martes, 18 de abril de 2023

GRANDES CARENCIAS.

Pienso a menudo que algunos que gustamos de exponernos tanto , y durante  años, a través de entradas diarias en blogs, o subiendo fotografías  a Facebook e Instagram somos egos narcisistas algo desatados, muy muy, de una vanidad superior. Egoescritores de pacotilla,   egofotógrafos , que  somos como esas personas desconocidas que te cuentan su vida en una sola noche, delante de una Jack Daniels, solo con la intención de que te acerques y puedan contar su historia.

¿Qué es un  tío, a través de sus escritos, o de sus fotografías,  que publica en redes sino una persona que no consigue ocultar su gran carencia de ser reconocido por alguien, como sea?

Algunos esa carencia es de amor.

Aunque, en fin , también escribo para reconocerme, para asistir a mi memoria, para encontrar eso que busco, y aún no he encontrado.

En la serie The Crown hay un capítulo  que me tocado especialmente. Sutherland, un afamado pintor, ha recibido el encargo de retratar a Churchill. . 

El capítulo trata de la decadencia y la fragilidad de ese hombre.  En realidad, toca muchos temas. También de como todos  nos aferramos a lo que sentimos que nos hace grandes cuando llega el final. Pocos logran entender que ya se acabó. Pocos lo  logran porque sienten que es el final sin haber llegado el final. Porque, aunque aceptemos la muerte o la vejez, no aceptamos nuestros límites, ni el cansancio, porque hacerlo sería aceptar el final de una vida que aún no ha terminado.

Churchill confiesa una intimidad a Sutherland : pinta muchas veces un estanque que mandó construir en su casa al perder a una de sus niñas, para mitigar el dolor.   Y no consigue reflejar  lo que quiere en esos cuadros que pinta y pinta  tantas veces.

El pintor le hace ver que ese estanque oculta todo su dolor, su desesperación, toda la carga acumulada por años. Conmueve  ver a este anciano descubriendo su realidad, su sufrimiento, su lucha contra la vejez, su espacio de evasión y enajenación. Inconscientemente su necesidad de expresión artística le llevó hacia ahí, a la creación de algo bello para ocultar su alma atormentada.

Por la noche me derrumbé. Recordé en la duermevela, como , sin darme cuenta, de un modo instintivo, después de la muerte de Manuela, muchas de las fotos que tomaba tenía que ver con su ausencia , con mi dolor,  no sé cómo escribirlo, un reflejo de la herida que me consumía.

No era un estanque , como en Churchill, eran árboles solitarios, muchos raquíticos, puertas rotas, casas abandonadas, mendigos callejeando, pájaros solitarios, caminos que iban a ninguna parte...






11 comentarios:

  1. Entenderse y aceptarse es importante. Hay que aprender a quererse a uno mismo. Tú escribes y otros te leemos. Un abrazo, Suso.

    ResponderEliminar
  2. Pues mira que me gustan tus fotos. Son siempre muy buenas. Y muchos de los pensamientos que las acompañan. Tus entradas aquí, tantos años... son algo que, personalmente, te agradezco. Pero esa que acabas de poner en ING... ¡Dios mío! ¡Qué horror! ¡Ya no puedo entrar! ¡No puedo ni verla! ¡Qué asco de foto! :p

    No obstante, que pases un buen día, Suso. Un abrazo. Y gracias.

    ResponderEliminar
  3. ¿La de las ratas o la del actor maquilladora?

    Un beso. Y si eres hombre un abrazo..

    ResponderEliminar
  4. Las bichas, las bichas... ¡qué asco pordiossss! Al actor ni le he visto :(
    He salido "pitando" de volando.

    Otro beso para tí.

