martes, 23 de junio de 2020

BRINDIS.

Uno poco a poco  se ha ido  conociendo  a sí mismo. Y ahora toca brindar por este martes más martes que ninguno.

Brindo por ti , para que aflojes la rienda del corazón y se desboque, que ya le sangra el bocado. 

Brindo por ti que tienes ganas de y no te atreves, para que hagas como de niño, que saltaste desde ese trampolín  gritando  " ¡mira, papa!

Brindo  por esa mujer que sigue  creciendo  esquivando las rutinas y que cuando su hija le dice " papá es raro, verdad mamá?"  contesta " sí hija, papá es muy raro ".

Brindo por ese cura  que a pesar de todo , de él, de su Iglesia y  esos beat@s que les corroen los escrúpulos sigue  creyendo que hay un Dios que  le empuja el columpio de su  vocación.

Brindo por ti, que siempre vas  detrás de lo que sientes. Que palmas  cada dos por tres  y aqui estás.

Brindo por tus tormentas, tus desiertos, tus huracanes. Tus naufragios , los atajos que te llevaron a ninguna parte.

Brindo por tus cornadas, tus cicatrices  y tus blasfemias. Por tus fracasos y tus mentiras.

Brindo porque  no te explicas como cantas  aún.

Uno  sabe lo vulnerable que es, lo  fácil que  resulta caer  , sobre todo si uno pone todo lo que hay que poner, sin medida .

A uno le gusta bailar  de verdad y muchas mañanas lo hago . A uno le gusta  beber a morro y sin respirar . Besar  hasta desgastar.  Hablar  sin desmayo y contar historias.   A uno le pasa enamorarse a lo bestia y decir tonterías si a una farola le ponen una falda...

 Y cuando pones tanto en todas esas cosas lo más normal es que salgas corneado , vapuleado, y volteado .

No pasa nada.  La vida es así, ¡chin chin!







No hay comentarios:

Publicar un comentario