Leí hace unos días una noticia que me dejó perplejo.
Una actriz visitó el pasado fin de semana el programa de televisión La Roca para presentar su primer libro, Momento Re, en el que la señora se abre y cuenta vivencias «políticamente incorrectas» relacionadas con su familia o con decisiones que ha tomado.
La actriz se sinceró ante Nuria Roca y reconoció que, justo antes de ir a buscar a su hija adoptiva Martina a Etiopía, se quedó «embarazada de alguien que no sabía quién era». Todo ocurrió en un momento complicado y, tras meditarlo, decidió abortar.
La buena mujer intuye que aquello tiene mal rollo para bastante gente y añade «la decisión que tomé a partir de eso es algo sobre lo que se puede abrir debate», reconoció.
«Yo tenía a mi hija que iba el martes a buscarla y me pregunté qué hacía yo con lo otro. Mi bebé era ella, y era allí donde yo quería ir», relató. «¿Esto que tengo aquí es mi bebé? No, mi bebé es esa. Y es ahí donde quiero ir. Quiero ir a recogerla y es mi hija. Yo ya estoy emocionada con eso», contó.
Al mismo tiempo señalaba que «las decisiones no son buenas ni malas, son las que tomas por las circunstancias que te rodean y en el momento que las tomas» y defendía que eso «te hace crecer hacia un lado u otro».
La historia tiene miga. Es paradigmática de lo que sucede ahora. Es , exactamente, lo que está pasando hoy en muchas cabezas. Los sentimientos crean derechos. Es más, las mismas decisiones dependen de estados de ánimo. No son buenas ni malas. Son, y ya está. El negrito se salvó porque le apeteció a la actriz. El blanquito fue rechazado, murió, porque no le venía bien. No era porque no supiera quien era el padre - al fin y al cabo, tampoco sabía quién era el padre del etíope.
Aquí no hay moral. No se trata de bueno malo, o bello y feo, ordenado y desordenado...se trata de que no me va bien ahora.
Quizás la palabra que señala la ética de este ser humano es " ahora". Ahora sí, mañana no. Y que nadie me juzgue. No somos más que un saco de células. Y, estoy convencido, que esta pájara no es partidaria de los sacrificios humanos.
" Yo ya estoy emocionada con eso". Ese fue el gran argumento. "Ya" , y "emocionada".
Hay quien piensa que este tipo de juicios se pagan caro con los años, que después esas madres se arrepienten y es un dolor que deja lacras muy graves.
Lo dudo.
En Valladolid conviví con una chica joven, Manuela era su madrina de bautismo. La historia es larga. Cuando se recuperó de sus adicciones - su familia entonces no quería saber nada de ella- conseguimos que tuviera la custodia de su hija , se la habían quitado la Junta. Le ofrecí un trabajo en la empresa donde yo estaba de comercial. Vivíamos todos juntos. Fueron días muy felices.
Una día me dice Manuela que la chica había quedado embarazada , un ligue pasajero, y que había decidió perder el bebé. Abortar. Hablé con ella bastantes veces. Le propuse adoptar, o que tuviera el niño y nosotros nos hacíamos cargo de la criatura. Le di todas las soluciones posibles e imposibles para que siguiese adelante con el embarazo.
Una mañana pregunté cómo estaba el asunto. Había abortado unos días antes. Lo sorprendente para mi fue que lo hizo por la mañana y al día siguiente estaba trabajando.
Y nada de remordimiento. Ni de sensación de pérdida. Ni de tristeza vital. Nada. Ni entonces, ni después.
Me dolió mucho esa historia. Me quedé jodido. Como un niño chico, me bebía ese dolor con pan, y andaba de aquí para allá en el desvarío.
Fui a consultar a un agustino para saber qué debía hacer. Estaba muy cabreado y contrariado. Me leyó un texto de santo Tomás Moro. Lo había escrito antes de ir al cadalso a que le cortarán la cabeza.
“Nada puede pasarme que Dios no quiera. Y todo lo que El quiere, por muy malo que nos parezca, es en realidad lo mejor.”.
Y, aunque me costaba creerlo, y me cuesta, espero con todas mis fuerzas que sea verdad. Para mi, para ti, para todos.
El aborto no admite discusión, o crees que el embrión o feto es una ser humano o crees que es un amasijo de células prescindibles. Cómo vas a conciliar esas dos posturas?
ResponderEliminarAlguien tuvo que certificar que suponía un grave riesgo para la salud física o psíquica de la madre. Es acongojante.
ResponderEliminarSe dieron los pasos necesarios, legales, si es lo que se pregunta. Yo no estuve en el proceso. Y , por razones de espacio, resumí todo...si no, es un rollo de entrada.
ResponderEliminarAy no… me refería al caso de la actriz. Nada que ver con la historia personal que has contado. Tu historia me ha parecido impresionante. Peto veniam et penitentiam!
EliminarY lo de certificar, me parece que se certifica poco.
ResponderEliminarReza un Padremaría por el de casa que más lo necesite.
ResponderEliminarEse es nuestro mundo, queremos protección para los no nacidos y que a los nacidos que les den. Por suerte, puñetera suerte, somos parte de ese escaso 10% de la humanidad que vive bien, o casi.
ResponderEliminarLa actriz lleva una empanada mental de cuidado, y sin verla adoptar a otro ser de otra raza viste. Una carta de presentación que dice: No soy racista. Si tienes hijos propios eres parte del problema, de la sobrepoblación, del cambio climático ( glaciaciones?). La atención que acaparará teniendo a un niño de otra raza junto a ella, no sería la misma si escogiera un bebé blanco. Su bebé no la “viste”, no la presenta como ella quiere ser vista. Y contarlo solo hace que uno se fije más en ella, como lo has hecho tú, ella encantada. La banalidad del mal. Narcisista.
ResponderEliminarSobre la chica a la que ayudasteis. Vosotros la apoyáis y os extendéis para que ella encuentre pié. Ella pasa de hacerlo por nadie y a ningún nivel. El agustino sabiamente lo refiere a Dios y lo saca de tu juicio. Pero todavía pesa. Si fue en el momento de la concepcion, yo diría que es y que esa unión sigue y seguirá. Es nuestra fe.
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