    ResponderEliminar
  5. La mente humana, no deja de sorprenderme. Me ocurre que aparentemente no me preocupo por un tema que mi razón considera controlado pero que es muy chungo, y me siento tranquilo y en paz; pero aunque mi mente este relajada, me empieza a doler la nuca y la parte superior de la espalda, y me empieza a preocupar otra memez distinta, que no tiene que ver con la primera y que racionalmente ninguna importancia, pero que me agobia como si la tuviera toda. Cuando el tema principal que me preocupaba se soluciona, me desaparece el dolor en la nuca y en la espalda y me deja de preocupar la segunda memez; y mi mente sigue igual de tranquila. Es como si tuviéramos otro "yo" pensante dentro de la cabeza que actúa fuera de nuestro control. Quien sabe, quizá tanta publicación de imágenes sea lo que tu dices; o quizá también una necesidad creativa que en tu quehacer diario no puedes desarrollar tanto como necesitas. La creación (de belleza especialmente) es una necesidad para todos, y para algunas personas más que para otras. Luego está el tema de la escritura en el blog; en mi caso, mantengo un blog aunque bajo mínimos, seguramente porque estoy metido en tantos proyectos creativos que no doy abasto; y pienso que escribir mucho en el blog puede ser también una necesidad, sobre todo cuando te has pasado años haciendo una hora de oración por la mañana y otra por la tarde. El blog es una forma más de contemplación, de reflexión; y no deja de ser una necesidad que tenemos de comunicación con nosotros y con los demás (como en la oración) especialmente si la ha hemos desarrollado durante mucho tiempo; una necesidad sana. Lo ideal es conseguir que todo el día, todas las cosas que se hagan, sean una manera de hacer oración. Yo, como hereje oficial, también hago oración, pero no tan atada a formulas de piedad oficiales o tradicionales. Lo del ego no lo tengo tan claro, pero quien sabe, porque es evidente que tenemos otra mente dentro de la cabeza que actúa independientemente de nosotros y que es bastante egoísta y temerosa. Si te pones a pensar bien, "ego" ¿de qué?. Cuando mejor se está es cuando el yo no está por ningún lado. Pero hay gente que al percibir una necesidad que alguien expresa, ve ego por todas partes, cuando lo más probable es que lo que está por todas partes sea una necesidad de comunicación, de expresión, de creación... De lo que seguro que tenemos necesidad todos es de amar y ser amados; es una necesidad humana animal, física, mental... que cuando no se sacia, las cosas se complican; sobretodo cuando no se satisface la necesidad de amar. Y me refiero a amor empático de verdad, no únicamente a la atracción física. Y es posible que la soledad, si se da, mueva a nuestro otro yo, al que va por libre, a hacer lo que sea para no estar solos y poder amar y ser amados. Madre mía, que rollo que he pegado!
    PARACAIDISTA C.V.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola,
      Esto del otro yo, q además manda, ¿le ocurre a todo el mundo? ¿Con la misma fuerza que tiene el mío?
      Y...¿otra forma de mandarlo a dormir, q no sea cerveza?
      Gracias

      Eliminar
    2. No manda. Tiene cierto poder si no sabes o no crees que existe (lo que los exorcistas suelen decir del diablo). Conocerlo ayuda a distinguirlo y a tenerlo más neutralizado. Si crees que todo en tu mente está bajo tu control, entonces no lo ves y te torea.

      Eliminar
    3. Madre mía, que complicado todo. Yo no se si tengo otro yo, y si lo tengo no me habla. Yo se cuando algo lo he hecho mal, que de niño me enseñaron que eso es la conciencia. Y a veces no le hago caso, y procuro no pensar demasiado en eso. Quizá sea un caradura.
      Hablas también de la oración; yo estuve 11 años con mi media hora de oración por la mañana y otra por la tarde, pero creo que nunca he rezado. Lo digo porque después de tanto tiempo no se qué es la oración, no se cómo se dirige uno a Dios o a Jesús. A veces me he metido en una Iglesia a rezar, y después de 10’ con la mente en blanco me he ido.
      Como dice mi mujer es que no soy espiritual. Pues será. MT.

      Eliminar
  6. A mi el Jack Daniels me funciona

    ResponderEliminar
  7. Yo aprendí a rezar del único modo que sé hacerlo, y tardé, muchos años. A mi manera. .

    ResponderEliminar