CHOCHÓCRATAS TODOS.

A raíz del comentario de un lector , ayer , pensé en esa maravillosa, misteriosa, y fantástica labor que es la enseñanza. Ser profesora, o profesor. ¡ Qué misterio!

Ayer mismo, qué casualidades tiene la vida, hablaba con uno al salir del gimnasio del  adoctrinamiento y la corrupción que están instalados  en la enseñanza española. En la pública, y en la concertada. Me decía el buen hombre que su hijo , quinto de primaria, le había contado en una charla que les impartió una mujer, al parecer es un convenio del ministerio de Educación con el de Igualdad,  sobre la cosa sexual.

Y lo que le llamó a mi amigo  la atención fue el comentario del chavalín:

- La profesora  se enfadó con la que dio la charla porque dijo que cuando un chico os ceda  sitio al subir las escaleras , no les hagáis caso, lo que quiere es veros el culo. Es un reflejo machista.

¡Hombre, es verdad, pero depende de qué chica, y de qué culo!

Algun@ pensará que eso en la pública, vale, pero en la concertada no tanto. Pues no. Hoy a la pública, que está mejor pagada, aspiran los mejores - en el sentido de los que sólo van a por la pasta. En  la concertada terminan los pringados.

Que nadie se enfade. En Viaró, que es un colegio que cuesta una morterada, los profesores son  muy chunguillos. Y mal pagados. Yo también lo era. Me refiero a chunguillo y a mal pagado.  Pero ahora ese colegio todo es imagen, propaganda, Instagram , Facebook, y rollo de "tenemos al mejor profesor del mundo". Conozco a ese profesor y, lo siento, no es el mejor profesor del mundo. Ni siquiera del Vallés. 

Y, además, se han mimetizado con la Causa, me refiero a la cosa catalanista, que es que dan mucho pol culo.

No escribiré de otros colegios, de otras concertadas. Conozco muy bien el paño.

Los maestros , poco a poco, han sido sustituidos por ideólogos cuyo propósito es imponer la victimista agenda populista, socialista, ecosuicida, chochocrática e irreal (en el sentido de que niega la biología, la metodología científica y el mundo).

La educación hoy es  una máquina adoctrinadora y sexualizada, es una fábrica de ciudadanos dóciles y mansos que marchan, en apretadas filas , como un ganado, como asistentes a un concurso de televisión  siempre aplaudiendo. 

La desaparición de los maestros que uno ha conocido, no diré nombres porque todos tenemos nuestros ejemplos,  termina el proceso de conversión de nuestra  educación pública en uno de adoctrinamiento, castración y destierro de un mundo que ya casi no existe.

Estamos en un proceso autoritario, de ausencia de libertad, de anulación de lo individual, de cesión a la masa, de  guerra a lo privado.

Muy sociata todo.

Un buen maestro, un verdadero maestro,  puede salvarnos o perdernos. Recuerdo en la Escuela de san Antonio, en el Barrio de Torrero , un don Clemente que  hizo lo posible para que aquellos chicos  no nos extraviáramos en los callejones del conformismo, el ser grupal, la mediocridad del entorno y la pulsión tribal. Recuerdo a ese hombre como a un dios que, en medio de la considerable pobreza en la que vivía, en un barrio marginal , consiguió abrirnos las puertas de la curiosidad intelectual, del saber. 

Uno, que tantas cosas ha olvidado, conserva un recuerdo vívido, sonoro y hasta olfativo de aquella Escuela.

Después, ya en los jesuitas,  la señorita Querubina, mi primer amor de niño. Rubia, melena leona, ojos azules.  Una profesora de francés, no recuerdo su nombre, pero si su perfume, sus tetas olían a Nenuco, como una bebé gigante. Era mi oscura obsesión . El Batusi, profesor de Literatura , que lloraba contando el Quijote.  El padre Pérez, perfecto de disciplina,  un enano cabrón  que te daba unas usties a mano abierta que eran un gusto.

Hoy la escuela está en ruinas, esos maestros han  sido sustituidos por una piara de jóvenes cuyo único mérito es que han ganado una oposición y no se meten en líos.

Escuchad atentamente, sanchistas y podemitas y chochócratas  todos. Mi escuela, en un barrio marginal y pobre, hecho por Franco ,  era un colegio que hoy daría sopas con honda al mejor de cualquier autonomía .

Ahora no veo más que parásitos, chuponas y chupones,  ideologías tribales, y un futuro muy negro.

Un futuro de esclavos. El que de vez en cuando algunos se resistan nada cambia el dominio. Las quejas de algunos esclavos no cambian su existencia como esclavos. Mientras permitan que le digan hacia dónde debe ir, cómo debe vivir, qué debe hacer o pensar o poseer, el dominio se mantiene intacto.