Nadie se explicó la razón de por qué todo un consejero delegado con mando en plaza que parecía asegurado de por vida saltó por los aires de la noche a la mañana.
Un día , tomando una cerveza, su sucesor me lo contó los entresijos y la lenta evolución de los acontecimientos. Nada es que que parece. Una vez alguien me dijo que no había que juzgar a las personas por sus parientes, pues bien, tampoco las juzgues por sus socios.
Nuestro hombre, un líder un poco de chapa y pintura, pero que daba el pego, intentó dar un giro a la institución. Y decidió invertir un dineral en lo que él pensaba sería un cambio pedagógico que revolucionaría los colegios que dirigía. Puso en marcha unos proyectos educativos que se publicitaban "innovadores", todos con nombres d barcos , y con una estructura muy cara, pues desde oficinas centrales de supervisaban y auditaban todos esos proyectos en los respectivos centros de toda la geografía.
A es ese empeño dedicó todas las energías, económicas y recursos humanos. Por muchas razones aquello no funcionó. Más que nada porque el profesorado de provincias no creía en los proyectos y hacía como que sí, pero era que no. Seguían haciendo lo que sabían hacer.
Pero en las oficinas centrales, el equipo directivo, que veía que se iba un pastizal en algo que era humo, decidieron dar carpetazo a todo aquello.
Nuestro hombre dedicó muchos recursos a publicitar y poner cara y ojos a sus proyectos Y de eso se dedicaba el departamento de marketing de la empresa. Ese departamento, que ideó una campaña muy costosa en editar pósters, cartelería fina, anuncios guays, y vallas publicitarias , lo dirigía una señora que estaba muy bien. Mona. Muy de portada de , iba a decir Telva, pero era más de Burda, pero estaba bien la señora.
Y los de oficinas centrales comenzaron a visitar Diego de León con el cuento:
- Yo no digo que si pasa algo, pero se que dedica mucho dinero a Marketing...es que está todo el día en el despacho de fulanita...es que le acompaña mucho a las visitas a los colegios...es que...
Esas cosas de líos afectivos y de " yo no digo que, pero lo parece..." pone muy nerviosos al personal. Mucho. Así que...¡ a tomar pol saco!.
Y le dieron lo que en Rugby se llama "la patada a seguir de Williams". Una patada a seguir a la pelota y a por otra cosa, mariposa.
Le ofrecieron un carguete para entretener la vanidad del líder. Y poco después montó una asesoría de " Sifón con nada"....y allí sigue.
Y , como no quiero ser malo, estoy convencido que no hubo nada con la señora, pero se lo quitaron de encima.
Lo que cuentas de este coterráneo (o paisano) tuyo estoy convencido que no pasó en la realidad. Sólo sucedía en las pobres cabezas de unas personas muy aburridas, tristes, chismosas, meapilas y pazguatas. Las habladurías y los rumores son muy destructivas... y lo cabreante es que muchas veces las alimentan una caterva de gregarios/as mediocres. Dicho lo cual, en el hipotético caso de que fuera verdad, ¿qué pasa?¿cuál es el problema de la empresa? No se entiende el motivo del patadón a lo Williams. El amor es lo que mueve el mundo. Lo natural es que se celebre, no?
ResponderEliminarNo fue verdad, como dices... pero en ese corral muchas veces las cosas parecen y no son, y las que son, no lo parece.
EliminarNo lo entiendes porque no conoces la empresa
ResponderEliminarLa Cosa tiene algo bastante del goyesco Saturno devorando a sus hijos. Cuánto da de sí Aragón, madre mía.
ResponderEliminar