MAULLANDO A LA SEÑORA.

Hace años, recién regresaba de Guatemala, se me ocurrió encargar una imagen de la Virgen de la Gatera. La idea era un cuadro de nuestra Señora reflejada en una vieja puerta y debajo dibujar una gatera de esas que hay en los pueblos para que los gatos pasen por ella.

No sé  si existe esa advocación, tampoco me importaba. Pienso que algunos , de entrar en el cielo, lo haremos por allí gracias a Ella. 

Por esos años , conocí una mujer , me leía en el Barullo. Le conté la idea del cuadro. Le insistí que la imagen de la Virgen tendría que parecerse a Manuela. Es  costumbre en muchas imágenes marianas  tomar modelos de mujeres reales para inspirar el cuadro.

Le envié una foto.

Tiempo después me regaló este cuadro que hoy preside mi despacho. También recuerdo a Alex, el sacerdote que vino a casa a bendecirla, que me lo estimo molt.

¿Qué guía la mano de un artista para dibujar una imagen que algún día recogerá la devoción de un pobre hombre que estuvo enamorado y loco por esa mujer? Ni idea… Me resisto a creer que no exista, aunque sea como un soplo esquivo y breve, un aire de inspiración divina, como si Dios mismo hubiera bajado a darse un paseo mientras tomaba el fresco con las manos en la espalda  ,  y se asomara a la ventana del taller de mi amiga, con la curiosidad de como de hermosa va a quedar su madre . 

Titi, que así se llamaba la pintora amiga, no dio  hasta que tomó como inspiración el rostro de Manuela. Yo  le entregué  una fotografía y después ella hizo este cuadro que, a lo mejor no vale nada, pero a mi me enamora. Me he preguntado muchas veces si Manuela se reconocería en el rostro de Nuestra Señora. Seguro que sí.

¡ Cuánto daría por saber si todo este sueño del cuadro, de la Virgen de la Gatera, de Manuela, de  mis oraciones de niño, mis  lágrimas, mis canciones, todo eso tiene algún sentido!

Hoy es sábado. La Señora está sola. Y este gato quiera asomarse por la gatera a su habitación, y maullar una jaculatoria. Sólo una.