martes, 22 de octubre de 2024

LA ALEGRÍA COMO ESPECTÁCULO ÍNTIMO.

Hubo momentos en mi vida que reír y hacer reír eran cosas muy importantes. Y era un propósito, muchas veces inconsciente, pero diario en mi día a día. Hacer reír me hacía feliz.


Descubrí con el tiempo que la risa está sobrevalorada. De hecho. a mi ver tíos carcajeándose me saca de quicio. Hay otras respuestas igualmente plácidas, pero con menos "charme" - que diría don Fidel Sebastián.  El sonrojo, por ejemplo. El ponerte colorado  evita que se digan más tonterías de las que se dicen.


Me sé todos los chistes. Ya es muy cansino. Y también hacer el graciosete. Ser un payaso.


Además, la risa, con frecuencia se confunde con  la alegría. Y no, no  son exactamente lo mismo.  Hay personas que me caen muy bien: esas personas muy divertidas, pero con rostro serio. Que tiene  su coña irónica, socarrona. Aquí, en Galicia,  son muy comunes. En general en el rural.  Tiene un caudal  de júbilo por dentro y por fuera se muestran  pausados y taciturnos. Por contraste no soporto  a loa Joaquines , a los Comandate Laras, al Monaguillo, o a todos esos que se ríen de sus propias gracias.  Pesados, coño.


Con la jubilación- porque uno ya estaba harto de hacer y decir gilipolleces- he descubierto que ser feliz es un espectáculo íntimo. Una guión maravilloso que se vive por dentro. La risa es otra cosa. Un estallido. Un breve consuelo. La risa es perfectamente compatible con el aburrimiento , y la tristeza.


Las risas exagerada me ponen de  mala leche. En los restaurantes es frecuente que suceda que una mesa se ponga, literalmente, a descojonarse- pero así. Y he llegado a levantarme y pedir que, por favor bajasen el tono de la coña que allí se llevaban. ¡Joder, es una falta de educación!  Parece que a esa gente, para mi gentuza, alguien les ha levantado las patas delanteras para que parezcan humanos, pero son animalitos que andan a cuatro patas. 


Lo tengo comprobado: cuanta más peña haya en la sala, más rápidamente explota la carcajada. O sea, que en la risa hay algo de impostura. Más escaparate que otra cosa.


También sucede que hay quien nos señala de qué nos tenemos que reír. Como en algunos programas de la televisión que les indican con un cartel qué deben de hacer. El humor, por lo visto, ya no es algo personal. Ahora, hasta te pueden hacer culpable por algunas de nuestras carcajadas. No te puedes reír de los tralaralas, de las trans, de las gordas, de las delgadas, de los flacos, de los enanos, de las lesbianas enanas. ¡Todo es político! Ni siquiera una risotada está libre de la censura mojigata Qué pesadez.


Dicen que reírse de todo es propio de tontos, pero no reírse de nada lo es de imbéciles. La seriedad del mulo.


Lo mejor es reírse de uno mismo. Nadie está a salvo  de las carcajadas, por mucha autoestima que se tenga. 


De hecho , ¿ no parece la vida, en ocasiones,  una broma?



23 comentarios:

  1. Hoy celebramos la festividad de San Juan Pablo II, tuvimos la suerte de reírnos y rezar con él en Roma, en el Cortile de San Dámaso. En Barcelona, en el Camp Nou, en Santiago... ¡Feliz día!

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    1. Efectivamente, hoy es un gran día

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    2. Me he acordado de todo esto nada más levantarme esta mañana. Y he misado contento, para recordar.

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  2. No se puede pedir peras al olmo.
    La gente que ríe a carcajadas en un restaurante es porque se han tomado unas copas, quizá algo más, y quieren demostrar al mundo que son felices.
    Yo odio los perros en un restaurante. Ahora está de moda que el camarero les lleve agua en un recipiente y los acaricien... con las mismas manos con las que te traen la comida.

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    1. Sanyi, este tema de que los perros (y mascotas en general) tengan ahora más derechos que un niño, y por supuesto, que un abuelo, daría para varias entradas. Y que conste que me encantan los perros.

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    2. A mí también me gustan. En casa hemos tenido consecutivamente tres Bull Terrier Stafordshire.

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  3. Sí, pero también hay gente que nunca ríe. Para ellos "reir" es sonreír discretamente.
    Y gente que piensa que mostrándose "serios" parecen más inteligentes.

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  4. Oiga, y qué me dice de las "sonrisas profiden"? Tal vez desconozca el concepto porque usted siempre se ha movido profesionalmente por ambientes muy auténticos, sanos y saludables. Pero el común de los mortales en alguna ocasión de nuestra vida hemos tenido que lidiar en entornos de trabajo tóxicos y falsarios, donde las "sonrisas profiden" están a la orden del día. Una pena, la verdad.

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  5. Ojo, una persona que sonríe pero nunca ríe también se ve rara. Da la impresión de persona que ha sufrido mucho y ya no le alcanza para reir.
    Si la situacion es para reir a carcajadas, quien solo sonríe parece alguien reprimido alguien que tiene la sensación de que "reir es de pecadores".

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  6. Hay diferencia importante entre el reír y el sonreir, supongo que me lo entendéis. Una sonrisa a tiempo puede canviar la historia del mundo.

