con esa gente que no me deja terminar la frase porque cree que ya saben lo que vas a decir y me interrumpen con una tontería. Y les digo " déjame terminar, coño, que es que no escuchas". Tampoco puedo con que me obliguen a hacer cosas que no quiero hacer. Por ejemplo, el típico cura cursi y progre que dice que nos cojamos las manos y cantemos no sé qué chorrada en misa. Y yo digo que mis cojones. Qué coraje eso.
Y me jode el peluquero preguntón. Que me dan ganas de decirle " ¡ calla, coño, y corta el pelo." Por eso voy a los chinos en Zaragoza. Te corta el pelo y no te toca los cojones.
O esos gilipollas, porque son gilipollas, que te interrumpen una conversación y te dicen " ¡ te lo compro!" . Vete a tomar pol culo. Que yo no soy una inmobiliaria. Qué rabia eso.
En fin, todos nos cabreamos. Aunque, ya digo, con la jubilación la cosa baja mucho.
Muy bajo el nivel Suso hoy.
ResponderEliminarA punto de salir el motu proppio “Por mi llegaréis al carisma” y aquí hablando del pre halloween.
ResponderEliminarDos comentarios de la misma señora . Mucho madrugas.
EliminarSí, hoy salió flojita la entrada. ¡Qué vergüenza!
Amigas, en un viaje organizado pude visitar la cripta y en un momento que me salí del tour, me metí en una sala que me llevó a una habitación con Mapas del Somontano y claro, yo que soy que de Radiquero y algo conozc la zona, me pregunté: que hacen los mapas de la operación Market Garden en VT? Salí de ahí como pude y fui a parar al oratorio de San Severino.
ResponderEliminarEn rocacorba había un numerario que cuando rezaba las Preces, no besaba el suelo sino los bancos del oratorio en gratitud
ResponderEliminarPues a mi me ha gustado. Es un tema muy interesante, va a dar mucho juego, ya verás
ResponderEliminarLa verdad es que me importa nada la opinión de esta hater. Es como si alguien entra en tu casa con pasamontañas. O como la guarrilla que se esconde detrás de la persiana para vigilar al vecino y tocarse detrás de las cortinas.
EliminarLeí hace poco un comentario y enseguida pensé en ti.ESCRIBIR PARA ALGUIEN
ResponderEliminar" Estoy leyendo con enorme gusto el libro de Julia Cameron «The Right to Write. An Invitation and Initiation into the Writing Life» (Penguin, 1998), que me parece que fue traducido al castellano como «El derecho y placer de escribir» (Gaia, 2000), pero que está agotado desde hace años. Cameron es una verdadera maestra en el arte de la escritura, pues conjuga en sus libros una luminosa comprensión y una amplísima experiencia de en qué consiste escribir y cómo se hace.
Escribir con amor purifica nuestros textos porque los impregna de una pureza contagiosa: no solo escribimos para que nos quieran, sino que, sobre todo, escribimos porque queremos a nuestros lectores e intentamos que al leernos se sientan también queridos. Eso es lo que nos hace humanos...Pues eso . Te queremos SUSO.
De VIU recuerdo que tenía verdadera pasión por el basquet y jugaba a diario con los alumnos. Creo que había jugado de base con él Estudiantes. Era muy especial, tenía su camarilla que le seguía a todas partes , eras de los suyos o nada. Nunca fui de los suyos y nunca le entendí. Era alguien peculiar y lo recuerdo como alguien que nunca sabías si te hablaba en serio o en broma . Su prematura muerte me chocó.
Gracias por tu comentario. A Víu lo fui a visitar a la Clínica de Navarra , donde estaba ingresado , y creo que falleció allí. Un hombre muy especial. Un buen tipo.
Eliminar"Soporta mal la coacción y la imposición?"
ResponderEliminarQue yo recuerde usted siempre necesitó autoridad, alguien que le mande, que le imponga. Pero nadie supo imonersela. A usted le falto recibir bronca, vivir bajo mano dura, ser sometido a las Normas.
Pues vale, si usted lo dice. Siga leyendo y colaborando . Usted suma más de lo que cree.
EliminarGracias
No se conoce a nadie que dé ejemplo con el mal humor. Y sorprende alguno comentarios gruñone. A usted le tienen ganas en algún sitio.
EliminarNo se crea, me quieren a su manera ...si no ¿ por qué piensa que comentan y no dejan de seguirme?
EliminarNo nos sometemos a las normas.
EliminarSomos hombres de principios: más amplios, flexibles, se adaptan a cada situación.
Cuando era adscrito en Padua coincidí con "el Viu". Había jugado en el Estudiantes. Su forma de jugar se parecía mucho a la de Corbalán: marcando jugada y sacando el pompis (quien haya visto jugar a Corbalán sabe a qué me refiero, pero para eso tienes que tener una edad o haber visto jugar a Tachenko).
Me identifico con él. Yo también suelo ser pacífico y cuando me cabreo me paso de frenada. El otro día me pegué a leches con un tío que me estaba bloqueando el vado mientras descargaba: era un domingo, no había un coche aparcado; vaya, que se podía haber puesto en otro sitio ¡¡¡Me hizo esperar cinco minutos, un domingooooooo!!!
