lunes, 8 de mayo de 2023

EN LA ALAMEDA DE SANTIAGO.

Escribí hace unos días sobre ese ser humano que tenía un gran prestigio en el mundo de la Enseñanza.  Impartía conferencias por todo el mundo , dentro de un ámbito muy concreto, el de Fomento y variantes. Publicaba multitud de trabajos, editaban sus libros como churros mezclados con meninas, que decía aquel. 


Y conté como lo conocí en sus comienzos y coincidimos atendiendo una convivencia  con chavales. Al llegar la noche le pregunté en qué habitación dormiría ( era una casa con dos habitaciones grandes con literas), y me contestó que él iría a dormir a un Hostal cercano porque " el pastor nunca duerme con las ovejas".


Ese hombre tenía alergia a los niños, a los padres, y los profesores. Y se buscó una salida para teorizar y  dar el pego. Le gustaba hablar en sus conferencias de  un algo idealizado que llamaba "mi colegio". 


- En mi colegio los niños...en mi colegio los padres...en mi colegio los profesores .


Su colegio era una casa de putas.


Viene a cuento esta introducción por una anécdota que me sucedió en Santiago de Compostela. Iba paseando por la Alameda y me crucé con un ser humano que se ocultaba en el interior de una especie de Micky Mouse que andaba por allí a la caza de  madres con niños que visitar el parque.  Le pedí hacerme una foto junto a él.


- Joder, tío, vale - me dijo- pero dame algo, coño, que me paso haciendo el gilipollas con esta gente y, mucha foto, mucha mierda de madre con el niño en jarras, pero no sueltan un euro. 


- Tranquilo, hombre - respondí. Y nos hicimos la foto.


Me acordé del notas de Fomento, que su sonrisa era como la fotosíntesis, sólo se produce a la luz  , sólo que no a la del sol, sino a la del dinero y los aplausos.  


A Micky le tocaban los cojones los niños y sus madres. Por fuera veíamos un muñeco feliz, haciendo carantoñas a los niños, riendo en su máscara,  dando pases de baile...pero dentro anidaba un hombre amargado, jodido con su condición.


También me acordé de mi. ¡ Cuántas veces no habré ido también con una máscara que escondía un alguien  atormentado!


Después de la foto le dije " tome, para un  café", y le puse un azucarillo en la mano. Lo había cogido de una cafetería cercana donde me tomé un café.


Mientras me iba, escuchaba las barbaridades que me decía "Micky", "¡cabrón, te vas a reír de tu madre,  capulloooo!", mientas las madres, y los niños, aterrorizados, se abrazaban viendo al simpático muñeco gritando al viento imperio.




4 comentarios:

  1. Jo, Suso, eso no se hace! Pobre tipo

    ResponderEliminar
  2. Hoy en OL se publica un escrito con el título siguiente: "Un antifariseo en Sant Cugat (Barcelona)", lo firma un tal Arnau. ¿Lo has leído? Si no, no te lo pierdas, no tiene desperdicio... es un descojone total. Me partía de risa mientras lo leía, a mandíbula batiente. Además es un suceso en Sant Cugat, al protagonista es probable que le conozcas (que le conozcamos) ;-)

    ResponderEliminar
  3. Avería muy principal la de Arnau

    ResponderEliminar
  4. He leído el escrito del tal Arnau y no se qué pensar. Parece un tipo piadoso por lo que no entiendo que por una simple indicación del cura (con la que no está de acuerdo por supuesto) se deje llevar por la ira (Santa) y quiera llegar hasta el Vaticano en su protesta y demanda de reparación a su criterio? orgullo? herido.
    A lo mejor no lo entiendo por mi falta de Fe.

    ResponderEliminar