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    1. Por tu reacción está claro que tu risita no va a cambiar el mundo, si acaso lo confirma y condena al infierno en que se está convirtiendo.

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    2. Anónimo 20:39 tu comentario es más lamentable que cualquier risita.

      No seas resentido y amargado, que el resentimiento no sirve ni como abono pa las plantas.

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    3. Parece que a alguno le ha sentado mal que la sonrisa es algo muy sano y acusa a quién lo propone de resentido. El mundo al revés.

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  8. https://infovaticana.com/2024/10/22/acto-de-reparacion-a-las-victimas-de-abusos-en-madrid/

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  9. Sabéis si esta influencer portuguesa es del Rayo Vallecano? Lo digo por el método que utiliza:

    https://www.20minutos.es/noticia/5645778/0/influencer-joana-mascarenhas-condenada-por-meter-agua-fria-su-hija-tres-anos-para-frenar-sus-berrinches/

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  10. Lo importante no es ni "reirse" ni "no reirse". Lo importante es aquello de lo que te ríes, porque es lo sintomático, lo que realmente te define.
    Una vez tuve un amigo que se reía de la gente con pocos recursos; le gustaba entrar a las tiendas de prendas de ocasión y desternillarse de los zapatos baratos, de la ropa interior regalada de precio; imitaba, con patetismo, a la gente con dificultades económicas que se acercaba a esos establecimientos a comprar, de las chicas de barrios humildes que se compraban ropa interior barata de algodón sencillo. Cuando descubrí este pasatiempo suyo, me quede muy impactado; me hizo pensar mucho. Poco tiempo después, dejó de ser mi amigo. Uno de mis defectos es que me resulta imposible ser amigo de alguien que hiere a otras personas, ni que su herida sea así como he narrado, "de pensamiento y de palabra".
    Años después, tuve otro amigo; de hecho, hasta hace pocos meses lo era; y éste tenía la costumbre de reírse de las personas con disminución física o psíquica; las imitaba; se mofaba, se mofa, supongo aun, de los talleres ocupacionales donde trabajan; y después de burlarse a gusto, dándose cuenta quizá que alguien podría sentirse molesto, o acusarle de insensible, hacía un paréntesis para decir: "Eh! Que yo me los quiero mucho, eh! Que son muy buena gente!" Pero en seguida volvía a burlarse de ellos. Alguna vez le dejé helado con gusto, explicándole que yo tenía un hermano con disminución que trabajaba en uno de esos centros de los que él se mofaba. Desde entonces cuando estaba yo, frenaba sus burlas, pero me consta que las continuaba haciendo. Se reía también de las mujeres con exceso de peso, de las que él consideraba feas, de las abuelas... Una vez me enseñó una foto (no sé de donde la sacaría) de una mujer desnuda de unos setenta u ochenta años con retraso mental manifiesto en sus expresiones y facciones, y exceso de peso, y empezó a reírse y desternillarse. Se quedó muy cortado cuando vio que yo no me reía, y aun más cuando le expliqué que en el cámping naturista donde yo iba era normal ver a gente mayor sin ropa y con exceso de peso, que tenemos la mente manipulada por imágenes de una perfección aséptica, y que para mi, la de esa señora, era una imagen tan natural que no me producía risa alguna, pero que entendía que una persona como él, tan reprimida y con tan poco respeto por la dignidad humana, se riera. Se quedó muy serio y, poco a poco, no sabría decir un día concreto, dejó de ser mi amigo; y lo había sido mucho.
    Aquello de lo que nos reímos, nos define; no es la causa, es la consecuencia de algo que llevamos dentro.
    Yo me suelo desternillar con algunos videos de bromas de tik-tok, de esos en que alguien se hace pasar por estatua en un parque y le pega un susto al pobre que se acerca a mirarla o tocarla. Me río yo solo, mirando el móbil, y me quedo a gusto. Reírse a gusto un rato hasta llorar con buena compañía es muy saludable, siempre que te rías de banalidades sin importancia, siempre que tu risa no sea odio; porque en los casos que he explicado antes, la risa era odio; un odio cobarde que pretendía disfrazarse de humor para blanquearse; el síntoma de una pobreza humana pavorosa que cada vez que la percibo me deja en el cuerpo un vacío insoportable.
    PRISCILIANO

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  11. Me jacto de tener sentido del humor. No entiendo la vida sin él. Algo que me provoca rechazo es ver que la persona con la que estás no se ha enterado de la coña y te mira con cara de pez. Alguna candidata a señora de Lalo perdió su tren a la felicidad por esa tara. Seguro que no lo ha pillado...la coña, el tren.
    Se te añora JPII, otros vendrán que bueno te harán.

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  12. Para los interesados en el tema bético, que por aqui son legión. Me estoy terminando el libro "opus" que acaba de salir y deciros que aunque literariamente está muy mal escrito, su contenido es MUY interesante.

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  13. No lo leeré. Pero no es nada personal.

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  14. La risa de Bergson. Allí está casi todo.

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  15. Hoy se me cayó el móvil en un lago. Estaré varios días sin él. Habrá Barullo, pero se actualizará con menos frecuencia los comentarios.

    Así es la vida: un día el que caerá en el agua de la eternidad serás tú.

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    1. No te preocupes, peor hubiera sido que se hubiera caído en una cisterna de orujo. Asturias patria queridaaa…

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