Efectivamente, eso solo fue la causa eficiente. La causa final era desahogarme por todo el estrés que llevo encima.
Hay que abrir escotillas para quitar presión.
Eliminar¿Como quiere que le corte el pelo el señor? ... En silencio!!!
ResponderEliminarNo fui a Viaró pero conocí a Viu de un par o tres de convivencias. Es cierto que era un pelin particular pero muy, muy entrañable. Y ciertamente, le chiflaba jugar a basket. Para mí es de ese tipo de gente del Everton que seguro que estará echando unas canastas con San Pedro.
ResponderEliminarSí señor 😄
EliminarLo importante es reconocerlo. Si uno tiene mal carácter cuando está convencido de algo y explota ( y se pasa), es bueno darse cuenta y aceptarlo; el siguiente paso sería intentar mejorar. Y hay quien dice que no se puede cambiar, que cada uno es como es, pero no es cierto. Si las personas no pudiéramos cambiar, la educación no tendría sentido. Nunca acabamos de estar hechos. Siempre estamos creciendo. No hace mucho aun predominaba la idea en el mundo de los psiquiatras de que la plasticidad del cerebro se ralentiza hasta casi detenerse al empezar la edad adulta. Hoy la misma comunidad científica lo desmiente; se mantiene la plasticidad del cerebro hasta el día de nuestra muerte siempre y cuando nos hayamos acostumbrado a cambiar. El aprendizaje es una forma de cambio. Cuando aprendemos algo, cambiamos; y físicamente se podrían descubrir nuevas conexiones neuronales que tienen un substrato material. Cuando acabé de sufrir mi íctus me dijeron que todas las habilidades que no recuperará en 6 meses, se habría perdido para siempre. Se equivocaron; supongo que porque me empeñé en que se equivocaran; han pasado más de tres años, y cada día que pasa, recupero una habilidad perdida; ya casi toco la guitarra como antes.
ResponderEliminarPor otro lado, por muy seguros que estemos de algo; podemos estar equivocados. Las percepción de la seguridad es un espejismo que se puede desvanecer con nuevos aprendizajes o nuevos puntos de vista. Hay quien entroniza la fidelidad a una opinión o a unas ideas: "¡Es fiel! ¡Es un luchador infatigable por los ideales!" Sin embargo puede que la razón por la que alguien no cambia de opinión no sea la fidelidad sinó la imbecilidad. Por mi parte, no soy fiel a ninguna afirmación; soy fiel a la actitud de adhesión a la verdad, y ello implica cambiar de opinión cuando uno tiene evidencia en algún momento que la verdad está en otro lado. Es un tema apasionante, diría más cosas; pero tengo la manía de escribir demasiado.
PRISCILIANO
Le sugiero que siembre de puntos y apartes - párrafos - para su lectura más amena.
EliminarSólo lo sugiero.
Pienso que las personas podemos mejorar o empeorar.... cambiar es muy difícil.
Abrazo fuerte.
Como decía Konrad Adenauer: "no soy un río que no puede volverse atrás".
EliminarKonrad es uno de mis héroes: fundador de la Unión Europea, presidente de Alemania en el periodo de posguerra; aprobó la carrera de derecho con las notas justillas de aprobado. Pese a sus pobres resultados académicos, ha sido el político más eficiente de la posguerra.
No entiendo que haya gente que entra en este bar para decir que no le gusta la cerveza que se sirve en vez de cambiar de bar o ir a Misa. A este bar se viene para decir que la cerveza es buena por una sencilla razón, es gratis. Circulen ya coño.
ResponderEliminar"Y cada día que pasa recupero una habilidad perdida..."... Qué maravilla!!!
ResponderEliminarVengo al bar, aplico el codo a la barra y me tomo lo de siempre. Regalan pincho, el water tiene papel, la música no me impide hablar. Y a quien lo molesta, lo aguantamos hasta que viene el jefe, echa cuatro voces y vuelvo a lo de siempre.
ResponderEliminarEl jefe tiene sus cosas pero se le aprecia. Podía traspasar el local a algún chino con pasta pero tiene a bien seguir aguantándonos con estoicismo. Deberíamos hacerle un homenaje con placa conmemorativa, peliculón y cena fría.
ResponderEliminar¡Muchas gracias, don Lalo! Tómese lo que quiera, paga la casa.
EliminarViu nunca debería haber sido profesor. Tenía un trastorno límite de la personalidad y actuaba sin ningún tipo de rigor profesional descargando su mala leche en el personal. Era un tipo lamentable
ResponderEliminarEra un hombre, se ha dicho aquí, ciclotímico.
EliminarLo de ser profesor o no, en fin...¡ lo fui hasta yo! ( Y yo sí creo no debería haber sido pero, ¿ de qué sirve lamentarse?
Eso de "Viu nunca debería haber sido profesor"!.... Y Schez Presidente del Gibiezno d'zpaña?...
ResponderEliminarYo era de la camarilla del Viu. En Padua y en Viaró. Hombre entrañable para mí, aprendí muchas cosas con él (todas buenas ) en un tiempo difícil como es la adolescencia. Un hombre de Fe.Tenía un gran corazón. Siempre le recordaré.
ResponderEliminarLas formas son importantes porque, en realidad, revelan el fondo
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